domingo, 10 de abril de 2011

SésamoAventura (parte 2)


PARTE II

Ayer analizamos en el blog la primera parte de la novedad que nos ofrece el parque temático PortAventura para este 2011: SésamoAventura. Como ya pudimos ver (click aquí para leer primera parte) el área nos presenta una recopilación de rides más o menos novedosas envueltas en un theming generalmente infantil y basado en el mundo de fantasía que caracteriza la popular serie televisiva de Sesame Street, con personajes como Epi, Blas o Elmo.

En la entrada de ayer analizamos el primer sector, de vital importancia pues da literalmente la bienvenida a todos los visitantes y contiene el primer impacto visual sobre los niños y sus familiares. Hoy vamos a hablar de la franja o sector 2 que comprende la zona central y sus edificaciones correspondientes: Árbol Mágico, La Casa del Agua, Tami Tami, el Teatro Aventura, La cocina de Epi y la Chikitienda.

De la misma manera que ayer, comentaremos una por una estas rides y partes haciendo hincapié en el aspecto técnico, las sensaciones directas al visitante y observando mediante fotografías detalladas el aspecto visual de cada uno de estos fantasiosos ingredientes infantiles.


Sector 2: El corazón de SésamoAventura

El Árbol Mágico

Concebido desde buen principio como auténtico centro del área, podríamos definir esta enorme estructura como punto central rodeado por todos los principales elementos que conforman la zona, convirtiéndola en un símbolo plenamente, aunque como veremos hay ciertos aspectos que le restan la importancia que debería tener.

El famoso Árbol Mágico nos recibe en la plaza central sonriente y colorido.

Hablamos en base a una estructura irregular con forma de árbol (aunque no realista, cabe decir) de una decena de metros de altura que contiene dos niveles distintos de visita y está colmada por una copa repleta de ramales que sustentan semiesferas de color verde.


Como podemos ver, el interior únicamente consta de un pequeño pasillo en L

En el nivel más bajo, a nivel de calle, podemos acceder al interior del árbol aunque cabe decir que la decepción que os llevaréis es mayúscula, pues no contiene absolutamente nada. Tiene dos accesos, uno frontal (decorado con una sonriente cara y unos ojos que, si no me equivoco, en un futuro deberían moverse de alguna manera) y uno lateral situado en la parte izquierda y que da directamente a la parte trasera de Tami Tami en dirección al Teatro Aventura.


Las vistas desde el mirador del árbol son muy privilegiadas, ideales para sacar fotografías.

Ambas salidas conforman una pequeña L cubierta por cemento pintado que, para nada, simula el interior real de cualquier gran árbol. Más bien invitan al vandalismo siempre presente en el parque ya que, para más añadido, hay un par de huecos (no se exactamente destinados a qué) en forma de estantería, que bien podrán ser identificados rápidamente como papeleras improvisadas. Todos sabemos qué rápido se da en PortAventura el fenómeno de identificar cualquier hueco con una papelera.


En la copa del árbol podemos encontrar varias figuras estáticas como gusanos o pájaros.

Al segundo nivel de visita se accede por la parte trasera, en frente de Magic Fish, y se asciende a través de una escalera de madera que inicia una gran estructura que rodea el árbol a una altura de unos 5 o 6 metros, lo cual facilita una panorámica completa de todas las rides, caminos y estructuras del área. Desde aquí se pueden hacer algunas de las mejores fotografías del lugar y, a la vez, contemplar con calma y tranquilidad el discurrir de la gente en el recinto.


Detalle de las ramas y las "hojas"

Cabe decir que en ningún momento hay elemento mecánico alguno, ni animatronics, ni música instalada, por lo que un elemento que aparentemente necesitaría plena atención por parte del visitante queda renegado a ser un mero objeto de curiosidad: el visitante lo ve, pasa por su interior, sube las escaleras, da una vuelta, baja y se olvida del árbol para el resto del día.

Obviamente el acceso a este elemento más estético que funcional no está restringido a ninguna edad y puede acceder quien lo desee en cualquier momento.

La Casa del Agua

Realmente me llevé una sorpresa con este elemento que, para nada, esperaba que fuese tratado con tal importancia. En un esfuerzo por aproximar algo tan irrelevante y menospreciable como son los servicios (WC) a la temática especial de Barrio Sésamo, SésamoAventura nos presenta en una de las esquinas del área esta edificación que no es más que un lavabo para los más pequeños (junto al correspondiente edificio para los mayores, claro está).



En un edificio con carcasa exterior temática parecida a la Polynesia encontramos en su interior un gracioso lavabo para niños, con todo hecho a medida para ellos y una tonalidad cromática entre el blanco y el verde, muy harmonioso cabe decir.


El WC en la versión infantil está situado dentro de una de las cabañas originales de la zona.

En la edificación colindante encontramos la versión para adultos, con una presentación mucho más austera, aunque correcta. Cabe decir que la capacidad total de los servicios me pareció del todo insignificante para el flujo total de visitantes que, presumiblemente, habrá en esta zona (especialmente en fechas de alto attendance).


La versión adulta presenta un acabado mucho más sobrio y quizás demasiado simple.

Un alejamiento claro a la intencionalidad creativa que sí han demostrado otros parques que, en un acto de lucidez más correcto, han tratado de otorgar temática a sus servicios sin caer en el despropósito como es este caso. No por pintar bigotes a una señal de WC vamos a sentirnos dentro de unos lavabos mexicanos.



Tami Tami

Lo he de confesar (y muchos de vosotros y vosotras lo sabíais ya) Tami Tami siempre ha sido mi favorita. Desde que la estrené en 1998 ya me encantó y desde entonces la vengo teniendo en un pedestal, considerándola hasta ahora como uno de los mejores ejemplos de coaster kiddie que encontramos. Ahora, tras la restauración y retematización de la que ha gozado, he de decir que plenamente Tami Tami ES la mejor kiddie con muchísima diferencia.



Partiendo del concepto original que tuvo en su creación han sabido actualizar su aspecto, integrándolo en el claro theming cartoon que rodea a todo el área nueva e impregnando de más autenticidad a la pequeña coaster de Vekoma, otorgándole un volumen de integración muy digno.


Las nuevas vistas que ofrece la coaster, totalmente visible en 360º, son hermosas.

Las novedades substanciales que encontramos es que, a diferencia de como era anteriormente, se han eliminado las rocas traseras (herencia directa del añorado Tifón, que ocupó el terreno original) y ahora un camino recorre esa parte trasera, por lo que podemos visualizar la coaster prácticamente desde cualquier ángulo limítrofe al pequeño lago.


La parte trasera de Tami Tami ofrece este aspecto desde la plaza del Árbol Mágico.

El recorrido de colas es exactamente el mismo que teníamos en la primera versión, sólo que ahora los soportes de barandillas han sido decorados con exóticas pinturas tribales.

Otra diferencia substancial es que los soportes de la coaster, originalmente de un color verde oscuro, han sido repintados con una pintura marrón imitando el vetado de la madera y decorados con cuerdas trenzadas en la parte que está en contacto con las vías, dándole un aspecto mucho más tropical. Las vías siguen siendo del mismo color amarillo chillón, aunque también han sido pintadas de nuevo para otorgarle un auténtico aire totalmente novedoso, aunque carguen 12 años a sus espaldas.


Un punto desde el que anteriormente no podríamos haber sacado fotos: la curva de salida.

La estación, con techos originalmente de madera y cañado, ha sido cubierta por un molde enorme que imita la paja con marcado estilo dinámico y colores amarillos chillones, coronada por unas simpáticas figuras de Triqui, Elmo y la Gallina Caponata.

Los aledaños de la coaster también están ahora decorados con una dosis extra de vegetación y 4 enormes tótems que le otorgan mucha más esencia tribal y cierta dosis de respeto, al ser quizás las figuras menos simpáticas de todo el recinto entero.


El tren y el layout ofrecen un aspecto rejuvenecido gracias a sus nuevos colores.

Finalmente la gran novedad y añadido que hace ganar puntos a la coaster reside en sus trenes, que han sido pintados por completo con un aspecto mucho más acorde a la temática de la zona (color marrón claro vetado como de madera) y se ha instalado en el frontal de cada carro una riddercam (o lo que es lo mismo, una cámara que permite grabar, al momento, el cuerpo del visitante que va montado en el tren en esos momentos).


Los trenes incluyen, si os fijáis, las riddercams que permiten hacer videos on-ride del visitante.

Esto añade un aspecto comercial algo más amplio a la ride, que en su primera versión únicamente permitía extraer un photo-ride (previo pago de una cantidad algo elevada, la verdad) y que ahora directamente dinamita los bolsillos de los padres que, extasiados por las reacciones sobrellevadas de sus queridos retoños tendrán que pagar la incómoda cifra de 13,90€ por un DVD con el ¿minuto? de on-ride en Tami Tami con sus hijos.


A la salida una sencilla caseta de madera nos recuerda que podemos adquirir el DVD

En resumen, y como ya he comentado, ahora Tami Tami es una auténtica preciosidad. Me atrevería a decir, sin tapujo alguno, que probablemente estemos ante la coaster con más theming y estéticamente más acorde de todo el parque. Algo que ya de por sí conseguía en su original versión pero que ahora se ha visto totalmente potenciado con su reciente lavado de cara.

Teatro Aventura

Otro de los elementos que prácticamente desde que se supo sobre la existencia del proyecto de la nueva área infantil se mencionó en páginas y foros del sector es el que ahora nos ocupa: un teatro.


El cartel, donde podemos ver los horarios y los ingredientes del show infantil.

En esta ocasión cabe decir que no hablamos de un gran recinto cerrado como pasa en el Gran Teatro Imperial o en la Cantina, sino que el espacio destinado a los espectáculos ha sido reducido y convertido en un recinto mucho más al uso, que permite a los más pequeños disfrutar de la compañía animada de sus enormes amigos peludos. Se trata de una estructura semicircular con un escenario rectangular de unas dimensiones más que correctas (teniendo en cuenta que la escenografía se reduce a un enorme telón y nada más). Envuelve el escenario un techo culminado por las efigies de Epi y Blas, simulando el clásico identificativo cómico/dramático del teatro clásico.


El aspecto del escenario es realmente exquisito, con muy buenos acabados en el telón.

Ofrece este recinto un aforo lógicamente limitado, aunque bastante correcto, formado por 3 niveles distintos de altura. El primer nivel, que consta de 4 filas de hormigón, permite al espectador estar más cerca del escenario y observar sentado la escenificación. El segundo nivel contiene 2 filas de hormigón pero que permiten alternar el visionado de la obra con, por ejemplo, comer como si de una mesa se tratara (un sistema bastante curioso que habrá que ver cómo funciona en términos de limpieza e higiene sabiendo las enormes dificultades de la gente a la hora de limpiar y recoger su propia bandeja de comida).


Si nos fijamos, las filas donde se permite comer incorporan unas mesas para visualizar el show.

Por último hay un tercer nivel colindante con la terraza de la Cocina de Epi (el único restaurante del área) que ofrece mesas de picnic pertenecientes al restaurante pero encaradas en una terraza en alto y con vistas al escenario (algo parecido a una especie de palco elevado).

No logré calcular exactamente las localidades que ofrecen y, teniendo en cuenta que probablemente los datos oficiales exageren de sobremanera, yo diría que pueden caber fácilmente unas 150-200 personas (aunque repito, habrá que ver realmente la distribución que se hará en días de máxima afluencia).


El Teatro Aventura en pleno pase del espectáculo SésamoAventura.

El espectáculo que pude presenciar fue SésamoAventura (sí... originalidad y nomenclatura nunca fueron amigas en los parques) y aunque he de decir que obviamente no soy una criatura a la que vaya dirigido el show, me pareció un entretenimiento correcto, bastante dinámico y completo. Cabe resaltar, a modo anecdótico, que el inicio de la obra trata sobre la búsqueda de objetos que los personajes de Barrio Sésamo deben hacer en el escenario, con objetos tan clásicos de "cuentos de Barrio Sésamo" como el sombrero de PeterPan o la manzana de Blancanieves (y sí, se nombran sin reparos). Coreografías sencillas y la martilleante sintonía repetida una y otra vez a lo largo y ancho del área configuran la práctica totalidad del show, que se estira hasta alcanzar los 20 minutos de duración.


El público (infantil y adulto) aplaude entusiasmado el final de la obra.

Un aviso para los futuros visitantes: procurad llevar gorra o crema solar si pretendéis contemplar el espectáculo, pues aunque he dicho que el escenario está cubierto, lo que son las gradas están totalmente al descubierto, por lo que insolaciones y golpes de calor estarán probablemente al orden del día (más sobretodo si estamos comiendo, como es el caso).

La Cocina de Epi

Justo tras el teatro y en frente de Magic Fish, encontramos el, como decíamos, único restaurante de la zona que sirve comida caliente: La Cocina de Epi. Sin jugar a ser adivino, estoy casi totalmente seguro de que este restaurante fue concebido en su momento para ocupar una extensión algo superior a la que finalmente ha acabado ocupando.


El menú, como en todos los locales de restauración, se nos presenta en forma de cartel.

El concepto es el de fast-food típico del parque (como Moll Vell en Mediterrània, por ejemplo) es decir, te sirven la comida en una barra frontal a la cual accedes tras completar un pequeño laberinto de colas (esta vez hay que felicitar al parque ya que en este punto se encuentran los únicos toldos de protección solar que pude ver en todo el día).


El aspecto del edificio que contiene el restaurante, pequeño pero correcto.

Aunque no comí en él (guardo total devoción por mi querida Cantina), observé un predomino en pizzas, hamburguesas y comida rápida y grasienta en general (todo ello diseñado a base de estratégicos menús que incrementan el precio final, como es lógico).


La terraza es un despropósito de colores, setas, vallas, bancos y demás... demasiado tupida.

Tras obtener la bandeja con la futura ingesta en ella, tenemos tres opciones para poder empezar a comer: sentarnos en la pequeña terraza cubierta de un espeso y tupido bosque de setas multicolor, sentarnos en las mesas de picnic distribuidas en la parte que toca al límite del área y decorada con un muro repleto de flores y animalejos o comer en el Teatro Aventura del que os he hablado antes.


Los bancos para comer presentan un acabado muy logrado con esquinas redondeadas.

Pero en definitiva la sensación que me aportó esta parte es de que todo está muy apretado y que, en horas punta en las que todos sabemos cómo se atestan los servicios de restauración del parque, probablemente haya que renunciar a comer o cenar en este lugar ya que estará literalmente ocupado por carritos y familias disfrutando de su festín.


La zona del restaurante vista desde el mirador del Árbol Mágico, situado justo delante.

La Chikitienda

Una de las primeras edificaciones tematizadas que pudimos ver en los últimos meses del 2010, cuando el área temática no era más que una maraña de tierra, cimientos y tuberías, fue precisamente la que ahora vamos a analizar: la Chikitienda.



Obviamente, si en el área tenemos rides, coaster, servicios WC y restaurante no podía faltar de ninguna manera una tienda y, a poder ser, una tienda totalmente obturada de productos visualmente agresivos, así que de eso se trata este edificio, de una tienda hecha exclusivamente para que las abultadas carteras de los sufridos padres se conviertan en trozos de plástico inservibles al salir por la puerta.


Vista frontal de toda la hilera de casas, sólo destruida por el inquietante Cocopiloto.

La concepción del edificio de nuevo viene a cumplir con el canon casi corporativo del área: estructura estrecha, pasillos y isletas repletos de productos y un sinfín de reclamos visuales en forma de colocaciones originales de producto: pirámides, stands, etc.


Las fachadas de las 6 casas que completan el rincón, clickad aquí para ver al detalle:
VER IMAGEN AMPLIADA

El edificio es alargado y, pese a que la sensación desde fuera es la de que encontraremos diferentes casas que visitar en realidad una vez se accede al interior todo forma parte de un único espacio dividido en 3 secciones: en el lateral más próximo a las vías del tren encontramos un espacio donde podemos adquirir un peluche-funda y, mediante una diabólica máquina esférica repleta de algodón, rellenarlo a nuestro antojo regulando nosotros mismos la cantidad de algodón que se introduce en el sufrido peluche.


En el interior podemos encontrar todo tipo de objetos de culto relacionados con la franquicia.

En la parte central encontramos secciones tematizadas por cada personaje icónico del área, mención especial a Elmo y Coco que, por su color básicamente, dan siempre mucho más juego visual.

En el lateral más cercano a Mariposas Saltarinas encontramos una sección de chucherías y complementos para futuras princesitas (¿he oído Disney?).


Elmo, Blas, Epi, Coco, Triqui, etc.

En total un recinto bastante completo que, dicho sea de paso, sirve de obligado paso si queremos salir de Cocopiloto, es decir que la salida de la ride da directamente al conglomerado de casas coloristas y, por narices, hay que pasar por tienda (igual que sucede con Sea Odissey, por ejemplo).


El gran duelo: azul contra rojo, Triqui contra Elmo ¿quien ganará?

Eso sí, debo decir sin ninguna clase de tapujos, que el uso que se hace de la franquicia de Barrio Sésamo en esta tienda es TOTAL, sin excepción, absolutamente todo lo que se incluye en esta tienda es o bien producto oficial Sesame Street, o bien producto oficial PortAventura con uso de la imagen de Sesame Street, no encontraremos en ningún caso objetos de otras franquicias o sin temática alguna (como sí ocurre en la mayoría de tiendas y en la mayoría de parques). Cabe decir que, en este sentido, PortAventura ha aprendido lecciones muy valiosas de los más grandes parques monotemáticos y ha dedicado, por completo, una tienda a su franquicia estrella.

*****

Extensa segunda parte la de hoy, donde hemos diseccionado al detalle una franja que discurre de punta a punta del área, desde la zona más cercana a la entrada hasta llegar a prácticamente la vía del tren que hace las veces de frontera con los límites del parque.

De la misma manera que en la primera parte, debemos resaltar los pros y los contras de estas edificaciones, observando como pros el inmenso cariño por el detalle en Tami Tami o la Chikitienda, el estudiado trabajo de diseño del Teatro Aventura o el cuidado acabado del lavabo de los niños. Los contras, los ya sabidos: falta de espacio, falta de capacidad (estoy seguro que la saturación llegará, sobretodo en temporada alta) y falta de previsión en aspectos como la interactuación del cliente con el entorno (el árbol que debería hacer algo resulta ser un mero mirador, por ejemplo).

A destacar también el uso de franquicia que, salvo por pequeños detalles como las efigies de Epi y Blas o la completa colección de muñecos de la serie de TV en la tienda, es prácticamente nulo, pudiendo evidenciar el hecho de que si algún día PortAventura pierde los derechos de explotación de Barrio Sésamo, el área temática infantil apenas cambiará en su concepción y pasará a ser un área animada, sin más.

Mañana tocará hablar, en la tercera y última entrada dedicada a SésamoAventura, de Magic Fish, Waikiki, Loco-Loco Tiki, SésamoAventura Station y el Huerto Encantado.

¡Os espero, como siempre, aquí en Bloggercoaster!

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