viernes, 8 de julio de 2011

Green Lantern (SixFlags Great Adventure)

En mi reciente aventura americana, todo gracias al RollerCoaster Team y como os recuerdo que podéis leer aquí, he podido añadir a mi colección de parques algunas de las piezas más codiciadas y deseadas en el mundillo de los parques, entre ellas SixFlags Great Adventure, símbolo estandarte junto a su hermano Magic Mountain de la grandeza y la efectividad del grupo SixFlags.

En una lucha constante por ofrecer novedades jugosas a un mercado más que millonario, SixFlags ha ido añadiendo a sus parques temporada tras temporada grandes estructuras, rides de última generación y jugosos caramelos que los entusiastas digieren en sus continuas visitas a estos grandes centros del ocio y la diversión.

Este año 2011 la gran novedad de SixFlags Great Adventure se llama Green Lantern, realmente no es una coaster nueva sino que se trata de una brillante estrategia por, gastando el mínimo, ofrecer el máximo a un cliente ávido de coasters y adrenalina y, a la vez, estampar la franquicia clásica de superhéroes que tanto caracteriza a esta cadena de parques de atracciones.

La entrada a la coaster presenta un aspecto espectacular, linterna gigante incluída.

Así pues hoy, en Bloggercoaster, analizaremos la primera gran coaster de todas las riddeadas a lo largo del viaje y a la vez, matando dos pájaros de un tiro, una de las mayores novedades de la presente temporada no sólo a nivel americano sino también mundial.
 Dos historias unidas por el verde

Dos son los grandes ingredientes de esta novedad y son los que prácticamente cualquier entusiasta tiene en mente al hablar de ella: por una parte la temática inspirada en el superhéroe que, cosas del marketing, acaba de estrenar también una película de gran presupuesto en la gran pantalla y, por otra parte, la recolocación de una coaster más de B&M que, las cosas como sean, siempre va bien saber dónde se sitúan para poder saber qué es de su trato y conservación.

Como suele ser norma, al entrar podemos probar la validez de nuestra corpulencia.

En lo que refiere al héroe verde, os voy a ser sinceros, se poco o muy poco de la historia (y a día de hoy, debido a que coincidió el estreno de lleno con nuestro viaje, todavía no he podido ver la película). Resumiendo un poco el protagonista de la historia (Hal Jordan) presencia siendo un niño la muerte de su padre a bordo de un kaza del ejército, algo que lo traumatizará de por vida. Con el paso de los años el niño crece y una noche presencia el choque de una extraña nave, cuando va a socorrer a los posibles heridos descubre que en su interior hay un extraño ser que le da dos objetos: una linterna verde y un anillo.

Las colas están repletas de carteles donde se nos explica la historia original de Green Lantern.

Recitando un pequeño discurso Hal Jordan descubrirá que con el anillo puesto se transporta al planeta Oa, donde descubre que hay otros 3600 "linternas verdes" procedentes de toda la galaxia y que en realidad es como una raza interplanetaria de superhéroes.

A todo esto aparece Parallax, que vendría a ser el enorme villano de la película y que controla el poder de la tristeza de sus víctimas para hacerse con ellas. Parallax amenaza con hacerse con el control de todo el universo y nuestro particular Green Lantern tiene que hacer frente a este mal. El clásico choque del bien contra el mal, nada nuevo en estas tierras.

La afluencia de público hace que Green Lantern atesore las colas más largas del parque.

En lo que respecta a la coaster en sí, hablamos de una recolocación de una stand-up de B&M, modelo que empieza a ser bastante codiciado por los entusiastas debido a que la factoría de origen suizo hace ya muchos años que no lo fabrica ya que, a efectos prácticos, vendría a haberse convertido en un modelo caduco sin ofrecer demasiado más que el hecho de ir de pie en la coaster.

No olvidemos que Chang (el nombre originario de esta estructura traída desde Kentucky Kingdom, antiguo cuartel secundario de SixFlags) se construyó en 1997 y tuvo vida útil hasta 2009, cuando sus trenes dejaron de correr y se cerró el parque al público. Dos años más tarde de su construcción y montaje, Bolliger & Mabillard dejaron de pensar en las stand-up como modelo rentable y empezaron a descubrir nuevos caminos de investigación que les llevaron hasta la cima, donde hoy en día se les sitúa.

Antes de salir de la estación encontramos las palabras que recita Hal Jordan ante la linterna.

Así pues a la hora de analizar Green Lantern hay que tener en cuenta que no es una coaster nueva, sino que carga a sus espaldas 12 años de rodaje con público, 2 años de parada y un traslado y posterior reconstrucción, además de un repintado y un cambio de clima y cantidad de attendance por atender (factores terriblemente importantes para saber no sólo su presente, sino más bien su futuro).

Algunos datos de interés...
  • Nombre: Green Lantern
  • Parque: SixFlags Great Adventure
  • Fabricante: Bolliger & Mabillard
  • Tipo: steel stand-up coaster
  • Edad: 12 (con su anterior nomenclatura) + 2 (en desuso), 14 en total.
  • Recolocada: sí, anteriormente conocida como Chang.
  • Color: vías color verde chillón a excepción del loop donde el color es amarillo, soportes negros.
  • Altura máxima: 46,9 m.
  • Recorrido: 1267 m.
  • Velocidad máxima: 101,4 Km./h.
  • Trenes: 3 trenes (los 3 operativos), 7 carros + carro de morro por tren (7 filas), 4 asientos por fila.
El fugaz rayo de la linterna

Suelen ser este tipo de proyectos de B&M los más golosos, no ya por la tipología que, todo sea dicho, comprende una joya en sí, sino porque B&M a finales de los 90 todavía no presentaba el vicio y la pasividad de inquietud que presenta, sin lugar a dudas, en los últimos años.

Aquí podemos ver la estructura de los asientos y su posición en el precioso tren verde y negro.

Todavía se atrevían a innovar y a presentar cambios significativos de layout, ofreciendo a día de hoy la posibilidad de montar una B&M algo diferente a lo que nos tiene acostumbrados la factoría suiza, algo más dinámica y, sobretodo, con un layout mucho más espeso y enroscado.

Os dejo antes, como viene siendo tradicional, con el POV ofrecido por ThemePark Review en exclusiva vía Youtube, así podemos ver primero su recorrido y luego comentarlo lo más breve posible:



Como podemos observar, presenta un lift bastante apaisado sin una inclinación demasiado abrupta (calidad indispensable de este modelo de coasters) para ir acostumbrando a los viajeros a la postura que, sin duda, ofrece cierta incomodidad para los chicos, algo que veremos algo más adelante.

Parallax nos espera justo antes del loop, en lo que representa un buen punto de choque

Tras un pequeño pre-drop con peralte a izquierda recorremos un valle clásico de B&M (que todavía conserva hoy día en las salidas de las hyper de estación con preciosa curva) y de lleno nos introducimos en el drop. No representa éste demasiado, pues ofrece una inclinación irrisoria, sobretodo si lo comparamos con otros que la factoría suiza ha ido recolectando durante estos últimos años.

El imponente lift, marca de la casa B&M y clásico en sus proyectos.

El drop se baja lentamente y uno no es realmente consciente de la velocidad real hasta que llega a la base, donde se enlaza directamente con el loop, en esta ocasión presentado con un color amarillo chillón. Loop bonito, de curvatura bastante ancha y que, como pasa con el drop, se estira y se pasa con bastante lentitud (lo que da lugar a que podamos pensar que estamos invertidos, no como pasa con otros loops en los que se pasa tan rápido que se ignora la altura).

El enorme loop que atravesamos justo al principio ofrece muy buenas sensaciones de altura.

Enlace con peralte a la derecha con otro elemento clásico de las B&M: un dive-loop de unas dimensiones bastante considerables y con un acabado bastante cerrado que nos transporta de lleno hasta el elemento más característico de este proyecto: el inclined loop, que no vendría a ser más que un híbrido entre una curva horse-shoe de hyper y un loop clásico más pequeño. No es este un elemento que se difiera mucho y, sobretodo a esas velocidades, la impresión es parecida a la de hacer una hélice pero sin variar apenas la velocidad. Simple presencia testimonial.

Tras el loop nos espera un también enorme dive-loop perpendicular a la dirección del drop

De aquí nos vamos directamente a un elemento que, personalmente, me encanta: un pequeño twisty transitorio (o lo que sería lo mismo, un amago de cambio de peraltes más propio del actual estilo Intamin y muy poco común en las B&M, cosa que añade un ápice de encanto a Green Lantern). Enlazamos con una cerrada curva peraltada a izquierdas con el siempre presente panel de MCBR's que en este caso frenan, sí, lo suficiente como para ahogar lo que sería un más que agradecido airtime de salida a mini-drop.

Una de las estructuras más llamativas de la coaster, una especie de horseshoe cruzado.

Pero como no hay airtime, este pequeño drop sabe más bien a poco, aunque prosiguiendo el recorrido enlazamos al primer y totalmente esperado corkscrew, figura ya maldita a mi parecer en cualquier recorrido sit-down y a la cual le guardaba bastante respeto antes de montar a través de una stand-up. Sí, se sufre, sobretodo por el hecho de que las piernas y, sobretodo, las partes más nobles masculinas sufren cierta presión que se torna en algo molesta cuando pasa por este ya de por sí incómodo elemento.

Hay varios puntos en toda la coaster donde pasa ligeramente por debajo del nivel del suelo.

Como va uno ya avisado se pasa sin más pena ni gloria, aunque se agradece haberlo pasado cuando, de lleno, entramos en la auténtica maraña de recorrido que configura la totalidad de este proyecto: curva peraltada muy intensa a derecha que se funde ampliamente con otra curva más generosa y pausada a izquierdas, cambiamos de nivel de altura y se nota en la velocidad, aunque por pocos segundos ya que enseguida la curva adquiere tintes descendentes y se convierte en una peraltada agresiva que, por arte de magia, nos presenta la auténtica espina negra de esta coaster: su segundo corkscrew.

Tras los MCBRs podríamos conseguir airtime, pero en realidad B&M capa bastante este punto

Rudo, inesperado, brusco, adrenalítico y sobretodo: sobrante. De hecho lo pudimos comprobar días más tarde, montando en su hermana predecesora Mantis, el segundo corkscrew NO es necesario y Green Lantern lo confirma si la montas. Este cuarto elemento de inversión no hacía falta y cumple las funciones de convertir la coaster en algo más dura de lo que uno podía creer justo al llegar a la fila de MCBR's.

El famoso elemento del inclined loop, ¿Véis igual que yo que es un loop sin más? Pues eso...

Pasado este mal trago entramos en el área que B&M siempre ha tenido pendiente y que ha podido resolver con soltura en pocas, poquísimas ocasiones: el tramo final de enlace con la estación. El layout está disperso y la dirección es justamente la contraria de la deseada, por lo que en esta ocasión todo se resuelve con un par de peraltadas a muy poca altura respecto al suelo para un despegue final muy abierto que nos deja aterrizar de lleno en la zona de final brakes y posterior transfer.

¿Y la esencia B&M?

Valga decir por adelantado que tuve un pequeño percance que marcó mi riddeada en esta coaster: justo tras salir del loop descubrí como me había entrado una de esas dolorosas y traidoras rampas que le entran a uno en la planta del pie (posiblemente fruto de la larga espera en colas o del haberme embutido repentinamente en aquella máquina del diablo). El hecho es que a partir de ese punto fui sufriendo dos males: el del layout que he comentado más arriba y el de mi extremidad derecha.

El punto máximo de dolor y la condena para esta coaster: los corkscrews

Aun así, tuve suficiente como para calar de arriba a abajo el proyecto y poder ofrecer mi opinión personal que, si bien no es del todo negativa, tampoco cumple con las expectativas que previamente me había generado de Green Lantern.

La estética figura del inclined loop se impone a la sorprendida mirada de los entusiastas.

Es lenta, demasiado ancha en muchos elementos (el drop es soporífero) y justo cuando empieza a adquirir la intensidad y el interés necesario se convierte en una senda dolorosa que mancha totalmente la imagen que uno puede llevar de las B&Ms y que suele ser su estandarte (suavidad, comodidad, ergonomía, etc.).

El dive loop se entrecruza con la misma estructura de la coaster.

Tampoco es un campo de patatas ni un homenaje al descontrol de G's laterales como podría ser una SLC de Vekoma o una Arrow de la antigua escuela, pero sin duda nos encontramos ante uno de los peores exponentes de B&M en todo su amplio catálogo de casi 100 ejemplares. Como ya he dicho antes, Mantis (que también es una stand-up y que es muy parecida en layout) fue probada días más tarde y me pareció muchísimo mejor que esta y, de lejos, más cómoda.

La estructura presenta puntos muy bellos y fotogénicos, aquí otra vista del inclined loop.

Añadamos ya, para acabar, el hecho de que uno tenga que "sentarse" en unos trenes tan increíblemente incómodos (hecho el cual, creo yo, fue el que propició a que B&M retirase este modelo de sus filas). Para empezar la carga es sensiblemente más lenta a la que uno espera de este tipo de estructuras, el ride-op prácticamente debe explicar a cada fila las "instrucciones" y, sobretodo, las prohibiciones (no se te permite apoyarte en el arnés como si te fueras a sentar y se te invita a que pongas las piernas totalmente paralelas al eje del asiento, pegadas a la unión de éste con el tren).

Posteriormente el ride-op se ocupa de ajustar el arnés superior de hombros para que esté a tu altura, pero ya en este punto la virilidad masculina ha perdido el norte y empezamos a notar que el trayecto va a ser algo más que un simple y banal paseo.

Así pues, si unimos la rudeza de un layout repleto de elementos mal encajados junto con la momentánea tortura que supone depositar el nido de nuestra golondrina en semejante trozo de plástico vibrante, obtenemos que Green Lantern se une al clásico grupo de "coasters que son bonitas estéticamente pero en la realidad son dolorosas".

Por la noche Green Lantern se despide de nosotros, loop y Parallax iluminados mediante.

Un último consejo: cuidado al llegar a los brakes finales. No habréis notado realmente el sutil toque de los arneses de hombro hasta llegar a este punto, donde se descubren magníficamente en la clásica curvita de enlace que B&M tanto gusta de usar en sus llegadas a frenos. El golpe os puede dejar dolor de orejas durante un buen ratito, así que reposad la cabeza hacia atrás y tratad de superar el percance lo mejor posible, quedáis avisados.

*****

No tienen buena fama, en general, las recolocaciones de B&M. Eso sí, en todo momento dichos cambios se basan en proyectos anteriores que ya coleccionaban una buena edad, por lo que es evidente que el cambio de localización, la adecuación al nuevo terreno y los posibles cambios de attendance y desgaste hacen que una coaster que en su origen era genial, se transforme por arte de magia en un pasaje de dolor.

Cierto es que posiblemente exagero en algo mis indicaciones y que, finalmente, Green Lantern puede convertirse en una joya para los nuevos entusiastas que la valorarán positivamente en sus (esperemos) largos años de vida con su nuevo traje verde, pero la realidad es que los que ya tenemos algunas B&M probadas y, sobretodo, hemos montando modelos técnicamente superiores (las hyper o las dive, sin ir más lejos), encontramos una justificación más que amplia al porqué Bolliger y Mabillard dejaron de fabricar este modelo. La explicación honra muchísimo a los suizos: porque no es todo lo cómoda que uno espera de una auténtica B&M.

Aun así, jugada maestra la de SixFlags al recolocar y reconvertir una coaster relativamente vieja en una pieza maestra del engranaje de la nueva era de la compañía que, no olvidemos, hace tan sólo unos años se presentaba en bancarrota ante la justicia de los EEUU.

2 comentarios:

  1. A mí me descojonizó mucho más el loop y el inclined loop, con sus g's positivas directas a la entrepierna, que los corkscrews. Estos se encargaron de enrojecerme las orejas como solamente una SLC, Limit, había sido capaz de hacerlo.

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  2. A mí particularmente no me gustan demasiado las costers excesivamente dolorosas. Digamos que prefiero concentrarme en la experiencia positiva de la ride, que en no darme, por ejemplo, golpes en la cabeza.

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