miércoles, 8 de octubre de 2014

Happy Valley Beijing (parte 1)

Volvemos a subir a bordo del barco de la aventura y a encarar nuestra inquietud hacia tierras lejanas, tan lejanas como lo es el país asiático de China. Volvemos a retomar las riendas del RollerCoaster Team Tour de 2013 en el que 3 aventureros nos dedicamos a recorrer desde Shanghai hasta Beijing, desde el sur hasta el norte, los parques más destacados de la zona.

En anteriores entregas de análisis de parques chinos en el blog pudimos pasar por los parques de atracciones de la metrópolis de Shanghai, pudimos disfrutar de los parques temáticos de World Joyland y China Dinosaurs Park, en la región de Changzhou y tomamos el tren bala que nos transportó hasta la vieja Pekín, donde descansamos y recobramos fuerzas para la visita de quizás el último gran parque del viaje.

Así pues hoy, en Bloggercoaster, os invito a que nos acompañéis en la visita que realizaremos durante varias entradas para ver uno de los parques más deseados y sorprendentes de toda China: Happy Valley Beijing.


Un parque diseñado a la occidental

Con 7 áreas temáticas, 5 credits y decenas de rides, Happy Valley Beijing se posiciona claramente como candidato a ser uno de esos parques representativos de la cultura y del progreso de un país que en la actualidad empieza a lucir abierto a occidente y bebe directamente de las inspiraciones de Europa o EEUU (hablando de parques, recordemos). Debido a la enorme cantidad de theming, elementos, rides y detalles que esconden sus calles y rincones, durante el día de hoy visitaremos 3 de esas 7 áreas: Wild Fjord, Happy Time y Atlantis.

Al parque podemos acceder en la actualidad por dos vías muy claras: taxi y metro. Tened mucho cuidado con el metro porque las extensiones entre estación y estación en Beijing son eternas, así que cuando consultéis el mapa aunque haya 4 o 5 estaciones de distancia puede haber fácilmente media hora de recorrido, motivo por el cual nosotros decidimos trasladarnos en taxi hasta el parque. El taxi te deja justo a la entrada de la zona comercial que rodea el parque, así que encontraréis restaurantes y una gran explanada de cemento donde encontraréis la primera señal que os indica que, efectivamente, estáis en Happy Valley:


El parque cataloga directamente sus atracciones a partir de este punto fotográfico, llamando a la zona de acceso, taquillas, tornos y un gran pabellón (el OCT Theater) el área de Wild Fjord. El aspecto general antes de entrar al parque, con el pabellón a nuestra derecha, es este:


Una vez avanzamos un centenar de metros se despliega ante nosotros una estructura cubierta por completo que pertenece a las taquillas y los tornos de entrada. Una vez adquirida nuestra entra al parque (130 yuanes, unos 20€ aproximadamente) podremos dirigirnos a los tornos y unos siempre sonrientes trabajadores nos darán la bienvenida:


Tras este paso nos encontraremos, ahora ya sí, en el interior del parque temático propiamente dicho. En este lugar se extiende ante nosotros una inmensa plaza en cuyos alrededores encontramos los clásicos edificios de servicios, enfermería, consignas, algún que otro edificio de snacks y un par de tiendas. Tenemos también disponible un servicio de coches eléctricos alquilables, debido quizás a la gran extensión de terreno que presenta el parque (que puede parecer pequeño, pero nada más lejos de la realidad).

El primer elemento en darnos la bienvenida, aparte de un monolito tematizado similar al primero que vimos, es Extreme Rusher, la imponente coaster de S&S que ofrece una de sus curvas panorámicas como arco de entrada:


Aquí podéis echar un vistazo panorámico a la zona de la ciudad, la entrada, los edificios de Wild Fjord y bueno, lo que viene siendo la entrada del parque con no poca cantidad de vegetación añadida para ofrecer buena sombra y cierto descanso al viajero:


Aunque ya se que parece que os esté dando consejos de primerizo, es altamente recomendable que este día reservéis el calzado más cómodo y la ropa que os permita pasar mejor las altas temperaturas y humedad de Beijing. Esta es una ciudad altamente contaminada y con unos picos de calor bastante bestias, por lo que procurad andar siempre hidratados ya que hay zonas del parque donde la sombra no está tan bien lograda como en este bonito acceso desde taquillas.

En la búsqueda del Happy Time

Dejamos atrás ya el acceso al parque y nos adentramos directamente en la primera área temática del parque propiamente dicho, un área llamada Happy Time que me recordó, con sus más y sus menos, a Marvel Superhero Island en Islands of Adventure (EEUU) por el hecho de usar una temática juvenil, desenfadada, repleta de cartelería agresiva, con colores vivos, música más o menos machacona y la intención de dejar claro que Happy Valley Beijing no es un parque 100% familiar, sino que muestra una tendencia clara al atrevimiento del que busque aventuras ciertamente arriesgadas.

El primer edificio que nos encontraremos es el que alberga en su azotea a Angel's Wing, la que fue la novedad del parque hace unos años y que se trata de la spin-ride de Zamperla (y sí, es de Zamperla original) en la que giramos a bordo de una especie de góndola con forma de ala delta. En la zona inferior de la ride encontramos la mayor tienda de merchandising del parque, repleta de gente durante los últimos minutos de apertura del recinto:


Más adelante nos encontramos con un edificio que nos muestra de nuevo la idea de que Happy Valley Beijing comulga directamente con los ideales occidentales a través de un enorme restaurante de la franquicia KFC. Es quizás ese punto de conexión entre occidente y oriente que nos puede salvar si somos muy escrupulosos con la gastronomía oriental (que dicho sea de paso, no es que abunde en este parque, aunque en otros sí). Decora la fachada también un gran mural que nos indica claramente en qué area del parque nos encontramos y nos empieza a mostrar la temática principal del área, la velocidad en las carreras:


Unos metros más adelante encontramos un altísimo edificio en forma de escenario gigantesco, con una gran instalación de luces y altavoces y que corresponde al Happy Stage. Durante la jornada en este escenario se representan varios shows de animación, predominando sobretodo números de baile, hip hop, pop y arte urbano (de hecho durante nuestro paso había un grupo de chicos y chicas de piel oscura representando los clásicos estereotipos norteamericanos y cantando a Rihana):


Justo al lado nos encontramos una impactante instalación consistente en unos paneles verticales de plástico de vivos colores, culminados por una grandiosa pantalla LED representando vídeos promocionales del parque y, en la base de semejante construcción, una curiosa variante del rockin' tug de Zamperla llamado Surf's Up que no me pude resistir a riddear y que encontré muy divertida:


Se trata de el mismo sistema de una rockin' tug, con los mismos movimientos, pero en esta ocasión el viajero permanece de pie distribuyéndose alrededor de la plataforma giratoria de forma rectangular (similar a una tabla de surf gigantesca). La única protección reside en un vallado que limita los movimientos del viajero y un soporte trasero que te ofrece respaldo a la altura de la cintura. La gracia está en que cuando la ride empieza a girar con cierta velocidad la sensación de que vas a salir despedido de ella es bastante alta:


Después de pasar por la divertida Surf's Up era inevitable echar un vistazo a nuestra derecha y encontrarnos con la imponente altura de los soportes y raíles de Extreme Rusher. De hecho es justo aquí donde se encuentra el acceso a colas y el edificio de la estación, todo combinado en un retorcido nudo de pasillos metálicos y laberintos que recuerdan tristemente al sistema americano/europeo de colas:


Pero hoy no os hablaré de ella, me reservo el derecho de montaros una entrada entera en forma de BGC Classics para que disfrutéis, tramo a tramo, de la grata y MUY sorprendente Extreme Rusher. Posiblemente el mejor credit del viaje a China junto con Sky Scrapper, ahí es nada.

¡Continuamos! El área de Happy Time tiene todavía dos bazas que ofrecer al viajero, por una parte tenemos la espectacular X Extra Power, una flat ride muy extrema similar al clásico martillo doble pero que en esta ocasión ofrece asientos invertidos:


Y por otra parte, aunque no recuerdo porqué no le saqué fotografía, el parque ofrecía también un modelo de power surge de Zamperla llamado Happy Hot Wheel. Aún así, si queréis echar un vistazo a una ride similar que nos encontramos durante la visita a Jin Jiang Action Park podéis verla aquí.

Ciertamente esta área de acceso ya nos dice mucho del parque y de las pretensiones, sino haced un recuento rápido: 2 rides familiares, 2 flats extremas y una coaster launched de 52 metros de altura. Pensad en los pocos, poquísimos parques que nada más entrar a ellos os encontráis semejante oferta de rides.

El paraíso del theming aparece

Dejamos poco a poco atrás el área de Happy Time, un área atrevida, rompedora y gamberra. El paisaje empieza a cambiar, empezamos a notar más vegetación a nuestro alrededor, vemos más paseos, más jardines y en general la sensación es que dejamos atrás la frialdad del acero y el cemento para dar paso a un área mucho más orgánica. Rodeamos por completo la respetable figura del top hat/drop de Extreme Rusher:


Y de repente, como quien no quiere la cosa, se nos planta delante uno de los elementos temáticos más impresionantes que jamás haya tenido ante mi, por no decir quizás el MÁS impresionante. Amigos y amigas de Bloggercoaster, ante nosotros se eleva la imponente y bella ciudad de Atlantis:


65 metros de altura, varios centenares de metros de diámetro, un sinfín de galerías, arcos, cuevas, palacios, cúpulas y techos y, no lo olvidemos, una flying-coaster de B&M. Ante nosotros se abre una extensión de imitación de roca y elementos arquitectónicos de épocas clásicas que quitan por completo el hipo.

La pieza central de la gigantesca Atlantis es una montaña colosal que extiende como tentáculos media docena de brazos que se extienden por el terreno colindante en forma de grandes arcos de roca bellamente tematizados:


La estructura en todo momento llega mucho más allá de lo que nuestros ojos ven, llegando a estar rodeados por completo de roca artificial en muchas ocasiones y con la belleza añadida de haber acumulado años y años en los que la vegetación se ha fusionado por completo con el entorno, logrando rincones que ciertamente podrían parecer naturales:


Conforme nos desplazamos a través del vial que rodea la montaña (un enorme vial de unos 10 metros de anchura), vamos descubriendo una temática añadida a la que ya veíamos con anterioridad y es que el área alterna las estructuras de piedra y roca con los edificios hechos por humanos y elementos mecánicos desgastados y oxidados por el paso de los siglos:


Ciertamente el theming va derivando hacia los colores toscos y pardos de los motores, los engranajes, los mecanismos, las vigas y en general un tono steampunk que nos puede traer reminiscencias de aquella película noventera llamada Water World o de la clásica Mad Max 2:


Tened cuidado con vuestras cámaras fotográficas o de vídeo, porque este lugar es realmente un quemador de tarjetas. Sacaréis decenas y decenas de fotografías y aún así será inevitable pensar que no estáis registrando de manera suficiente la grandeza de este lugar... es algo casi frustrante. Miréis donde miréis veréis detalles que os dejarán sin aliento y en todo momento la montaña estará presente en vuestra memoria, como un elemento imborrable.

En este punto del recorrido, habiéndonos alejado un centenar de metros de la falda de la montaña y rodeados todavía por theming de Atlantis, podemos echar un vistazo hacia atrás y darnos cuenta de que hay un elemento mecánico que desentona un poco con la estética general del lugar y que surge en forma de raíl amarillo adentrándose en plena montaña:


Efectivamente, se trata de Crystal Wing, una de las coasters más icónicas y clásicas para el entusiasta de nueva generación, un hito en la visita de cualquier aficionado a los parques, todo un clásico en la búsqueda de las coasters más tematizadas del mundo:


Por desgracia para nosotros, ese día Crystal Wing estuvo cerrada durante todo el día, por lo que muy a nuestro pesar no la vimos funcionar y mucho menos pudimos probarla. Pero para mi tranquilidad, puedo deciros que he probado su hermana clónica de SixFlags Great Adventure (Superman - Ultimate Flight) y os puedo asegurar que no entra, ni mucho menos, en el podio de calidad de las flying-coaster de B&M.

Credit facilón, de poca velocidad, poca intensidad (más allá del pretzel-loop que sí guarda ciertos puntos de extrema fuerza G positiva) y con una estructura de relleno total a partir de ese punto tan fotográfico en forma de nudo:


Pese a todo nos dolió en el alma no poderla probar y ni siquiera verla funcionando en todo el día. Desconozco exactamente si esta estrategia correspondía a la ya clásica operativa china (tan odiosa y lamentable) o si realmente Crystal Wing presentaba durante esos días algún tipo de problema técnico:


Lo cierto es que nos quedamos con muchas ganas de poder probar semejante gigante amarillo, pero afortunadamente Happy Valley Beijing no es un parque que dependa exclusivamente de este credit para poder saciar las ansias del entusiasta de parques. Ya os he dicho antes que no perdáis de vista la atrevida Extreme Rusher porque, a mi parecer, es un credit que le da mil vueltas a esta pretenciosa pero discreta flying-coaster.

Piedra tosca everywhere

Continuamos con la aventura y la ruta pese a que estos 300 metros de paso lento e interrumpido hayan penetrado duramente en nuestro subconsciente haciéndonos creer que hemos visto lo más enorme jamás construido en un parque (porque sí, es así).

Lo bueno de este área de Atlantis en el parque es que no se reduce únicamente a la montaña en la cual se desarrolla parte del layout de Crystal Wing, sino que se extiende hasta toda el área por completo con elementos tan impresionantes como esta montaña tematizada que resulta ser un restaurante llamado Atlantis Fast Food:


Y por si todavía guardabais alguna duda (porque leo en alguna que otra mente comentarios del tipo "bah, todo eso es cemento hueco"), no amigos y amigas, no. En algunas de las zonas que rodean la montaña de Atlantis encontramos pasadizos, pasajes, cuevas y demás rincones que nos permiten comunicarnos con otros edificios del lugar. Es el ejemplo de este pasillo, tan bellamente decorado por fuera como por dentro:


Dejando lentamente atrás la majestuosidad del poblado antiguo de Atlantis, sobre las rocas, el segundo edificio más grande del área pertenece a Funny Funcy Diving, que a la vez pertenece también a esa liga de espectáculos en los que el mismo escenario es ya de por sí un espectáculo. Mirad sino esta gigantesca estructura metálica enclavada en la roca y que representa una especie de presa gigante y las piscinas inferiores, donde se desarrolla todo el espectáculo en sí:


Funny Funcy Diving (que estoy seguro que en su nombre en chino promete un show algo más espectacular que en inglés) consiste en una serie de acrobacias y piruetas a través de varias piscinas y estanques con instalaciones de chorros, cañones de agua, rampas, humo, música e incluso fuego. Todo ello hecho para que disfrute el público y que a la vez reciba generosas dosis de agua en las gradas, como podéis comprobar con esta fotografía:


En general me pareció un show impecable, lleno de acción y de peligrosas maniobras que completaban los expertos pilotos que se arriesgaban movimiento tras movimiento en espacios realmente pequeños. Había visto ya anterioremente shows en los que se implicaban motos acuáticas, pero nunca había visto uno donde se aprovechara tan a fondo la escenografía general:


Pero no acaba aquí el entretenimiento, Atlantis tiene todavía un buen puñado de elementos arquitectónicos, formaciones rocosas y edificios que mostrarnos. Realmente uno no deja de pensar, metro a metro, rincón a rincón, en el dineral que se llegó a dejar en su día el gobierno chino, junto con la cadena inmobiliaria inversora responsable de los Happy Valleys y es que incluso en elementos sin más importancia que la decorativa encontramos belleza y trabajo minucioso de modelado, pintura y ambientación:


Incluso hasta los lugares más recónditos del área el theming de roca y formaciones arquitectónicas con toque humano se cruzan a nuestro paso, genialmente combinadas con el entorno, con la vegetación o con las rides, como es el caso de esta simple tienda de souvenirs del parque, integrada en uno de los arcos que conectan directamente con la montaña:


Vale la pena indicar que Atlantis se sitúa en el centro total del parque, siendo visible desde absolutamente todos los puntos que lo rodean, por lo que los viales del interior del área se bifurcan en dos direcciones o áreas temáticas posibles: Aegean Harbor y Lost Maya (de las cuales rendiremos cuenta en la siguiente parte que dedicaré de análisis a Happy Valley Beijing).

Desde las alturas...

Una de las rides mecánicas más importantes e icónicas del parque es la pagoda Energy Collector, de un tamaño algo menor a lo que podemos estar acostumbrados pero con un nivel de theming que desborda por completo a los ejemplos que hay desperdigados por todo el mundo. En este punto el parque demuestra su total poderío y nos ofrece una integración merecedora de premios, sin duda alguna:


Como jamás antes había podido probar una ride de este tipo (pese a que en Europa contamos con varios ejemplos no, nunca me había parado a hacer cola para probar una de estas, pese a las excelentes fotografías que se obtienen desde sus alturas), he decidido que os mostraré un poco más a fondo los ingredientes más llamativos de esta curiosa ride y que desde YA mismo os recomiendo 100% riddear si ponéis pie en el parque chino.

Como sabréis, las pagodas consisten en un mecanismo que se sustenta sobre un eje central de enormes proporciones que aguanta un larguísimo brazo pendular con dos extremos: en uno localizamos un contrapeso de unos 6-7 metros de longitud y cuyo peso sustenta el otro extremo del brazo, de unos 30 metros de longitud y en cuyo extremo encontramos la pagoda propiamente dicha, una góndola circular que normalmente está cubierta por toldos o techos y que suele imitar una cabaña o una caseta.

Cuando empieza el ciclo la pagoda descansa el brazo en posición horizontal y se realiza la carga y descarga de pasajeros. En esta fotografía podéis ver el hueco que, astutamente, el parque ha tematizado como un barranco entre rocas:


Un elemento que no suele verse generalmente de cara al público pero que en Energy Collector está más que visible es el soporte sobre el que descansa la pagoda al estar en carga/descarga. En este caso es una estructura de vigas soportada en X:


Y para evitar que el descenso de la estructura tenga un efecto demasiado brusco en el pasaje, lo que se hace es amortiguar mediante grandes hidráulicos el movimiento del brazo. Así podemos encontrarnos con este mecanismo de suspensión en forma de U que lo que hace es acoger el brazo en su interior y frenarlo poco a poco durante los últimos 4 o 5 metros de recorrido, permitiendo a la vez el posicionado en modo carga y descarga:


Lo curioso es que la disposición de edificios y colas en esta ride permite observar absolutamente todo el proceso desde multitud de ángulos, como por ejemplo la situación del acceso a la góndola cuando la ride se encuentra a varias decenas de metros de altura por encima de nosotros. Aquí podéis ver las escaleras por las que accedemos y salimos una vez la góndola está en horizontal:


¿Las vistas desde allí arriba? Os puedo asegurar que son de las más preciosas que podréis contemplar jamás. La góndola se eleva hasta mantenerse cara a cara con la montaña de Atlantis que acoge Crystal Wing, además de contener un mecanismo que permite que la pagoda gire sobre su propio eje, lo cual permite tener una panorámica en 360º de todo el parque a partir de este punto:


Ya iréis viendo a lo largo de los distintos episodios de análisis del parque como os ofrezco puntos de vista sacados directamente desde estas vistas y que os permitirán entender mejor algunas estructuras o rides que quedan ocultas o difíciles de observar por completo si no es a través de una ride de altura como esta Energy Collector.

*****

Y con esta última y espectacular fotografía dejamos atrás una de las áreas temáticas más espectaculares jamás vistas en ningún otro parque temático (y que rivaliza directamente con parques de la talla de Disney Animal Kingdom o Islands of Adventure).

Como hemos podido ver hoy Happy Valley Beijing es un parque MUY competitivo, muy capaz de sorprender al visitante y realmente competente en cuanto al equilibrio de distribución y tipología de rides y coasters.

Quizás Atlantis cojea un poco en cuanto a cantidad de rides ya que prácticamente no encontramos nada más destacable más allá de Crystal Wing, pero es uno de esos casos en los que el entorno y la temática adquieren protagonismo hasta convertirse en el ingrediente principal del plato.

Vosotros y vosotras diréis, ¿qué os está pareciendo de momento Happy Valley Beijing?

4 comentarios:

  1. AFAPAM: La verdad es que es una pasada la montaña de Atlantis. Una pena no haber podido probar Cristal Wings. ¿Es para ti el mejor parque de China?

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    1. Tengo mis dudas entre éste, World Joyland y China Dinosaur Park... los tres son grandes parques que usan el theming a niveles que en Europa jamás nos plantearíamos. Lástima que en los tres el potencial viene contrarrestado por dinstintos factores que les hacen bajar puntos (llámale attendance, llámale operativa nefasta, llámale falta de linealidad temática...). Pero sin duda es uno de los más grandes, de eso no cabe duda.

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  2. Últimamente, China se está poniendo las pilas. Y en parques es un claro ejemplo.

    Felicidades tanto por el texto del reportaje cómo por las fotografías, todo ello es de una gran calidad.

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    1. ¡Gracias por tu comentario! Ciertamente, China es ya un competidor a tener en cuenta, sobretodo porque pese a haber pasado por una pequeña recesión en inversiones en los últimos 2 años tras un disparo loco a finales de la pasa década, desde este pasado año está volviendo a invertir muchísimo dinero en nuevos parques o, como en el caso de este Happy Valley, en añadidos multimillonarios.

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