domingo, 7 de septiembre de 2014

La foto de la semana (#66)

Oyster's Secret en SeaWorld Orlando 

A menudo uno de los temas más debatidos tanto en webs especializadas como en foros u otras manifestaciones con temática de parques es la economía. En concreto me refiero a la manera que tiene un parque (que no olvidemos que es una empresa que busca ganar el máximo beneficio económico posible) de obtener ese dinero del bolsillo del cliente sin que este acabe de ser plenamente consciente o, por lo menos, enfatizando y disfrazando el momento en el que el visitante "ofrece" su dinero a cambio de algo (comida, privilegios, souvenirs, etc.).

Ya en esta misma sección de la foto de la semana hemos visto alguna vez lo intrincados y geniales que llegan a ser algunos parques realizando técnicas de marketing o de venta directa al público que explotan este maquillaje del momento de soltar la guita y hoy me he decidido a mostraros una de estas magistrales técnicas, con la cual quedé bastante sorprendido en SeaWorld Orlando y que, por lo menos hasta el momento,  no había podido presenciar en directo nunca. El invento recibe el nombre de Oyster's Secret y es algo así como una versión magnificada de el clásico souvenir de parque tras una pequeña experiencia única.

Para empezar nos encontramos con la piscina que podéis ver en la fotografía superior, con una pasarela de madera que la cruza por arriba y en cuyo interior localizamos un par de trabajadores especializados en el buceo, aunque también con muy buenas dotes sociales (lo cual convierte un negocio en un espectáculo de reclamo al momento):


Si os fijáis, en un diminuto balcón a la derecha hay un speecher que se encarga de "embaucar" a los visitantes para que accedan (previo pago de unos 15 dólares) a que uno de los dos trabajadores pesque, buceando en el interior de la bonita piscina tematizada, una ostra (sí, una ostra, el típico animal de duro y áspero caparazón en cuyo interior encontramos una perla salvaje).

Cabe aclarar que las ostras utilizadas en este negocio pertenecen a una granja propia del parque, por lo que la carne del animal es utilizada más tarde para alimentar de forma natural a otros animales residentes en el propio SeaWorld.

Podéis observar el procedimiento entero en este interesante vídeo montado para explicar cómo funciona este Oyster's Secret:


Una vez el cliente obtiene su perla, se le facilita un pequeño estuche con forma de concha donde lucirá la perla que habrá podido pescar (de una manera totalmente artificial) en el propio parque.

Aunque me consta que existe este mismo método de marketing en otros parques temáticos (sin ir más lejos, existe exactamente lo mismo en el pabellón japonés de Epcot, a apenas un par de kilómetros de allí), sí que no deja de ser chocante ver todo el entramado de rituales y procedimientos que se llegan a seguir para que el visitante de un parque acabe soltando dinero con el máximo nivel de excelencia en la experiencia vivida.

Tú llegas a la piscina, el buceador te hace un par de gracias bajo el agua, te sacas una foto con él, subes a la pasarela de madera, te sacan la ostra que tu desees, te la abren, te limpian la perla, te la envuelven en un bonito estuche y te la llevas a casa. El parque, a cambio, gana 15 dólares.

Os puedo asegurar que en los 5 minutos que estuve observando semejante invento pude ver por lo menos 4 extracciones de ostras de el fondo de la piscina. 60 dólares en 5 minutos, sacad vosotr@s mism@s vuestras propias conclusiones.

Otra de esas formas de ganar dinero a costa del visitante pero muchísimo más original que ofrecer un producto en una cesta, poner un cartelito con el precio y hacerle creer que le están robando a mano armada. Como siempre me encargo de decir: "tomen nota...".

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Otras fotos de la semana:

3 comentarios:

  1. Esta es todavía mejor que "Micromarketing en The Lost Continent". No es tan descarado y aquí por lo menos ves el proceso de cómo la perla pasa del tanque a ser de tu posesión. Es la primera vez que veo que un souvenir tiene una "historia", si se le puede llamar así, pues siempre puedes contarle a la gente de "dónde viene y cómo la conseguiste". Esto sí que es magia y no los truquitos de The Lost Continent ;)

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    1. Bueno, según cómo se mire. Piensa que si quieres que te monten todo el espectáculo del buceador, la ostra, la perlita y demás tienes que soltar 15 dólares, mientras que asistir al cuarto de hora de magia en "petit comité" es absolutamente gratuito (de hecho yo no compré absolutamente nada en la tienda de Islands). Si no hubiera habido clientes en Oyster's Secret no habría llegado a hacer esta entrada, habría creído que aquello era una piscina con personas dentro buceando ;)

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    2. Lo que está claro es que no he visto NUNCA esta voluntad de investigar técnicas de venta tan distintas y estudiadas en los parques de aquí. Si poner un torno de pago al ahorcado de PortAventura cuenta como investigar técnicas de venta... apaga y vámonos.

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