miércoles, 24 de agosto de 2011

G-Time

No suelo ser muy amigo de explicar tecnicismos o definir ciertos factores físicos que incumban el disfrute de las coasters, pero cuando uno habla de estas grandes estructuras de madera o de acero es inevitable hablar de ellas: las fuerzas G.

Aunque me lo tomo como una especie de "deberes pendientes", hoy no voy a definir, al menos extensamente, las fuerzas G que se ven implicadas en una coaster, considero que puede dar para más de una entrada en un futuro y trataré de contar con opiniones y definiciones contrastadas, para aportaros la información más fiable y práctica posible.

Hoy, en Bloggercoaster, me he encargado de seleccionar 6 credits, 6 grandes coasters suficientemente bien consideradas en el mundillo y características no sólo por su altura, su velocidad o su diseño, sino porque en algún punto de sus estructuras guardan uno o varios puntos donde el cuerpo puede experimentar, de forma inaudita, un golpe o efecto de fuerzas G intenso.

Vaya por delante decir que NO voy a tener en cuenta el efecto airtime, tan valorado y buscado por los entusiastas de las coasters, ya que para ello escribiré otra entrada más adelante con coasters donde podemos notar airtimes marcados clarísimamente. Los credits de hoy sólo incluyen puntos donde las fuerzas G verticales o laterales son bruscas y el cuerpo las nota en exceso, tanto que llegamos a gritar o a sorprendernos en exceso a nuestro paso por dichos puntos.

Silverstar: la curva en S

Un elemento a mi parecer menospreciado y que merece de especial atención cuando hablamos del gran proyecto de la suiza B&M en Europa Park. Quien más quien menos conoce a Silverstar por mil elementos: su altura, su velocidad, sus novísimos trenes, su carga exageradamente rápida, sus camelbacks, sus trims o las deliciosas vistas que otorga al visitante si nos encontramos a sus pies, en el parking del parque.

Silverstar presenta varios puntos con fuerzas G muy fuertes, como la curva tras el drop.

Pero Silverstar esconde un punto, un pequeño tramo de unos 40-50 metros, donde nuestros cuerpos experimentarán lo más parecido a un vapuleo de lado a lado, uno de esos elementos que B&M suele regalar al viajero como propina y que siempre suelen venir incluidos en el tramo final de sus obras (tras los MCBR de rigor).

La curva en S, donde pasamos de un peralte a otro con una facilidad pasmosa.
FUENTE: ThemePark Review

Se trata de una curva en S que encontramos justo antes de enlazar con la recta de brakes finales y que viene precedida por el último y pequeño camelback, el cual nos ofrece uno de esos airtimes bruscos y forzados que nos hacen soltar el gritito de rigor. Esta curva, magistralmente diseñada, primero nos ofrece un peralte extremo a derecha para, en apenas unos metros, adentrarse en un extremísimo peralte a izquierda (tras el cual podemos sonreír, nos están sacando en este punto el photoride de la coaster).

El vapuleo de peraltes, sumado a la velocidad que en este punto llevamos, hace que en este punto de la coaster nuestros cuerpos experimenten plenamente un paso extremo de fuerza G lateral positiva (de derecha a izquierda) a fuerza G lateral negativa (de izquierda a derecha). Todo esto en apenas 3 o 4 segundos, una pequeña fracción de tiempo que nos deja sin aliento y pegados al asiento, un pequeño shock final.

Nemesis: la hélice tras el corkscrew

Todo el mundo que la ha riddeado coincide en lo mismo: Nemesis no tiene un layout demasiado común. La obra maestra de John Wardley presenta, de principio a fin, un layout completísimo sin necesidad de recurrir a grandes alturas o velocidades de infarto, pero jugando con los distintos niveles del suelo, las trincheras y una cantidad desmesurada de fuerzas G laterales, como en el caso que nos ocupa ahora.

En Nemesis el tren no deja de estar pegado a pocos metros del suelo, dando sensación de choque

Para los y las que no os suene, tras un pequeño lift de no más de 30 metros Nemesis nos embarca en una curva a través del bosque para, posteriormente, enlazar con un pequeño drop siguiendo la forma de la colina (y con la famosa cascada rosada a nuestros pies). Entramos de lleno en el primer y sorprendente elemento de esta coaster: un corkscrew que se alza hasta el punto más alto tras la cumbre del lift y que nos regala, tras su paso, con la hélice de la que os hablo en esta entrada de hoy.

Una hélice cerrada, con un peralte bastante extremo (próximo a los 80 grados) y que, a apenas un par de metros del suelo, nos ofrece una de esas sensaciones de choque mágicas de B&M, ya que parece que nos vamos a comer de lleno el vallado en rejilla que alberga el acceso a la coaster y, a la vez, el suelo cubierto de césped húmedo.

Velocidad y fuerza G lateral y vertical positivas en la hélice tras el corkscrew, toda una sensación

De nuevo, la cantidad de fuerzas G que nuestro cuerpo absorbe en este punto es muy alta, coincidiendo con la fuerza centrífuga que ejerce el tren en este punto y con la inclinación final que la hélice adquiere ya que nos enlaza de lleno a una profunda trinchera, a 5 o 6 metros bajo el nivel del suelo. Si Nemesis está todavía en los primeros puestos en los ránkings mundiales (con casi 20 años a sus espaldas) es por elementos como esta hélice.

iSpeed: el twisty tras el drop

De la misma manera que ocurre con Silverstar, Intamin también ha descubierto, en estos últimos años, un elemento bastante común pero que ha perfeccionado hasta hacerlo un emblema total suyo.

Aunque en este caso Intamin ha añadido cierto toque más personal que hace que los cruces de peraltes, las zonas twistys, tengan un aroma añadido de pequeño airtime, lo que hace que no sólo actúen las fuerzas G laterales, sino también las positivas y, sobretodo, las negativas, creando la ilusión de falso airtime que tanto nos gusta a los entusiastas.

El layout de iSpeed presenta unas formas y una compresión de elementos abrumadoras

Tras la zona launched nos adentramos en un pequeño top-hat que, de lleno, nos conduce a la primera curva en S con este efecto y, de ahí, completaremos un par más hasta finalizar el layout completo.

Algunos peraltes son tan extremos que rozan la calificación de inversiones, directamente.

Si a este curioso punto le añadimos las distintas inversiones que incorpora la coaster, los numerosos puntos de choque y el aroma compacto de todo el layout (como podréis ver en una de las fotos que os adjunto, hay puntos donde se cruza en 3 o incluso 4 ocasiones el layout, dando la sensación de estar inmersos en un enorme plato de spaguetti de color rojo) nos da como resultado un credit nada despreciable, repleto de velocidad y buenas inversiones, sí, pero también de un uso de las fuerzas G laterales llevadas al extremo a base de cruce de peraltes y curvas desmesuradamente cerradas.

Raptor: la hélice aplastante

Lo he de confesar: tras probar Katun en Mirabilandia tenía ganas de probar Raptor, sí, pero sabía que no encontraría nada más allá de lo que ya había probado. Y me equivocaba (de ahí que hasta que no riddeemos una coaster más vale no decir ni pío porque los POV y las fotografías a menudo engañan).

Raptor presenta un moldeado clásico de elementos B&M: big loop, cobra roll, zero-g, etc.

Sí, Raptor, fuera del elemento que hoy nombraré, apenas aporta un par de sensaciones remarcables y no deja de ser una invertida de B&M con un layout algo más largo de lo normal, pero es la hélice final la que le otorga un escalón más en la calidad y que, sinceramente, me sorprendió de sobremanera.

Bolliger & Mabillard suelen jugar mucho con sus hélices, dándoles un aspecto preciosista, estéticamente perfecto, con soportes muy estudiados y minimalistas, pero generalmente suelen ser transitorias y suelen enlazar con otros elementos de mayor medida o relevancia. En este caso la hélice es, de por sí, el protagonista de un número final digno de actuación de Houdini.

La hélice en cuestión se presenta de repente y abarca un amplio espacio frente a las colas.

Nos la comemos sin apenas esperarla pero, cuando caemos en sus garras, sentimos que es totalmente imposible salir de sus enfermizas fuerzas positivas que te clavan, literalmente, al asiento. Es prácticamente imposible levantar los brazos y las piernas se hacen mucho más pesadas de lo normal: estamos siendo vapuleados por un peralte infernal y conducidos a una velocidad altísima directamente al final del layout.

Repito, aunque la coaster no pase de ser algo más que una simple invertida de B&M, es esta hélice final la que le da un toque más extremo y bello y la que la convierte en una invertida muy a tener en cuenta a la hora de pensar en la empresa de origen suizo.

Muntanya Russa: el as bajo la manga

Puede sorprender que, hablando de B&M o Intamin, me pare a hablar de una coaster familiar como es la de Tibidabo, pero los que me conocen saben de sobra que me fascina en demasía el trabajo realizado por Vekoma tanto a la hora de integrar la coaster totalmente en la ladera del parque catalán como por el estudio minucioso que se realizó en su momento con las fuerzas G que provocaría la coaster, a falta de un buen camel que otorgara algún tipo de airtime interesante (y que sin duda se echa en falta cuando uno riddea este credit).

Muntanya Russa, en Tibidabo, también nos ofrece un punto de fuerza G extrema en su hélice.

Me refiero a la hélice casi doble que encontramos en uno de los laterales, justo tras la estación, y que ofrece al viajero una sensación extrema de fuerza y presión en el cuerpo. Sorprende muchísimo ya por el simple hecho de tener en cuenta que la coaster no fue concebida para ser extrema en ningún momento, pero es en este punto donde se envalentona y muestra los dientes, donde podemos notar que esa pequeña bestia roja que nos conduce por la montaña lanza un grito desgarrador y nos aplica una dosis extra de fuerza centrífuga aplastándonos contra el asiento.

Suele ser el tema más comentado de este credit: el uso de sus fuerzas G laterales y verticales (en este orden) y el equilibrio que se muestra entre estas fuerzas y una velocidad constante que nunca nos deja indiferentes.

Joris en de Draak: el trenzado G

Una de las auténticas revoluciones en los últimos años en cuanto a coasters se refiere (y la que dicen es la tercera revolución en el sector) está capitaneada por la magnífica GCI (Great Coasters International). Nos han sorprendido en muchas ocasiones con sus recorridos vertiginosos y repletos de airtimes, curvas peraltadas y torceduras de vías impensables y Joris en de Draak, uno de sus grandes proyectos el año 2010, es uno de los estandartes de estas características.

El trenzado de Joris en de Draak (parte baja de la foto) en su máxima extensión.

Dentro de Joris en de Draak encontramos varios puntos clásicos de esta empresa (el paso por la estación, los peraltes forzados, los airtimes diminutos o los drops camuflados en hélices, pero el elemento que más fuerzas G genera y sobre el que el viajero más incapacitado se encuentra para controlar su posición en el vagón es el triple trenzado que se forma de un extremo al otro de la coaster.

El inicio del trenzado repleto de fuerzas G se sitúa al salir de la primera curva peraltada.

Tras la curva que viene del paso sobre la estación las dos vías (no olvidemos que es una woodie dueling racer) se separan y empiezan a trenzarse, combinando los clásicos airtimes forzados con curvas peraltadas extremas, formando una larga estructura que permite pasar, en menos de 2 o 3 segundos de tener tu "contrincante" encima a tenerlo justo debajo y de manera repetida.

Un elemento tan impresionante desde fuera como una vez dentro, cuando te sientes totalmente desorientado e incapaz de encontrarle el truco a una estructura tan desconocida.

*****

Como podemos ver, existen elementos bastante dispersos y de diversas empresas que nos pueden llegar a ofrecer auténticas sorpresas a la hora de montar en coasters que, por lo que fuera, las infravalorábamos o creíamos que nos ofrecerían algo totalmente distinto a lo que finalmente nos aportan.

Yo os he nombrado sólo 6 de ellas, pero hay otras tantas que tienen rincones, puntos, uniones o elementos que las hacen únicas y que, por ello, merece la pena viajar hasta los parques que las contienen, sólo por el puro placer de experimentar esos pocos segundos donde tu cuerpo deja la normalidad para pasar a experimentar fuerzas gravitatorias extraordinarias.

Si alguna vez os planteáis visitar algún parque y no encontráis realmente un reclamo para hacerlo, tener en cuenta este tipo de factores ayuda muchas veces a decidirse entre uno y otro, por lo que vale la pena conocer estos pequeños secretos de los layouts de nuestros futuros credits favoritos.

9 comentarios:

  1. ¡Buena y curiosa entrada, Jivo!

    Cosas a añadir:
    - SilverTrim (digo, Silver Star): en efecto, el último tramo es la redención del recorrido. Después de unas colinas gigantes per algo insulsas, la coaster se despierta tras los MCBR. El airtime después de la hélice de 270º, el siguiente airtime y la transición en "S" que has descrito son un fin de fiesta brutal. Hubiera hecho falta mencionar en este artículo de Gs, quizás, la brutalidad de Eurosat, con sus hélices y transiciones mortíferas.

    Nemesis: esa hélice me da escalofríos solo de recordarla. Esa espiral en bajada parece que te arrastre hacia el infierno hecho de rocas. Sin duda, junto al zero G que le sigue, el 'hit' del recorrido.

    Raptor: por fetiche o porque me gustan las invertidas de B&M, porque sabemos que hasta el año 2000 no se cortaban un pelo en las fuerzas G, esta montaña rusa me parece una orgía de fuerzas. Sin duda alguna, esta hélice final es, como en Silver Star, el broche de oro para un recorrido bueno.

    Muntanya Russa: supongo que aquí no puedo opinar objetivamente, ya que le tengo un cariño especial. Sin duda alguna, esta coaster ha sido y creo que, de momento, será el estandarte de concentración de mayores fuerzas G positivas en un recorrido que dura tan poco (corto no es: casi 800 metros). Curiosamente, a ese tramo en el parque le llamábamos 'la hélice de la muerte', puesto que dejaba aturdida a mucha gente. Puntos de Gs buenas a destacar: esa hélice, la curva después de la primera bajada y la última hélice antes de la sección de frenos.

    Espero con ganas tu próxima entrada.

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  2. Yeah! Nos tenemos que marcar un buen iSpeed tu y yo... para que veas lo que es un baile de Gs positivas. Con semejante cantidad de giros a tan pocos metros del suelo y tras el top-hat en picado, es un no parar de leñazos laterales (que si no fuera por los arneses...). Habría puesto Maverick también en esta lista, pero me lo guardo para la entrada de airtimes, donde supongo que habrá un buen top 10 porque saliendo de España he podido probar una buena cantidad ^^

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  3. Muy buen artículo, Jivo!

    Me ha encantado, porque normalmente los entusiastas de las coasters, normalmente buscamos airtime a cualquier precio, pero al final, lo que de verdad aprecias tras montar una y otra vez, son las fuerzas laterales (siempre que no hagan que tu cabeza colisione con los malditos OSTR) y las G's verticales positivas. No se si seré yo el raro, pero me encantan las G's positivas, me encanta notar como la sangre quiere bajarse a mis piernas y los brazos me pesan tanto, que apenas puedo levantarlos.

    En ese sentido, es algo que disfruto en las invertidas de B&M como Batman. Esas hélices tan bestias, que por una vez se salen del concepto de coaster suave que casi todo el mundo busca...

    Muchas gracias por el artículo, ya que ahora tengo en mi lista de "targets" algunas coasters interesantes con sensaciones diferentes!

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  4. Miguel, gran mención al viejo Batman. A esos exponentes me refería yo cuando me refería al B&M de la vieja escuela, ese que no tenía miedo a sacrificar un poco el comfort del pasajero para demostrar el poder de su creación. Ejemplos vivos: Nemesis, Dragon Khan, Katun, Batman y un larguísimo etcétera.

    Y Jivo, te tomo la palabra. iSpeed me llama muchísimo la atención. De hecho, ya que sacas la comparación con Maverick, hay quien la considera el Maverick europeo con un top hat de regalo. Prefiero no decir si es o no cierto el parecido hasta que la haya probado y haya probado también Maverick.

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  5. Cuidado porque pese a ser casi calcadas (por no decir totalmente clónicas, habría que mirarlo) la Batman de SixFlags Great Adventure me decepcionó altamente... me esperaba algo más, no se... más apurado, más limpio y me encontré una coaster que más se parecía a una SLC simplona que a una gran B&M.

    Respecto al parecido con Maverick... largura de tren y poco más. Maverick ofrece el doble o el triple de sensaciones, un layout más grande y completo y más elementos. iSpeed es no parar de principio a fin, hasta que no llegas a la última y gran curva no puedes empezar a plantearte qué ha pasado realmente. Algo así como la primera vez en Millenium Force o en Expedition GeForce: velocidad que no te deja pensar en lo que pasas.

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  6. ISpeed es un credit perfecto: rápida, alta, compacta y con muy mala leche. Mi credit preferido.

    Gran entrada, gracias por el blog y sigue así.

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    1. Ciertamente ofrece una serie de puntos y características que la convierten en una de las mejores coasters europeas en cuanto a intensidad y velocidad. Desgraciadamente no entra en mi TOP 10 por el tema de los arneses... pero colócale unas lap-bars y probablemente entre sin problemas. Gracias por tu comentario!

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  8. Josep Gómez López31 de julio de 2013, 21:22

    He visto la entrada en Facebook y nada más leerlo he pensado en Muntanya Russa... Si es que es una coaster muy intensa (menos ese ''speed hill'', si se le puede llamar así y ese tramo completamente recto antes de la curva final). La curva después del drop, la hélice y la última curva son bastante intensas, no me lo esperaba cuando la probé por primera vez!
    Sobre Maverick, es mi credit favorito y pienso igual que con ISpeed, ese arnés over the shoulder de INTAMIN es bastante molesto...

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