miércoles, 7 de marzo de 2012

Diario de viaje - EEUU (Cedar Point 1)



Día 8-10: Cedar Point (parte 1)

Voy a poneros un poco en situación antes de empezar a escribir esta larga entrada. Desde mediados del año pasado empecé a ofreceros en forma de seguimiento detallado cada uno de los días que el RollerCoaster Team pasamos en Estados Unidos, en nuestra búsqueda particular por los parques de atracciones y las coasters más grandes del mundo. Hasta el día de hoy os he ofrecido ya una gran parte del viaje en distintos episodios:
En ellos he podido explicaros lo que sentí visitando Manhattan, SixFlags Great Adventure, Hershey Park o Lakemont Park, además de todas las anécdotas que vivimos en todos y cada uno de estos grandes parques. Pues bien, hoy podemos decir que empieza la parte más gruesa del viaje, la más difícil de resumir en forma de blog, pero que me voy a encargar de hacerlo de la manera más resumida y clara posible ya que empiezo el análisis del parque de atracciones más grande del mundo, la meca de los entusiastas de las coasters, el paraíso de los fanáticos de los parques: Cedar Point, en Ohio (Sandusky).

Tanta es la extensión de este parque y la cantidad de cosas por contar, que dividiré este análisis en 5 episodios donde os explicaré paso a paso cómo es y qué tiene este parque que tanto enamora a sus fans e incluso a los que todavía no lo han visitado. ¡Empezamos!

El primer impacto al llegar a Sandusky

Debo aclarar que es tanta la cantidad de información y de material multimedia que os ofreceré con estos episodios, que he decidido romper un poco la linea temporal que adquiría este diario de viaje. No os explicaré día por día lo que hicimos (aunque podría), sino que explicaré Cedar Point como si hiciésemos un viaje caminando, parte por parte, con lo que nos encontraríamos en nuestra ruta. Por ello veréis que la temporalidad y la luz en las fotos varía bastante, nos encontraremos fotografías sacadas a primera hora de la mañana, fotografías nubladas, fotografías nocturnas o a pleno sol. Lo importante es lo que aparece en ellas, por lo que deberéis imaginar que todo lo que veréis fue visitado en 3 días.

Aclarado esto, voy a empezar explicando un poco las sensaciones que se encuentra uno cuando llega a esta amplia y llana región del norte de EEUU que podríamos empezar a llamar como macro-resort, ya que no sólo tenemos Cedar Point como punto de ocio, la zona concentra una cantidad de mini-golfs, parques acuáticos indoor, centros comerciales, restaurantes fast-food y ciudades de vida nocturna muy enorme.


El lugar está, literalmente, cruzado por vías de tren, carreteras, autopistas y pequeños cúmulos de población. Constantemente al borde de las carreteras (siempre rectas, no hay lugar para curvas) encontramos gasolineras, restaurantes de fast food, centros comerciales con enormes zonas de aparcamiento o edificios de ocio tales como parques acuáticos indoor, casinos o discotecas. De vez en cuando, tímidamente, aparece algún pequeño rincón de bosque pero rápidamente queda dominado por hoteles y apartamentos de una o dos plantas, que es lo que más existe en el lugar.


A la llegada de nuestro largo viaje desde Hershey (con parada en Altoona) y cruzando 2 estados casi por completo, habíamos adquirido nuestra primera noche, la de descanso previo a Cedar Point, en el resort Cedar Point Breakers Express, el más barato de los hoteles pertenecientes al grupo/resort de Cedar Point. ¿Qué quiere decir esto? Primero que estábamos terriblemente cerca del parque y segundo que, por ser hospedados en este hotel, teníamos derecho al ERT que ofrece Cedar Point a los clientes de hotel y propietarios de pase de temporada.


No es un sueño, es Cedar Point

Desgraciadamente, el horario se nos fue de las manos y finalmente llegamos algo más tarde al parque, por lo que no pudimos disfrutar de este ERT el primer día (cosa que sí haríamos los dos siguientes). Pero nos lo tomamos con calma y antes de llegar a las puertas del parque, con parte del skyline de altura de fondo, decidimos desayunar en un McDonald's que, cosas de la vida, estaba justo en la carretera que accedía al parque. Los días siguientes cenaríamos cada noche en un lugar distinto dependiendo de los miembros del grupo (ya que Ciriliox y Kivy decidieron, por ejemplo, descansar la segunda tarde y visitar el Applebees más cercano a Cedar Point, porque sí, aquí también había uno).


Una vez alimentados y llenos nuestros estómagos con un cuarto de litro de café infecto (nadie se lo terminó, ahí dejo el dato) decidimos recorrer los algo más de 2 kilómetros de carretera que separan la orilla de Sandusky y la península de Cedar Point. Esta es una de las primeras y significativas características de este parque: está completamente rodeado de agua excepto por la carretera de acceso que comunica tierra firme con la "isla".

¿Recordáis el místico momento subido en uno de los trenes de Lightning Racer en Hershey Park? Pues ya tenéis otro más para anotar: el momento de llegar a la entrada del parking de Cedar Point y ver como, ante ti, se extiende uno de los skylines más espectaculares y repletos de coasters que podrás ver jamás. Puro espectáculo:


Top Thrill Dragster, Millenium Force, Raptor, Magnum XL-200, Wicked Twister,... todos aquellos POVs de credits que habías visto durante horas en casa, con la esperanza de poderlos riddear algún que otro día en tu vida justo en ese momento se te presentaban, como un enorme y exagerado catálogo, ante tus narices. Este momento es de apertura de mandíbula al máximo y, sobretodo, piel de gallina.


Tratando de mantener la calma al máximo aparcamos nuestro vehículo y, antes de acceder a la entrada, pasamos por la oficina de pases de temporada que está situada según se llega a los tornos a la izquierda:


Sacarse el pase de Cedar Point no os llevará más de 5 minutos siempre que hayáis cumplimentado y pagado por Internet. Presentáis el resguardo de vuestra compra, completáis un pequeño formulario y ya lo tenéis. En esta ocasión no es ni siquiera necesario sacar fotografía ya que no viene imprimida en el pase, así que os ahorraréis todavía más tiempo.

Una vez recién adquiridos nuestros grisáceos y plastificados pases de temporada, el siguiente paso es cruzar las puertas del parque que dan acceso a los tornos. Este es, quizás, de los menos espectaculares puntos del parque ya que la entrada, con semejante repertorio de coasters de altura al fondo, no la haces mirando hacia el suelo, sino hacia el cielo:


Tras pasar los tornos y adquirir cada uno nuestro respectivo mapa del parque, primero nos organizamos un poco porque teníamos delante posiblemente el parque más difícil de completar (sobretodo teniendo en cuenta el escalofriante dato de que en una jornada NO podríamos riddear todas sus coasters, no por duración de cola, ¡sino por cantidad!). La estructura de Cedar Point, por suerte, está formada por grandes avenidas así que os será muy difícil perderos.

El parque tiene dos mitades, la primera mitad está formada por una gran avenida/paseo que tiene a cada extremo una pequeña zona alargada. Una vez finaliza esta gran avenida se nos abren 2 grandes viales a izquierda y derecha que forman un círculo casi perfecto, por lo que a partir de la mitad el parque deriva en una estructura cíclica, por lo que el paseo es perfecto y sin pérdida.

En la entrada de hoy voy a comentar la avenida central, el extremo izquierdo y parte del vial circular empezando por su lado izquierdo, para que os hagáis una idea os marco la zona en rojo en este mapa del parque:


Y así de paso, os dais cuenta de la cantidad de cosas que me quedarán por enseñaros de aquí en adelante.

Dejamos a nuestra izquierda, nada más pasar los tornos, el restaurante/picnic Hurricane Hannah's junto al Jack Aldrich Theatre y una pequeña hilera de pequeñas tiendas donde podemos encontrar tanto productos de marketing del propio parque, sus rides y coasters como de marcas o franquicias que tenga en su posesión el parque. En una de estas tiendas compré una riñonera DC, cara pero necesaria ya que la original con la que inicié el viaje se rompió justo el primer día de visita a Cedar Point.

A continuación empieza ya propiamente el parque y divisamos ya los primeros credits claramente pero antes de nada, para que os hagáis una idea de lo grande de esta avenida principal, os dejo una fotografía aérea que muestra a la perfección las dimensiones de este paseo. Justo a nuestra izquierda caería Raptor y a nuestra derecha el vial que da acceso a MaxAir:


Y os dejo a continuación una vista a pie de cliente, para que tengáis dos puntos de vista diferentes del lugar:


En este punto, y antes de empezar a riddear coasters, podemos subir a Sky Ride que, como en otros parques de atracciones, se trata de una atracción de paseo y transporte que nos llevará, en cuestión de escasos minutos, desde este punto del parque hasta la mitad, justo donde empiezan a aparecer credits como champiñones. Antiguamente este telesilla recorría la totalidad del parque, pero con el paso de los años, como es lógico, se ha quedado bastante corto y en la actualidad no hace más que formar parte del paisaje de la avenida principal. Apenas nos ahorrará 300 o 400 metros de caminata. Más adelante os mostraré el lugar donde su recorrido lineal termina.


Madera oldschool y acero de gama alta

Ahora sí, desplazándonos unos 300 metros desde el acceso al parque, el primer credit que vemos, alto e imponente, es Raptor. Con sus brillantes azul turquesa para los soportes y verde chillón para el track. Pero antes de subir en la espectacular invertida de B&M, vamos a acceder por el vial que se nos abre ante nosotros hasta llegar a la pequeña joya de Cedar Point: Blue Streak.



Lo cierto es que Blue Streak es, actualmente, la coaster más antigua de Cedar Point. Operativa desde 1964 y obra de Philadelphia Toboggan Coasters, esta sencilla pero efectiva woodie nos ofrecerá la posibilidad de realizar varios airtimes a muy bajo nivel de altura (lo que incrementa su sensación de velocidad) a la vez que nos ofrecerá un placentero recorrido por los límites del parque en su extremo izquierdo y la entrada.


Si os he de ser sincero, no la recuerdo por ser excesivamente dolorosa (teniendo en cuenta siempre la edad que gasta ya) y la verdad es que pese a que el recorrido es bastante lineal y puede parecer aburrido, a mi me pareció efectiva y muy digna de riddeo. Quizás el punto más negativo es que adolece de una carga tremendamente lenta, por lo que puede que tengáis que esperar algo más de 15 o 20 minutos para poder hacer un ciclo.


Los trenes son bastante cómodos ya que responden a la estructura de trenes de una coaster de acero más que de una woodie, por lo que presentan bastante ergonomía y se adaptan bien al cuerpo en un recorrido bastante repleto de curvas con poco peralte y tramos con transiciones bruscas (como tras el magnífico drop o entre camel y camel).


Una vez salidos de Blue Streak, y sin apenas desplazarnos de esta especie de plaza/vial amplio, encontramos el acceso a uno de los credits más carismáticos de Cedar Point y que, creo que coincido con todos los integrantes del RCT, nos supuso una pequeña decepción personal: Raptor.



A pesar de que el layout pueda parecer bastante original, lo cierto es que este credit tarda bastante en mostrar su novedad, que no es más que el cálculo de elementos en un espacio más o menos comprimido, pero el principal fallo es que la transición entre elemento y elemento queda totalmente estirada hasta parecer una especie de galería de elementos suavizada:


Los puntos positivos sin duda son para su espectacular zero-g (aunque la verdad es que en una invertida de B&M estos elementos SIEMPRE resultan espectaculares), la cantidad de fuerzas G positivas y laterales que recibimos en su hélice final (imposible mantener los brazos en el aire) y la suavidad que existe en sus inversiones que, pese a contener entre ellas un par de corkscrews, hace que esta coaster se convierta en un credit mucho más sencillo de lo que puede parecer visto desde fuera.


Lo cierto es que es un credit que, quizás por proximidad a la entrada, lo hice en los 3 días de visita. El primero (con lluvia) me resultó brusco y excesivamente duro, el segundo (soleado y en última fila) lo encontré terriblemente suave y el tercero (soleado y en primera fila) lo disfruté al 100% y fue cuando, definitivamente Raptor ganó puntos para posicionarse en un buen lugar en mi ranking personal. No es ni mucho menos la mejor invertida de B&M que haya riddeado jamás, pero tampoco se queda corta. Un peldaño por detrás de grandes obras como Katun o Talon.


Completando la avenida principal

Una vez salimos de este vial y regresamos a la avenida principal, siempre bordeando por el extremo izquierdo, nos toparemos con otra de esas pequeñas joyas que te alegra encontrar en un parque. Se trata de Cedar Downs, que no es más que un rudimentario y enorme tiovivo sin eje central. Para que os hagáis una idea, es similar al Derby Racer que hay en Blackpool Pleasure Beach. Los caballos "flotan" sujetos a una barra metálica en una gran tarima circular de madera que da vueltas entorno a un pivote central y en uno de los laterales del carrusel encontramos un órgano repleto de platillos que realizan música en directo y amenizan los alrededores de la ride. En la siguiente fotografía aérea podréis ver Cedar Downs en la parte central, es esa estructura circular de madera:


Seguimos caminando siempre en el extremo izquierdo y nos topamos con Cadillac Cars, o de nuevo, otra de esas clásicas rides que incluso conocemos en Europa. Es una ride en la que accedemos a un coche de época (en este caso cuidaban al máximo el detalle de los coches) y completamos un pequeño recorrido sinuoso por un pequeño bosque repleto de items para visualizar o fotografiar. La curiosidad en este caso es que Cedar Point esconde no una sino dos de estas rides, totalmente iguales y de la misma tipología:


Si echamos un vistazo al lado derecho de la avenida, justo frente a Cadillac Cars, encontraremos dos edificios muy característicos de Cedar Point: Main Arcade y Pagoda Gift Shop.

Main Arcade es un gran edificio de formas puntiagudas que sirvió como referencia e incluso logotipo al parque hace decenas de años y que, en sus orígenes, acogía grandes reuniones, espectáculos, salas de café y zonas de descanso para los visitantes del parque y que en la actualidad conforma la sala de juegos arcade más grande del parque. Su interior es completamente hueco y podemos encontrar centenares de maquinitas y pequeños puestos de souvenirs, por lo que el murmullo de gente dentro del Main Arcade es constante:


La Pagoda Gift Shop es uno de los edificios más antiguos del parque y ha visto pasar un montón de generaciones. En sus inicios sirvió como edificio decorativo para una pequeña zona ajardinada de inspiración oriental, más tarde supuso un restaurante y finalmente, desde hace ya varias décadas, es una de las tiendas más visitadas de Cedar Point. En su interior podemos ver multitud de objetos de inspiración china y japonesa aunque también podemos encontrar, cómo no, objetos relacionados con el parque y sus rides. Es un lugar muy recomendable para visitar ya que se trata de uno de esos rincones por los que sabes que han pasado millones de personas a lo largo de la historia, además, es un edificio que se presta muchísimo a ser fotografiado desde distintos ángulos y le da cierto toque de theming a un parque que, como podréis adivinar, aparca bastante este tema a favor de las emociones extremas:


Ya casi hemos recorrido toda la distancia de la gran avenida de Cedar Point y nos situamos junto a la Pagoda Gif Shop para ver el edificio de recepción de las góndolas de Sky Ride. En total son unos 500 metros de recorrido a una altura variable de entre 20 y 30 metros, así que aunque dure poco os podrá facilitar bonitas fotografías aéreas de esta zona del parque. Merece la pena subir al menos en una ocasión:



En la plaza central

Estamos ahora justo en medio de una enorme plaza descubierta de cemento, sin absolutamente nada, sólamente el rumor y movimiento de centenares de personas cruzando de lado a lado el lugar. A nuestra derecha tenemos otra ride que no podía fallar y que, personalmente, me sorprendió bastante ver en un parque de la talla de Cedar Point. Se trata de Dodgem, o como lo conoceremos aquí, los coches de choque:


Pese a que la pista me pareció excesivamente estrecha y pequeña, lo cierto es que durante todo el día esta ride concentraba un montón de colas y parecía tener bastante éxito. Yo sigo creyendo que el motivo simplemente es que se encuentra en la zona más concurrida del parque y el simple hecho de pasar por allí te incita a echar un par de ciclos. En nuestro caso no montamos en Dodgem porque el tiempo apretaba demasiado como para prestar atención a esta ride de menor envergadura.

Como os he comentado al principio de este episodio, vamos a iniciar nuestra ruta por la parte izquierda del vial y, de manera circular, lo iremos completando en futuras entradas analizando el resto del parque.

Nada más empezar este ramal, de unos 40 metros de ancho, nos topamos con uno de los restaurantes más carismáticos y recomendables del parque, el Coasters Drive-in Restaurant:


Ambientado en la década de los 60 y con una espectacular tematización, este restaurante temático te muestra el conocido mundo de los Cadillacs, las mesas de 4 personas, las mesas con selector de hilo musical, las baldosas blancas y negras y los colores amarillo y azul pastel. Sólo faltaría que las camareras circulasen con patines y trajeran el café en jarras de cristal para pensar que nos encontramos en una escena más de Grease o de Pulp Fiction.


Como podréis ver en la siguiente fotografía, el segundo día elegimos este restaurante para comer y nos pusimos, literalmente, muy finos. ¿Quién se puede resistir a una suculenta ración de aros de cebolla fritos, una hamburguesa auténtica de cuarto de libra y una sala repleta de fotografías enormes de woodies del parque?

Credits de calentamiento... y nostalgia

Justo frente al Coasters Drive-in Restaurant encontramos otra coaster más de la larga lista que actualmente posee este parque de atracciones. No es quizás el credit más espectacular ni siquiera el más llamativo, pero os aseguro que os sorprenderá si conseguís tener paciencia para aguantar el largo tiempo de su cola, se trata de Wildcat:



Esta magistral coaster de Schwarzkopf mezcla de manera sabia y equitativa las características propias de esta genial empresa (curvas arriesgadas, intensidad de layout, originalidad de concepto) con las típicas características que podemos encontrar en un modelo Zyclon/Galaxi (como el que tenemos en PPS Park, por ejemplo).


Mediante pequeños trenes de un solo carro tematizados en coches recorremos un total de 4 alturas divididas en hélices, pequeños drops y un sinfín de curvas peraltadas, todo ello en un espacio muy comprimido de apenas 65x20 metros.

Los o las que hayan probado una Zyclon/Galaxi se estarán llevando las manos a la cabeza y pensando "dolor, dolor, dolor". Pues no, amigos y amigas, Wildcat es una de esas contadas excepciones en las que una coaster que parece terriblemente intensa y repleta de tirones y golpetazos se convierte en un divertido credit, con transiciones solucionadas con sabiduría y elementos más suaves de lo que parecen a simple vista.


La lástima es que la carga de esta coaster es lentísima, por lo que únicamente pudimos hacer un ciclo en toda la visita de 3 jornadas a Cedar Point. Una auténtica lástima teniendo en cuenta la calidad que, por otra parte, parece que siempre Schwarzkopf garantiza en sus credits.

Apenas cambiando de lado del vial nos encontramos ya con el acceso a otra coaster mítica, esta vez quizás no por lo buena que sea, sino por la tristemente cada vez más alimentada fama debido a su desaparición sistemática del globo a causa de su alto coste en mantenimiento y su bajo nivel de emociones. Se trata de la vistosa y bonita Iron Dragon:



Sólo 5 de las 10 suspendidas de Arrow Dynamics quedan en pie y Iron Dragon es una de ellas, quizás la más reconocida por los entusiastas debido a su excelente estado de conservación (aunque he de decir que Vampire de Chessington es una dura competidora en este sentido).


El mecanismo de estas coasters es tan extraño como efectivo: vamos colgados de una especie de cestas alineadas para formar un tren de coaster y durante el layout, completamente sinuoso y sin apenas pendiente, encontraremos unos cuantos puntos donde esta cesta virará hacia izquierda o derecha dependiendo, únicamente, del peso de la cesta y de la fuerza con la que coja las curvas.


Desde ya mismo os puedo asegurar al 100% que no será la mejor coaster que riddearéis en vuestras vidas si la montáis, de hecho, puede que a muchos de vosotros o vosotras os decepcione terriblemente, pero el hecho es que la esencia de este tipo de coasters es la innovación que en su época supusieron y lo relevantes que fueron para sacar adelante modelos como, por ejemplo, las inverteds que conocemos hoy en día.


Un credit nostálgico que pudimos disfrutar y que, con casi total seguridad, podría desaparecer dentro de no muy poco, visto el destino que han sufrido otras grandes como Big Bad Wolf o Eagle Fortress (los dos más grandes exponentes de este tipo de coasters antaño).

¡Pero que no decaigan los ánimos! Ya sólo en las colas de Iron Dragon podemos contemplar parte del layout de otro gigante de acero que hay justo al lado y que nos saluda invitándonos a experimentar sus fuerzas y sensaciones:



Mantis, la némesis de Green Lantern

Y es que íbamos todos los componentes del grupo suficiente escarmentados ya con la incomodidad y brusquedad en el sistema de sujeción y en el recorrido de las stand-up de B&M. Estamos de acuerdo de que el hecho de que Green Lantern (SixFlags Great Adventure) fuese recolocada quizás otorgaba cierta incomodidad al credit en sí, pero lo cierto es que era el complejo mecanismo de sujeción y la mala combinación de elementos lo que la convertían en un instrumento de tortura (sobretodo en el caso de ser chico, por cuestiones corporales).



Pero, extrañamente, Mantis se convirtió en toda una grata experiencia, un credit más que imponente, importante y con una combinación de elementos magistral, un uso del entorno totalmente eficiente y un estudio de fuerzas G totalmente equilibrado.


El hecho de suprimir un corkscrew frente a su hermana de Six Flags posiblemente influye mucho en esta decisión final puesto que, con diferencia, es este elemento el que más dolor provoca, por la combinación de rapidez, torsión, brusquedad y fuerzas laterales extremas.


Por todo lo demás, contiene un drop increiblemente bueno, un loop que en su día ostentó el récord al loop más grande fabricado jamás por B&M (es realmente MUY grande) y un layout que en combinación con colas, estanques, bosque y viales la convierte en una coaster de libro, una auténtica delicia.


Este es otro de esos ejemplos que demuestra que no nos podemos fiar de la utilidad o comodidad de un modelo de coaster sólo por haber probado un ejemplo de ese mismo tipo. Quienes las hayan probado, sabrán que no es lo mismo Silverstar que Nitro, no es lo mismo El Toro que Colossos, no es lo mismo Top Thrill Dragster que Kingda Ka. Por lo tanto lo puedo afirmar, no es lo mismo Mantis que Green Lantern.

FOTO

Y de rebote, el dato que podéis comprobar con estas fotografías, Mantis es una coaster increiblemente fotogénica ya que ofrece multitud de puntos fotográficos interesantes (tened en cuenta que para realizar esta entrada he seleccionado al máximo las fotografías, para no saturar).

Dicho esto, abandonamos la amplitud del vial en este punto (recordad, una anchura capaz de convertirlo en una plaza para espectáculos, como comprobaríamos por la noche con el show American Portrait), nos trasladamos apenas unos metros más adelante para encontrarnos cara a cara con un objetivo, uno de esos credits que consideras como básicos, un "must do" en toda regla:


Así es amigos y amigas de Bloggercoaster, empezábamos a vernos las caras con credits importantes como esta preciosa y desafiante Millenium Force.

*****

Aquí acabaré el análisis, pero no os desesperéis, no voy a ser tan cruel como para dejaros con las ganas de saber de ella mucho tiempo ya que la próxima entrada de Bloggercoaster será la de análisis de una coaster y, cómo no, esa será Millenium Force.

El credit que actualmente ocupa mi número 1 en mi ránking de credits debe ser analizada al detalle, con cariño, con mimo, para encontrar absolutamente todos los detalles que esconde y que ofrece al valiente visitante.

Cierro por hoy el análisis a Cedar Point con la esperanza de poderlo reabrir de nuevo en breve y poder continuar hablando de gigantes del acero y la madera como Maverick, Top Thrill Dragster o Gemini. ¡Estad atentos y atentas al blog!

5 comentarios:

  1. ¡Como siempre gran entrada Jivo!

    Aunque me conozca todas las coasters de Cedar Point y las principales atracciones, he de decir que me ha sorprendido que resulte que Wild Cat sea suave y cómoda... Ya que comparándolo con mi primer credit (Ciclón en PP's Park) hay diferencia...!

    PD: ¡Esperando con ansias ese análisis de Millenium Force!

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  2. ¿Tan buena es Millenium Force? Cuelga ya la siguiente entrada que me has dejado con las ganas jajaj

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    1. Paciencia, ¡estoy en ello! Piensa que es mi coaster nº1 en el ranking, por lo que quiero dedicarle una entrada detallada y bien montada jejeje

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  3. AFAPAM: Fastastica entrada como siempre. Esperamos con ansias la siguiente parte.

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  4. siempre he pensado en viajar a estados unidos o donde estén las grandes grandes jajajaj para montar en una montaña rusa de esas!!!

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