sábado, 18 de enero de 2014

La foto de la semana (#47)

La ride Skydive en Lakemont Park

Podría parecer, a simple vista, que de lo que os voy a hablar hoy en el blog es de una noria y de hecho, la forma puede confundiros, pero nada más lejos de la realidad. Hoy os vengo a mostrar una de las rides más enfermizas y perturbadoras que me he encontrado en todos los viajes que llevo haciendo por el mundo, un lobo con piel de cordero que efectivamente puede engañar hasta al más avispado haciéndolo creer que se trata de una simple ferris-wheel pero que se convierte en una factoría de mareo y giros gratuitos.

Skydive es el nombre tanto del modelo en sí como del espécimen en concreto que os presento hoy (situado en Lakemont Park, Pennsylvania), uno de los dos únicos existentes en todo el mundo en parques de atracciones fijos aunque corren por EEUU rumores de que existen dos o tres más que circulan a día de hoy por ferias locales. Los inventores de tal artilugio fueron los prolíficos Chance Rides (de los que algún día hablaré en el blog, ¡prometido!) que entre 1965 y 1979 decidieron poblar el mundo entero con una veintena de estas infernales rides.

¿Y porqué semejantes descripciones tan y tan catastróficas? Bien, lleva tiempo circulando por Internet este vídeo del RCT realizado en 2011 cuando Ciriliox y Calle decidieron echarle valor y riddearla mientras un servidor se disponía desde la parte baja a observar, grabar y (para qué engañarnos) echarme unas buenas risas. Os dejo con el documento gráfico y luego os comento:



Como podéis observar, el funcionamiento es similar a una noria solo que la modificación radica en las góndolas, compuestas por una especie de coche metálico con un asiento transversal doble y una parte móvil de "jaula" que incorpora a la vez la lap-bar de seguridad. La parte de la jaula se abre hacia adelante y una vez los viajeros están en el interior se cierra y al hacerlo la barra los sujeta automáticamente.

Aún así hay una particularidad más que hace de esta ride un auténtico reto para aquél que se atreve a riddearla: el eje central de la cabina queda entre el morro y la parte trasera de la góndola, en una especie de heartline artificial que hace que la cabina gire sobre ese propio eje con enorme facilidad (es decir, no giraremos hacia adelante y hacia atrás, sino hacia izquierda o derecha), pero por si fuera poco Chance Rides tuvo la genial idea de incorporar un volante en el interior de la góndola, situado en el centro de la misma que permite que el propio viajero sea el que decida cuándo girar o no girar la góndola.


Conclusión: Realmente depende del propio viajero encontrar el juego de giros que le permita no realizar jamás una inversión o, por el contrario (y como habréis comprobado en el vídeo), hincharse a dar vueltas como una auténtica peonza.

En su época incluso el archiconocido Coney Island de New York tuvo un skydiver en su propiedad (llamado The Tumbler), de hecho el de Coney Island fue el único doble que existió en todo el mundo, por lo que la noria no era de una hilera sino de dos (mareos por duplicado) y la ride gozó de tanto éxito en sus años mozos que incluso se habla de ferias que incluían hasta tres especímenes en su catálogo para dar abasto a tantísima demanda.

Con el tiempo Chance introdujo otra ride que gozó de más éxito y fama que la skydiver, la zipper, que aseguraba mareos y giros por igual pero que podía ser transportada en un solo camión y no en dos, como pedía la skydiver. Esto hizo que Chance dejara de fabricar skydivers a finales de los 70 y se convirtiera, como lo es hoy en día, en una rara, rarísima pieza de museo.

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Otras fotos de la semana:

2 comentarios:

  1. Oh sí... OH SI!!! La mejor máquina de tortura jamás creada, ya en peligro de extinción. Contradecía muchas medidas de seguridad que se imponen hoy en día, pero eh! Divertida a más no poder.

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  2. Parece que les cuesta un poco girar el volante. Si lo tienen con dirección asistida me lo quedo!!!

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