domingo, 23 de febrero de 2014

La foto de la semana (#52)

El ala delta de Gongqing Forest Park

Cuando hablamos de China, en cuestión de parques, a uno le gustaría poder negar lo que se suele comentar respecto a temas como seguridad o calidad de estructuras, que si los parques no siguen cierto control de calidad, que si la seguridad en ocasiones es precaria o inexistente, que allí podemos encontrar cosas que aquí cualquier inspección al abrir el parque cerraría al momento. Y creedme, me gustaría decir que no es verdad, pero no, ES verdad. Sobre el terreno, los parques chinos no transmiten demasiada imagen de seguridad en la inmensa mayoría de sus instalaciones (a excepción de las nuevas que, como es lógico, por ser nuevas sí la ofrecen).

El problema es que China ha sufrido, por así decirlo, varios booms de construcción que han hecho que la mayoría de los parques que veamos hoy en día padezcan de varias versiones o parches. Una versión años 80/90 en la que las rides son similares a las que por entonces se llevaban de moda en occidente (imitaciones de Vekoma, imitaciones de Schwarzkopf, imitaciones de Huss, etc.) y otra versión siglo XXI en la que predomina la compra directa a fabricante original (B&M, Intamin, Mack Rides o Vekoma) por encima de la imitación.

La ride que hoy os traigo pertenece por completo a la época ochentera y, dentro de esa clasificación, al rincón más grotesco y cutre de la clasificación. Es lo que veis en la fotografía: una tirolina que debe cubrir una distancia de unos 200-250 metros aproximadamente desde la torre inicial (al otro lado del lago) hasta la zona de frenado (donde se encuentra el gancho de la tirolina, propiamente dicho).

El problema es que como podéis ver, la seguridad de todo el mecanismo deja bastante que desear ya sea por mantenimiento o por el simple paso del tiempo y el poco uso del objeto en sí:


Tanto el sistema de frenado (las dos gomas que vemos cubiertas por lona azul y amarilla), como la plataforma de desmontado final, como los anclajes y sujeciones del viajero en el ala delta no ofrecen la confianza que uno desearía cuando está suspendido a decenas de metros de altura, aunque sea sobre la superficie del agua.

Como ya os dije, en Gongqing Forest Park recibimos varios chaparrones y esta fotografía pude sacarla entre uno y otro, por lo que no, no pudimos probar este invento (aunque tampoco parecía haber nadie que pudiera ayudarnos con nuestro propósito), así que me quedé con las ganas de probar esta curiosa tirolina sobre el lago.

Pero es un buen ejemplo, una buena muestra, de lo que es capaz de mantener a día de hoy en pie un país cuyo interés por la estética o la seguridad es totalmente diferente al que se pueda mostrar en occidente. La precariedad o ¿porqué no decirlo? el atrevimiento a la hora de ofrecer al cliente emociones fuertes, es quizás uno de los ingredientes más jugosos que conserva y explota todavía a día de hoy China con la mayoría de sus parques (a excepción de Happy Valleys, Disneys y World Joylands, esa es la liga siglo XXI).

Y os reiréis... pero a mi personalmente encontrar muestras como esta me fascina porque me demuestra que el límite está muy lejano todavía.

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Otras fotos de la semana:

3 comentarios:

  1. Si si, pero estos cutreparques con cutreatracciones lo bueno que tienen es que costará que mueran, porque la gente ha ido ahí toda la vida, y vendrá el tipico abuelo que le dirá a su nieto "Yo de pequeño, me subí ahí" y ya tienes a otra generación visitando el parque... Además, son precios mucho más asumibles por la pobleación china que los de los macrocomplejos, cosa que también les favorece. Seguridad tienen la justa, aunque no la veamos (o sepamos verla), y con eso es suficiente.

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  2. aunque a priori pueda parecer inseguro acabo de ver un video en el que aparece que el mecanismo es totalmente seguro:
    https://www.youtube.com/watch?v=1KOEdMdfQ2w

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    1. Habrá que echar un vistazo, quizás en la visita de este año a Shanghai, aprovechando que estamos cerca...

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