La Schwarzkopf bastarda
Sé que el título de esta foto de la semana (sección que por cierto hacía días que no veíamos por aquí) podría bien parecer el de un culebrón novelero alemán. Pero nada más lejos de la realidad. Os pongo en situación:
Andábamos parte del grupo de componentes del
RollerCoaster Team de este 2014 (del cual os hablaré más adelante) por la degradante y pintoresca
Feria de Abril de Barcelona, una feria a imagen y semejanza de la que se celebra en Sevilla solo que restándole un 99% de gracia y dejándola en poco más que una feria repleta de atracciones de la más arriesgada índole.
Hasta aquí nada más allá de lo que ya suele ser la edición de esta feria cada año. Pero este 2014 era diferente. Las alarmas se activaron a pocos días de dar inicio el evento pues enseguida se supo que iba a hacer acto de presencia una coaster especial para todo amante de las coasters: una
Schwarzkopf.
Si habéis leído un poco el blog estos últimos años sabréis de mi terrible adoración por esta constructora que, antaño, tomó las riendas de la industria y situó la construcción de coasters en el arte de la ingeniería y la artesanía unidas.
Tengo una variedad aceptable de
Schwarzkopfs en mi vitrina particular de credits riddeados (la mayoría acariciando el Olimpo, para qué negarlo) pero este modelo en particular, uno de los más extendidos por
Anton Schwarzkopf a nivel mundial en su día, no lo tenía. El modelo en sí es una
Jet Star, por si cabía duda.
El "problema" es cuando tiramos de documentación para poder saber en qué momento exacto esto fue de
Schwarzkopf, cuándo se transformó en el engendro que es hoy en día y el porqué de su existencia en las ferias de nuestro país.
El tema es que
Bañuls Atracciones SL (propietaria de la coaster desde 2006) nos indica en su propia página web que su constructora fue
SDC (Spaggiari Duce Casoli). Esta empresa, nacida a mediados del siglo XX, se dedicó a la construcción y gestión de distintas rides y coasters hasta principios de los 90, cuando quebró y fue adquirida a partes iguales por
C&S (constructora de
Tren de Potosí en
Isla Mágica),
Zamperla y
SDC (la empresa residual tras la quiebra de la
SDC original).
Sin embargo, el repertorio de coasters de
SDC nunca llegó a contemplar una coaster similar, ni siquiera remotamente parecida a una
Jet Star de
Schwarzkopf tanto en su layout como en su tecnología, por lo que (y a falta de contrastar más los datos) es probable que no perteneciese jamás a
SDC sino a la germana
Schwarzkopf.
Por lo tanto ¿es esta
Jet Star original de
Schwarzkopf?¿tiene su origen en alguna de las empresas italianas que ya por los 80 copiaban a las grandes empresas mundiales?
Nunca se sabrá, probablemente. Pero lo que sí se sabe (y os advierto desde
YA mismo) es que esta
Jet Star no conserva en absoluto ni un solo ápice de la calidad que rezuman todavía a día de hoy las
Schwarzkopf que pueblan el resto del planeta. Pero ni en una décima. Nada de nada.
Dolorosa hasta decir basta, mutilada y distorsionada por el montado y remontado y remontado de las ferias y con unos trenes (seguramente añadidos por
Bañuls en su adquisición en 2006) que bien podrían ser la estocada definitiva a vuestros maltrechos cuellos en cualquiera de los peraltes que adquieren durante el recorrido.
Un curioso y misterioso vestigio de la historia reciente de los parques que, por aquellas casualidades de la vida, fue a parar a mi ciudad actual.
Schwarzkopf se andará revolviendo en su tumba si esta andrajosa estructura de hierros lleva todavía su marca impresa en alguna parte...
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