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miércoles, 21 de octubre de 2015

Bitácoras desde JAPÓN (episodio 5)


Regreso al blog con un nuevo vlog (aplausos porfavor), en esta ocasión con la quinta entrega del seguimiento en vídeo del viaje que he llevado a cabo por tierras japonesas hace apenas unos días.

En esta ocasión es turno de mezclar la visita de parques con la visita turística, sumando un parque más a la exótica lista, un parque conocido internacionalmente por contener una auténtica joya que ha sido capaz de escalar las primeras posiciones de los rankings mundiales, me refiero a Tobu Zoo Park y su excepcional Kawasemi, la megalite de Intamin.

Además, como colofón final a un genial día de parques, qué mejor manera de disfrutar de la cultura y tecnología japonesa a través de una visita a los iluminados y bulliciosos edificios de Akihabara, la techno-city japonesa que encontramos en pleno centro de Tokyo:


Como siempre, espero que el vídeo os haya gustado y, si es así, podéis regalarme un LIKE, un comentario o incluso os podéis suscribir al canal para ir siguiendo cada episodio conforme los vaya subiendo estos días.

Muchas gracias por vuestro apoyo... arigato goyaimasu!

sábado, 22 de agosto de 2015

La foto de la semana (#74)

La torre Näsinneula de Särkänniemi


Si hay una premisa clara que debería tener en mente cualquier parque que se precie en este mundo esa es la de explotar al máximo los valores y potenciales propios que pueda tener ese mismo parque, es decir, identificar cuáles son las propiedades o productos que pueden hacer que un parque destaque por encima de cualquier otro a la hora de competir en el mercado actual que supone esta industria.

En esa competición de números y resultados hay parques que cuentan con cartas propias que les pueden ayudar a ganar la partida temporada tras temporada: un parque rodeado de bosques o jardines de ensueño, un parque situado en el puro centro de una concurrida ciudad o un parque que tenga en su haber un buen puñado de franquicias de cine multimillonarias puede ser un factor a favor clarísimo. Pero en otras ocasiones los elementos con los que los parques pueden jugar a la hora de captar visitantes o llamar la atención del público pueden presentarse de la manera más inesperada y chocante que podamos imaginar. Y es ahí donde entra la torre Näsinneula que preside los aires del genial parque de finés de Särkänniemi:


Proyectada en 1969 e inaugurada en 1971, esta enorme torre de cemento y acero supuso toda una inversión de futuro de cara a la ciudad de Tampere, en eterna competencia comercial y económica con la capital del país, Helsinki. El arriesgado proyecto era una pieza más del engranaje propuesto por la ciudad a finales de los 60 de cara a convertir una casi desértica península a las afueras de la ciudad en un lugar dedicado al arte, el ocio y la educación.

La primera pieza de ese engranaje fueron el acuario y el planetario del parque inaugurados en 1969, seguido de un zoo infantil en 1970, la propia torre Näsinneula en 1971, el parque de atracciones Särkänniemi en 1975, el Sara Hiden Art Museum en 1979 y finalmente el delfinario en 1985. Toda una trayectoria que ha convertido una enorme extensión de terreno en desuso en un rincón de ocio y cultura básicos para la ciudad.


La torre Näsinneula, construida entre 1970 y 1971, mide un total de 168 metros y contiene en su interior un mirador con un café llamado Pilvilinna y un restaurante giratorio (situado en una planta superior) mediante el cual podemos observar la totalidad de los alrededores de la torre en 360º en apenas 45 minutos:


El proyecto arquitectónico corrió a cargo de Pekka Ilveskoski, un reputado arquitecto local, que se inspiró en el edificio Space Needle de Seattle para la estructura de la torre y en la finlandesa Puijo Tower de Kuopio, dando como resultado una enorme torre, visible desde todos los puntos de la ciudad que a la vez se convirtió en la torre de observación más alta de Finlandia, título que todavía sigue ostentando a día de hoy.


Como he comentado ya en alguna entrada del blog, el acceso a la torre es de pago (en taquillas accesibles en la base de la misma torre) o bien entra con la wristband que ofrece el parque de atracciones por 38 euros (Adventure Pass), siendo una genial opción si tenemos en cuenta que además con ese precio también tendremos opción de entrada al Delfinarium, al Planetarium y al Aquarium:


Acceder al mirador superior es posible gracias a unos rápidos y potentes ascensores que nos llevarán a la altura del mismo (120 metros) en tan solo 27 segundos. Una vez allí los precios que encontraremos en el café Pilvilinna son bastante generosos, por lo que por unos 5€ podréis disfrutar de un delicioso y refrescante helado acompañado de un refresco mientras echáis un vistazo al paisaje que rodea la torre, donde indican que en días claros se puede llegar a avistar 20 km a la redonda:


Como anécdota curiosa, vale la pena tener en cuenta que la torre sirve para la ciudad como faro indicativo de la meteorología prevista para ese día en la región ya que, mediante un sistema de iluminación LED instalado en la antena/cumbre se nos indica con un sencillo código de colores amarillos y verdes el tiempo que va a hacer durante la jornada, funcionando de la siguiente manera:


Durante mi visita al parque pude echar un vistazo en repetidas ocasiones a este curioso indicador meteorológico y únicamente vi una de las modalidades de franjas, por suerte la mejor de todas, la de 3 franjas amarillas, pero me parece una original y genial manera de mantener informada a la gente que tenga previsto salir de la ciudad o que desde unos cuantos kilómetros a la redonda pueda avistar la cúspide de la torre y tener en cuenta si llevar paraguas o no ese día, por ejemplo.

En definitiva, la torre Näsinneula es una muestra más de la diversificación de negocio que se puede presentar no solamente alrededor de un parque (hoteles, restaurantes, resorts) sino también en el mismo interior del parque, consiguiendo a su vez establecer un edificio icónico y relacionado directamente con la ciudad como es esta enorme e imponente torre de cemento.

*****

Otras fotos de la semana:

martes, 4 de agosto de 2015

Särkänniemi a fondo (parte 2)



Ya hemos entrado en Särkänniemi, ya hemos podido observar sus variables modos de acceso y hemos podido experimentar las primeras rides y edificios que el parque nos ofrece en apenas 200 metros de recorrido por sus calles y caminos.

Como este análisis seguramente conste de un buen número de entradas en total, voy a ir enlazando en cada inicio de entrada y en forma de listado, las que vaya publicando y dejando atrás (para que si queréis echar un vistazo podáis recuperar el hilo del análisis):


Dicho esto hoy, en Bloggercoaster, es momento de volver a enfundarnos el traje de park-freaks que llevamos en nuestro interior y disfrutar de una área a medio camino entre de paseo y kiddie, un concepto bastante diferente de lo que quizás se estila en el centro y sur de Europa, pero que en el norte tiene bastantes adeptos.

lunes, 25 de mayo de 2015

Cheetah Hunt (Busch Gardens Tampa)

A la hora de plantear el análisis completo del parque temático de Busch Gardens Tampa tuve dos cosas en mente que sabía al 100% que se iban a cumplir. La primera era que cada área temática tendría su propia entrada para poder dar cabida a la cantidad de detalles que cada una alberga y la segunda era que tanto SheiKra como Cheetah Hunt tendrían sus propias entradas de análisis ya que me parecieron, con diferencia, los dos credits más remarcables de todo el parque (con el permiso de Kumba y Montu).

Llegados al punto en el que ya es inevitable seguir el camino sin fijarnos en su presencia, estirada a lo largo de 1350 metros y recorriendo hasta 3 áreas temáticas distintas, es momento ya de sentarnos alrededor de la mesa y contemplar una de las obras de ingeniería coasteril más complejas que jamás se han llevado a cabo.

Hecha ya la pertinente presentación hoy, en Bloggercoaster, es momento de que por fin nos sentemos al frente de los trenes de Cheetah Hunt, la coaster familiar de Intamin que cautivó el corazón de los entusiastas durante dos largos años desde los primeros rumores hasta su inauguración.

domingo, 19 de abril de 2015

Busch Gardens Tampa: Edge of Africa

Originalmente el parque temático de Busch Gardens Tampa contiene, en su interior, un total de 9 áreas temáticas que en mayor o menor medida representan, imitan o transportan al viajero mediante el uso del theming, las técnicas de paisaje, la fauna, la flora o incluso las rides y coasters a toda la geografía africana. Sin embargo hay varios lugares o regiones que pese a no estar catalogados como áreas temáticas merecen dignamente ser consideradas como tales, siendo Edge of Africa quizás el ejemplo más significativo.

Pero antes de centrarnos en este enorme pulmón verde, os he de recordar en forma de lista las anteriores entradas donde podréis echar un vistazo a estas áreas de las que os hablo y que hemos ido recorriendo estos días atrás:

Dicho esto hoy, en Bloggercoaster, es el momento de darnos un gran paseo por la área temática que no es área temática pero que dobla, triplica o incluso cuadruplica el tamaño que podría tener cualquier área temática de Busch Gardens Tampa: Edge of Africa.


Lo tuve muy claro, desde que afronté el análisis del parque, incluso en el momento en el que estaba totalmente metido en el interior y me dedicaba a fotografiar todo lo que encontraba a mi paso, Edge of Africa sería en su momento un área más del parque y posiblemente una de las más ricas y apreciadas por mi parte. Y el día ha llegado y hoy me dispongo a demostraros el porqué.

Hasta este momento en Busch Gardens Tampa hemos podido encontrar ejemplos muy aislados de pequeñas reservas o recintos donde podíamos encontrar animales acordes con la temática de la propia área temática tales como las aves de Bird Gardens, los tigres de Jungala o los reptiles de Nairobi, pero en ningún momento hasta este punto nos habíamos encontrado con una auténtica reserva natural donde muchas de estas especies convivieran en armonía y consonancia de ecosistemas hasta que nos plantamos frente a Edge of Africa:


viernes, 17 de abril de 2015

Busch Gardens Tampa: Nairobi

Recargamos nuestras cantimploras, aseguramos nuestras mochilas y petates y de nuevo retomamos el paso tras hacer una visita general a la colorista Pantopia (antiguamente conocida como Timbuktu). Y de nuevo el paisaje vuelve a cambiar por completo, volvemos a rodearnos de vegetación espesa y a intuir, alrededor nuestro, vida salvaje por todas partes.

Como en las anteriores ocasiones, vale la pena recordar en forma de listado de enlaces las entradas que hemos ido acumulando por este viaje a lo largo del parque temático Busch Gardens Tampa:

Dicho esto hoy, en Bloggercoaster, es momento de recorrer la basta extensión de terreno que se abre frente a nuestros ojos con Nairobi, una de las zonas más pobladas de distintas especies en todo el parque y donde podremos encontrar vida rebosante vida animal y vegetal.


Nada más dejar atrás las paredes de adobe y barro de Timbuktu, seguiremos un ancho sendero vigilado, a lado y lado, por espeso bosque y altos matorrales. De repente a nuestra derecha se alzará un gran edificio formado por torreones redondeados y vistosos colores terrosos, nos encontraremos frente al primer punto destacado de Nairobi, el Animal Care Center:


lunes, 13 de abril de 2015

Busch Gardens Tampa: Jungala

Empezamos una nueva aventura, apenas acabamos de atravesar las salpicaduras y las vertiginosas velocidades de Stanleyville y ya estamos, en una decena de metros, entrando de lleno en la oscuridad y el espesor vegetal de una nueva área temática, quizás la más exótica de todas las que encontramos en Busch Gardens Tampa.

Por si habéis llegado a este particular capítulo de análisis del parque y no estáis al día de las anteriores andanzas, aquí os dejo un listado con los accesos a las entradas anteriores, donde visitamos otras áreas temáticas que a estas alturas hemos dejado ya atrás:

Por lo tanto hoy, en Bloggercoaster, sacamos el machete y cargamos con nuestros pesados petates para adentrarnos en el corazón de los bosques más lejanos a la búsqueda de las bestias más desconocidas, hoy respiraremos el espeso aire de Jungala.


A diferencia de áreas anteriores donde el parque nos demostró su poderío a lo largo de los años para convertir experiencias, rides y coasters en todo un mundo con theming alrededor, en esta ocasión con Jungala los directivos de Busch Gardens Tampa decidieron otorgarle el poder de transportarnos a los entornos naturales de varias especies animales originarias de otros continentes, concretamente del continente asiático.

Podríamos decir que junto con Bird Gardens, Jungala es un área temática dedicada específicamente a varias especies animales y además con el añadido de estar ambientada en lugares que se alejan bastante de la estética africana predominante en el resto del parque:


lunes, 15 de diciembre de 2014

Animal Kingdom (parte 4)

Poco a poco vamos recorriendo todos los ambientes que, en su día, centenares de diseñadores, escultores, imagineers y constructores en general idearon para transportar al visitante de Estados Unidos, acostumbrado a los grandes parques con atracciones mecánicas de infarto, a los rincones más remotos y naturales del mundo a través de distintas áreas inspiradas en países o continentes lejanos. Y todo ello bajo el particular clima de Orlando.

Así es como hemos paseado a través de las áreas de Oasis, Discovery Island, Dinoland U.S.A. o Asia y así es como hemos descubierto ya decenas de especies animales integradas en las instalaciones del gigantesco parque temático así como tiendas, restaurantes y (lo más importante) rides y coasters de renombre internacional.

Por lo tanto hoy, para acabar de completar el recorrido por el parque temático más singular de Disney, nos adentraremos en la sabana africana e investigaremos los alrededores de una aldea del salvaje continente para ver qué nos puede ofrecer a través de la pintoresca temática africana.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Animal Kingdom (parte 3)

Hasta ahora por nuestro particular paseo a través de las distintas y pintorescas áreas temáticas de Animal Kingdom en Walt Disney World hemos podido observar los verdes bosques y junglas escondidas de Oasis, el monumental baobab de Tree of Life en Discovery Island o la desequilibrada pero presencial área de Dinoland U.S.A., una muestra bien clara del punto de vista más imaginativo y creativo de las culturas exóticas de nuestro mundo.

Pero si hay un área que despertó en mi especial admiración esa fue Asia, la zona dedicada por completo al gran continente y que tanto para EEUU como para Europa ha sido siempre nido de leyendas y exóticas historias a las que Disney sabe dar cabida por completo alejándose quizás de los estereotipos más comunes (y de ahí su real belleza).

Por lo tanto hoy, en Bloggercoaster, saltaremos por completo de continente y nos perderemos en la espesura de los bosques y junglas de la India, así como los glaciares y las cumbres nevadas del mismísimo Tibet.

martes, 23 de septiembre de 2014

Manta (SeaWorld Orlando)

Está ya todo visto, analizado y revisado: tenemos el parque recorrido por completo, de punta a punta, tenemos todas sus rides visitadas y reconocidas, además tenemos tres de sus credits o incluso una curiosa manera de obtener un souvenir genuino del recinto. Pero nos queda quizás la pieza del engranaje definitiva, aquella que dé un sentido pleno al porqué debemos o no visitar SeaWorld Orlando, el parque al que he estado dedicando varias semanas de entradas en Bloggercoaster.

Con más de 40 años a sus espaldas el buque insignia de SeaWorld en la capital del ocio en Florida necesitaba cumplir hace 5 años con el famoso dicho de "renovarse o morir" y demostrar al mundo que Kraken, su hasta el momento joya de la corona, podía ser relevada e incluso mejorada. Y qué mejor manera para ello que contar con el mismo constructor, casi 10 años después de erigir el gigante azulado.

Por lo tanto hoy, en Bloggercoaster, observamos la grandeza de Manta, uno de los credits más aclamados y reverenciados en un ya lejano 2009 y que dejó a todos boquiabiertos tanto en su presentación como en su construcción o, lo que es más importante, en su funcionamiento.

viernes, 12 de septiembre de 2014

SeaWorld Orlando (parte 2)

Todo vuelve a oler a salitre. Si cerramos por un momento los ojos podemos pensar que nos encontramos a escasos metros de una de las ricas costas que pueblan el continente europeo. Si incluso agudizamos el oído es posible que pensemos que por un momento nos hemos desplazado a las frías costas de los mares del norte o que estamos sentados en el puesto de observación de aves de cualquier reserva natural.

Pero nada más lejos, continuamos aquí, en SeaWorld Orlando, el parque que protege y da cobijo a decenas de especies animales que, en mayor o menor medida, tienen cierto vínculo con la naturaleza correspondiente a los mares y océanos del mundo. En la primera parte de esta aventura pudimos visitar los delfines, la mantarraya, las tortugas marinas y los pingüinos, lugar en el que nos quedamos en el relato de nuestra visita.

Así pues hoy, en Bloggercoaster, volvemos a viajar por el ambiente marino de SeaWorld Orlando a la búsqueda de completar el recorrido por el parque y conocer alguno de sus rincones más pintorescos y famosos.

domingo, 7 de septiembre de 2014

La foto de la semana (#66)

Oyster's Secret en SeaWorld Orlando 

A menudo uno de los temas más debatidos tanto en webs especializadas como en foros u otras manifestaciones con temática de parques es la economía. En concreto me refiero a la manera que tiene un parque (que no olvidemos que es una empresa que busca ganar el máximo beneficio económico posible) de obtener ese dinero del bolsillo del cliente sin que este acabe de ser plenamente consciente o, por lo menos, enfatizando y disfrazando el momento en el que el visitante "ofrece" su dinero a cambio de algo (comida, privilegios, souvenirs, etc.).

Ya en esta misma sección de la foto de la semana hemos visto alguna vez lo intrincados y geniales que llegan a ser algunos parques realizando técnicas de marketing o de venta directa al público que explotan este maquillaje del momento de soltar la guita y hoy me he decidido a mostraros una de estas magistrales técnicas, con la cual quedé bastante sorprendido en SeaWorld Orlando y que, por lo menos hasta el momento,  no había podido presenciar en directo nunca. El invento recibe el nombre de Oyster's Secret y es algo así como una versión magnificada de el clásico souvenir de parque tras una pequeña experiencia única.

Para empezar nos encontramos con la piscina que podéis ver en la fotografía superior, con una pasarela de madera que la cruza por arriba y en cuyo interior localizamos un par de trabajadores especializados en el buceo, aunque también con muy buenas dotes sociales (lo cual convierte un negocio en un espectáculo de reclamo al momento):


Si os fijáis, en un diminuto balcón a la derecha hay un speecher que se encarga de "embaucar" a los visitantes para que accedan (previo pago de unos 15 dólares) a que uno de los dos trabajadores pesque, buceando en el interior de la bonita piscina tematizada, una ostra (sí, una ostra, el típico animal de duro y áspero caparazón en cuyo interior encontramos una perla salvaje).

Cabe aclarar que las ostras utilizadas en este negocio pertenecen a una granja propia del parque, por lo que la carne del animal es utilizada más tarde para alimentar de forma natural a otros animales residentes en el propio SeaWorld.

Podéis observar el procedimiento entero en este interesante vídeo montado para explicar cómo funciona este Oyster's Secret:


Una vez el cliente obtiene su perla, se le facilita un pequeño estuche con forma de concha donde lucirá la perla que habrá podido pescar (de una manera totalmente artificial) en el propio parque.

Aunque me consta que existe este mismo método de marketing en otros parques temáticos (sin ir más lejos, existe exactamente lo mismo en el pabellón japonés de Epcot, a apenas un par de kilómetros de allí), sí que no deja de ser chocante ver todo el entramado de rituales y procedimientos que se llegan a seguir para que el visitante de un parque acabe soltando dinero con el máximo nivel de excelencia en la experiencia vivida.

Tú llegas a la piscina, el buceador te hace un par de gracias bajo el agua, te sacas una foto con él, subes a la pasarela de madera, te sacan la ostra que tu desees, te la abren, te limpian la perla, te la envuelven en un bonito estuche y te la llevas a casa. El parque, a cambio, gana 15 dólares.

Os puedo asegurar que en los 5 minutos que estuve observando semejante invento pude ver por lo menos 4 extracciones de ostras de el fondo de la piscina. 60 dólares en 5 minutos, sacad vosotr@s mism@s vuestras propias conclusiones.

Otra de esas formas de ganar dinero a costa del visitante pero muchísimo más original que ofrecer un producto en una cesta, poner un cartelito con el precio y hacerle creer que le están robando a mano armada. Como siempre me encargo de decir: "tomen nota...".

*****

Otras fotos de la semana:

viernes, 5 de septiembre de 2014

SeaWorld Orlando (parte 1)

Nos habíamos alejado últimamente mucho ya de Orlando. Durante el verano os he hablado de Alemania, de Inglaterra, de Francia o de Finlandia, hemos dado vueltas por toda Europa pero habíamos dejado de lado el gran viaje que pude realizar en invierno del año pasado a la capital mundial del ocio y la diversión en Florida (EEUU).

Vuelvo pues a esas tierras para empezar una pequeña saga en la que me dedicaré a analizar y hablar a fondo de uno de los parques estandarte en dicha capital, uno que no puede ser olvidado en cualquier mochila o maleta de park-freak si se pasa por Orlando y que os puedo asegurar que sin ser un parque temático gigantesco o con demasiadas pretensiones, os ofrecerá seguro una jornada entera de diversión con temática acuática y marina.

Hoy pues, en Bloggercoaster, empiezo el análisis de SeaWorld Orlando, el paraíso de los amantes del mundo marino, del agua y de la flora y fauna que, en Florida, adquieren un sentido realmente tropical y nos ofrecen bonitas postales en uno de esos tantos parques que aúna, en mejor o peor medida, la muestra de animales con las rides y las coasters por igual.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Bitácoras desde Orlando (día 8)


Muchos de vosotros y vosotras sabéis de sobra que no soy demasiado fanático del mundillo Disney. Sí, me encantan sus películas, me ha encantado poder vivir el cambio a Pixar, me encanta la fantasía y el detallismo que desprenden, pero lo que no me gusta es que a la hora de trasladar todo ese potencial a un parque lo hagan inculcando una fantasía que NO existirá jamás. Juegan con una base temática totalmente fictícia pero no con el factor de hacer creer al espectador que está allí realmente y eso, a nivel de parques, es algo que para mi falla. Los adultos que visitan Disney disfrutan porque ven a sus hijos disfrutar, porque los niños alucinan, pero ellos son plenamente conscientes de que aquello es irreal. En fin, es un debate largo que cualquier día tocaré en el blog, pero es principalmente el motivo para que sea un completo ignorante del mundo Disney y sus parques (cosa que demostré en la anterior bitácora diciendo que el de Orlando era el primero cuando no, el primero fue el de California, ¡gracias por avisar chicos!).

Así que con esta base me presento ante las puertas de Walt Disney Animal Kingdom y ¡oh, sorpresa! me voy ese mismo día contentísimo y habiendo descubierto uno de los mejores parques temáticos en los que he estado hasta ahora. Sí sí, así de manera gratuita.

¿Cómo es eso posible? Veamos. Walt Disney Animal Kingdom juega con una realidad y unas temáticas plenamente posibles (siempre fantaseando en muchas ocasiones, claro está), pero gran parte de lo que ves podría ser posible en la realidad, es tangible, no es un dibujo animado o un 3D. Ese enorme árbol llamado Three of Life estamos de acuerdo en que es gigantesco y en que es imposible que en las raíces de un árbol haya más de 200 especies talladas, pero es un árbol gigante y de estos hay centenares por todo el mundo:
Obviamente no tan grande y espectacular. Pensad que para sacar esta foto de arriba estaba a 200 metros del árbol, al otro lado de un gran río. Imaginad la envergadura de esa estructura.

Bien, el parque está claramente dividido en 7 áreas, aunque las más visibles y visitables son en realidad 5 (a mi parecer). Al entrar no hay realmente ningún elemento visible, de hecho nada más pasar los tornos de entrada nos adentramos en una de las áreas llamada Oasis, donde nos recibe una jungla espesa, con alta cantidad de humedad (alerta los que llevéis gafas, se empañan) donde vemos especies autóctonas de aves, algunos mamíferos y sobretodo gran cantidad de flora en un entorno repleto de cascadas, riachuelos y formaciones rocosas artificiales:
Esta zona es de tránsito y distribuye las masas al entrar y salir, ramificando el camino y haciendo que no se formen "embudos" de gente. Una de esas típicas estrategias de imagineer Disney. Por lo que sí, Animal Kingdom podríamos decir que es el único parque Disney que no tiene Mainstreet propiamente dicho, sino que tiene una jungla exhuberante.

Pasada esta zona se abre ante nosotros el área de Discovery Land, donde encontramos a lo lejos y en pleno centro del parque el gran Three of Life con todas las criaturas que os podáis imaginar talladas en su tronco y raíces, saliendo directamente de la roca viva:
Además de pasear por los numerosos jardines que hay en el entorno, perderos por los senderos serpenteantes, adentraros en multitud de cuevas y observar en todo momento las raíces del árbol (que se extienden por un radio de 100 metros a su alrededor), también podéis probar el teatro 3D It's Tough to be a Bug, donde rememoramos la segunda película de animación de Pixar: Bichos. En este caso se trata de un teatro interactivo donde, en pantalla (o fuera de ella) van sucediéndose gags y escenas que envuelven al espectador totalmente. Si tenéis miedo a los insectos, mejor no entréis... es un consejo.

Dejando atrás Discovery Land entramos de lleno a otra zona reconocida del parque: Dinoland U.S.A.

Esta zona, evidentemente ambientada en el mundo de los dinosaurios, es bastante rápida de completar, sobretodo porque ella misma se divide en dos sub-zonas: la que tiene que ver con la película de animación Dinosaur y que tiene como principal ingrediente la dark-ride cuya película da nombre:
Y Dinorama, que es un auténtico despropósito temático, una vacilada de locos, un desvarío de tamaños catastróficos. La dark-ride de Dinosaur es simplemente perfecta, cuidadísimo cada detalle, una expedición en el tiempo hasta justo el momento en que los dinosaurios se extinguieron, recomendadísima. Pero Dinorama es una especie de zona kiddie/familiar que esconde un par de rides mecánicas de baratija y lo más WTF: dos spinning coasters de Reverchón puestas una al lado de la otra y con un theming de planchas pintadas y elementos de dibujos animados. Algo así como cualquier coaster que pondría Six Flags en sus parques... ¡pero en un parque Disney! Pecado capital, vaya.

Olvidando el trauma que causa esa mancha en el mapa, entramos ya en otra zona temática (a mi parecer la más rica del parque): Asia:
Y sí, es la casa donde "vive" Expedition Everest, una de las experiencias más absolutamente increíbles que podréis tener jamás a bordo de una coaster. Inmersiva hasta decir basta, con una cantidad de theming desbordante, totalmente realista (las colas son un auténtico homenaje al montañismo del Himalaya, con una tienda repleta de elementos de escalada, evidentemente ficticios).

De Expedition Everest ¿qué os voy a explicar que no sepáis ya? Una de esas Vekomas que te hacen quitarte el sombrero (y que aportan luz en ese mundo tenebroso llamado SLC), el concepto de cambiar de rumbo en el trayecto en varias ocasiones hace que la desorientación esté presente, además de presentar un dropazo invertido indoor que quita el hipo por completo. Digno de mención también es un doble twistie que hace, ya en la parte final tras el drop de la fotografía que véis más abajo, donde se vive un auténtico floating airtime, sobretodo si estáis situados de la mitad hacia adelante en el tren.

Ah... y por si lo olvidaba, un tren entero cargado en 20 segundos. Es decir, desde que se abre el torno de acceso a vuestro asiento hasta que el tren sale de la estación pasan 20 segundos. Podéis comprobarlo si la probáis. Una operativa con 11 personas trabajando a destajo es lo que tiene (vayan tomando nota parques que reducen puestos de trabajos pensando que la gente es tonta y no se da cuenta):
El área esconde otra pequeña joya más, se trata de Kali River Rapids, unos rápidos muy a la americana (esto es botes enormes, cinturones y empapado substancial), de los cuales no voy a revelar ningun secreto oculto (porque lo tienen), sólo diré que os sorprenderán prácticamente de repente...
Y aunque el parque todavía esconde otras dos áreas más (Rafiki's Planet Watch y Africa) no encontré en ellas realmente nada destacable en concepto de rides. Ojo, Africa es una preciosidad, repleta de árboles baobab y con una particularidad escondida: los Kilimanjaro Safaris. Un tour a bordo de un enorme autobús 4x4 por un safari repleto de vida salvaje (aunque muy lejana, llevad prismáticos o mucho zoom en las cámaras) y llevado por un conductor muy simpático que irá bromeando y mostrandoos los secretos de esta zona, muy entretenido si entendéis bien de inglés.

Distribuidos entre Asia y África tenemos dos paseos walktour, uno llamado Maharajah Jungle Trek (en Asia y con la presencia de tigres, ciervos, gacelas y murciélagos rojos) y otro llamado Pangani Forest Exploration Trail (en África y encontrando en su interior monos, gorilas y rinocerontes). Ambos son recomendadísimos porque, aparte de servir para observar los animales en su entorno natural, también veréis el potencial que tiene Disney otorgando un theming artificial pero totalmente real a sus entornos.
En resumen: Walt Disney Animal Kingdom es una joya, uno de esos parques que vale la pena guardarse en el bolsillo cuando pensamos en parques bonitos y que nos puedan relajar (lejos del estrés que nos pueden provocar algunos otros, repletos de elementos temáticos sin ton ni son o con excesiva purpurina en su entorno).

El parque en realidad actúa como una especie de SeaWorld, pero de vida salvaje, es decir, también nos va conscienciando sobre que debemos cuidar el medio ambiente, los animales y las plantas, aunque quizás no insista tanto como el parque marino. De igual manera su estructura es parecida: esconder rides y coasters de manera suficientemente inteligente como para poder meter también grandes recintos con animales sin que el visitante lo vea forzado, como si fuera un zoo.

Y bien, tras esta bitácora y como cada día en este largo viaje, me dispongo a preparar la mochila para viajar de nuevo (y por tercer día consecutivo) al mundo de Disney. La verdad es que hoy estoy a medio camino entre ir a Epcot o ir a Hollywood Studios. Son dos grandes parques, los dos me atraen un montón y tengo "sólo" unas 11 horas para recorrerlos ambos... ¿podré? Veremos qué puedo hacer.

Mañana os cuento...

sábado, 16 de noviembre de 2013

Bitácoras desde Orlando (día 6)


Un día más, una bitácora más. En el día de ayer me dispuse a plantar la bandera de abordaje en uno de los parques de los que menos información había recopilado, aunque quizás también en parte por el hecho de tener una cantidad de rides y coasters sensiblemente inferior a lo normal, así que me dispuse a visitar SeaWorld Orlando.

El parque en sí tiene un tamaño bastante considerable y creo que su distribución es algo desigual, haciendo parecer que lo has visto todo hasta que descubres que justo en el lado contrario hay algo por ver y entonces debes caminar lo suyo. Además el hecho de tener un gran lago en su interior pero no estar en el centro, sino en un lateral, hace que se tenga que planificar bastante la ruta, para ahorrar minutos perdidos ya que el horario tampoco es que sea muy amplio (pues cierra a las 18:00h).

El parque maneja un solo theming: fauna marina. A partir de ahí va abriendo la flor y mostrándonos cada pétalo, aunque siempre recordándonos un constante mensaje ecologista de trasfondo, ya sabéis, hay que cuidar el oceano, nosotros somos responsables del medio ambiente, no hay que ensuciar, hay que salvar tortugas marinas gigantes y delfines (lo típico en la Barceloneta, por ejemplo), etc.

Sin embargo creo que hay un componente en el que falla estrepitosamente: pretenden mezclar el éxito asegurado que les dan ciertos tipos de animales en sus instalaciones (focas, orcas, delfines, osos polares) con el dudoso éxito que pueden cosechar con una colección de rides y coasters bastante débil y poco consistente. Y es ahí donde voy a enfocar la bitácora de hoy.


Si a un parque de atracciones o temático le quitas sus dos o tres principales coasters, sus majors, debe de tener la consistencia suficiente como para poder aguantar la fama por ello, poder soportar un buen nivel de attendance. Pero no es el caso. SeaWorld depende (a nivel de atracciones) tanto de la reciente Manta como de Kraken. Si se las quitas, el parque se queda totalmente desnudo y pasaría a ser un zoológico con un par de atracciones menores.

¿Manta? Genial. La verdad es que es un añadido importantísimo para el parque, decora enormemente un montón de rincones (incluída la entrada al parque, que ahora luce lift+pretzel loop) y resulta ser una flying bastante familiar y calmada. No al nivel quizás de Air en Alton Towers (Inglaterra), pero sí a un nivel suficiente como para permitir que alguien suba a ella como su primera flying. El pretzel loop me pareció finísimo, muy suave y con las fuerzas G justas como para notar ese toquecito de intensidad que todos le pedimos siempre a una B&M. Las transiciones en curvas usando corkscrews o in-line me parecen magistrales y el paso por la curva más fotografiada de la historia (la que tiene los surtidores automáticos de agua) es muy panorámico y bonito. La verdad es que es una muy buena coaster, bastante compacta (para ser de quien es) y un añadido más que necesario para este parque (la verdad es que ahora lo imagino sin ella y desde luego me costaría visitarlo).
En mitad del parque, a camino entre Manta y Journey to Atlantis, este año SeaWorld ha decidido plantar una especie de mini-área (eso que se lleva tan de moda ahora en Europa) en cuyo interior encontrar el clásico pack: una major, un restaurante y una tienda. Pero algo falla aquí cuando lo que más se ha vendido es la major pero esta resulta ser bastante insulsa y pobre. No, Empire of Penguin no vendría a ser una gran dark-ride o motion-ride (como se las empieza a llamar), no vendría a ser una Spiderman 3D o ni siquiera una Winnie de Pooh. Vendría a ser un leve paseo de apenas 200 metros en el que te meten en 2 cuevas (una de ellas con una pantalla y proyección, la otra con elementos estáticos pero juegos de luces). Vamos, que ni siquiera hay animatronics, todo se basa en pantallas, luces y aire, poco más. Intensidad 0, interés 0. Eso sí, la justificación quizás está en que al finalizar el ciclo (y con un frío en el cuerpo increíble, avisados quedáis), podéis visitar un recinto con medio centenar de pingüinos de un montón de razas y tamaños, todos ellos apostados en una especie de zona rocosa con parte acuática y con nieve de verdad (bueno, es hielo escarchado pero para qué nos vamos a poner tiquis-miquis). Y os lleváis de regalo haber perdido 30 o 40 minutos de vuestra vida, no diréis que no os avisé...
¡Kraken! Ya me habían advertido de que esta floorless, hermana prácticamente gemela de Dragon Khan hasta los MCBR, empezaba a notar el paso de los años, pero la verdad es que si comparamos este gigante azul con el gigante rojo de la Costa Daurada, no sabría yo qué decir. Me parece que quizás cojea más nuestro dragoncito... pero van un poco a la par. No quiere decir eso necesariamente que sea mala, me pareció bastante aceptable (en este tipo de coasters hay que empezar a tener en cuenta la edad, ya se sabe) y obviamente a partir de los MCBR es un festival de desniveles bastante bien llevados, aunque renqueantes en el theming (la famosa cueva me la imaginaba mucho más... pues eso, cueva). No decepciona, pero vamos tampoco es una gran coaster.
Como ya comenté creo que fue a través de uno de vuestros comentarios en la bitácora anterior, Journey to Atlantis, la water-coaster de Mack Rides, me pareció más bien lamentable. Sí, estamos de acuerdo en que el despliegue tecnológico es más que aceptable y que su layout es totalmente diferente a lo que tenemos en mente siempre (el big splash, sin ir más lejos, es lo primero que te comes). Pero ni su theming (plano y parco en detalles), ni sus intentos de generar magia con tecnología de los 90 (pantallas de tubo, iluminación de fluorescente) hace que merezca la pena fijarse en ella. Sinceramente, me quedo 1000 veces más con Poseidon, pese a tener casi todo el layout al descubierto, el nivel de theming es ampliamente superior al de esta mediocre water-coaster.

Y bueno. Visto más o menos lo más remarcable del parque (más adelante ya caerá algún análisis a fondo), la parte que más me llamó la atención y por la que más estuve era por las orcas. Nunca en mi vida había visto una (y Ulisses quedó muy lejos para un chico que visitaba Barcelona una vez al año y gracias, por entonces) así que verlas en movimiento y a tan poca distancia fue toda una experiencia, altamente recomendable si visitáis el parque.

Podemos verlas en dos o tres ocasiones, dependiendo de cuán generoso sea vuestro bolsillo. Si tenéis dinero, podéis comer en "Dinning with Shamu", que es un restaurante con vistas a la piscina donde está Shamu y su madre (en esta foto de abajo las veréis). Eso sí, id preparando billetera.

Si queréis ir a lo gratuito, podéis ir a la visión subterránea donde hay 3 enormes ventanales que dan directamente a su piscina, que es donde está captada esta fotografía y donde realmente podéis estar muuuy cerca de las orcas, ver pasar un bicho de semejante tamaño tan cerca es realmente asombroso:
Y por último llega la atracción estrella del parque (y se nota por la grandeza de absolutamente todo, no escatiman en gastos aquí). El Shamu's Stadium es donde se ofrece, dos o tres veces al día, un espectáculo visual y acuático con las 5 orcas que tiene el parque como protagonistas. Aquí está toda la carne en el asador: agua por todas partes, pantallas enormes, música a todo trapo, una enorme gradería semi-circular para albergar chorrocientos-mil espectadores y un espectáculo de unos 20-30 minutos que os cautivará por completo.

No soy muy amigo de usar los animales en espectáculos, más que nada por el estrés que pueda causarles el tener que ser como una atracción, pero no os negaré que ver estos animales tan enormes pegando saltos y realizando según qué trucos, es cuanto menos curioso.

Además, para qué engañarnos: el momento más esperado es cuando regalan coletazos de agua directamente a las graderías. Ahí la gente estalla en jolgorio y algarabía, todo es júbilo y un montón de palabras raras más. Es curioso ver lo sencillo que acaba siendo el público general (y comprobar que los directivos de este parque lo saben).

Bien, una vez acabé ya mi periplo por SeaWorld, siendo ya de noche, decidí tomar prestada la recomendación que me había hecho el taxista esa misma mañana, diciéndome que al lado de SeaWorld encontraría una atracción turística muy famosa en Orlando. "Al lado", traducido al lenguaje europeo, vendría a ser a un cuarto de hora más o menos, para que os hagáis una idea, por lo que tomé un taxi a la salida que me dejó en la misma puerta de Wonder Works, la casa que está completamente al revés:
La habréis visto en alguna serie, película o quizás os suene de Los Simpson, pues esta es la casa Wonder Works. No es que sea gran cosa su interior, pero el exterior bien vale la pena una visita fugaz. En mi caso estuve una hora pues entré y disfruté de lo que tiene: una especie de museo en miniatura donde tocar, probar y mirar es ley, todo son ilusiones ópticas, trampas visuales y cosas inexplicables de la física donde podemos convertirnos en niños exploradores.

Luego tenéis la opción de comer/cenar en una especie de restaurante con animación y monólogos, pero decidí no quedarme pues lo importante estaba ya visto y visitado: la casa.

Y hasta aquí esta sexta bitácora que espero que os haya gustado. Yo ahora mismo apago el portátil y me voy corriendo a tomar mi transporte shuttle en dirección al gigante de gigantes que tengo a apenas medio kilómetro del hotel: DISNEY. Hoy espero poder visitar Magic Kingdom, el padre de todos los 4 parques Disney... y espero no morir en el intento (tengo 14 horas para ello... ¿quién dijo miedo?).

Mañana os cuento...

sábado, 18 de febrero de 2012

Jardin d'Acclimatation (París)

Cuando uno comienza en esto de las visitas a parques y los deseos de riddear absolutamente todo lo riddeable, el catálogo de ofertas y posibilidades es prácticamente infinito y la cantidad de grandes parques y recintos repletos de coasters jugosas se convierte en un reto constante con montón de ítems que cumplir y marcar.

Conforme la cantidad de parques va aumentando y los "grandes" se van completando, se empieza a tener interés por los menores, los que quizás contengan dos, tres o cuatro credits pero una buena variedad de experiencias, rides o rincones por los que pasear o sacar buenas fotos. Cada vez de menor tamaño, cada vez más recónditos, pero a la vez cada vez menos descubiertos por webs especializadas del sector ya que, sea por lo que sea, no atraen la atención suficiente sobre los entusiastas de las coasters.

Hoy, en Bloggercoaster, ponemos toda la atención en Jardin d'Acclimatation, uno de estos pequeños parques, una de estas diminutas joyas escondidas que, pese a su localización próxima a la ciudad del amor, Disneyland Park París y Parc Asterix, pasa bastante desapercibido para cualquier visitante de la capital francesa, pero no a los ojos de un creditwhore como servidor.