lunes, 10 de octubre de 2011

Dragon's Fury (Chessington WoA)

El sol se alza entre los espesos matorrales verdes de la campiña inglesa y en las afueras de la localidad inglesa de Chessington, a poca distancia de Londres, nace un nuevo día para uno de los parques ingleses de más renombre internacional. Empieza una nueva jornada y en el mundo de los dragones, situado entre la fantasía más tradicional y el theming más vanguardista de una India exótica se erige una serpiente verde que tinta las densas zonas de arboledas que se encuentran en el lugar.

Podríamos confundir los puntos donde se la ve como si realmente se tratara de una serpiente, o quizás de la cola de uno de los dragones que habita el lugar, pero en realidad nos acercamos y vemos que es metálica y que no se trata de un ser vivo (al menos no del todo), sino de una coaster. Y no es una coaster normal, es una spinning y ni tan siquiera en eso es normal pues esconde tras de sí una serie de particularidades que, como veremos, la hacen única.

Hoy, en Bloggercoaster, hablamos de una de las spinning coaster más caprichosas y únicas construida hasta el momento, una auténtica joya para los amantes de las vueltas veloces y de los giros milimétricamente calculados, hoy hablamos de Dragon's Fury, en Chessington World of Adventures.

El cálculo perfecto de Chessington

Estamos quizás mal acostumbrados a ver, temporada tras temporada, como las novedades en formato de coasters caen como si de gotas de agua se tratasen y pueblan con cierta regularidad los parques a nivel mundial. En ocasiones esta mala costumbre nos impide ver como hay parques que, pese a ser buenos ejemplos de el éxito en gestión, no requieren del añadido de una gran novedad en forma de coaster año tras año, ni tan siquiera cada 2 o 3 temporadas. Chessington World of Adventures (en adelante Chessington) es uno de estos parques, cuyas incorporaciones coasteriles han ido cayendo con una tranquilidad pasmosa y no hay más que pensar en su última adjudicación, que precisamente es la que hoy vemos y que data de hace la friolera de 7 años. Desde entonces ningún soporte o vía nuevos han pisado el parque.

La imagen del drop es lo más espectacular a simple vista, desde el vial de visitantes.

Teniendo este factor en cuenta, como vamos a ver la elección de esta enorme novedad para un parque de tamaño mediano pero de gestión impoluta no fue para nada improvisada y se estudió mucho todos los aspectos que involucran a la coaster en el día a día del recinto. He preferido nombrar una pequeña lista, para que veáis de manera más directa el enorme estudio que hay tras Dragon's Fury:
  • El parque buscaba una coaster única en UK y muy poco común en Europa, por lo que la construcción y posterior reacción tras el estreno de Winja's en Phantasialand encandiló a Tussauds, que adquirió no uno, sino dos proyectos de spinning de Maurer: la citada Dragon's Fury y la venida a menos Sonic Spinball, en Alton Towers. A Merlin Entertainment le gusta jugar con lo "único" o "novedoso" tanto para vender el producto en sí como para crear una parafernalia de marketing alrededor del mismo, así que el factor de girar mientras se completa un layout de coaster era ya un punto a favor.
  • Chessington es un parque totalmente familiar. Nos lo indica tanto la tipología de sus rides, como el extremo cuidado en su theming (básico y totalmente icónico), así que Merlin Entertainment debía elegir entre una pequeña gama de coasters familiares que por entonces peleaban por sobresalir y darse a conocer en el mercado por encima de los clásicos ejemplos de Disney (la gran dueña de la familiarización por entonces). Una spinning coaster ofrece la intensidad justa como para que el niño crea que está dominando una feroz bestia y para que los padres disfruten de un intenso recorrido giratorio. Sube un niño y dos adultos, salen 3 personas contentas, la ecuación perfecta teniendo en cuenta que al salir habrá un photoride que, seguramente, querrán comprar.
El diseño de las spinning permite riddearlas a mayores y pequeños por igual.
  • Los diseños de Merlin Entertainment para sus parques suelen tener un patrón fijo y es la reiteración del parque. Sea como sea la coaster el parque siempre debe tener protagonismo, siempre tiene que estar involucrado en su recorrido. Así pues Merlin Entertainment buscó un diseño expansivo, todo lo contrario de Sonic Spinball que es una spinning terriblemente comprimida. En el caso de Chessington interesaba un layout que permitiera hacer un viaje, un recorrido amplio, que permitiera explorar todos los rincones de una nueva área que, como veremos en el siguiente punto, era sumamente importante vender. Las spinnings son un tipo de coasters que raramente permiten tramos excesivamente rectos (más allá del lift y la estación) por lo que el uso de curvas en el recorrido favorecía enormemente la expansión por el terreno mediante horse-shoes extremos, airtimes curvados o hélices sublimes que se enroscaran con elementos de theming o árboles.
Las hélices del layout nos permitirán experimentar extremas fuerzas centrífugas.
  • Merlin Entertainment ha promocionado siempre el, como yo llamo, área-pack. Algo que está de moda desde hace ya unos años en los parques y que cada vez condiciona más las novedades en el mundo de los parques. Si un parque temático quiere añadir una ride, esta ya no vale con que sea buena de por sí y quizás no sea rentable y explotable ya que en unos años probablemente quedará caduca. Si a la ride le añadimos un theming resultón, un par de rides menores rodeándola (en el caso de Merlin Entertainment tenemos un walktrough a través de árboles gigantes y puentes colgantes, un kon-tiki de Zierer y una enorme pista americana indoor), un local de espectáculos y un local de restauración (de nuevo en Chessington crearon la genialidad uniendo restaurante y teatro en un sólo recinto). Por lo tanto Chessington no saca rentabilidad sólo a la coaster, sino que a la vez exprime un generoso terreno añadiendo suplementos que harán que se gane más dinero que el que se ganaría teniendo sólo una coaster pelada.
Tras el drop, curva en S, photoride y horse-shoe a 90º a una velocidad enfermiza. ¡Deme diez!

Aunque hay muchos puntos más, estos 4 nos indican en gran parte la elección de una spinning coaster de Maurer Söhne para completar el círculo que, por entonces, presentaba Chessington. Querían una coaster familiar, icónica, rentable y abierta a ser tematizada hasta el extremo, algo que, como se intuye cuando uno viaja a repetidos parques ingleses, suele ser un estándar en su diseño de parques y rides.

El anuncio a finales de 2003 y la inauguración de Dragon's Fury el 27 de marzo de 2004 completaron un intenso estudio y posterior explotación de una de las coasters más completas y perfiladas que he podido riddear jamás, producto de un ingenio extremo y, como podéis ver, para nada fruto de una inversión desmesurada y precipitada. Todo estaba estudiado incluso antes de elegir el constructor.

Algunos datos de interés...
  • Nombre: Dragon's Fury
  • Parque: Chessington World of Adventures (Chessington, Inglaterra)
  • Fabricante: Maurer Söhne
  • Tipo: spinning coaster Xtended SC 3000
  • Edad: 7 años
  • Recolocada: no
  • Color: vías y raíles verde pálido, soportes rojo morado, footers de cemento visto (algunos ocultos con roca artificial).
  • Altura máxima: 18 m.
  • Recorrido: 540 m.
  • Velocidad máxima: 70 Km./h
  • Trenes: 8 trenes con 2 filas por tren y 2 asientos por fila, con lapbars y asideros.
  • Theming: medieval/fuego.
Diversión sin parar (de dar vueltas)

Aparentemente cuando uno entra (o está a punto de entrar) en Land of the Dragons, el área temática que comprende la mayoría del layout de Dragon's Fury, no encuentra un layout demasiado espectacular y la sensación en todo momento es de que la coaster va a ser mucho menos de lo que en realidad se convierte. Salvo en un par de puntos muy marcados, el resto del recorrido parece más bien tranquilo y la velocidad no hace acto de presencia más que en el peraltadísimo drop.

Pero ahí reside la magia de esta coaster, en lo que no se ve (que por cierto, es mucho). Pero vayamos por pasos. Primero, y como es ya de rigor, aquí os presento un video extraído de Youtube donde podemos comprobar, más o menos, la totalidad del recorrido giratorio de esta coaster de Maurer:



Y es que Dragon's Fury es una coaster que te llega a conmocionar en varios puntos hasta hacerte pensar realmente en si la debes riddear o no para evitar sustos pero, por otra parte y de manera icónica en Tussauds, te transmite calma y la simpatía de un theming más bien infantil y venido a menos.

Ya desde que accedemos a las colas nos encontramos una pequeña formación rocosa de la que salen un par de verdes brazos y, justo debajo, un montón de enormes monedas de oro que claman que las robemos o que intentemos al menos sustraerlas.

En el acceso a la coaster vemos el logo y a la izquierda una inquietante cueva con monedas...

Pero cuando lo intentamos, aparece un malvado dragón que las custodiaba en su escondrijo y furioso nos invita a abandonar nuestra presencia y a dejarle dormir, de nuevo con sus monedas. Un simpático animatronic, no demasiado complejo pero que de cara a sorprender antes de entrar a los viajeros más pequeños surge una efectividad pasmosa. Magia made in Merlin Entertainment:

... ¡y si estiramos las monedas aparece este feroz dragón!

Las colas, largo laberinto aunque rematado en madera y con la decoración de unos cuantos árboles quemados que (ironía inglesa) nos indican mediante vistosas señales que no fumemos en todo el recinto, nos conducen hasta el extremo de la estación donde, enfilando unas cortas escaleras, nos elevaremos unos 2 o 3 metros hasta llegar a la estación puramente dicha. Allí nos toparemos, sin pasar por ninguna clase de tornos, con un elemento ya clásico de las spinning: la carga de trenes a marcha aminorada. Es un ingenioso sistema para, mediante la persuasión psicológica, hacer creer al viajero que debe montar rápidamente o sino su tren saldrá sin él. En realidad no es así (los trenes paran si no llegas a tiempo y puedes montar sin problemas), pero el hecho de hacer creer que debes darte prisa hace que el ride-op gane unos preciosos segundos de carga, que tras una hora de ciclos pueden convertirse tranquilamente en 50 personas por hora más.

En realidad el área empieza justo en el límite con el drop, más allá de la estación y el lift.

Salidos de la estación llega otro claro elemento de las spinning: el lift veloz. Desde que la cadena engancha el tren hasta que llegas a la cumbre pueden pasar apenas unos segundos y subes a una velocidad pasmosa. La cadena te suelta suavemente y, de repente, nos inclinamos a la derecha para recibir un drop de vértigo realmente sorprendente.

Paso a ras de suelo (probablemente el punto más bajo de todo el layout), punto de photoride a izquierda y derecha mientras pasamos un finísimo tramo en S que nos conduce de lleno al elemento más vistoso de este punto: la curva horseshoe.

Elevándose a una decena de metros del suelo y con una verticalidad tremenda, pasamos por la curva mirando el vacío (en el caso de que estemos encarados en esta posición) o el cielo azul (en el caso contrario). Rápidamente después de pasar esta curva nos dirigimos en una estiradísima y ligera curva en S hacia una elevación, la tercera más alta del layout, donde encontramos un pequeño tramo de frenos MCBR (necesarios totalmente en este tipo de coasters debido a la alta cantidad de trenes disponibles en ciclo).

Verticalidad hecha arte.

Enlazamos a un drop bastante abrupto que nos desliza por un valle en U, bastante ortopédico e innecesario estéticamente, pero útil para conducir directamente a la segunda colina con MCBR (previo giro de 90º a la izquierda). Al salir de este punto es donde, personalmente, considero que la diversión realmente empieza ya que hasta este punto (que apenas duraría unos 10 segundos) la velocidad y la intensidad nos impedían ser conscientes de hacia dónde iba el tren.

Salimos a hélice prolongada hacia la izquierda, rodeando múltiples puntos de choque y pasando bajo puentes colgantes del walktrough que rodea la coaster y adquiriendo de nuevo alta velocidad entramos en un camelback enorme (sí, camelback recto para una spinning, por sorprendente que parezca) donde podemos tener la suerte de comernos un airtime buenísimo si el tren está encarado correctamente. En mi caso únicamente pude disfrutar el efecto en una ocasión ya que en el resto el tren andaba ladeado y el efecto no fue del todo satisfactorio (aunque sí espectacular).

A punto de experimentar el precioso airtime que contiene esta spinning, un elemento singular.

Enlazamos de nuevo un valle en U con ascensión en curva a la izquierda que nos transporta de lleno a otra colina MCBR (la tercera). De nuevo salimos a una hélice, enorme en esta ocasión, que nos permitirá rotar sobre nuestro propio eje en numerosas ocasiones y nos conducirá de lleno hacia el que, considero, es el elemento estrella de esta coaster: el segundo lift.

Aunque tengo bastante duda sobre el uso de este elemento, lo cierto es que se trata de un lift al uso (con cadena y en pendiente) pero estoy convencido que actúa a la vez de MCBR improvisado ya que primero recibe los trenes, los frena y los engancha para posteriormente subirlos un desnivel de apenas unos 4 o 5 metros (imaginad la poca inclinación que tendrá para subir esa altura en unos buenos 20 metros de distancia). Pero lo mejor de este elemento es que en ningún momento encontramos un estabilizador de dirección en el tren, es decir, no paramos de girar y girar, como si fuésemos peonzas. La combinación de girar y subir rápidamente la pendiente es, sinceramente, una maravilla. En parte debido al desconcierto del elemento en sí y en parte porque ofrece una pequeña pausa entre tramos duros y los tramos siguientes que, dicho sea de paso, no se quedan nada cortos.

El paso cerca de la vegetación, así como del resto de elementos, es constante y frenético.

Llegados a la cima de este extraño lift encaramos una serie de curvas en S con ligero peralte que irán incrementando más la velocidad de giro del tren para llegar a un pequeño drop donde realmente experimentaremos una fuerza centrífuga sin igual (alimentada por los giros de las curvas en S previas). Tras este drop encaramos, esta vez a apenas unos 4 metros del suelo, otra hilera de MCBR que nos soltará en una extraña curva extremadamente peraltada, un último latigazo lateral antes de entrar, finalmente, en los brakes finales que nos frenarán hasta dejar el tren en una velocidad de suspensión de apenas 5 o 6 km/h, donde pasará a hacer su trabajo el estabilizador de dirección, una barra lateral con muelles que encarará el tren en dirección a la estación. A partir de este punto todo se resume en una curva totalmente horizontal para entrar directos a estación y abandonar el tren por nuestra izquierda.

La peonza inglesa

Así es como yo apodaría a esta grandiosa coaster de la que, como podréis habido adivinar por los comentarios vertidos, me encantó y la agruparía desde ya mismo en ese caprichoso grupo de "chucherías", es decir, coasters que no te cansarías de riddear una y otra vez y que se convierten en una pequeña adicción en tu visita al parque (donde cabrían Troy, Mammut, Formule-X o Knightmare).

Las sensaciones de este proyecto son bastante ambiguas y dan para entender, sobretodo, el tremendo estudio que hay detrás de esta estructura ya que, si aislamos el layout y lo dejamos completamente pelado en medio de un solar, nos daremos cuenta de que no deja de ser una coaster al uso, sin demasiadas pretensiones y llegaremos quizás a menospreciarla, pero es el entorno, el viaje, los puntos de choque y sobretodo el meticuloso estudio de las sensaciones en cada tramo, lo que nos hará quererla montar una y otra vez hasta la extenuación.

En las últimas curvas encontramos peraltes y distancias realmente desafiantes.

Destacaría sobretodo el enorme poder emotivo de los elementos de la coaster, puntos donde la percepción del espacio, la horizontalidad o la dirección se pierden por completo y donde uno no puede más que dejarse llevar a merced de un tren loco, totalmente expuesto a las fuerzas centrífugas que lo harán girar sin parar durante todo el recorrido. Porque este punto lo quiero remarcar especialmente: no se para de girar nunca. Al contrario de otras spinning donde en alguna ocasión podemos adquirir cierta regularidad en el recorrido, en esta es imposible ni siquiera pensar en ello ya que el giro será continuo y a cierta velocidad en todo momento (tomando especial relevancia, como es lógico, en los tramos con excesivo peralte donde, sobretodo si el tren está descompensado de peso entre ambos extremos, seremos volteados a una velocidad tremenda).

Y a modo de lección, al salir de esta coaster y volver a acceder al vial principal, las dudas que nos asaltan son múltiples: ¿Y la velocidad?¿Y la altura?¿Y las inversiones?

Pues bien, señores y señoras, bien poca falta le hacen a una coaster donde, con apenas 18 metros de altura se consigue experimentar muchísimo más de lo que ofrecen coasters con 30, 40 o más metros de altura. Otro claro ejemplo de que no siempre las medidas extremas son las que dictan la calidad de una ride o proyecto.

*****

Como veréis, conforme analizo más y más coasters de manera individual en el blog, me gusta fijarme sobretodo en las sensaciones. Me intento alejar lo máximo posible de las medidas extremas, del marketing barato, de la gramola y el amplificador. Me gusta más fijarme en las que contienen detalles, tramos, elementos que nos sorprendan por algún motivo.

Y si todavía os queda duda de cuáles son estas coasters que nombro, aquí os dejo la lista de los análisis realizados hasta ahora en Bloggercoaster. Una recomendada lectura si, como yo, andáis preparando en estos meses los futuros viajes del año que viene por Europa o por el mundo:

Katun (Mirabilandia)
Inferno (Terra Mítica)
Formule X (Drievliet Park)
Steeplechase (Blackpool Pleasure Beach)
G'sengte Sau (Tripsdrill Erlebnispark)
Indiana Jones et le Temple du Peril (Disneyland Park)
Goliath (Walibi Holland)
Air (Alton Towers)
Knightmare (Camelot ThemePark)
Falcon (Duinrell)
Green Lantern (SixFlags Great Adventure)
Fahrenheit (Hershey Park)
Le Twist (Le Pal)

Espero que este nuevo análisis os guste, me conformo con que sea de la misma manera que el resto y que así me lo hagáis saber mediante vuestros comentarios.

7 comentarios:

  1. Lástima que como Spinning yo solo he probado Tarantula del PAM, la verdad es que este tipo de coasters hacen de cada ciclo un viaje totalmente diferente por que la rotación de los coches te hacen tomar los elementos desde diferentes posiciones. Es una buena coaster para un parque que quiera contentar tanto a pequeños como a mayores. Muy buena review!

    ResponderEliminar
  2. ...Y que furia!!! me encantó el hecho de no saber en nigún momento si haría el drop de espaldas, de lado... lo más bonito sin duda (para mi) es como la coaster se integra dentro del área del parque, para mi es un punto a favor.

    ResponderEliminar
  3. J.Loma tranquilo, Tarántula puede ser, a día de hoy, una de las 3 mejores coasters del país y te lo aseguro a ciegas vamos. Aún así, son dos conceptos de spinning diferentes ya que Tarántula tiene un layout más largo, pero más compacto. En cambio este tipo de spinnings son mucho más libres, pocas veces te cruzas con el layout por duplicado.
    Laura, la verdad es que el factor sorpresa, el no saber por dónde van a ir los tiros, es todo un puntazo para este tipo de coasters. Ahora ya tienes 2 spinnings probadas: Nemo en Walt Disney Studios y Dragon's Fury en Chessington... de mica en mica!

    ResponderEliminar
  4. Cada vez estoy más seguro que los parques bastante pequeños son los que de verdad saben cómo planificar una novedad y lucirse con ella, mira si no a Formule-X o G'sengte Sau (tu ya has analizado ambas)

    Esta spinning tiene una pinta bestial... ojalá algun dia pueda probar-la, porque Tarántula me sabió a poco... no como Abismo, que me encantó :)

    ResponderEliminar
  5. PD: felicidades Xavi! :)

    ResponderEliminar
  6. Yo quiero una. A ver si, el Bollicao se va ya y el nuevo, nos compra una spining

    ResponderEliminar