martes, 12 de agosto de 2014

Bitácoras desde Finlandia (día 2)


Segunda jornada. Entran directos a mi habitáculo (porque no olvidemos que me hospedo en un hostel, no en un hotel) los potentes rayos del sol de un nuevo día. Empieza un caluroso día en el que el objetivo principal, sin más, será el de completar el máximo número de rides posibles en Linnanmäki, un parque de atracciones situado a apenas 800 metros de nuestra posición en estos momentos y del cual ya pude hacer una "preview" el día anterior.

Me levanto sin prisas, a eso de las 8:30. Linnanmäki abre sus puertas a las 11:00, por lo que me da tiempo de sobras de ducharme, asearme, buscar un lugar para desayunar e incluso explorar algún lugar cercano al propio parque.

Entorno a las 9:30 me encontraba ya en un parque de senderos y rocas situado a varios centenares de metros del parque, haciendo pruebas con la nueva adquisición (la cámara GoPro) y estudiando el mapa del parque (cuáles son los mejores senderos, qué rutas tomar, qué orden seguir, etc.).

A las 10:30 me acerco al Alppila Alphyddan, un parque natural pegado a Linnanmäki y junto al cual también se sitúa el parking del propio parque. Aquí encontramos la puerta norte, el acceso a través del cual entraré en esta jornada, ofreciendo ya unas vistas más que reveladoras:

Antes de empezar os comento el sistema que seguí la jornada anterior para poder conseguir la entrada de este segundo día. Como ya os comenté, la entrada al parque es de 39€ (¡precio finlandés, no lo olvidéis!) y para poder disfrutar de un segundo día en él podéis adquirir una segunda wristband para disfrutar del parque por sólo 8 euros más. Es decir en total por 47 euros tenéis dos días seguidos en el parque.

¿Económico?¿No económico? De nuevo estamos ante el mismo debate de siempre: es económico si lo comparáis con los precios regulares de los productos aquí en Finlandia, pero parecen precios estratosféricos si los comparamos con los parques de atracciones de España (donde incluso en ocasiones el segundo día ha llegado a ser gratuito).

Sea como sea, yo pude conseguir finalmente la wristband del segundo día en las taquillas del parque (situadas junto a Kirnu, la 4D de Intamin de colores anaranjados que veremos más tarde).

Vale la pena comentar también que el parque es de acceso gratuito para todo el mundo, el parque como recinto me refiero. Puedes acceder totalmente gratis sin pagar nada y pasearte por sus calles, disfrutar de su ambiente o tomar un refresco rodeado de rides y coasters. Adicionalmente el parque facilita incluso rides gratuitas para sus visitantes (creo que en total eran 8), aunque como intuiréis son rides kiddies y que para nada son las más atractivas. Pero si un día vas con tus hijos a Linnanmäki y te apetece riddear el carrousel, por ejemplo, puedes hacerlo sin pagar ni un solo euro, por la cara. La cara y la cruz de unos precios tan elevados.

¡Volvamos a la entrada! Nos habíamos quedado a las puertas de Linnanmäki, exacto, justo aquí:
Si necesitáis en algún momento sacar dinero en el parque (momento frívolo, pero siempre necesario), tenéis un cajero justo en este punto.

Pasando unos tornos de control de acceso nos adentraremos en una zona de acceso con tiendas de chucherías, arcades y granizados a nuestra izquierda y a la derecha encontraremos otro de los reclamos de Linnanmäki y, por ende, de la propia ciudad. Se trata del Sea Life, que como sabréis es una franquícia de museos acuáticos y marinos que controla la todopoderosa Merlin Entertainment y que tiene aquí un ejemplo más en forma de acuario y museo:
Este Sea Life no es más que producto del intento de Merlin Entertainment por presionar a la hora de tener opciones de compra del parque años atrás, cuando Linnanmäki pasó por un breve periodo de crisis identitaria. Estrategias empresariales, ya sabéis.

Dejamos atrás Sea Life y deberemos alzar la vista de repente porque a decenas de metros de altura encontraremos dos elementos de gran envergadura y altura. Por una parte la siempre llamativa Ukko, una sky-loop de Maurer construida en 2011 y que revalidó la presencia del mismo en el panorama internacional de parques: 
Y a apenas 30 o 40 metros de distancia un elemento presente ya en un buen puñado de parques: Raketti, una space shot de S&S que os ofrecerá unas vistas privilegiadas del parque en todas sus caras, pero que como ocurre con este tipo de rides siempre, vista una, vistas todas:
Como os dije, las taquillas están junto a Kirnu y es precisamente sobre las mismas taquillas (un edificio circular de una sola planta) donde podemos encontrar Kehrä, una enterprise que curiosamente data de un próximo 2009, por lo que es la demostración de que esta ride sigue viva aunque pasen las décadas:
Cómo no, la anteriormente mencionada Kirnu está presente en todo momento con el lanzamiento lento pero constante de trenes que giran alrededor de su layout. Cuando llegue el análisis completo de Linnanmäki (que llegará en breves, no os preocupéis), me encargaré de hablaros un poquito más de ella y ver si la malograda Inferno, de Terra Mítica, iguala o no el poder de esta bestia naranja y azul:
Frente al área de Kirnu y las taquillas encontramos una curiosísima dark ride de relativa nueva generación (muchos sensores, movimiento powered y animatronics relativamente trabajados) llamada Kyöpelinvuoren Hotelli y que fue la novedad del parque en 2013:
Y a su lado un elemento imprescindible para todos los parques de atracciones con más de 50 años a las espaldas (en el caso de Linnanmäki llegará a la jubilación el año que viene, con 65 años). Se trata de Vekkula Fun House, que es eso exactamente, una fun house con un montón de elementos divertidos, juegos de luces y un tobogán de madera con airtime al final, similar al que pudimos encontrar tiempo atrás en Gröna Lund:
Me ocurrió durante la noche anterior, la del primer día de estancia en Helsinki, una anécdota curiosa que por supuesto compartí con vosotros a través de la red social del pajarito azul:



Exacto. El día anterior yo sabía que el parque me tenía que ofrecer 8 coasters y yo durante mi previa visita solo pude visionar un total de 7, por lo que durante la noche entré en RCDB (la web de consulta por obligación del park-freak) y encontré la solución: Linnunrata, una coaster indoor de Zierer metida dentro de un gigantesco tambor de ladrillos y con una terraza repleta de plantas, verde e incluso pequeños árboles. Visto desde fuera parecería un pabellón de espectáculos o incluso un pequeño circo, pero no, es un credit y está muy bien escondido (obviamente de Linnunrata os hablaré mejor en el futuro análisis del parque).

Siguiendo nuestro recorrido y bordeando el parque pude volver a disfrutar (y os aseguro que lo hice en repetidas ocasiones) de Vuoristorata, la woodie con más de 60 años de edad que se extiende en esta parte del parque y que domina con su presencia: 
Es en esta parte del parque, la más antigua de todas, donde podemos encontrar pequeños caprichos temáticos e históricos que pueden gustar a los más nostálgicos del lugar (inclúyanme, por favor), como es este jardincito repleto de elementos decorativos y estatuas:
Y un poco más allá nos encontramos con la protagonista de este 2014: Kingi. La nueva adquisición del parque es una gyro-drop de Moser (sí sí, no es de Intamin) que domina por completo el cielo del parque con sus 75 metros de altura (que sumados a la altura natural del terreno llegan sobradamente a los 100) y que os ofrecerá unas vistas de la ciudad y del parque totalmente privilegiadas. Os hablaré más de ella en un futuro próximo:
El parque también ofrece un ingrediente clásico que podemos encontrar en casi todos los recintos de este tipo, pero que no lo explota al máximo y mucho menos lo convierte en el protagonista de su programación (como sí hacen otros parques), se trata de los espectáculos, que en esta ocasión quedan reducidos a un pequeño escenario situado a escasos metros de la gyro-drop y que presenta este aspecto:
Precisamente aquí fue donde paré en esta segunda jornada de visita a probar el segundo de los 3 grandes restaurantes del parque (restaurantes de menú y mesa, porque de snacks y hamburguesas había otros 3 o 4 repartidos por el recinto). En esta ocasión el elegido fue Funky Kitchen, un restaurante metido en un edificio en forma de tambor cilíndrico, acristalado y con vistas panorámicas a la ciudad y con una temática meramente deportiva (camisetas, cascos y elementos deportivos del país).

Mi elección en este caso fue una ensalada cesar y unos nuggets de pollo con distintas salsas caseras. ¡Deliciosa ensalada!:
Al salir de Funky Kitchen (y para no darle un disgusto al cuerpo tras tamaña comilona) decidí pasearme por la zona más tranquila del parque, un lugar donde podemos encontrar una más que digna área kiddie distribuida en distintos niveles de altura y donde nos encontramos con pequeñas joyas como es este Taikasirkus, una dark ride que recorreremos a bordo de una especie de telesilla suspendido y que ofrece una esencia oldshool más que importante:
Hecha ya la digestión (más o menos) me dispuse a deshuesar punto por punto la última zona que me quedaba por recorrer al detalle y que, dicho sea de paso, es una de las zonas más intensas del parque (salvando la de Ukko, la power shot y Kirnu). Me refiero a la zona correspondiente a la entrada sur (por donde accedí la primera jornada) y donde podemos encontrar bestias tan salvajes como la divertidísima pero a la vez muy intensa spinning de Maurer llamada Salama:
La infernal y devastadora Kieppi, una de las flats más intensas y duras que he podido probar jamás y de la que os hablaré con más detalle en el futuro:
La entretenida pero excesivamente incómoda Tulireki, un producto de la época en la que Mack se debatía entre dar el salto a las construcciones grandes o seguir con la política reducida y discreta de sus anteriores años (tod@s sabemos ya por dónde decidieron tirar, afortunadamente):
Otro producto más de Mack, en esta ocasión una clásica powered llamada Pikajuna y que nos ofrece un recorrido con interesantes vistas al resto de credits (que en este lugar quedan enlazados en un trio de ases):
Los regulares pero siempre necesarios rápidos que en esta ocasión reciben el nombre de Hurjakuru y que no vienen a ser más que un zig zag continuo de canales de cemento que sirven como excusa para ver el genial trabajo de soportado que hizo Maurer en 2008 (10 años después de la construcción de los rápidos, ojo):
Y una de las joyas del parque, quizás la de más valor hasta hace poco (con permiso de la anciana Vurositorata): Vonkaputous. Una water coaster nada más y nada menos que de Premier Rides, que no olvidemos que hasta que no plantó la bandera en Holiday Park no tenía ningún otro credit más que este en Europa. Uno no puede dejar de pensar en ejemplos como Poseidón o Atlantica SuperSplash cuando riddea un bicho como este, pero ya os digo que en el análisis futuro de Linnanmäki ya os hablaré al detalle de esta curiosísima (y húmeda) Vonkaputous:
Con la llegada a Vonkaputous, situada en uno de los puntos más bajos en cuanto a la altura total de los terrenos del parque, llegamos al final del mismo. Dejando atrás varias decenas de otras rides que no he podido añadir en esta bitácora (porque recordad que esto es una bitácora, no es un análisis detallado del parque), no quiero cerrar la bitácora sin antes mostraros la impresión general que me llevé ese día de un parque de atracciones como Linnanmäki:



Efectivamente: un parque muy completo, muy maduro y en el que se nota un montón la experiencia de los años y la construcción y crecimiento orgánico de sus calles y sus viales, pero donde también se nota cierta dejadez en el trato al cliente a nivel de operativas y control de gente en rides. Da la sensación de que, como en otros parques con esta misma edad, la directiva del parque ya se ha acostumbrado a una dinámica de trabajo que implica añadir una big ride cada 2 o 3 años y, mientras tanto, esperar que la gente visite el parque sin más, sin recibir experiencias gratificantes extraordinarias.
Entorno a las 21:00 de ese mismo día abandonaba definitivamente las instalaciones de Linnanmäki para dirigirme directamente al Vuokrahuone Design Accomodation y pasar la segunda noche en él, descansando el cuerpo de semejante trote (visitar un parque plano cansa, pero visitar uno con tantos desniveles os aseguro que os deja las piernas taladradas por completo).

La siguiente jornada pasa por un viaje a la segunda ciudad más importante de Finlandia (Tampere) y la visita al que resultó ser el mejor parque, a mi elección, del país: Särkänniemi. Pero ya llegaremos a todo eso, mientras tanto me despido de vosotros y vosotras y os invito a leer la siguiente bitácora desde Finlandia.


Hablamos mañana...
(Nähdään huomenna...)

2 comentarios:

  1. ¡Qué curiosa la Enterprise encima de las taquillas! Parece un ahorro de espacio a lo Roller Coaster Tycoon...

    Genial entrada, como siempre. ¡Esperando la siguiente bitácora!

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  2. No entiendo como hoy en día, con la variedad de rides que hay a disposición de los parques optan por esa máquina de tortura...
    Muy interesante todo, quiero seguir leyendo¡

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