lunes, 6 de julio de 2015

Bitácoras desde USA (parte 8)


Poco a poco la ruta del Roller Coaster Team TOUR de 2015 va llegando a su objetivo final, aunque todavía nos quedan por delante 3 jornadas más contando la de la bitácora que a continuación mismo podréis leer y ver.

A estas alturas del juego hay un montón de ingredientes que, como alforjas en un hipotético burro de carga, añaden peso y más peso en la mochila que cargamos a diario por los parques norteamericanos: el cansancio de caminar muchos kilómetros a diario, el castigo gastronómico a nuestros estómagos, la insolación y el calor repentinos, el sueño acumulado noche tras noche o la nostalgia de disfrutar de una noche de verano en nuestras casas.

Pero aún así nos queda hueco para, en una octava jornada de viaje, volver la mirada hacia atrás (concretamente 4 años atrás) y visitar de nuevo un viejo conocido: Six Flags Great Adventure. Un parque que ya en 2011 tuvimos oportunidad de probar a fondo y que 4 años después volvemos a visitar para ver en qué ha cambiado, mejorado o empeorado.


Día 8: encuentro con un viejo amigo.

En la jornada anterior transcurrieron tal cantidad de momentos y anécdotas que hicieron que nuestra demanda de sueño fuese superior a la que nuestra fuerza de voluntad podía soportar, así que decidimos darnos el pequeño capricho de podernos levantar a una hora algo más generosa (entorno a las 10 de la mañana) para podernos ducharnos, asearnos y encontrar a eso de las 11 en la recepción de nuestro hotel.

Un hotel, por cierto, que descubrimos ese mismo día que era algo así como un gran hotel al más puro estilo chino dedicado exclusivamente a alojar personas y realizar eventos de ámbito asiático, por lo que disfrutamos de decoración absurda o techos de 6 metros de altura entre otras aberraciones arquitectónicas.

Dicho esto nos dirigimos de nuevo a un Dunkin Donuts, apenas a un par de kilómetros del hotel e ingerimos nuestra primera ración de comida del día (donuts, café 100% americano y poco más). Acto seguido nos montamos en el coche y pusimos rumbo a un viejo conocido de los tres:


Lo bueno de visitar un parque de atracciones que ya has visitado antes, por muy grande o complejo que sea, es que ya lo conoces, conoces sus viales, conoces sus arterias y conoces la mayoría de la distribución de sus rides, por lo que en este caso visitar Six Flags Great Adventure no supuso más que un ejercicio de ir recordando dónde se situaba todo e intentar descubrir lo nuevo, adquirido durante estas últimas 4 temporadas (y teniendo en cuenta que la novedad que nosotros catamos a pocos días de estar abierta fue, en su día, Green Lantern).

Para empezar el skyline del parque nada más llegar al aparcamiento presentaba el mismo y espectacular aspecto, con una colección de envidiables gigantes de acero y madera en todo el horizonte:

Como teníamos el parque aprendido y vivido, ese día decidimos que Raúl y Marc irían a visitar y disfrutar las grandes coasters y rides y un servidor se dedicaría a recorrer de punta a punta el parque grabando y fotografiando absolutamente todo. En 2011 todavía no tenía ni la cámara reflex ni la GoPro, por lo que había mucho que grabar y registrar en fotografía.

¿Por ejemplo? La grandiosa Nitro, una hyper de B&M que en su día me robó el corazón, que hasta ahora había sido capaz de desbancar a Silver Star y a Shambhala y que, tras la prueba de Apollo's Chariot en Busch Gardens Williamsburg, bajaba lentamente en su posición en mi ranking particular. Aún así, sigue alzándose imperiosa en el cielo de Jackson (New Jersey):


Y a pocos minutos de empezar mi visita (de derecha a izquierda de toda la forma alargada que este parque tiene) me llevé la primera gran alegría del día. En 2011, cuando visitamos este parque, hubo un credit el cual, por la largura de los cinturones, no pude riddear. Se trata de Road Runner Railway, una kiddie de Zamperla que aunque ya he podido probar en numerosas ocasiones en otros parques, en este Six Flags Great Adventure no pude.

Así que... ¿porqué no intentarlo? Y esta vez, no me digáis exactamente porqué, pero pude. Y os aseguro que me quedé agustísimo cuando el cinturón quitamiedos hizo "click" y pude disfrutar de su incómodo ciclo de estilo italiano:


Ya así por lo pronto me llevaba un credit más a la saca y la verdad es que ni siquiera me había planteado el poderlo llegar a tener, así que cuando puedes completar uno de esta manera, es algo así como gloria coasteril.

Bromas aparte, a pocos metros de esta insustancial kiddie pude encontrar una auténtica joya del parque (y que para muchos entusiastas empieza a ser ya una pieza de coleccionista). Se trata del autobús que aparecía en el anuncio original de Six Flags "It's Playtime" en el que Mr. Six (antigua mascota de la compañía) viajaba a una típica población estadounidense a la búsqueda de visitantes para llevarlos a un parque de Six Flags:


Y sí, es el original que se utilizo en el rodaje y lo podemos encontrar aparcado a escasos metros de la ferris wheel que podéis ver atrás, en la fotografía. Por si queréis recordar y observarlo en acción, aquí os dejo con el anuncio en cuestión. ¡Larga vida a Mr. Six!:


Moviéndonos más por el parque podemos respirar aliviados al ver que una de las reliquias más bien conservadas por este parque de Six Flags sigue todavía en pie y plenamente operativa, me refiero a Parachute Training Center, una ride que marcó toda una época décadas atrás en los parques de atracciones de todo el mundo y de la cual hoy en día apenas encontramos ejemplos o mestizajes que ni siquiera se asemejan en la estructura. La de Six Flags Great Adventure es quizás la versión más fiable de aquellas altas torres metálicas que pudieron ver nuestros antepasados en muchos parques que poblaban las costas de Europa y EEUU:


A escasos metros de esta espectacular y visual ride encontramos otra coaster que en su día se encargó de encandilar el corazón de muchos entusiastas pero que hoy en día permanece más bien en el olvido, arrinconada. Me refiero a Superman Ultimate Flight, una flying-coaster de B&M que como ocurre con otros ejemplos de proyectos de los suizos ha ido perdiendo su fuelle hasta convertirse en un credit más:


Y sí, justo al lado de la coaster de colores rojos y azules encontramos la de colores negros y verdes: Green Lantern.

Como os he dicho, en 2011 esta fue la primera stand-up que probaba el grupo y la primera de nuestras vidas y, la verdad, la experiencia fue más bien amarga. Independientemente del dolor provocado por los asientos y la inexperiencia en este tipo de estructuras, pude ver una coaster olvidada en una llanura y expuesta totalmente a las inclemencias medioambientales.

Cuatro años después me encontré con una coaster totalmente comida por el sol, con unos colores mucho más apagados, sin algunos de los añadidos temáticos que por entonces se le pusieron en el layout y con la sensación de que ha pasado de nuevo al baúl de los juguetes rotos de Six Flags:


Otra que pasó totalmente al olvido y que nos encontramos continuando el recorrido de lado a lado fue Rolling Thunder, una coaster que dejó de existir en 2013, a la cual dediqué ya en su día una entrada a modo de recuerdo y de la que curiosamente todavía se conserva la estación entera. Llama la atención el hecho de que hubieran andamios en alguna zona de la estación, que algunos de los trenes se conservaban intactos allí mismo (si os fijáis en la siguiente fotografía a la derecha se pueden ver) y que incluso se conserve también una pequeña estructura de soportes de color blanco, también a la derecha:


Yo sigo erre que erre en mis predicciones y creo firmemente que en 2016 este será el espacio donde se elevará en los cielos la nueva RMC que se anunciará en apenas un mes. Refuerzan mis cábalas el hecho de que RMC deba anunciar todavía uno o dos proyectos, que Six Flags parece que ha encontrado el filón de oro con este tipo de coasters y que no hayan tirado abajo todavía la estación, que además está protegida por un vallado de madera en un perímetro de unos 50 metros a la redonda. Aquí huele a RMC, no digo más.

Refuerza también mi corazonada el hecho de que durante mi visita encontré numerosas marcas y pintadas de spray fosforescente en diversos puntos y viales del parque, llegando algunas incluso a la altura del acuario que tiene, cercano a la plaza central de bienvenida...

Predicciones y corazonadas aparte, la novedad que sí podemos encontrar ya desde esta temporada es El Diablo, uno de los múltiples loopings de Larson que la compañía de las seis banderas se ha dedicado a adquirir y montar en sus parques con un nivel de éxito... ehmm... más bien discreto:


Pero si en algo barre totalmente Six Flags Great Adventure al resto de sus competidores es en uno de los combos más potentes y poderosos de todo el mundo. Cómo no va a triunfar con una estructura tan enorme, altiva y amenazadora como es Kingda Ka y sus 139 metros de altura y 206 km/h de lanzamiento:


Pero es que a tan solo unas decenas de metros pasa rauda y veloz, con su estruendo particular y sus estridentes gritos desgarradores en los airtimes la vanagloriada El Toro, votada durante muchos años como la mejor woodie del mundo (y sigue siéndolo para mi). Echad un vistazo a la vistosidad de su layout y me diréis si no quita el hipo semejante estructura:


Por lo tanto si las unimos las dos, el paisaje es totalmente espeluznante. Uno, ante semejante combo, no puede más que notar un escalofrío recorriéndole la espina dorsal y pensar "esto es realmente insuperable":


Pero tantas emociones también tienen que ser contenidas y masticadas con relativa tranquilidad y, en esta nueva visita a Six Flags Great Adventure, descubrí un rincón que había pasado totalmente inadvertido en aquella lejana visita de 2011 y que en esta ocasión me agradó especialmente. Cerca de la zona central del parque, alejándonos un poco del jolgorio de las rides y coasters, podemos encontrar un área de paseo repleta de altos árboles y, tras esa zona, un sendero verde que rodea un lago de una extensión considerable (que probablemente alimente todo el parque).

Un remanso de paz y tranquilidad que difícilmente veremos si visitamos el parque de manera intensa pero que vale la pena tener en cuenta si necesitamos un ratito de frescura y descanso:


Otra de las "rides" que pude disfrutar durante esta reciente visita fue la de Safari Off Road Adventure, una ride que con el paso de los años ya se está convirtiendo en algo más normal de lo que quizás veía años atrás y que en el caso de este Six Flags me dejó un regusto francamente amargo.

Ya sabéis que siempre abogo por el uso de animales como método pedagógico o, en el caso de que exista un parque con un área o zonas zoológicas, el uso de los animales de una manera más o menos racional y digna (dentro de la desgracia que tienen de no ser realmente libres). Pero en el caso de Six Flags Great Adventure vi el uso de animales de manera puramente comercial, con recintos que dejaban bastante que desear y en unas condiciones no insalubres, pero sí mejorables.

Mucha sequedad en todo el terreno, mucha artificialidad en algunos puntos y en general la sensación de que Safari Off Road Adventure es un capricho demasiado caro de mantener, pero que el parque sigue explotando y vendiendo en sus panfletos y guías:


Con este último episodio agridulce, decidí encarar la vuelta al otro lado del parque ahora que ya lo había completado entero y para ello decidí tomar el único medio de transporte que el parque ofrece para ello: Skyway, un sistema de teleféricos mediante el cual recorremos unos 500 metros a varias decenas de metros de altura y que nos pueden regalar estampas tan impactantes y bellas como esta:


Caía ya el sol en esta calurosa durísima jornada de parques (como os he dicho, estuve grabando infinidad de vídeos del parque para montar un futuro episodio de Vloggercoaster y os aseguro que estuve equipado todo el día con numerosas servilletas para ir secándome el sudor).

Cuando estábamos de vuelta para nuestro hotel decidimos ya el lugar en el que esa noche cenaríamos y la elección costó apenas una fracción de segundo: un Applebee's. Pero no cualquier Applebee's, no. Sería el PRIMER Applebee's que pudimos probar en 2011, aquél que tanto nos cautivó con su sistema de camareros, sus manjares emplatados y su buen rollo, aquél que de repente nos trajo a la mente decenas de recuerdos y anécdotas:


Y como podréis comprobar, nos pusimos finos en esa cena:


Posteriormente, con las panzas bien llenas y la sensación de que todavía nos quedaban algunas calorías por poder quemar durante esta jornada, decidimos buscar un elemento de ocio que pudieramos usar durante un par de horas antes de irnos a la cama a descansar para el siguiente día.

¿La elección? Una auténtica bolera de pueblo, de las de toda la vida, sin elementos artificiosos más allá de un Dj que estuvo pinchando durante las 3 partidas que jugamos y que tuvo la amabilidad incluso de, a petición del RCT, colocarnos el Tremors (de Dimitri Vegas y Martin Garrix), el que fue el himno oficial del RCT del año pasado en Inglaterra.

Tras un par de horas de cervezas, bailoteos, victorias y derrotas a base de bolos y más bolos, encaramos ya los pocos kilómetros que nos separaban de nuestro hotel y regresamos exhaustos a nuestras habitaciones. Se cerraba una jornada dura, compleja y muy extrema (con quizás un par de grados más de quemazón en nuestras pieles) y con las miradas puestas por completo en la siguiente jornada, en la que Manhattan iba a ser nuestro objetivo.

¿Podría resistir mis ansias de visitar y probar parques por un día durante el viaje? Lo veremos en la siguiente entrada...

See you later!

3 comentarios:

  1. Estoy empezando a pensar que el hecho de que algunas coasters de Six Flags se conserven bien y otras no tanto, es más debido a la casualidad que al mantenimiento por parte del parque, porque da la sensación de que solo importa la gran novedad del momento y luego las abandonan a su suerte. ¿Cómo si no se explicaría que unas las cuiden y otras no?

    Cambiando de tema, estás a veinticinco credits del medio millar y a un parque de la centena, ¿Has pensado en algo especial para la conquista de esas cifras tan redondas y anheladas?

    P.D: Si intentabas redimir aquel viaje a California en el que te propusiste dejar de la lado la comida basura puedes estar ogulloso porque lo has compensado con creces ;)

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  2. Pues la verdad es que sí, realmente hay que comprender que para un parque el hecho de ir acumulando más de 8 o 10 credits implica una cantidad de inversión en mantenimiento demasiado elevada como para dedicar lo que un parque pequeño puede otorgar a una colección de 4 o 5, mucho más modesta y fácil de llevar.

    Cuando esa cantidad se eleva a 12 o 15 credits como ocurre con los grandes parques, no solo la inversión es en dinero, sino también en tiempo (y también puede querer decir encontrar el temido cartelito de "Fuera de servicio").

    En resumen: los parques con gran cantidad de credits por norma general suelen adquirir credits nuevos, duraderos y con un coste/tiempo en mantenimiento lo más mínimo posible. Así luego, con el paso del tiempo, formarán parte de un mantenimiento residual y estandarizado, como el resto de credits del parque.

    Resolviendo las otras dos cuestiones no, no he pensado todavía en un parque que rompa esa mágica cifra de credits y parques (de hecho el parque número 100 es posible que no sea realmente muy relevante). El credit 500... ya llegará, batir 25 credits teniendo prácticamente todo lo grande de Europa cada vez es más costoso...

    Precisamente con estas bitácoras estáis viendo lo difícil que se hace comer medianamente sano en EEUU. Es realmente todo un reto. Del viaje de California llegué con casi 5 kilos menos, de este llegué con 2 más...

    Saludos Rider!

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    1. En tal caso sería mejor ir deshaciéndose de los credits más viejos, gastados, costosos y que ya no absorben el attendance de antaño, así como de inverted boomerangs y demás credits de relleno, pero supongo que es más valioso para ellos pregonar que tienen 15 o 17 credits a tener unos 8 o 10 en óptimas condiciones.

      La verdad es que la pregunta de los credits y el próximo parque a visitar iba más enfocada a tus viajes propuestos para este año a Rusia y China. Era solo por curiosidad, por lo poco que te conozco (por no decir nada) me imaginaba que habías pensado en algo para llegar a esas cifras de alguna forma entrañable o simbólica que quedara para el recuerdo, pero bueno lo importante es seguir viajando y que lo compartas con nosotros.

      Un abrazo!!

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