jueves, 21 de noviembre de 2013

Bitácoras desde Orlando (día 10 y 11)


Como ya os expliqué a través de las redes sociales, la visita a Busch Gardens Tampa iba a tener una complicación, un plus más que la visita al resto de parques y es que yo me encontraba en Orlando y debía viajar hasta Tampa, que está a unos 150 km de distancia. El primer inconveniente es que, inexplicablemente, estas dos importantes ciudades solo están conectadas entre sí por un bus shuttle que ofrecen los mismos Busch Gardens para ir desde SeaWorld hasta Busch Gardens Tampa o otra opción (que es la que yo elegí) es tomar un tren que va desde la misma Orlando hasta la misma Tampa.

Lo malo es que el tren es único, es decir solo hay uno en todo el día de ida y otro de vuelta, por lo que si lo pierdes estás realmente perdido. Mantened esto retenido en mente. Otro inconveniente más es que los trenes no tienen horarios agradecidos, sino que el de ida Orlando-Tampa sale sobre las 10:15 de la mañana y el de vuelta sale sobre las 17:15, teniendo en cuenta que el trayecto dura dos horas largas (sí... dos horas largas que se convierten en casi tres) llegáis a Tampa a mediodía y a Orlando a última hora de la tarde.

Así que mi plan era llegar a Tampa a mediodía, hacer chek-in en el hotel, dejar las cosas y prepararme rápido para ir hasta Busch Gardens. Para ello ya elegí el hotel geográficamente más cercano al parque, del que os haré una entrada especial de Parks&Hotels porque me supuso toda una ventaja encontrarlo. Debía visitar lo máximo posible para así al día siguiente, habiendo hecho check-out  y siempre antes de media tarde, probar el resto del parque y marcharme de regreso a Orlando. Una odisea vaya.

¡Vayamos al grano! Busch Gardens Tampa. El parque, como la mayoría sabréis, formó parte durante muchos años de la compañía cervecera Anheuser Busch, que originalmente tuvo el parque de Williamsburg como sede central para realizar la venta de sus cervezas y entretener a sus futuros clientes con cerveza. De ahí se convirtió en parque temático y posteriormente se construyó este otro en la próspera zona de Tampa, donde el calor y la climatología permitían abrir el parque durante todo el año entero.
 El parque tiene, como dejé claro en Facebook, dos claros lados de la balanza. Por una parte tenemos un parque que a conocido mejores días en su mantenimiento y conservación (paredes desgastadas, cascadas que no funcionan, grandes espacios con vegetación pisoteada y sin conservar) y en el otro lado de la balanza tenemos una colección envidiable de credits completísimos y de calidad.

Empezamos por un claro ejemplo metafórico de lo que es el parque, Gwazi. En su día era una revolución ya que se trató de una dueling wooden coaster de GCI (Great Coasters International) con una temática clara, con una intencionalidad y con un mínimo de calidad. Con los años imagino que la humedad y las altas temperaturas han hecho que la coaster vaya endureciéndose hasta extremos muy dolorosos, el layout es ya un personaje secundario y obviamente el encanto GCI de los airtimes inesperados pierde total protagonismo, se desvanece:

Si a eso añadimos que siendo dueling uno de los tracks ya no está activo y que sólo funciona el otro, acabamos de quitarle el encanto a una woodie que, tiempo al tiempo, tiene vistas de desaparecer por completo.

Pero no desesperéis, porque justo allí donde hay un tipo de credit que falla, tenemos justo lo contrario, un credit brillante y espectacular como él solo, hablo de la gigantesca Sheikra:

Una dive-machine ejemplar, con un first drop demoledor en cada una de sus 3 filas, un immelman enorme y suave, un second drop que genera una cantidad de airtime espeluznante y una zona de splash que ofrece mil fotografías distintas desde mil posiciones distintas. A todas todas, Sheikra es un credit que merece estar en lo alto de cualquier TOP, no sólo por su espectacularidad o su velocidad, sino por la suavidad de su track (y ya tiene unos cuantos años) así como por la comodidad de sus asientos, aún siendo floorless.

Muy cerca de Sheikra acecha otra conocida para cualquier entusiasta de parques y coasters y que en mi caso tenía bastantes ganas de probar por ser lo más parecido posible a nuestro querido Dragon Khan (se trata de una sit-down con exactamente los mismos trenes que el dragón rojo). Hablo por supuesto de la salvaje Kumba:

Aunque nada más llegar al área que la "retiene" hay diferencias substanciales con Khan. La primera de ellas es lo compacto del layout, mostrando aquí y allá elementos que van sobresaliendo de la tierra, que se pierden en lo frondoso de la selva y vuelven a aparecer unos metros más allá. Kumba está por todas partes y aparece y desaparece como por arte de magia (algo parecido a Black Mamba en Phantasialand, Alemania). La segunda característica son los elementos que contiene, mucho más repartidos y con transiciones algo más rebuscadas, no tan evidentes como Dragon Khan donde los puedes ir nombrando por orden como si fuera un catálogo. En este caso están algo más dispersos, más enredados en una maraña de elementos, como los interlocked corkscrews (que podéis ver en la fotografía de arriba). Aún así, los años cuentan y Kumba presenta ya las típicas irregularidades de la edad: vibración en algunos puntos, paso extremo por algunas transiciones, elementos que hacen que se te calienten las orejas con el arnés, etc.

Hacemos un cambio radical de coaster y de emplazamiento temático, nos movemos del centro de África a la zona más desértica, del Congo nos vamos a Egipto y allí encontramos la majestuosa Montu:

Otra maravilla de B&M que se antoja difícil de olvidar. Montu es una invertida de las que dejan huella, de las que entrarían en la misma liga que Nemesis u Oz'Iris y de la que deberé deliberar bien si las iguala o las supera (a Oz'Iris en layout por supuesto). Bastante compacta, Montu usa la misma técnica que Kumba: aparece y desaparece en el entorno, se mete por túneles y aparece más allá, o se enreda sobre sí misma para ofrecer un elemento totalmente distinto a lo esperado. Pero todo ello con una suavidad y un tipo de transiciones entre elementos muy dinámicas, que la convierten en única y hacen que su disfrute apenas incluya daño. Sorprendentemente el arnés en este caso no hace demasiado estropicio en las orejas de uno.

¿Qué tal si nos movemos de país y nos vamos a visitar una novedad? Cheetah Hunt, el caramelo que presentó al mundo Busch Gardens hace dos años y que significa todo un prodigio por parte de Intamin tanto en cuanto a dinámica de layout como en cuanto a diseño:

La mayoría de gente critica el hecho de que Cheetah Hunt esté por debajo de otras en cuanto al nivel de intensidad. Y yo me pregunto: ¿esto es realmente decisivo? Quiero decir sí, obviamente Cheetah Hunt no llega a la intensidad de una iSpeed o una Expedition GeForce, está claro, pero dentro de los parámetros con los que juega, ¿no significa una maravilla en sí Ofrecer tres lanzamientos (dos de ellos nada despreciables), ofrecer tantísimos elementos a tener en cuenta (¿todo el que habla de poca intensidad no ha pasado realmente por la zona de twisties endiablados en el cañón?) y además dejarte de propina una inversión enorme y suavísima?

A mi parecer Cheetah Hunt deja de ser familiar en el momento en que ofrece todo lo arriba indicado, además de una pulcritud en el diseño y en las operativas que ya quisieran otras. No es el mejor credit de Intamin que he probado, está claro, pero ni muchísimo menos creo que es el vapuleo que se le está dando en algunos sitios. Todos, absolutamente todos, babearían si un credit como este se construyera en su parque favorito, creedme.

Y bien, vistos los principales credits del parque, las fichas más grandes (aunque hay otras más pequeñas que me encargaré de analizar en su día), también vale la pena tener a Busch Gardens Tampa en cuenta por su labor a la hora de mostrar los animales, de manera más o menos afortunada, en su hábitat. El parque presenta una cantidad de animales salvajes enorme, además de mostrarlos de manera bastante respetuosa y ofreciéndoles unos entornos enormes (la zona de la sabana tiene una extensión que ya quisieran algunos zoos).

En Busch Gardens Tampa podemos encontrar desde preciosos tigres (tanto en su pigmentación normal como albinos):

Hasta fauna pertenenciente al centro y a las grandes praderas africanas como rinocerontes, zebras, ñus o jirafas:

Pasando por una manada de siempre dominantes y observadores leones:

E incluso una colonia algo reducida pero suficiente de suricatas, que como muchos sabréis, resulta ser uno de mis animales favoritos. En este caso pude llegar a estar casi 20 minutos delante del recinto de estos animalitos sacándoles fotografías, es mi debilidad:

El plan de visita a Busch Gardens finalizaba con el regreso al hotel (a buscar mi maleta), tomar un taxi hasta la estación de tren de Tampa y desde allí regresar en tren hasta Orlando. El problema es que los cálculos de tiempo los hice relativamente bien, pero tanto la llegada como el viaje en taxi comportó algo más de tiempo del que tenía planeado, con lo que llegué a la estación justo cuando el tren cerraba sus puertas para partir.

Un par de gritos, un amable trabajador de Amtrak (que vendría a ser Renfe en EEUU), un par de comunicaciones por walkie-talkie, una puerta abierta y yo, sudoroso y enrojecido, subiendo a un tren donde el revisor, muy pintoresco, me gritaba indicando su reloj y diciéndome literalmente que "su tren llegaría tarde por mi culpa". Salimos a las 5:17PM, tal y como estaba indicado en el ticket. Llegamos a Orlando con 40 minutos de retraso. Mi culpa...

Todavía me queda una última bitácora que escribir y mostrar, aunque no será con tanta extensión como estas últimas, es la bitácora que os relatará mi viaje de vuelta, el vuelo y la llegada a Barcelona. Me han dicho que allí hace frío, que el invierno (por fin) ha llegado y que vaya preparado. Yo mientras tanto lo único que he podido saber del país a través de las redes sociales es que hay un anuncio de la lotería muy perturbador. Deberé ir preparado.

Así pues mañana os escribo, cuando ya esté sano y salvo en casa.

Mañana os cuento...

2 comentarios:

  1. Jivo, como siempre digo, enorme! Yo hice este viaje en verano del 2011 y te aseguro que hubiese sido incapaz de escribir cada dia un diario como haces tu. Estoy reviviendo mi viaje gracias a tus bitacoras, cosa que te agradezco. Asi que como te puedes imaginar, ya me froto las manos esperando las futuras entradas donde con sosiego y calma nos expliques hasta el último detalle.
    Saludos!
    Ah! y que viva Busch Gardens!! Jajajaja

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  2. ¡¡¡Te estarás quedando a gusto cabronazo!!! ¿Y después de esto qué? ¿Una ruta por todos los Six Flags, cualminando en Magic Mountain? Menudo viaje macho... que envidia!!!

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