viernes, 24 de julio de 2015

SheiKra (Busch Gardens Tampa)

Efectivamente, la espera ha llegado a su fin y ahora, después de haber hablado de todo el parque desde el primer hasta el último rincón, después de haber visto todos sus credits al detalle, después de haber descubierto Busch Gardens Tampa hasta su mínima expresión, es momento de fijarnos en la que posiblemente sea, hasta la fecha, la joya más preciada del parque, todavía considerada hoy en día una de las mejores coasters del mundo por muchos entusiastas.

Como hemos podido ver anteriormente, los parques Busch Gardens guardan celosamente sus novedades, les aplican numerosas campañas de marketing y suelen jugar con muchos trucos que generen expectación temporada tras temporada. Quizás es un poco osado, pero la compañía, en muchos aspectos, me recuerda a una versión yankee de la europea Merlin Entertainment.

Y hoy, en Bloggercoaster, vamos a descubrir todos los trucos que se esconden tras la poderosa estructura de SheiKra, el credit que revolucionó por completo el mundo de las coasters extremas hace más de 10 años.


Ataque vertical de marketing

Fue a principios de 2002 cuando Mark Rose, por entonces vice-presidente del parque, visitó Alton Towers y quedó maravillado con un prototipo de coaster que había causado furor entre los entusiastas europeos desde 1998: Oblivion, la primera dive machine de B&M. A la vuelta, decidió proponer a la junta directiva del parque y a la compañía que gestionaba el parque una futura novedad, una novedad que no solamente revolucionaría todo el contenido del parque en sí, sino también el mundo de los parques temáticos y de atracciones en general.


Inicialmente el proyecto que Mark Rose puso sobre la mesa medía un total de 49 metros de altura y proponía un viaje por parte del aventurero visitante a través de las cataratas del Niagara a través de idas y venidas por cascadas y valles repletos de turbulentas aguas (recordemos que la zona elegida estaba ya por entonces rodeada de una big-splash y un flume). A la dirección pareció no acabarle de gustar el proyecto por la "escasa" espectacularidad de las medidas, ya sabemos como son los norteamericanos para este tipo de menesteres, así que añadieron unos cuantos metros más de altura, un theming algo más elaborado y así fue como meses después el parque presentaba al gran público su deliciosa novedad para 2005, SheiKra:


Con un público totalmente expectante, mucho antes de la publicación de este vídeo (concretamente en abril de 2004) el parque pidió una licencia de obras que le fue incontestablemente concedida, por lo que los entusiastas supieron entonces que el parque tenía prevista la construcción de una coaster, un restaurante y una tienda. Además durante esas semanas se empezaron a ver obras para quitar el track de Serengeti Express, el tren que pasaba y pasa actualmente por la zona.


Desde mayo de 2004 hasta octubre de ese mismo año el parque prosiguió con las obras por la zona, instaló una serie de totems y tikis alrededor del lugar donde se daban algunas pistas de la naturaleza de la coaster y fue en octubre de 2004 cuando el parque registró la marca "SheiKra" (una especie de águila que se encuentra en ciertas regiones de África), siendo una semana después presentada oficialmente la que sería la primera dive machine o dive coaster de EEUU.


La adquisición del gigante rojo y azul no respondía únicamente a una ingente cantidad de dinero entregada en mano a Bolliger & Mabillard, la empresa que diseñaría y fabricaría la coaster, sino también a un genial acuerdo por parte de SeaWorld Parks & Entertainment (dueños de la franquicia Busch Gardens) cuya cláusula especificaba que NINGÚN otro parque que no fuese propiedad de esta empresa podría contactar, contratar y pagar un proyecto de dive machine en todo Estados Unidos. El acuerdo además se extendía a que ningún parque en todo el mundo podría pagar por un proyecto con un layout igual al del parque de Florida durante los próximos 5 años.


Pese a que el acuerdo caducó en 2009 (momento en el cual Happy Valley Shanghai encargó su particular dive machine, clónica de SheiKra) el movimiento de marketing y de gestión que supuso este acuerdo permitió a Busch Gardens implantar un modelo de coaster totalmente revolucionaria en el país, algo que mantuvo a los parques de Williamsburg y Tampa en una cómoda y privilegiada posición de reconocimiento durante 3 o 4 temporadas (ya que además Griffon, la segunda dive machine que la empresa encargó para el parque de Virginia, se inauguraría dos años más tarde).


Después de casi 4 años de trabajo y más de 6 meses de construcción, a principios de 2005 la coaster adquiría su punto más alto y, tras ello, los primeros testings empezaban a cobrar sentido en los admirados rostros de los visitantes. Más tarde, el 21 de mayo de 2005, quedaba inaugurada la primera dive machine de EEUU, con un coste total de 13,5 millones de dólares:


Posteriormente, en 2006, con el proceso de construcción y posterior inauguración de Griffon en 2007, Bolliger & Mabillard propuso una manera de incentivar todavía más el hype que por entonces, casi dos años tras su inauguración, SheiKra había perdido ya. Para ello decidieron instalar en la coaster los nuevos trenes floorless, que sin modificar un ápice del layout de esta coaster permitirían al viajero experimentar, si cabe un poquito más, la poderosa fuerza de la gravedad en suspensión en el vacío:


Años después, en 2013, el parque afrontó la última renovación que ha tenido la coaster, una renovación que incluyó la limpieza y restauración de algunos elementos de theming y estación, además de el repintado total de la coaster con los colores originales que tuvo desde su inauguración (ya que como os he comentado varias veces, el sol de Florida es totalmente abrasador).

Caída a plomo, cual águila salvaje

Todo empieza en SheiKra como empiezan la mayoría de los credits de Busch Gardens Tampa (y por extensión los de la compañía en todos sus parques), con un paso previo por taquillas en caso de cargar una bolsa o mochila a nuestras espaldas. Pagado el dolar que cuesta la taquilla, es momento ya sí de acceder tras unas laberínticas colas a través de unas escaleras hasta la estación, situada a unos 10 metros de altura sobre el nivel del vial, apartada de la vista del visitante:


Una vez elegimos nuestra fila en los trenes y pasamos los tornos es el momento de empezar nuestro viaje por SheiKra. Como ya sabéis, la política de Busch Gardens respecto a los point-of-view oficiales (con la cámara bien montada en la coaster) es tajante y actualmente es imposible encontrar un onride en condiciones, así que he optado de nuevo por la clásica opción de Theme Park Review, con la que podremos ver y seguir el recorrido completo de esta coaster:


Salida de estación con curva ligeramente descendente a la derecha, apenas sin peralte y con entrada directa al lift, un lift que nos elevará con una asombrosa verticalidad de 55 grados hasta el punto más alto de la coaster, a 61 metros de altura:


Como en el resto de coasters de este tipo, encararemos una curva que cambiará la dirección del recorrido en casi 90º, en esta ocasión hacia la derecha, y nos llevará hasta el inicio del drop:


Una de las grandes particularidades de las dive machine de B&M es que en el drop añaden un elemento que frena por completo el tren hasta encararlo en una posición próxima a los 60º, una inclinación que permite que la mayoría de las filas del ancho tren pueda observar, durante un par de segundos, el vacío que le espera. Son 2 segundos de disfrute para los más atrevidos y de completa agonía para los más asustados:


Tras este tortuoso paso, ya no nos queda más que sobrevivir a la caída de 60 metros en una verticalidad absoluta que hará que el pesado y gigantesco tren adquiera unos temerarios 113km/h en su punto más bajo:


Recepción del drop en la parte más baja, punto en el cual unos sensores de movimiento y unas cámaras de última generación sacarán la preciada photo-ride:


Y es justo en este momento cuando el tren encara uno de los elementos más espectaculares y grandes de la coaster, un immelman de tamaño colosal mediante el cual adquiriremos una curvatura total hacia la izquierda:


Pasado este elemento en el cual se nos habrá invertido por completo en relación al horizonte, pasaremos por un mero trámite de hélice ascendente panorámica con peralte y dirección hacia la izquierda, poco a poco el tren, por su propio peso, irá bajando de velocidad hasta entrar de una manera muy suave en una pequeña sección de MCBR's antes de encarar el segundo drop:


Este segundo drop, lejos de la espectacular altura del primero y mayor, encierra en su interior varias características que le hacen rivalizar directamente con el primero. Si bien no adquiriremos tanta velocidad como con el inicial, el hecho de que no se nos frene al encarar la caída hace que el tren circule a unos 10 km/h antes de caer, lo cual hace que si viajamos en la tercera fila del tren, sintamos un placentero y nada esperado floating airtime:


Como podéis apreciar en las fotografías, la mitad de este drop discurre por el interior de una gigantesca torre de barro a través de la cual nos adentraremos en el interior de la tierra por un túnel que atraviesa el estanque que unos metros más adelante pasaremos.

Se presenta ante el visitante otro elemento muy fotogénico e interesante, aunque primero tendremos que salir del túnel:


Y es que aquí podemos encontrarnos con una gran curva panorámica hacia la derecha, bastante cerrada en su máximo peralte y que pasa justo por encima del restaurante Zambia Smokehouse, del cual os hablé en la entrada que dediqué al área donde se sitúa la coaster, Stanleiville:


Esta curva gira de nuevo la dirección de la coaster 90º para adentrarnos, tras un pequeño descenso, en la parte más visual y esperada de todo el layout:


Y es que una de las más poderosas armas que presentó SheiKra en su promoción inicial fue el splash que ofrecería de cara al visitante de los alrededores de la coaster, un splash creado con un sencillo mecanismo de acero añadido al tren de la coaster y que por primera vez no dependería de un mecanismo externo, sino que aprovecharía la fuerza y velocidad de los trenes para expandir un poderoso chorro de agua hacia los laterales del tren. Para ello era simplemente necesaria una sección de recta de unos 30 metros de longitud por donde el tren circularía a muy poca distancia de la superfície del agua y sin variar un ápice la inclinación de los raíles:


En contacto con esa superficie, el resultado es más que evidente:


Un gigantesco splash sigue todo el recorrido del tren durante esos metros, levantando por los aires a más de 20 metros de altura sendos muros de agua refrescante que, aunque la mayoría quedan recogidos por el propio estanque, en una pequeña porción salen despedidos a los laterales, mojando a los visitantes que observan este tramo desde la orilla:


Una vez atravesada esta zona, el tren volverá a subir unos 8 metros de altura para situarse en una última curva panorámica hacia la derecha que va a parar directamente a los brakes finales de la coaster, que nos frenarán, nos harán pasar por delante de la zona del transfer (que posibilita el añadido o restado de trenes) y nos conducirán directamente a la estación, donde podremos abandonar los trenes y despedirnos, por el momento, de la todopoderosa SheiKra.

Algunos datos de interés...

  • Nombre: SheiKra
  • Fabricante: Bolliger & Mabillard
  • Parque: Busch Gardens Tampa
  • Modelo: dive machine / dive coaster
  • Longitud: 971,7 metros.
  • Altura máxima: 61 metros.
  • Velocidad máxima: 112,7 km/h.
  • Máximas G's: 4G
  • Presupuesto: 13,5 millones de dólares (unos 15 millones de euros)
  • Recolocada: no.
  • Año de construcción: 2004-2005
  • Colores: raíles rojos, footers ocres o camuflados y soportes azul oscuro.
  • Theming: africano.
  • Attendance: 1400 personas por hora.
  • Inauguración oficial: 21 de mayo de 2005

La intensidad es posible en una B&M

Supongo que esta fue la premisa que la mayoría de los entusiastas fueron anunciando una vez probaron, progresivamente, la grandeza de SheiKra así como la posterior construcción en el parque de Williamsburg de Griffon. B&M se había dedicado a plantar por el mundo en esos primeros dos modelos de credits que rompían ligeramente la intensidad a cambio de una mayor comodidad para el viajero: las coasters modelo flying-coaster y las hyper-coasters.


SheiKra en cambio recuperaba de nuevo la sensación de velocidad descontrolada, caída, altura, verticalidad y cierto nivel de intensidad que había perdido en sus últimos encargos.


No perdía sin embargo la comodidad que otorgan al viajero los comodísimos trenes de la coaster, ni siquiera teniendo como arnés el aparatoso over-the-shoulder de los suizos.


SheiKra es un credit que destapa por completo lo salvaje del entusiasta, desata tus gritos y te ofrece varios puntos de disfrute máximo dificilmente igualados por cualquier otro credit en el mundo. Tanto el drop (absolutamente sobrecogedor) como el triplete de elementos tras el segundo drop (drop + túnel + splash) convierten a esta coaster en una compacta forma de demostrar al mundo que por muy grande y pesado que sea el tren de una coaster, ello no imposibilita la dinámica de ofrecer al viajero un recorrido sin apenas fisuras, genialmente equilibrado.


Otro punto a favor que convierte la coaster en un elemento de admiración temática por parte del visitante al parque es precisamente ese splash, que hace que incluso las personas que no se aventuran a acceder a la coaster y subir esos desafiantes 61 metros de altura, puedan disfrutar de un remojo totalmente gratuito, algo que es muy de agradecer en un estado de EEUU donde la mayoría del año las temperaturas rondan los 35º y la humedad se incrusta en la sufrida piel del turista.


A mi llegada del viaje no tuve reparo alguno en meter SheiKra en mi particular TOP10 y es que sin duda estamos ante un credit que marca un antes y un después en el viajero. Quizás a día de hoy sí que hayamos sentido todas las sensaciones que ofrece SheiKra en alguna coaster alrededor del mundo (al fin y al cabo las Eurofighters de Gerstlauer o el modelo ElLoco de S&S ya exploran inclinaciones de vía que superan de lejos los 90º) pero absolutamente ninguna de ellas las lleva hasta el extremo de suavidad y disfrute que le otorgaron los suizos a esta obra de arte e ingeniería en Busch Gardens Tampa.

*****

Y hasta aquí el análisis y opinión de SheiKra, un credit al cual hacía muuuchos meses que tenía ganas de hincar el diente y ofreceros mi particular punto de vista ya que creo que se debe tener en cuenta mucho si nos decidimos a crear un mapa de las mejores coasters que nos puede ofrecer el prolífico país de EEUU.

El tándem SheiKra + Griffon es sin duda un "must" que el entusiasta de cualquier punto del mundo debería probar una vez en su vida, para poder experimentar sensaciones que hasta día de hoy se conocen como únicas (a excepción de lo que podamos encontrar en algunos puntos de China o en las dive machines menores que han ido poblando estas últimas temporadas Europa).

SheiKra marcó un antes y un después en la era de los desafíos entre empresas gestoras de parques y fue un guante desafiante que tuvieron que recoger, imposibilitados para construir este mismo modelo, parques tanto de Six Flags como de Cedar Fair.

2 comentarios:

  1. ¿Ningún otro parque de Estados Unidos que no pertenezca a la compañía puede construir una Dive? ¿O la cláusula se refiere solo a este modelo en concreto?

    Si se refiere a ningún tipo de Dive me imagino que habrán tenido que pagar una millonada, de lo contrario no me explicaría que B&M haya aceptado ese trato. Si conoces bien la historia o puedes aportar más datos sobre esto sería de agradecer porque es la primera vez que sé de algo así y me parece interesante.

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    1. Como podrás imaginarte, realmente el contrato específico jamás saldrá a la luz y la única info que consta es la que se coló por aquella época en forma de filtraciones o declaraciones (en ese caso Screamscape suele ser una gran fuente de info).

      El tema es que por lo visto SeaWorld Parks & Entertainment blindó por completo (pagando, está claro) el hecho de que cualquier parque del mundo pudiera construir una dive-machine clónica de Sheikra (con las mismas medidas, elementos y demás).

      El contrato se extendía durante 3 años (de 2005 a 2008), es por eso que en 2008 B&M pudo construir una dive machine en Chimelong Paradise (China).

      Como también expiró el contrato de usar el recorrido clónico de SheiKra, en 2009 fue Happy Valley Shanghai el que construyó una dive-coaster clónica a Sheikra (aunque en modo espejo, es decir, volteando los elementos al lado contrario).

      Con esto lo que la empresa consiguió es frenar por completo la voracidad que por entonces tenían las empresas estadounidenses (recordemos que esto sucede antes de que la mismísima Six Flags entre en quiebra varios años después) y conseguir una exclusividad muy cómoda que todavía le dura hoy en día.

      Posteriormente la salida de nuevos modelos y la búsqueda de nuevos récords ha hecho que los parques estadounidenses pierdan el interés por este modelo y apuesten por otro tipo de coasters o de fabricantes.

      Algo similar a lo que pasó con las dive-machine suele ocurrir con las compras masivas que hacen Cedar Fair y Six Flags. Pueblan sus parques de una manera escandalosa con algo que se pone de moda (Windseekers, Loop coasters, Air Races, etc). Hay empresas que se prestan al juego (ten en cuenta que hablamos de millones de dólares) y hay otras que deciden ir por libre.

      En Europa apenas tenemos idea de lo que es la rivalidad entre parques... pero en EEUU el tema llega a niveles muy enfermizos.

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