lunes, 13 de abril de 2015

Busch Gardens Tampa: Jungala

Empezamos una nueva aventura, apenas acabamos de atravesar las salpicaduras y las vertiginosas velocidades de Stanleyville y ya estamos, en una decena de metros, entrando de lleno en la oscuridad y el espesor vegetal de una nueva área temática, quizás la más exótica de todas las que encontramos en Busch Gardens Tampa.

Por si habéis llegado a este particular capítulo de análisis del parque y no estáis al día de las anteriores andanzas, aquí os dejo un listado con los accesos a las entradas anteriores, donde visitamos otras áreas temáticas que a estas alturas hemos dejado ya atrás:

Por lo tanto hoy, en Bloggercoaster, sacamos el machete y cargamos con nuestros pesados petates para adentrarnos en el corazón de los bosques más lejanos a la búsqueda de las bestias más desconocidas, hoy respiraremos el espeso aire de Jungala.


A diferencia de áreas anteriores donde el parque nos demostró su poderío a lo largo de los años para convertir experiencias, rides y coasters en todo un mundo con theming alrededor, en esta ocasión con Jungala los directivos de Busch Gardens Tampa decidieron otorgarle el poder de transportarnos a los entornos naturales de varias especies animales originarias de otros continentes, concretamente del continente asiático.

Podríamos decir que junto con Bird Gardens, Jungala es un área temática dedicada específicamente a varias especies animales y además con el añadido de estar ambientada en lugares que se alejan bastante de la estética africana predominante en el resto del parque:



Tras el sendero que tuvimos que recorrer al final de Stanleyville se erigen alrededor nuestro masas verdes de altos arbustos que van acogiéndonos y creando a su vez un microclima distinto al visto hasta ahora en el resto del parque. Además iremos encontrando a lado y lado del camino (de unos 6 metros de anchura) elementos de señalización e información combinados con cierto toque de característico theming como pueden ser esta señal acompañada de un mapa indicativo del área:


O este observador tigre creado enteramente con roca artificial, guareciéndose del calor bajo las grandes hojas de palmera que tiene tras de sí:


En Jungala podemos encontrar todos los elementos arquitectónicos distribuidos alrededor de una gran plaza central, pero todos ellos bastante ocultos en ocasiones tras grandes secciones de roca temática y en otras ocasiones por secciones de vegetación que bien parecería que abraza directamente al cemento pintado de las fachadas.

El primero de los edificios con el que nos encontraremos es Orangutan Outpost, que a su vez conecta directamente con el recinto de los orangutanes:


Al entrar en Orangutan Outpost nos encontraremos un local de observación repleto de enormes ventanales que permiten una visión desde múltiples ángulos del entorno que se nos presenta ante nosotros, lleno de montañas de roca, ríos y cascadas de aguas cristalinas, vegetación propia de la región índica y, como es natural, varios puntos de información donde se nos explican datos sobre las criaturas que podremos observar a través de estos cristales:


El nivel de detalle de los recintos que encontraremos en Jungala roza bastante la perfección, con multitud de puntos y niveles de profundidad y un uso ciertamente razonable de las perspectivas forzadas para ofrecer aspecto de lejanía y espesura en la vegetación. En el centro de esta fotografía, por ejemplo, podemos encontrar uno de los 5 o 6 orangutanes que habitan este lugar:


Y como es natural, los especímenes tienen artilugios y elementos arquitectónicos creados específicamente para mantener en ellos cierto nivel de actividad física, por lo que los veremos en movimiento y, en ocasiones, incluso se acercarán mucho a los ventanales del recinto para observar con curiosidad a los visitantes que a su vez les miran con curiosidad:


Como podéis observar, las dimensiones del recinto son enormes, permitiendo también el visionado de la totalidad del terreno a través de varios balcones y miradores distribuidos a lo largo del área de Jungala:


No es que sea muy aficionado del uso de este tipo de atractivos para llevar gente a los parques, pero he de decir que en el caso de Busch Gardens Tampa la sensación que tuve en todo momento es la de que los recintos son amplios, espaciosos, con mucho espacio libre y abierto, mucha tranquilidad y sobretodo lejanía respecto al nivel de ruido en cada rincón. Orangutan Outpost es un claro ejemplo de ello.

Un paseo por las alturas

Pero no solo encontraremos animales en Jungala, como toda área temática del parque en este entorno encontraremos un restaurante tematizado que además resulta ser uno de los que ofrece los precios más, por así decirlo, prohibitivos. Hablamos del Bengal Bistro, un restaurante en el que sin embargo el entorno que ofrece tanto en el exterior como en el interior resulta ser inmejorable y en él localizaremos una amplia oferta en wraps, sandwichs y ensaladas con cierto toque tropical:


Justo al lado de Bengal Bistro se eleva uno de los conceptos más curiosos e únicos que pude encontrar en todo el parque. En esencia se trata de una tirolina, un cable al que subiremos ascendiendo por una torre (que en la fotografía podréis observar a la derecha) y una vez allí descenderemos rápidamente pasando por encima de los distintos ecosistemas que ofrece el lugar:


El invento se llama Tree Top Trails y aunque pueda parecer una conversión sencilla de un concepto ya conocido, tiene mucho más que os explico a continuación:


Y es que el valor añadido de Tree Top Trails es que una vez superada la tirolina nos podemos aventurar a cruzar por el aire, mediante un sistema de cuerdas y mosquetones, varios tramos de toda el área que se encuentran elevados utilizando unas altas torres metálicas conectadas entre sí por seguras y gruesas cuerdas, tal que así:


Sin duda alguna la manera más original a la vez de arriesgada de poder tener una perspectiva mucho más privilegiada y exclusiva de Jungala desde los aires.

Reinado de tigres

Pero si hay un recinto (o recintos, más bien) en el que el parque centra totalmente su atención de cara a atraer más al público ávido del contacto con los animales salvajes, este es el de Tiger Lodge:


Como su propio nombre indica nos encontramos ante un triple recinto interconectado entre sí en el que nos cruzaremos básicamente con tigres de distintos tamaños, cuerpos e incluso pigmentos corporales.

El aspecto del edificio principal una vez accedemos al lugar es similar al que encontrábamos con Orangutan Outpost, permitiéndonos observar cada rincón del paisaje con todo lujo de detalles y la sensación máxima de proximidad posible:


El aspecto del recinto propiamente dicho es el de la ladera de una montaña rocosa salpicada de vegetación y agua a partes iguales, con cascadas que discurren a lado y lado del foso y que lo alimentan en su base. Para que no os volváis cieg@s buscando, los tigres están tumbados bajo las palmeras del centro:


Aunque como ocurría con el caso de los orangutanes, el entorno está adecuado para que los animales estén en actividad constante durante toda su extensión, pudiendo observar a uno de los animales más bellos del mundo en plena acción bebiendo agua del río:


Como os he dicho el recinto en realidad son 3 recintos conectados entre sí por galerías de roca artificial repletas de grandes ventanales de cristal reforzado para poder observar las criaturas a apenas un metro de distancia, dando la ilusión de que podría atacarte en cualquier momento.

Uno de esos 3 recintos contiene dos especímenes asombrosos para el gran público, tratándose de dos tigres de bengala blancos, un tipo de subespecie bastante común entre estos animales, pero que no deja de impresionar por su característico color pálido en contraste con sus negras rayas:


Lo más genial de este recinto es el afán por hacer accesible al público hasta el punto más cercano posible con respecto a los animales sin interferir directamente en su hábitat o su ritmo de vida diario. Para ello por ejemplo podemos recorrer un pequeño túnel que localizaremos en los pasillos que conectan las distintas alas de este multi-recinto y apareceremos en una especie de búnker cristalizado que nos permitirá una visión de 360º del recinto o, si tenemos suerte como en esta ocasión, notar el calor del tigre justo sobre nuestras cabezas:


Asombrados ya por la majestuosa figura del phantera tigris tigris (el tigre, vaya) es momento de observar el popurrí de pequeños edificios o rincones que todavía puede mostrarnos esta frondosa Jungala, como por ejemplo la única tienda existente en toda la zona llamada Tiger Treasures y donde encontraremos no solo un montón de elementos inspirados en  el salvaje felino, sino también en la flora y fauna del centro de Asia:


Pero sí, si buscáis peluches de tigres adorables y totalmente achuchables, este es vuestro rincón:


También homenajea al gigante felino la jardinería de Jungala, con una preciosa escultura repleta de color y vegetación inspirada en el salto del tigre en las espesas praderas de la India:


Aunque os he comentado que Bengal Bistro es el único punto de restauración disponible en todo el área, también encontramos un pequeño rincón en el que se nos venderá fruta fresca, así como refrescos y snacks variados y llamado Wild Treats, muy cercano ya a la parte final del área pero bellamente camuflado entre vegetación y una cubierta de madera:


También bastante escondido y en medio de varios edificios nos encontramos con otra de esas piscinas tematizadas con miniaturas donde podemos controlar barcos teledirigidos previo pago de 1 dolar:


Debéis tener en cuenta que, con el paso de las décadas, Busch Gardens Tampa se ha vuelto MUY efectivo en eso de cobrar por absolutamente todo y, por desgracia, en algunos aspectos queda demasiado descarado de cara al cliente ese desagradable afán de lucro constante.

Dicho esto, llegamos a un punto en el que lejos de desaparecer, la jungla se espesa más todavía, esta vez con grandes árboles de copas frondosas y repletas de verdor, erigiéndose en la lejanía una estructura azulada que rápidamente nos será familiar a los entusiastas de las coasters:


Efectivamente, llegamos al final de Jungala con este pasillo/puente y es momento ahora de despedir este área temática que aunque pequeña y discreta, rebosa tranquilidad y un extraño vínculo repentino entre los humanos y la vida más salvaje de los animales del centro de Asia.

*****

Un área temática que nos demuestra que no todo reside en plantar mamotretos de decenas de metros de altura y toneladas de peso para hacernos viajar a centenares de kilómetros por hora. Basta con acercar al ser humano a la vida más salvaje y desconocida para provocar emociones tales como el asombro, la sorpresa o el enriquecimiento cultural.

Jungala es una oda a las junglas, a los pasillos entre roca, a la observación de la pura naturaleza y todo ello logrado en un extraño equilibrio entre dos gigantes de acero como son Kumba y SheiKra.

Recordad que si queréis podéis retomar todo este análisis de Busch Gardens Tampa visitando las anteriores entradas que he dedicado a las distintas áreas que nos hemos ido encontrando por el camino:

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