miércoles, 28 de mayo de 2014

China Dinosaurs Park (parte 1)


Entre los vistazos a tierras norteamericanas, los análisis a parques europeos y demás entradas, poco a poco parecía que nos habíamos ido olvidando de otro de los grandes viajes que protagonizó el blog en el 2013 y ese fue el de la ruta por China a través del RollerCoaster Team.

Volvemos de nuevo a la épica historia de nuestro periplo por tierras asiáticas, para refrescar un poco la memoria habíamos dejado atrás ya World Joyland después de una larga jornada en la que tuvimos que ver como Giant Wheel of Suzhou Park no nos ofrecía Stingray abierta y aprovechábamos el día sin poder poner pie tampoco en Suzhou Amusement Land (básicamente por poca disponibilidad de tiempo).

Fue entonces cuando decidimos dar un giro de improvisación que será el eje principal de la entrada de hoy en Bloggercoaster, donde os explicaré la primera parte de nuestro viaje a uno de los parques con temática más particular de todo el país asiático: China Dinosaur Park.


Llegada a Changzhou

Retomamos el viaje a la salida de World Joyland, hacia media tarde (la hora límite de cierre del parque, por supuesto) decidimos hacer un gran giro en los planes del viaje para ese mismo día y que sí que generaba cierto riesgo, pero ¿qué sería de una buena aventura si no tuviera su dosis de riesgo?

El plan inicial implicaba la visita de Suzhou Amusement Land pero tanto los viajes de ese día para llegar hasta World Joyland como la decepción por no poder riddear Stingray pesaban en el grupo, así que decidimos borrar del planning la visita a este mediano parque. Borrar la visita a Suzhou Amusement Land implicaba que nuestra estancia en hotel en la ciudad de Wuxi esa misma noche carecía de lógica, pues debíamos tomar un taxi para desplazarnos hasta el hotel que teníamos reservado y al día siguiente volver a tomar otro taxi hacia la zona de Changzhou, a unos 50 km de distancia.


Así que decidimos atajar y jugárnosla a una sola moneda. Perdíamos la noche de hotel en Wuxi (que aproximadamente nos había costado unos 18 euros) pero nos ahorrábamos más o menos esa cifra en el taxi del día siguiente. A cambio, deberíamos practicar un deporte de riesgo llamado buscar hotel sin reserva previa en una ciudad cualquiera de China.

La ciudad como os he dicho era Changzhou, a apenas unos 10 km de China Dinosaur Park, por lo que al día siguiente desplazarnos hasta el parque sería pan comido. Lo que no fue pan comido del todo fue poder disponer de una habitación.

Llegamos a un barrio lleno de bloques de pisos altísimos y parques enormes con jardines abandonados, avenidas de asfalto kilométricas y medio centenar de grúas de construcción que se elevaban en el cielo. El taxi nos dejó, previa indicación en inglés, en una zona donde supuestamente debía haber bastantes hoteles y pensiones, para poder localizar fácilmente nuestro alojamiento para esa noche. Finalmente dimos con este hotel:


Que como comprenderéis, jamás supe qué nombre tenía ya que estaba escrito en chino. Llegar a la recepción, explicar que no teníamos reserva, explicar que queríamos una habitación triple y conseguir pagar la habitación es algo que nos tomó, sin exagerar, una larga media hora. Obviamente, el problema era que la recepcionista no entendía ni una palabra en inglés y nosotros nos expresábamos por gestos y expresiones. Finalmente logramos establecer campamento e incluso nos aventuramos a salir de compras por la zona, buscando algo para cenar.

El rugido de los dinosaurios (chinos)

El plan para la jornada de visita a China Dinosaur Park sí que no ofrecía espacio para ningún tipo de improvisación o truco. Teníamos toda la mañana y mediodía para visitar el parque y, a media tarde, debíamos tomar un taxi que nos llevara hasta la estación de tren bala de Changzhou. Una vez allí nos desplazaríamos a lo largo de más de 900 kilómetros en un tren bala a una media de 350 km/h. Pero no nos adelantemos a los acontecimientos.

A primera hora de la mañana tomamos nuestras maletas y nos trasladamos en taxi hasta el cercanísimo China Dinosaur Park, un parque evidentemente temático inspirado en una tradición bastante arraigada a tierras chinas como es la arqueología y paleontología. Hay que tener en cuenta que en esta región en concreto hay muchos yacimientos de esqueletos y asentamientos de huesos de diversas épocas jurásicas.


Como veréis en la mayoría de fotografías, el cielo ofrecía un apagado color grisáceo y reinaba en el ambiente una espesa bruma blanquecina. Durante el día la humedad estaba muy presente (de hecho hacía un calor difícil de soportar) y nos llovió en un par de ocasiones aunque siempre eran cortinas de finas gotas que apenas molestaban, no llegó a llover con fuerza jamás. Aún así, sabéis ya por otras entradas que este ingrediente en parques chinos es mortal y mata por completo el poder disfrutar de la gran mayoría de rides y coasters. Pero no me adelantaré en el análisis. Adquirimos nuestras entradas (200 yuanes = 25 euros) para acceder a un recinto que presentaba un nivel de attendance bastante elevado:


Con la entrada en nuestras manos, pasamos por las oficinas del parque (situadas justo al lado de las taquillas) para dejar nuestras tres maletas de cara a poder visitar cómodamente el parque. Como ocurrió en varias ocasiones, ningún tipo de problema, un servicio de consigna totalmente gratuito (dadas las medidas de las maletas), sonrisas, amabilidad y la sensación de que la hospitalidad china se hace totalmente patente en estos casos:


Atravesado el gran arco de roca artificial que corona la zona de tornos de acceso al parque, nos dimos cuenta de la primera particularidad del parque (aunque bueno, estaríamos hablando de una constante en casi todos los parques asiáticos), el parque no ofrece ninguna manera de conseguir un mapa en papel. El único modo, el que nosotros usamos, es el de acercarse a un plafón que hay nada más entrar, sacar una fotografía al mapa que allí se muestra y, con eso, intentar guiarse durante todo el trayecto:


Dentro ya del parque pudimos encontrar otro elemento bastante desconocido en el resto de parques chinos y que yo, particularmente, echaba bastante de menos: un show de bienvenida a los visitantes a través de música y coreografías. Lo malo es que en esta ocasión estamos hablando de surrealismo puro y duro a través de música dance, botargas del parque (dinosaurios caricaturizados estilo kawai) y una especie de bailarines a medio camino entre brasileños y gauchos argentinos:


Si algo hay que tener en cuenta con la visita a China Dinosaur Park es que sí, el theming es abundante y muy trabajado, pero como no podía ser de otra manera, sufre una serie de desvaríos y licencias temáticas muy amplias que pueblan constantemente de surrealismo el entorno. Pese a ello, muchos elementos se ofrecían como puntos didácticos y de promoción regional a la hora de visitar museos dedicados al tema en los alrededores. Sin ir más lejos, China Dinosaur Park es la sede del International Dinosaur Festival cada año:


Iniciamos nuestro recorrido por el parque, basado en una estructura algo diferente de lo que solemos estar acostumbrados. El parque tiene un lago central enorme (que veremos más adelante) alrededor del cual encontramos algunas rides infantiles o de paseo y gran parte del mini-parque acuático dentro del mismo recinto. Luego, aparte, encontramos una gigantesca zona cubierta de cemento y tematizada en roca artificial donde localizamos las principales rides extremas y, finalmente, Dinoconda, que ocupa una extensión tan grande de terreno que está desarrollada aparte del lago y el área de cemento, en su propio mundo.

Un verde paseo hasta Dinoconda

Una cosa que me llamó mucho la atención y de la que creo que muchísimos parques deberían tomar nota es este detalle que veréis en la siguiente fotografía. Muchos parques invierten ingentes cantidades de dinero en cuidar la jardinería y en muchas ocasiones la falta de educación o de cuidado por parte de los visitantes hace que, sobretodo la jardinería que rodea los senderos, se vea afectada por miles de pisoteos durante todo el día. La soluación de China Dinosaur Park es esta:


Efectivamente, hay una capa de césped plantada tras una pequeña valla blanca pero antes de llegar a esa valla, a medio camino entre el sendero de cemento y la valla, encontramos una capa de metro y medio de longitud de césped totalmente artificial. Con esto logramos 1) dar una imagen mucho más verde y fresca del sendero y 2) evitar que el visitante ponga un solo pie en el césped natural ya que al adentrarse en el artificial la sensación es la de volver al sendero de cemento. Todo un acierto a mi parecer, un detalle que a ojos del visitante casual puede escaparse fácilmente.

El parque ofrece también muchísimos puntos de decoración temática y de jardinería exquisita, como puede ser esta especie de banco para descansar cubierto por una hoja gigante y con elementos infantiles en su superficie. Vale la pena decir que justo detrás de este elemento encontrábamos algo así como una pequeña área kiddie con barcas de paseo y un laberinto vegetal:


Lo que sí queda claro una vez uno se adentra en estos viales es que la limpieza y el cuidado que este parque otorga a sus jardines y viales es ejemplar, con frondosos bosques y zonas de arbustos espesos rodeando las rides y elementos propios del parque, como puede ser en este caso estos arcos de acero en colores pertenecientes al puente bajo el que discurre un pequeño canal de agua que alimenta las barcas de paseo del área kiddie, a nuestra derecha. A la izquierda encontramos el gran lago del parque, que más adelante veréis con claridad y al fondo creo que es evidente lo que se empieza a intuir:


Efectivamente, me refiero a Dinoconda, la salvaje y gigantesca coaster de S&S Worldwide que se extiende por una cantidad de terreno nada despreciable y que bordea por completo uno de los laterales del parque. Es curioso porque la coaster queda extrañamente integrada sobre un manto tan grande de vegetación:


Tan cuidados son los jardines de la zona que, como podéis ver, se nos ofrecen letras y formas en chino. El problema es que me veo totalmente incapaz de descifrar este par de símbolos, aunque me aventuro a decir que posiblemente indiquen "hoy puede llover". Obviamente bromeo, pero sería todo un puntazo que se nos pronosticara el tiempo a través de figuras de jardín (¡tomen nota parques occidentales!):


Lo dicho, a mano izquierda se abre ante nosotros uno de los elementos más icónicos de China Dinosaur Park, un gran lago artificial donde podemos localizar una familia de braquiosaurios y, al fondo, el gigantesco edificio que localizamos en el otro lado del lago, con un museo dedicado a los dinosaurios (en el centro) y una especie de mirador con tres cuellos de dinosaurio hechos de cemento y un tobogán para descender (a la izquierda):


Vale la pena aclarar que China Dinosaur Park se apunta a esa conocida lista de parques chinos hechos pura y duramente para impresionar al visitante en todo momento, con grandes estructuras de cemento, colosales edificios (la mayoría de veces vacíos por dentro) y zonas de jardines ostentosos.

Justo antes de llegar a las inmediaciones de Dinoconda y siempre bordeando el lago, localizamos unas paraditas que podremos encontrar a lo largo de todo el parque. En ellas podemos adquirir objetos de merchandising dedicados en exclusiva a una de las numerosas mascotas que tiene el parque (cada mascota pertenece a un área del parque y a una especie bastante conocida de dinosaurio), en este caso vemos el puestecito dedicado a la amarilla triceratops:


Pese a que la mascota principal del parque es, como es lógico, un tyranosaurus rex de color anaranjado (amantes de Pokemon, Charmander está aquí), le acompañan dinosaurios secundarios como esta triceratops, un iguanodon lila, un stegosaurio verde o un braquiosaurio azul. Todo, como es evidente, con tonalidades pastel y aspecto cartoon, para facilitar la venda de merchandising principalmente infantil.

El reino de la imponente Dinoconda

Llegados a este punto me imagino que much@s de vosotr@s pensaréis lo mismo que yo: parece que el parque escasea mucho en rides y coasters. Y sí, para qué nos vamos a engañar, China Dinosaur Park juega más o menos en la misma liga que World Joyland: poca cantidad de atracciones, enorme cantidad de theming y, en general, la idea de que todo está comprado a tocateja en plan exagerado. Un ejemplo clarísimo de ello es que hasta que no recorremos bien bien un cuarto del parque, no encontramos Dinoconda, que nos saluda en este punto ya a nuestra derecha y mediante una plaza repleta de elementos temáticos que, imagino, tendrán alguna leyenda china como telón de fondo:


Una mezcla de guerrero salvaje con patas de dinosaurio y una princesa que recuerda muchísimo a Khaleesi, de Juego de Tronos, sobretodo por ese diminuto dragoncito que se le apoya en el hombro.

Sea como sea, estas dos estatuas y la fuente entera acompaña a una zona plagada de elementos temáticos con inspiraciones diversas que rodean la maraña de acero rojo y gris que comporta la 4th Dimension de S&S:


Con Dinoconda sufrimos de una manera bastante desagradable el efecto de las operativas chinas. La coaster estaba en teoría abierta, no llovía sino que únicamente había esa niebla fina que cubría todo el parque, pero por razones que todavía desconocemos el parque frefería tener cerrada por completo la coaster hasta poder tener un pronóstico del tiempo más fiable. Teniendo en cuenta que la operativa era con un sólo tren, el único motivo que podría justificar un cierre o parada de funcionamiento sería la poca visibilidad. Por lo que al llegar nos encontramos Dinoconda cerrada, pero no por completo. El ride-op situado en la entrada nos decía (en un inglés bastante primitivo) que la coaster no abriría hasta que el tiempo no mejorase:


El problema es que el tiempo estaba estancado por completo y ni mejoraba ni empeoraba. Fuimos pacientes y decidimos visitar el resto del parque para que, en el momento en que la viéramos funcionar, lanzarnos hacia ella sin piedad y poder completar por lo menos un ciclo.

No fue hasta dentro de unas tres horas, con casi todo el parque visitado, que pudimos acercarnos y verla en funcionamiento, por lo que corrimos dispuestos a poderla probar. Nos adentramos en las colas y vimos que la cantidad de gente esperando era mínima:


El problema es que la meteorología volvió a jugar en contra nuestra y, por lo que indicaban mediante los altavoces que alimentaban de música las colas, la coaster volvía a quedar totalmente parada hasta próximo aviso. Lo bueno es que las colas se vaciaron hasta quedar solamente varias decenas de visitantes pacientes que aguantamos estoicamente a su reapertura.

Durante una larga hora estuvimos esperando pacientemente, llegamos incluso a entablar cierta conversación con un chaval chino que se interesó por nuestro aspecto y habla (como recordaréis, ser occidentales y visitar este lugar es sinónimo de fotografiarse o que te fotografíen como si de un bicho raro se tratase). El chico nos explicó su experiencia en varios parques, por lo visto era un park-freak de la región y atesoraba varios parques en su curriculum personal. Su sorpresa vino cuando le mostramos nuestra lista de parques y le explicamos nuestras experiencias alrededor del mundo, momento en el cual pasamos a ser algo así como dioses para él. Cosas así son las que alimentan la leyenda del RCT...


El tiempo nos concedió una pausa y tras un cuarto de hora de llovizna, lanzaron un primer tren completando el clásico testing vacío. El jolgorio despertó de repente en las colas y todo el mundo empezó a aplaudir y a corear palabras que se escapaban a nuestro entendimiento. Dinoconda estaba abierta por fin y podríamos catarla en toda su grandeza y esplendor:


Tras una veintena de metros a través de laberintos de vallas de madera, entramos en un gran edificio cubierto donde se situaba el desproporcionado andén de carga y descarga de la coaster. Por fin teníamos delante un monumental tren de coaster que habíamos podido ver decenas de veces en vídeo pero que, por primera vez para los 3 integrantes del grupo, podríamos probar en nuestras carnes. La emoción en este punto se palpaba por completo, añadiríamos un nuevo modelo a nuestra lista de experiencias, el codiciado 4th Dimension de S&S:


Sin andarme con muchos rodeos, os dejo a continuación un montaje en vídeo ofrecido por el incombustible Robb Alvey de ThemePark Review y que os mostrará de manera fiel qué aspecto, sensaciones y recorrido ofrece la espeluznante Dinoconda:


Lo primero que vale la pena destacar es que el tren llega y sale de estación con los asientos totalmente de espaldas, pero hay que entender que con este modelo de coaster en cualquier momento puedes pasar de ir de espaldas a ir de frente, en cuestión de décimas de segundo.

El segundo punto que destacaría es la sobreprotección que se tiene en esos asientos. No solamente son envolventes y enormes (fijaos en la apertura de piernas que hay que llevar en todo momento) sino que hay tres protecciones para fijarnos en el asiento: un arnés de hombros que sujeta nuestro abdomen al tren, dos cinturones (uno a cada lado) que fija el arnés a los laterales de las costillas y un segundo arnés que fija la protección de la nuca a la altura del viajero. La sensación tras colocarse este armazón de acero y plástico es que de allí no sale uno ni aunque lo quiera.


Tras la salida de estación el asiento nos provoca un par de sacudidas simpáticas en las que 1) vemos la capacidad de giro del eje de los asientos y 2) nos damos cuenta de que quizás tanta sobreprotección no va a ser beneficiosa del todo ya que ya sólo en esas pequeñas sacudidas el cuerpo, la espalda y las piernas sufren una convulsión molesta. Encaramos el lift:


Como podéis observar, pese a la opresión de distintas protecciones y a los golpecitos iniciales, uno todavía ascendía por el lift con alegría, con la apreciable compañía de un vecino chino a mi lado (los pies descalzos de arriba son los de Luis y Jaume). El lift es un episodio de la coaster bastante intrigante puesto que lo hacemos para atrás, por lo que vamos viendo una panorámica muy abierta del parque pero a la vez sabemos que, en cualquier momento, nuestro cuerpo girará por completo.

Poco menos de un minuto después giramos hacia atrás ligeramente para completar el extraño pre-drop y segundos después el asiento nos sitúa completamente horizontales, con una vista impresionante del suelo a una altura espectacular. Rápidamente y en el aire describimos un círculo de 360 grados antes de que el drop llegue a su fin, a escasos metros por encima del suelo, completando el que posiblemente sea uno de los immelmans más bestias que jamás haya superado, bautizado por la compañía norteamericana como inside raven turn.

Giro de 360º de nuevo y encaramos un mayúsculo zero-g que poco o nada tiene que ver con los que ofrecen los suizos Bolliger & Mabillard. Nada de fuerza G suspendida, lo único que conserva este elemento es la forma, pero como el tren lo supera dándonos un giro sobre nuestro propio eje, el descontrol se apodera de nosotros. Es en este punto donde dejamos de tener consciencia de hacia dónde vamos o qué dirección llevamos. Dinoconda acaba de tomar las riendas y, como ocurriera en aquella espectacular Sky Scrapper, somos peleles llevados a voluntad por un veloz y desbocado tren de acero:


Pasamos a través de una curva peraltada realizando extraños giros con el eje central del tren (la curva es exactamente la que veis aquí encima) y encaramos un elemento que se me hace terriblemente difícil de describir. La composición es fly to lie + outside raven turn + lie to fly, pero voy a tratar de explicarlo sin que quede tan técnico: primero pasamos de estar de cara al recorrido a estar de espaldas al recorrido (similar a como iniciamos el layout). Luego las vías hacen un quiebro extraño acompañado de un giro de los asientos y encaramos un elemento similar a un dive-loop pero a través de la parte exterior (fuerzas G positivas, venid a mi), este elemento nos vuelve a dejar de cara al recorrido durante unos segundos (lie fo fly).

Finalmente una sencilla torcedura de vías y giro de ejes nos vuelve a colocar de espaldas al recorrido para realizar la frenada final en una larguísima e inclinada recta de brakes finales.


Nuestra consciencia vuelve a nosotros, volvemos a saber en qué dirección vamos y lo más importante: la lluvia de golpes y de giros inesperados ha cesado por completo. Volvemos a estar a salvo.

Porque cuando uno recoge su photo-ride y vuelve de nuevo al exterior de Dinoconda lo primero que piensa es: menuda galería de palos me he llevado, uno detrás del otro y todos seguidos. El cuerpo sale magullado, torcido por completo, con la sensación de que acabamos de atravesar no 4, sino como 20 dimensiones. Hemos pasado de estar de espaldas a estar de cara media docena de veces, además de haber girado sobre nosotros mismos otra media docena más. Si a todo eso le sumamos la galería de extrañas inversiones que ya de por sí realiza el recorrido, Dinoconda se convierte en algo totalmente extraño, una coaster difícil de encasillar y, sobretodo, difícil de creer.

El problema es que pese a que fue la tercera de su generación (tras la fatídica X2 y la olvidada Eejanaika) parece que el sistema de giros del tren no se ha perfeccionado para nada y ha continuado usándose, para desgracia del cuerpo del viajero.

Si a eso le sumamos una sobreprotección exagerada que hace que te golpees constantemente el cuello y la espalda contra el asiento, además de oprimirte muchísimo el abdomen y el pecho, Dinoconda se convierte en toda una experiencia dimensional, sí, pero también en un bamboleo de contusiones corporales sin medida. Ya lo visteis en la entrada del otro día, la sitúo en un punto intermedio en el fatídico ranking del dolor.

*****

Dejamos hasta aquí el análisis de China Dinosaur Park ya que todavía nos queda mucho, muchísimo por analizar y comentar, pero la descripción del recorrido y sensaciones que ofrece Dinoconda se ha comido casi la mitad de la entrada, por lo que prefiero narrar todo con más calma y tiempo.

Como podemos ver hasta el momento, China Dinosaur Park ofrece puntos muy espectaculares y bastante únicos no solamente con respecto a China en general, sino también conforme a los grandes parques temáticos repartidos por el mundo ya que nunca antes hasta el momento nadie se ha propuesto tematizar un parque en dinosaurios por completo.

Todo un difícil reto completar Dinoconda, un reto que finalmente tuvo su recompensa tras superar el miedo al cierre por el mal tiempo, la larga espera en sus colas y la batalla de golpes ofrecida por su protección excesiva. No os perdáis la próxima entrada de Bloggercoaster donde acabaremos de recorrer toda la extensión de terreno que nos ofrece este parque.

4 comentarios:

  1. Por lo que leo la 4th Dimension de S&S parece bastante buena en cuanto a sensaciones y nuevas experiencias en una coaster pero la combinación del tipo de asiento y el sistema de arneses de seguridad perjudican notablemente el resultado final. ¿Crees que podría solventarse el problema diseñando desde cero nuevos trenes?

    Entiendo que este modelo es prácticamente un prototipo, solo hay 3 en el mundo y con idéntico trazado. ¿Puede ser esto un fallo de lo que sería la "versión beta" y veremos una evolución a mejor?

    Voy al grano. ¿Cual es tu opinión sobre el futuro (o sin futuro) de este tipo de coasters? ¿Podría ser el siguiente paso de B&M? Después de las wing coasters solo se me ocurre hacer los asientos giratorios.

    Gracias por la entrada. Ya tenía ganas de leer análisis de parques ;)

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  2. Bueno, yo creo que más bien es debido al sistema que se usa para generar los giros en el asiento, sumado a la consecución de curvas en el layout. Si esta coaster ofreciese un recorrido totalmente recto, sin ninguna curva o torcedura en su vía, posiblemente no sería tan dolorosa para el cuerpo como lo es actualmente.

    Aún así hay a quien le gusta esta sensación de vapuleo, como sucede con algunas woodies en todo el mundo, por lo que no creo que usando el mismo sistema haya evolución.

    De hecho S&S ya está trabajando en una versión 2.0 en la que los trenes funcionan mediante un motor independiente en cada fila de asientos, por lo que el ahorro en acero para las vías sumado a la versatilidad del sistema, pueden suavizar un recorrido ciertamente movido.

    Habrá que ver cuál es la siguiente jugada. Lo que si me juego a contestar desde ya es que B&M están muy contentos con lo que ya venden, no creo que se animen a evolucionar mucho más allá de lo que ya ofrecen (y que es mucho, considerando lo conservadores que son siempre).

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  3. Gran análisis, como siempre. El problema que le veo a estos parques es la inconsistencia tematica. Me explico, estas en una zona con un theming currado, de enormes proporciones... Y de repente sales a una zona que solo tiene jardines (bonitos en este caso). Preferiria un theming mas repartido. También tiene incongruencias, como el puesto de merchandising amarillo chillon que sale en esta entrada, estilo feria, o el interior del restaurante de la siguiente entrada.

    Sobre Dinoconda... El track es suave? Recuerdo leer que Eejanaika era mas dura que X2 porque la fabrica en la que hicieron el track tenia peores calidades. Y esta, siendo en china... Pues peor todavia. De todas formas es una pena, porque es un concepto con grandes posibilidades.

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    1. El problema es que el theming más repartido no permite grandes formaciones de theming... de hecho es algo que ocurre en casi todos los parques (inclusive los grandes). Hay altibajos constantes en el nivel de theming, precisamente para dar relevancia a las majors y otorgarles mucho más protagonismo usando pautas de descanso visual como viales neutros, jardines, avenidas de árboles, etc.

      Sobre Dinoconda poco puedo decir de la suavidad del track porque las vibraciones que podría transmitir están totalmente distorsionadas por los giros del asiento y por la posición en la que uno viaja respecto al track. Pero no recuerdo vibraciones, sino vapuleo del cuerpo. Vibraciones quizás las justas de una coaster de este tamaño y peso.

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