lunes, 25 de mayo de 2015

Cheetah Hunt (Busch Gardens Tampa)

A la hora de plantear el análisis completo del parque temático de Busch Gardens Tampa tuve dos cosas en mente que sabía al 100% que se iban a cumplir. La primera era que cada área temática tendría su propia entrada para poder dar cabida a la cantidad de detalles que cada una alberga y la segunda era que tanto SheiKra como Cheetah Hunt tendrían sus propias entradas de análisis ya que me parecieron, con diferencia, los dos credits más remarcables de todo el parque (con el permiso de Kumba y Montu).

Llegados al punto en el que ya es inevitable seguir el camino sin fijarnos en su presencia, estirada a lo largo de 1350 metros y recorriendo hasta 3 áreas temáticas distintas, es momento ya de sentarnos alrededor de la mesa y contemplar una de las obras de ingeniería coasteril más complejas que jamás se han llevado a cabo.

Hecha ya la pertinente presentación hoy, en Bloggercoaster, es momento de que por fin nos sentemos al frente de los trenes de Cheetah Hunt, la coaster familiar de Intamin que cautivó el corazón de los entusiastas durante dos largos años desde los primeros rumores hasta su inauguración.



Corrían los años 2008 y 2009 por la mente del entusiasta norteamericano y pese a que EEUU estaba resolviendo con mayor o menor soltura la crisis financiera que asoló el país durante esa época, los parques de atracciones y temáticos estadounidenses trataban de seguir ofreciendo al cliente unos estándares de calidad y entretenimiento máximos, para seguir absorbiendo la mayor cantidad de attendance posible.


Justo en ese momento se empezaban a vislumbrar grandes proyectos, de envergadura especial y con presupuestos multimillonarios, era el momento de pensar en grandes obras, extensiones de vértigo y algo más cercano a las microzonas temáticas que a las rides simples, sin más. Busch Gardens había plantado en 2007 un mastodonte de acero llamado Griffon en su sucursal de Williamsburg mientras que Tampa asumía una reconstrucción low-cost de parte de Bird Gardens (una nueva área temática que más tarde conoceríamos por Sesame Street Safari of Fun).


Fue por entonces cuando Mark Rose, Jim Dean y todo el equipo creativo de Busch Gardens Tampa se puso manos a la obra para llevar a cabo un proyecto que se inició con la idea de unir la visión espectacular de los speeders de Star Wars en las películas de la nueva generación (moviéndose a través de la vegetación a grandes velocidades propulsadas) con las grandes carreras que realizan los guepardos (cheetah en ingles) cuando entran en cacería.


Todos estos datos quedan totalmente reflejados en un fascinante documental que he encontrado surfeando la web, creado unos años atrás por Devin Olson para Coaster-net y donde se explica con todo lujo de detalle el proceso de creación e integración del proyecto:


Desde la presentación oficial del proyecto en octubre de 2010 hasta la inauguración del mismo en mayo de 2011 Cheetah Hunt (cuyo nombre en clave había sido Cheetakah durante más de año y medio) se convirtió en el proyecto más esperado del año, sentando precedentes en el uso de las redes sociales y la publicidad virtual a la hora de ofrecer material al entusiasta (vlogs desde el lugar de construcción, webs virales, pov virtuales, seguimiento fotográfico de los aspectos remarcables, pases backstage para webs especializadas, etc.).


Quizás uno de los aspectos que más llamó la atención del entusiasta especializado, cansado ya de presentaciones de coasters sin carisma, sin elementos únicos, saturado de coasters sin personalidad y repletas de acero sin más, fue el hecho de que Cheetah Hunt incluyera numerosas referencias personalizadas así como elementos que, con el paso del tiempo, se han convertido en únicos, como son los soportes alargados e integrados con el theming, el enorme torreón estructural que sirve de signature element o el precioso morro de los trenes, imitando sutilmente la cabeza de un guepardo:


En definitiva, Busch Gardens Tampa estaba preparando en el horno una novedad de las grandes, de las que hacen historia y una coaster de las que llegan para quedarse, resaltando por encima de la media y uniéndose al elenco de joyas que ya de por sí el parque tenía en ese momento. Cheetah Hunt se convirtió rápidamente en un reclamo publicitario excelente para el parque, además de ser uno de los proyectos más seguidos, admirados y deseados tanto por el público general como por el más exigente. Todo un logro en estos tiempos.

El bueno de Jim Dean probando la nueva joya del parque en 2011

Unos cuatro años después de las primeras ideas y bocetos, después de decenas de reuniones con Intamin, después de modificaciones del proyecto y de unas obras que modificaron por completo el planning de hasta 3 áreas temáticas del parque, en mayo de 2011 Busch Gardens Tampa desvelaba por completo la que sería una de sus novedades más recordadas, la atrevida e innovadora Cheetah Hunt, cosechando buenas críticas durante sus primeros ciclos y dividiendo opiniones de los entusiastas más exigentes durante sus siguientes semanas de ciclos.

Velocidad sinuosa

Como ha ocurrido hasta ahora y quizás de una manera mucho más íntima, el concepto de Cheetah Hunt se ve estrechamente ligado al hábitat y vida de una especie salvaje que en este caso le da nombre a la coaster: el guepardo. Por eso antes, mucho antes de enfundarnos los arneses de la coaster de Intamin nos encontraremos un acceso a un recinto de forma alargada donde conviven media docena de guepardos con una escenografía bastante salvaje, repleta de rocas, hierba y caminos por los que realizar carreras veloces a lo largo del día:


Lo cierto es que llama bastante la atención la amplitud del recinto, así como el acceso que el visitante tiene a poder visualizar en todo momento las criaturas correteando u observando el entorno desde puntos sobresalientes de las colinas:


Uno de los retos que tuvieron siempre sobre la mesa los directivos de Busch Gardens Tampa fue el de crear la estación de Cheetah Hunt en base a un edificio ya existente, combinado con la estación de recepción de Sky Ride y añadiendo además conceptos como colas, salas de carga y descarga y la consabida tienda de souvenirs tematizados. La verdad es que el aspecto exterior de la estación es inmejorable, con cálidos tonos rojizos, palmeras y estructuras de madera y bambú por doquier:


Y por la noche esa misma estación luce espectacular en una iluminación gradual y repleta de relieves y texturas, además del obligatorio logotipo de la coaster bien iluminado y vistoso:


 Como tampoco podía ser una excepción, nada más acceder a la entrada del edificio nos encontraremos el clásico asiento de muestra que esta vez destaca por hacer la función de punto fotográfico (morro incluído) además de incluir un sistema hidráulico controlado por el visitante que le permite abrir y cerrar el arnés mediante una sencilla botonera junto al asiento:


Llaman la atención, sosteniendo parte de la estructura de la entrada, dos grandes estatuas estilizadas de guepardos en imitación de madera:


Y pese a que me hubiera gustado poder ofreceros vistas desde el interior de las colas, lo cierto es que el parque es muy estricto con el hecho de tener que depositar bolsas, cámaras y demás objetos en consignas de pago que encontraremos también nada más entrar a mano derecha. Por ello no pude sacar imágenes del interior, que ofrecían un toque a medio camino entre rocoso, tosco y de cemento, además de una gran estatua hecha a base de pequeñas rocas con la forma de un guepardo gigante.

Completadas las colas, es momento de llegar a los tornos de acceso, elegir nuestro asiento, acceder, colocarnos el arnés y el cinturón quitamiedos clásico de Intamin y disfrutar por fin de nuestro ciclo en tamaña coaster. En esta ocasión (y para no variar), vuelvo a confiar en el excelente trabajo de Theme Park Review a la hora de grabar el point-of-view de la coaster, mediante el cual podréis seguir el análisis que os escribo a continuación:


Salimos con cierta velocidad de la estación gracias a la tracción por motores con neumáticos y rápidamente encaramos la primera zona de launch LIM con electroimanes, una pequeña recta de unos 30 metros que vista desde el exterior es el primer puente que cruzamos para acceder a la zona, rodeado de piedra artificial y cañas:


Enseguida encaramos la primera curva peraltada hacia la izquierda y ascendente, reduciendo significativamente la velocidad de los trenes pero permitiendo observar el entorno natural que rodea el recinto de los guepardos:


Pasaremos por detrás de grandes árboles y enseguida iremos ganando velocidad ya que poco a poco descenderemos, continuando un descenso con peralte a la izquierda que nos meterá en el primer puente/túnel de la coaster, pasando por debajo del vial que nos conduce como visitantes de a pie hasta Egypt:


Este primer paso por trinchera nos hará adquirir una velocidad próxima a los 40 km/hora y la curva será cada vez más cerrada, con el añadido del punto de choque de la trinchera:


Décimas de segundo después nos colocamos en línea recta, sin bajar velocidad y empezando a acelerar más y más rápido hasta alcanzar el punto máximo de velocidad de la coaster al final de la recta de lanzamiento principal, una recta de unos 80 metros que ofrece además el aliciente de un puente y la proximidad, de nuevo, a las paredes de la trinchera:


Como es bien sabido, tras semejante lanzamiento alcanzaremos el punto más alto de toda la coaster, la torre de soportes y vías que además sirve de signature element y que fue uno de los detalles más trabajados por el equipo creativo de Intamin a la hora de ofrecer a los visitantes un aspecto más natural y orgánico de una estructura que al fin y al cabo es de acero:


Colgadas en varios puntos de los soportes (muchos de ellos finalizados en afiladas puntas) encontramos lonas con vistosos colores y formas que le añaden valor y espacio a la composición de soportes amarillos y vías verdes:


Hablando estrictamente de la coaster, se trata del primer punto extremo ya que en la cúspide de este top hat experimentaremos un simpático y, dependiendo de en qué fila riddeemos, ciertamente intenso airtime, a medio camino entre un floating natural y un abrupt provocado. Para más inri, nuestros brazos pasarán muy cerca de la banderola colocada en la cima, así que nos llevaremos un punto de choque gratuito:


La doble hélice que se forma en la cima de esta estructura es más bien presencial e insulsa, completada a poca, poquísima velocidad, los peraltes son exagerados y en general la sensación es de que estamos siendo víctimas de algo que, desde abajo, es muy bonito, pero que a esa altura carece de encanto.

Lo único bueno es que tras el twistie improvisado que haremos entre una y otra hélice iremos ganando más y más velocidad, velocidad que se verá incrementada definitivamente al encarar el big drop de la coaster, una bajada de 40 metros de altura que nos hará pasar de los aires de altura en la cresta de las torres puntiagudas al frescor de una trinchera enorme por la cual se sumergen las vías pocos segundos después:


A partir de este punto Cheetah Hunt adquiere cierta velocidad de crucero que nos permitirá recorrer una extensión de terreno enorme hasta llegar al punto más alejado de la estación. Recorreremos primero, tras salir de la trinchera, un twistie amplísimo que vuela por encima de la cabeza de muchas especies pertenecientes al hábitat de Edge of Africa y que hará su primer paso por encima de Sky Ride, como podemos comprobar en esta fotografía:


Tras esa subida de altura volveremos a adentrarnos en una nueva trinchera, en esta ocasión pasando por debajo de un puente por el que discurre un vial del área  y rozando muy de cerca otro tramo de vía que completaremos segundos más tarde. Volvemos a ganar velocidad:


En esta larga trinchera completaremos uno de esos toques clásicos de Intamin en los que nos hace el amago de virar hacia la izquierda pero finalmente el peralte se completa hacia la derecha, como podemos ver en esta fotografía:


Y tras esa subida encararemos el que podría considerarse uno de los elementos más extremos, si no el que más, de todo el layout. Un amplio heartline cuya torcedura se inicia a más de una decena de metros de altura y que nos permitirá tener una vista más cercana de las praderas verdes del lugar, así como del horizonte de Tampa:


La verdad es que es un elemento muy orgánico, muy natural y muy acorde con el tramo que encara la coaster en este punto. Quizás también es el elemento en el que hacen acto de presencia por primera vez los arneses (desgraciadamente de la especie arnessis cortacuellae) pero no os alarméis, pues no es en este punto donde los notaréis clavados en vuestra piel. Ya os digo que el heartline de este punto está finamente calculado y una inversión que podría parecer a priori incómoda se convierte en un giro más del cuerpo:


Tras el finísimo heartline entramos de lleno en una recta de MCBR creada específicamente para permitir las cargas rápidas de las que disfruta la coaster, salida de la cual la realizamos hacia la derecha en una suerte de inclinación/peralte genialmente elaborado, marca de la casa suiza Intamin:


Atravesaremos en este punto una hélice descendente hacia la derecha completada con un cambio de vías de tubulares triples a tubulares dobles, además de un cambio también en los soportes (de tubulares a viga en H). En este punto adquiriremos cierta velocidad media y la proximidad con las estructuras del lugar harán el resto, realmente esta parte de trincheras y theming es uno de los valores añadidos indiscutibles de la coaster:


Es justo en este punto, coincidiendo con la máxima lejanía con respecto a la estación de la coaster, donde Intamin decidió lucirse totalmente en un elemento que solamente ellos saben dominar a la perfección y que aquí repiten no una, ni dos, sino hasta en tres ocasiones: el twistie. Curvas con peralte considerable enlazadas meticulosamente jugando con el heartline del viajero que nota como su cuerpo es vapuleado, sin dolor ni molestia, durante un centenar de metros atravesando a la vez angostos cañones de roca y el toque mágico: pasando por encima de las salvajes aguas repletas de rápidos y salpicaduras. Llevarse una salpicadura en este punto no es muy común, pero tampoco es extraño:


Tras el juego de twisties enlazamos con la última curva cerrada que nos pone directamente en fila recta para encarar la tercera y última recta de lanzamiento propulsado por sistema LIM. Una recta de unos 60 metros de longitud que nos otorgará un buen acelerón extra y al final de la cual localizaremos quizás el elemento más destacado y extremo de todo el proyecto, un camelback pronunciadísimo sobre el cual experimentaremos un abrupt airtime con todas las de la ley, totalmente obligados y rectificados a merced del tren, no de nuestro cuerpo, y experimentando una cantidad generosa de G's negativas. Antes no notamos el arnés matador de Intamin, pero ahora sí que lo notaréis y con creces:


Momento ahora de completar el recorrido de vuelta sinuosa hacia la estación. Tras bajar del camelback se describe ante nosotros una panorámica curva peraltada hacia la derecha para ser corregida apenas un instante después por otra curva, mucho más pronunciada y ascendente, hacia la izquierda. Tras esta última, será momento de describir en el aire y cruzándose con varios puntos de la propia coaster o del entorno, el gran twistie final, una suerte de elemento que nos permitirá experimentar un gran giro de derecha a izquierda:


Salvando el tamaño y la distancia recorrida, nada tiene que envidiar este twistie a los que podemos encontrar en cualquier otro proyecto de esta empresa como Intimidator 305 o las megalites repartidas por todo el mundo:


Una vez salimos de este generador de G's laterales artificiales, es momento de completar el último par de centenares de metros, primero pasando por una trinchera de cemento más bien presencial y con una curva panorámica a izquierdas, elevándonos de nuevo a una decena de metros de altura y completando un par de virajes en la dirección hasta encarar la última curva que nos meterá de lleno en los final brakes de la coaster:


Final brakes que, dicho sea de paso, me parecieron muy descuidados y residuales, sobretodo teniendo en cuenta la naturaleza temática y preciosista del proyecto en general. Observad sino lo a la vista que quedan el trasnfer o los depósitos que existen en la parte trasera de la estación, justo antes de acceder a ella tras la última curva:


Pasada la pequeña curva a la derecha del final, volveremos a acceder al largo edificio de la estación de carga y podremos salir de los trenes hacia nuestra izquierda para poder abandonar el recinto con presteza, justo a tiempo de poder ver nuestro photoride o hacer las compras obligatorias en la store que ofrece el parque.

Algunos datos de interés...

  • Nombre: Cheetah Hunt
  • Fabricante: Intamin AG
  • Parque: Busch Gardens Tampa
  • Modelo: multi-launched extreme
  • Longitud: 1350 metros.
  • Altura máxima: 39,6 metros.
  • Velocidad máxima: 96,6 km/h.
  • Máximas G's: 4G
  • Presupuesto: 20 millones de dólares (unos 17 millones de euros)
  • Recolocada: no.
  • Año de construcción: 2010-2011
  • Colores: raíles verde intenso, footers de cemento y soportes amarillo calabaza.
  • Attendance: 1370 personas por hora.
  • Inauguración oficial: 11 de mayo de 2011

Un capricho... ¿familiar?

Es el eterno debate que se inició poco después de conocer todos los datos y echar un vistazo a los primeros renders del proyecto y que se potenció con la inauguración en su día de Cheetah Hunt. ¿Es esta coaster intensa?¿Es familiar?¿O es una especie de engendro que bebe de ambas partes por igual?

Personalmente abogo por esa última opción. Se ha hablado mucho de la poca intensidad que ofrece Cheetah Hunt para tener unas medidas y presupuestos que, francamente, pertenecerían a la más mastodóntica e inmensa de las coasters de acero pero debo discrepar en el hecho de que no se localice intensidad en su layout ya que SÍ se localiza, y además no en un solo punto.


Para empezar hay que partir del hecho de que es una triple launched, un tipo de coaster muy escasa por no decir única ya que pocos son los parques que se atreven a lidiar con costes de mantenimiento tan altos que puedan asegurar el correcto funcionamiento de este modelo 100% operativo. Busch Gardens Tampa apostó fuerte por ello, asumiendo riesgos y adaptando el proyecto a sus bolsillos.


Por otra parte hay que aislar el concepto de longitud con el de cantidad de elementos pues sí es cierto que el layout se vuelve por momentos aburrido o quizás peque en exceso de lineal, pero para nada influye esto en la calidad de sus peraltes o la efectividad de las fuerzas G, algo en lo que Intamin, por aquél entonces, se volvió completamente experta. Cada curva, cada camelback, cada ascenso o descenso de altura se realiza de la mejor manera posible en esta coaster, dejando hueco en la perfección incluso a un elemento tan complicado como es un heartline (¡y a nada más y nada menos que una docena de metros de altura sobre el nivel del suelo!).


Añadamos también los inconvenientes previos al proyecto: sustituir por completo un monoraíl existente previamente en el lugar, adaptar una coaster de acero a un entorno plenamente natural (con animales de por medio) y jugar al máximo con los elementos de paisaje que se nos ofrecen para hacer creer al viajero que estamos realmente corriendo por las verdes praderas. Una tarea que se me antoja titánica dada la longitud final del recorrido (llenar de elementos temáticos y puntos de choque un recorrido de entre 800 y 1000 metros de longitud no es nada fácil y en Cheetah Hunt queda genialmente demostrado).


Si he de apostar por puntos fuertes que tiene el proyecto de Cheetah Hunt respecto a otros tantos proyectos similares plantados en esa época por Intamin en todo el mundo, valdría la pena decir que el felino amarillo y verde de Busch Gardens ofrece al máximo la sensación de velocidad por la que siempre apostaron fuerte los suizos, generando muy pocos puntos de lentitud y compensándolos con un ritmo trepidante que hace que la dinámica no deje de estar presente en ningún momento.


Por el contrario y para cerrar el análisis, si he de destacar algún punto negativo quizás me decantaría por el hecho de que sí, la coaster aboga en todo momento por la velocidad como timón principal del layout, pero el nivel de velocidad adquirido no es quizás el más adecuando para lo que uno esperaría de cualquier proyecto de Intamin. En Cheetah Hunt llegamos a rozar los 97km/h mientras que quizás lo más adecuado sería llegar, si no sobrepasar, a los 110, una velocidad a la cual disfrutaríamos mucho más de tramos agresivos en otros proyectos como son la sucesión de twisties o los camelbacks. Este es quizás el punto de conflicto con la familiaridad o no del credit.

¿Y el punto de conflicto con la comodidad? Esos malditos arneses, dignos de la peor máquina de torturas del mundo y que una obcecada Intamin se empeñó en usar una y otra vez hasta que se dieron cuenta (o quizás todavía no) de que la comodidad en un recorrido extremo es también cosa de la constructora, no del viajero.

*****

Y hasta aquí llega este completo y variado análisis de un proyecto por una parte muy elogiado y aplaudido, por otra parte bastante polémico y criticable. Cheetah Hunt sin duda marcó un antes y un después en la que parece ser una nueva era dorada de Busch Gardens Tampa ya que tras la adquisición de esta multi-launched el parque se ha embarcado en la construcción de una free-fall única en el mundo (Falcon's Fury) y la que parece ser que será la primera spinning coaster de Mack de Florida, cercana al área de Egypt.

Sea como sea Cheetah Hunt es un proyecto sólido, muy diseñado y trabajado y con un nivel de detalle y meticulosidad en sus acabados dignos del mejor parque temático del mundo. Más allá de su suavidad o su baja velocidad, el proyecto brilla y brilla con creces ante muchos otros proyectos similares que, de un lado u otro, se han acabado hundiendo en el olvido.

1 comentario:

  1. Preciosa. Gracias por esos análisis que nos haces. Poder leer información tan detallada y precisa en español no tiene precio. De nuevo gracias.

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