lunes, 17 de marzo de 2014

Sky Scrapper (World Joyland)

Hasta ahora hemos podido recorrer de arriba a abajo y por completo la totalidad del recorrido de World Joyland, nos hemos adentrado en sus oscuras y enigmáticas zonas, hemos podido contemplar sorprendidos sus gigantescas fachadas e incluso hemos podido subir a la cumbre de su montaña para observar el parque desde las alturas.

Pero si hay un reclamo que llamó la atención a la comunidad internacional desde, prácticamente, el primer día en que se conoció la construcción de este parque (allá por 2009) fue el hecho de que iba a contener una flying coaster de Bolliger & Mabillard que, en palabras de la propia compañía, iba a suponer un cambio substancial en cuanto a diseño y sensaciones se refiere. Y en la inauguración del parque en abril de 2011 quedó claro que se convertiría en la major oficial del parque.

Dicho esto hoy, en Bloggercoaster, me pongo manos a la obra en el análisis de la que (dicen) es la B&M más intensa del mundo, dato que puedo corroborar al 100% y que voy a dedicarme a explicar punto por punto. ¡Hoy surcamos el cielo a bordo de la desafiante Sky Scrapper!


La coaster de los 1000 nombres

En octubre de 2009 los entusiastas de parques y coasters recibieron con cierto escepticismo la noticia de que en China se estaba planeando la construcción de un enorme parque temático (hasta aquí la reacción era la de "ya, bueno, otro más...") pero la liebre saltó en el momento en que se anunció que estaría directamente relacionado con la temática de World of Warcraft, Starcraft y los juegos online en general. A partir de ese momento consiguieron captar la atención tanto de fanáticos de los videojuegos como de los parques.


Después de la presentación de un buen grupo de artworks e imágenes jugosas (como suele ocurrir en los paises asiáticos) hubo un detalle más que fue la chispa que hizo que todos los entusiastas pusieran los ojos sobre el previamente bautizado Universal Digital Carnival Valley (que más tarde sería rebautizado oficialmente como World Joyland): el parque firmaba contrato directamente con Sophie Bolliger, hija de Walter Bolliger (50% del binomio B&M) para construir una flying coaster en el parque.


A partir de aquí (y como tristemente suele ocurrir casi siempre) el goteo de imágenes fue más bien reducido, teniendo al principio un silencio de un año de duración hasta que empezaron a surgir las primeras fotografías oficiales por parte del parque.

Y lo que aquellas fotografías mostraban no podía ser más prometedor:


Inversiones de nueva tipología, arriesgado layout, altura más que considerable, drop significativamente importante y la sensación de que China, como ocurre en los últimos años, adquiere lo mejor de lo mejor al precio que haga falta.

FOTO: ThemePark Review
Jamás se facilitaron cifras oficiales, pero las estimaciones rondan entorno a los 18 millones de dólares (unos 15 millones de euros), precio que ya de por sí se vió reducido por el hecho de que B&M estrenó ese mismo año una factoría cercana a Beijing y que se convertiría en el segundo centro satélite de construcción y gestión de proyectos (tras el de Ohio en EEUU). Curiosamente sí llegaron fotografías de la construcción de los soportes del lift de la futura Sky Scrapper, como podéis observar aquí a la izquierda.

Con el paso de los meses nos llegó más información y fotografías (tanto de la construcción del parque como de la coaster) y ya a partir de las semanas previas a la inauguración nos llegaron incluso videos de testings (algo realmente inaudito hasta el momento, tratándose de la ultrasecreta China).

Tras su inauguración el 27 de abril de 2011 la coaster pasó a ser uno de esos despiadados objetivos para cualquier viajero entusiasta y pronto empezaron a llegar las primeras impresiones, totalmente positivas, de una coaster que subía peldaños de calidad conforme pasaban los primeros meses de apertura del parque hasta convertirse, en la primera temporada, en el gran reclamo del parque.


La curiosidad de los 1000 nombres surge también del hecho de que la traducción que se hace de los nombres chinos al inglés varía mucho y prácticamente todos los parques asiáticos suelen presentar el mismo problema: de una manera oficial se facilitan diferentes nombres cada X tiempo hasta que el nombre que aparece en el cartel oficial suele ser el definitivo. Así pues tuvimos que Starry Night Ripper (el destripador de noche estrellada) pasó a llamarse Starry Sky Ripper (el destripador de cielo estrellado) y pocos días antes de la inauguración el nombre que aparece en el cartel, presente todavía hoy en día, es el de Sky Scrapper (luchador del cielo).
Teniendo en cuenta que Sky Scrapper llegó a pertenecer a un área llamada Universe of Starcraft de un parque llamado Universal Digital Carnival Valley, el cambio de nombres queda como una mera anécdota más para una coaster realmente espectacular.

B&M juega a ser Intamin

Sí, las afirmaciones están en lo cierto, Sky Scrapper es una bestia parda que te va a ofrecer una galería de intensidad fácilmente reconocible, solo que en modelos de otras constructoras y no en las clásicas y suaves B&M que conocemos en occidente. Aquí hay suavidad, por supuesto, pero también hay lugar para giros bruscos o fuerzas G de nivel extremo. Pero antes de empezar con sus sensaciones, veamos un excelente video point-of-view grabado por Theme Park Review y donde podemos ver todo el layout al completo:


Empecemos con el análisis de nuestro recorrido desde que accedemos a las inmediaciones hasta que salgamos por la tienda de photorides (incluido el layout). Accedemos a través de un tematizado arco de entrada custodiado por la señal y el logo oficial además de por dos puntiagudos cuernos dorados:


En este mismo arco encontramos un trabajador que nos indica que debemos dejar mochilas u otros objetos susceptibles de caida o extravío en las taquillas que encontramos en el pabellón dorado que hay situado enfrente. Justo al lado de este trabajador/a encontramos otro elemento que no suele ser común en China, un asiento de prueba totalmente equipado:


Tras acceder al vial y completar una especie de espiral a través de los accesos a la estación (que haremos por la parte interna) accedemos a un edificio de tamaño bastante discreto y más bien funcional, tematizado en el exterior en forma de nave espacial plateada y rodeada de rocas y bellos cristales púrpura, pero sin rincones tematizados ni ambientación de ningún tipo en el interior. Todo muy minimalista y, eso sí, con un aspecto impecable y como de recién estrenado:


Tras la ley de los "5 minutes" (leer la anterior entrada de Bloggercoaster) podemos acceder ya al asiento, colocar las protecciones y respirar hondo, ¡nos disponemos a salir!


Salida directa a lift, un lift que nos eleva a una velocidad bastante correcta hasta la friolera de 32 metros de altura. A lo largo del lift nos cruzaremos en varias ocasiones con tramos retorcidos de track que posteriormente recorreremos y sobretodo veremos como, de manera amenazadora, cada vez está más cercano el drop.


Es bastante culona, en el sentido de que le cuesta bastante entrar en velocidad una vez supera la ascensión para pasar al descenso, pero cuando adquiere velocidad se encabrita a tal nivel que el choque contra el suelo parece inminente. Paso rasante a escasos metros de tocar la verde hierba del suelo y de nuevo elevación con peralte para completar un forzadísimo pero totalmente disfrutable horseshoe panorámico con vistas al cielo. La grandeza de las flying coasters adquiere aquí total relevancia al sentir que volamos realmente surcando el cielo.


El retorno de la curva, que nos cambia por completo de dirección, lo hacemos de nuevo a escasos metros del suelo para volvernos a alzar completando un amplio y largo valle. Esta vez encaramos el elemento más disfrutable y podría incluso decir que orgásmico de esta coaster, el in-line twist:


Similar a la sensación que sacude los trenes de las sit-down o las inverteds con el zero-g, el in-line twist juega con el heartline del pasajero hasta zarandearle y darle una vuelta completa en el aire, como si de una perfecta voltereta se tratase. La diferencia aquí radica en que el paso posterior a este in-line twist no es volver a la posición natural (colgados boca abajo) sino que de repente se nos aplica un fly to lie.

¿Qué es un fly to lie? En el idioma de las flying coasters existen dos conceptos muy sencillos que son el fly to lie y el lie to fly. El primero significa que pasas de estar colgado boca abajo a estar tumbado boca arriba (con las piernas apuntando al cielo) y el segundo es exactamente lo contrario, pasar de arriba a abajo en un giro. Todas las flying coasters tienen estos dos elementos en uno u otro punto del recorrido.


Tras el fly to lie (en el que se nos coloca mirando al cielo) entramos de lleno en una trinchera tematizada en rocas puntiagudas, la salida de la cual se convierte en el elemento más intenso, duro y especialmente delicado de todo el recorrido. Un elemento del cual hace 5 o 6 años parecía que no podía haber jamás un ejemplo ya que la lógica y el diseño de los trenes así lo indicaban pero que de repente B&M diseñó y puso en práctica con Sky Scrapper. Hablo efectivamente del loop:


Tal cual, un loop perfecto y ciertamente coqueto, cuyas salida y recepción juegan caprichosamente con el hecho de salir de un túnel, dar la vuelta totalmente en el aire, pasar de estar boca arriba a estar boca abajo, regresar a otro túnel y de nuevo adquirir la posición boca arriba. Todo ello en apenas 6 o 7 segundos en los que nuestro cuerpo aguanta la friolera de 3,3 G positivas, una cifra baja en comparación con otras coasters pero muy alta si medimos el tiempo en el que las "sufrimos". Segundos de presión, de inestabilidad mental en los que no sabes muy bien qué es el derecho y qué es el revés, de intensidad máxima en los que tu cuerpo pierde el sentido del riego sanguíneo. Segundos en los cuales persona y coaster son un solo ser y en los que te abandonas por completo al tembloroso rugir de las ruedas al paso por el layout.


El capricho del destino quiere que todavía no salgas de semejante shock y, tras abandonar la segunda trinchera (esta vez sin túnel), realizas el lie to fly (es decir, de boca arriba a boca abajo) con un simple giro que te encara al siguiente elemento, la curva panorámica ovalada:


En este punto tu cuerpo vuelve a recobrar el sentido, vuelves a situarte, vuelves a ver el paisaje ante ti y de nuevo eres consciente ya de qué es cielo y qué es tierra. La respiración vuelve y de nuevo te crees capaz de gritar intentando superar el furioso rugido de las ruedas del tren.


Valle de transición entre la curva panorámica y el siguiente elemento, este valle discurre por encima de un pequeño estanque donde hay una sección de splash artificial que por lo visto jamás ha llegado a estar activa (nosotros no la vimos funcionar):


Tras este punto de tranquilidad volvemos a elevarnos ligeramente adquiriendo un peralte considerable para volver a describir una curva panorámica amplia hacia la derecha en la que pasamos justo por debajo del lift de la coaster. Volvemos a cambiar de dirección por completo a través de este discreto elemento:


Y a continuación, a una decena de metros de altura respecto al suelo, encaramos un tramo que a priori puede parecer brusco y duro, pero nada más lejos de la realidad, resulta ser de lo más inocente tras el intenso paso por el loop que hemos experimentado apenas hace unos segundos. Se trata de un double corkscrew muy estirado y suave:


Poco a poco el double corkscrew nos va haciendo descender la altura hasta que al final entramos en una trinchera más bien testimonial donde adquirimos de nuevo el sentido natural del tren (boca abajo). Nos elevamos de nuevo y describimos una curva peraltada ascendente a izquierda que deriva en una hélice larguísima que actúa a la vez de freno por fricción y por elevación hasta encarar de manera muy elegante una recta final de brakes a la que entramos, valga la pena decirlo, bastante rápidos.

Curva a derecha sin peralte y con una velocidad muy reducida, paso a través de segunda recta de brakes que hace las veces de transfer (el "garaje" del segundo tren queda a nuestra derecha) y acceso automáticamente a la estación de carga y descarga. Tras la salida de la estación recorremos un caminito de unos 10 metros que conecta directamente con el edificio de salida de la coaster que ya vimos en anteriores entradas, una pirámide dorada en cuyo interior encontramos la típica estructura de monitores arriba y barra de atención abajo y donde dos trabajadores nos atenderán para facilitarnos el photoride:


Lo mejor de esta salida, sin duda, es el hecho de poder salir y entrar en apenas 20 metros de distancia, por lo que si os atrevéis a repetir, la entrada está allí mismo. ¿Quién dijo miedo?

Algunos datos de interés...
  • Nombre: Sky Scrapper.
  • Fabricante: Bolliger & Mabillard.
  • Diseño: Walter Bolliger y Claude Mabillard.
  • Parque: World Joyland (Changzhou, China).
  • Modelo: flying coaster custom.
  • Longitud: 855 metros.
  • Altura máxima: 32 metros.
  • Velocidad máxima: 88 km/h.
  • Máximas G's: 3,3G.
  • Presupuesto: desconocido (se estima 18 millones de dólares).
  • Recolocada: no.
  • Año de construcción: 2010-2011.
  • Colores: soportes gris oscuro, raíles azul celeste.
  • Attendance: teóricamente 900 personas por hora.
  • Inauguración oficial: 30 de abril de 2011.
Fuerza totalmente indomable

No me voy a andar con rodeos: Sky Scrapper llega a provocar un leve dolor de cabeza en un primer ciclo que, si se repite, puede convertirse en un dolor de cabeza respetable, lo cual indica que no es una de esas coasters-chuchería que tanto nos gustan y que nos permiten disfrutar una y otra y otra vez de sus ciclos. No. Sky Scrapper es un plato del cual, como mucho, puedes permitirte el lujo de repetir en una ocasión.


Dicho esto, la consecución de elementos que uno puede experimentar en esta bestia de acero es casi celestial. Un diseño apuradísimo, descrito de manera muy inteligente y con una compresión de tramos y transiciones que apenas deja espacios para la calma o tranquilidad. Y sí, os estoy hablando de una flying coaster de B&M, no de cualquier modelo de mega coaster de Intamin.


Te pone directamente a prueba a ti y a tus sentidos, te demuestra al principio que la vas a poder dominar, que eres tu el dueño de las riendas pero, de repente, tras ese in-line twist en el que crees ser amo y señor del track, te desbarajusta los planes y pasa a dominarte ella a ti. Caes en sus redes y a partir de ahí tu cuerpo le pertenece, eres suyo y pese a que jamás llegará a hacerte daño (estamos hablando del Cadillac de las coasters) sí que jugará contigo durante unos 10 interminables y eternos segundos hasta que vuelves a obtener el control de la situación.


Pero ay amigos, ¡qué 10 segundos! Qué infierno convertido en paraíso, que batido de chocolate transformado en puro bistec de buey. Cuantísima dureza concentrada en apenas 80 o 100 metros de raíles retorcidos y soldados con esmero y profesionalidad.

Lógico es pues que a partir de ahí te crezcas, te envalentones y consigas pasar sin apenas despeinarte un double corkscrew, que en cualquier otro credit supondría un esfuerzo sobrenatural y aquí no es más que un pequeño y leve respiro.


Al acabar el recorrido Sky Scrapper deja huella. Alucinas, respiras aceleradamente y notas que tu cuerpo ha aguantado por los pelos, al borde del colapso coasteril. Notas inestabilidad en tu tembloroso paso y te alejas de la estación con miedo a mirar hacia atrás, por si la enorme y azul bestia de diseño suizo acecha, a la espera de otorgarte otros 10 segundos de agonizante placer a bordo de sus trenes.

Caramba con estos chinos...

*****

Hasta este punto llega el análisis de hoy, una coaster que pasa directamente y sin ningún tipo de dudas a la galería de BGC Classics, donde permanecen las más importantes y relevantes experiencias que haya vivido y experimentado durante estos años a bordo de una coaster.

Sky Scrapper es prácticamente un 50% de World Joyland, un parque temático que, de no tener esta increíble joya de acero, probablemente perdería muchísima atracción respecto al visitante y al viajero de parques.

Una obra maestra de B&M que si bien es cierto que hemos de estar alegres por el hecho de que le queden años y años de vida, también debemos apenarnos al resignarnos y pensar que la tenemos tan y tan lejos de nosotros.

9 comentarios:

  1. bravo. una de tus mejores reviews, que ganas de ridearla.... mira que el parque no me gustó mucho, pero como has contado la coaster me ha puesto los pelos como escarpias.

    PD: ya se queno viene a cuento pero... ¿algun comentario sobre el ferrari que te van a poner al lado de casa?

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    1. Hace semanas que estoy esperando a poder hablar de ciertos parques en cierta zona. Hasta entonces, silencio absoluto.

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  2. Creo que aquí nadie se esperaba un análisis con este resultado. Ha superado todas las expectativas. No he podido evitar revisar tu top 10 de coasters en busca de cambios convencido de que estaba dentro del ranking.

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    1. Y no la verás en él. Sus motivos hay. Ese top 10 es el sueño de prácticamente todos los entusiastas de coasters. La última en entrar fue Sheikra y se cargó Blue Fire (que le tiene robado el corazón a media Europa...). Con eso te digo todo. Sky Scrapper probablemente sería la número 12º del top...

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  3. AFAPAM: Si que está difícil entrar en tu top 10!!!!. Un bicho como este entraría directamente a la cabeza del top de la mayoría de nosotros. Enhorabuena por ridearla y por tu exhaustivo análisis.

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  4. Muy buen análisis :) Me han entrado muchas ganas de subir, la verdad.

    PD: Sky Scrapper supongo que juega con la similitud fonética de "Skyscraper" :P

    PD2: ¿Lo sabías que harán una strata en Port Aventura? :o :''>

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    1. Cuando vi el nombre de la coaster me informé porque creía que habían cometido un error ortográfico con la palabra Skyscraper (rascacielos), pero no, seguramente sea un juego de palabras como tú dices.

      Aunque en los artworks tiene la misma forma que Top Thrill Dragster y Kingda Ka, no creo que sea una stratocoaster, ojalá, pero lo veo bastante improbable. A ver qué dice Jivo...

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    2. Yo creo que si, en mi opinion medira como TTD, unos 128-130m. Tiene los mismos "pisos" de soportes que dicha coaster(KK tiene 1 mas). Y a parte, si llegara a medir 130m, tendriamos 3 caidas libres de 119m de caida, que es un poquitin bastante mas que los 86m que tiene Huracan Condor.. Tendremos un KK de unos pocos metros menos en casa, con sus tres caidas libres incluidas xD

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  5. Muy buena review!!!! Me encantaria ir pero buff.. esta bastante lejos..

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