Los soportes de Great Bear en Hersheypark
La memoria de todo entusiasta de coasters que se precie suele tener un grupo de credits que podríamos denominar "greatest hits" y que permanece en sus recuerdos no quizás por la experiencia vivida o por la espectacularidad de sus medidas, sino más bien por elementos únicos que hacen que aunque la coaster pueda ser mediocre a nivel mundial, sea reconocida por su estructura, sus elementos o sus componentes.
Tal es el caso de
Great Bear, en
Hersheypark (Pennsylvania, EEUU), posiblemente una de las
B&M's más extrañas que se recuerden hasta el momento no por su layout, más bien sencillote y sin elementos realmente significativos, sino por la maraña de soportes personalizados que esconde en su recorrido. Sirva como ejemplo la fotografía que os muestro esta semana, extraída en mi visita al parque norteamericano en 2011.
La historia de estos soportes se remonta en realidad a mediados de los 90, cuando el parque adquirió una gran área de terreno colindante a la que era su entrada, un terreno que años más tarde contendría su pequeña reserva de animales
Midway America. El espacio situado entre
Comet (la remarcable woodie de blancos colores) y la puerta de
Midway America, se postuló como el lugar donde se construiría la novedad del parque en 1997:
Great Bear, una invertida de
B&M, un tipo de credit que empezaba a posicionarse como la gran moda hacia finales de los 90.
El problema vino cuando el parque encargó el proyecto a la empresa suiza pero con un molesto contratiempo. El parque es atravesado en varios puntos por una extensión de agua en forma de arroyo llamada
Spring Creek y que, desgraciadamente para ellos, disfruta de una protección mediambiental por su biodiversidad tanto en flora como en fauna. La legislación de Pennsylvania protege especialmente este tipo de entornos, por lo que la construcción o montaje de estructuras en el cauce de este arroyo están totalmente prohibidas, así que
Hersheypark comunicó estas condiciones a
B&M y, fuera de rechazar el proyecto por costoso o imposible, decidieron poner remedio a dichas limitaciones.
Meses más tarde, tras increíbles estudios y cálculos de pesos y fuerzas, el parque presentó a todo el mundo su enorme novedad y
B&M se mostraba orgullosa de haber podido completar un reto de gran calibre como este: lograr construir una coaster encima de una gran zona de agua sin que ninguno de los soportes de la coaster toquen el agua.
Sin duda, otro de esos signos que, inequívocamente, nos muestran que detrás de
Bolliger & Mabillard hay una empresa con solera, con mucha dedicación y con increíble precisión en sus proyectos.
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