domingo, 7 de agosto de 2011

Alternativas de verano (parte 1)

Hace unos días que hemos entrado de lleno en agosto, el mes por excelencia de las altas temperaturas, las vacaciones, los viajes y las visitas a ciudades meramente turísticas. Una de las ciudades que más turistas atraen a lo largo y ancho del mundo en esta época es Barcelona, cuyos encantos modernistas o rabiosa cultura vanguardista hace que sus calles rebosen de vida en estos días calurosos.

Pensando en esta actividad tan intensa y en que la única alternativa de ocio en forma de visita a un parque que existe en la mayoría de los casos es a PortAventura, he decidido que durante cada domingo de este mes, en 4 pequeños capítulos, os explicaré y presentaré alternativas para pasar un día entretenido en parques sin la necesidad de tener que visitar la Costa Daurada.

Porque sí, Barcelona (y sus alrededores) presentan hasta cuatro maneras de hacer una escapada y disfrutar de atracciones, coasters y demás, así que hoy vamos a empezar con la más emblemática de todas, pero una opción lamentablemente descartada por la mayoría y que puede significar perder la opción de vivir algunas interesantes emociones. Hoy, en Bloggercoaster, os presento la primera alternativa de verano: Tibidabo.

Episodio 1: El Tibidabo

Hablar del Tibidabo de Barcelona es hablar de todo un emblema, no sólo por sus innumerables rides y rincones, sino por las increíbles vistas que ha ofrecido, en su privilegiada posición, a distintas generaciones que durante décadas han visitado este parque.

En el Museu dels Autòmats (de acceso gratuito en el parque) encontramos la maqueta del mismo

Tibidabo es el parque urbano de Barcelona, un parque puramente de atracciones que lucha temporada tras temporada por conservar y mejorar unas instalaciones que, en algunos casos, suman decenas de años a sus espaldas.

Distribuido en 6 niveles distintos de altura, siguiendo la ladera de la montaña donde está situado, el parque nos ofrece más de 20 atracciones de todo tipo, para grandes y mayores, aunque encarando sobretodo la actividad al sector de la familia y ofreciendo bastante diversidad de alturas y edades disponibles en su catálogo de rides.


La mezcla razonable de rides familiares, infantiles y adrenalíticas conforma una gran variedad.

Para los más atrevidos encontramos sus dos credits: Muntanya Russa y Tibidabo Express. Por una parte una sit-down custom MK-900 de Vekoma capaz de hacernos sentir unas respetables fuerzas G a través de los bosques de la zona y por otra parte una powered coaster de Zamperla, que nos ofrecerá un veloz recorrido por algunos de los rincones más ocultos del parque.


En Muntanya Russa podremos disfrutar de una alta velocidad con vistas a la ciudad condal.

También podemos añadir al mismo saco aventurero las rides de Hurakan y Mina d'Or. El primero es un top-spin que nos ofrecerá inversiones en un ciclo de giros endiablados y el segundo es un flume de Reverchon, único en su especie por ofrecer un recorrido personalizado a través de los escarpados acantilados de la zona trasera del parque.


Mina d'Or se cruza, en su primer drop, con los soportes de Muntanya Russa, una preciosa postal.

Ofreciendo menos adrenalina pero igual diversión podemos encontrar cosas como Piratta (el clásico barco balanceante), Castell Misteriós (una walktrought bastante efectiva) o Crash Cars (unos divertidos coches de choque con vistas a la ciudad).


Piratta está situada en pleno centro del parque y es una de las rides más frecuentadas

Pero si algo ofrece especialmente el parque es su amplia colección de rides con historia propia, algunas de ellas realmente únicas en el mundo y al alcance de nuestras manos durante, al menos, unas horas de disfrute.


La Talaia se encuentra en el punto más alto del parque, junto a la Catedral del Sagrat Cor.

Tenemos por ejemplo Talaia (un brazo mecánico que mediante movimiento giratorio nos elevará decenas de metros por encima del suelo llevándonos al punto más alto del parque sobre el nivel del mar), Carrousel (una auténtica reliquia de dos pisos que nos ofrecerá unas vistas hermosas de la ciudad condal), Avió (el auténtico emblema del parque, un avión que gira sobre un eje central y es propulsado por su propia hélice motora), Magatzem (un monoraíl suspendido que nos paseará por la parte más oculta y mágica del parque) o Hotel Krüeger (una sabia mezcla entre espectáculo y walktrough que nos hará temblar de miedo con sus oscuros pasillos habitados por monstruos y extraños seres terroríficos).


L'Avió guarda a sus espaldas decenas de años activa, toda una reliquia funcionando actualmente.

No es una selección puntera de rides y posiblemente no encontréis la gracia a muchas de ellas si lo que buscáis son emociones fuertes, pero os puedo asegurar que montar en algunas de estas reliquias pueden transportaros a las sensaciones que vivió la gente años atrás, cuando sí que representaban lo más novedoso de la época.


Magatzem nos pasea por los alrededores del parque, ofreciendo unas vistas privilegiadas.

Restauración

El parque ofrece, repartidos en sus distintos niveles, un buen número de puntos de restauración y pequeños puestos ambulantes donde podremos disfrutar tanto de un burbujeante refresco como de una generosa ración de snacks.


En diversos puntos del parque se nos recuerda la proliferación de puntos de restauración.

Especial recomendación entorno a La Taverna del Castell (donde podremos disfrutar de variada comida rápida (hamburguesas, pasta, pizza, ensaladas o incluso carne)), Bar Piratta (justo enfrente de Viking y la ride que da nombre al puesto encontramos una buena cocina de frankfurts y refrigerios rápidos) o L'Aeroport (situado bajo la ride de l'Avió nos ofrece una exquisita selección de carnes y arroces para poder degustar sentados en una de sus refrescantes terrazas).


En el Bar de l'Estació podemos tomar un refrigerio tras salir de la divertida Tibidabo Express.

Como os he dicho ya, en distintos puntos del parque hay repartidos puestos de comida y bebida, así como casetas con máquinas expendedoras de refrescos o helados, muy solicitadas en estos meses calurosos de verano.


Encontraremos máquinas dispensadoras de refrescos y bebidas a lo largo de todo el parque.

Tarifas

(actualizadas a 2016)
  • Entrada regular: 28,50€
  • Entrada menores de 120cm. altura: 10,30
  • Entrada menores de 90cm. altura: GRATIS.
  • Entrada mayores de 60 años: 10
  • Entrada discapacitados (con acompañante gratuito): 5,60€
¿Cómo llegar desde la ciudad?

Tenemos tres alternativas distintas:

1) Combinación Ferrocarriles Catalanes + Tramvia Blau + Funicular. El precio de los Ferrocarriles Catales lo podéis consultar en su web, el precio del Funicular es de 4€ por viaje.

2) Autobus: con salida de Plaça Catalunya y una regularidad bastante generosa, tenéis este transporte por sólo 2,80€ que os serán devueltos una vez compréis la entrada del parque en las taquillas del mismo.


El parque ofrece un parking de varios pisos, por lo que no deberemos sufrir por el agresivo Sol.

3) Coche: podéis aparcar en Sant Genís y de allí subir por el bus T2B hasta el parque (abonando 4€ por todo un día de aparcamiento) o podéis subir en coche hasta el aparcamiento que facilita el parque, donde se os cobrará una tarifa de 10€ por toda una jornada.

*****

En definitiva, hoy os dejo una recomendación sincera de buen amante de los parques de atracciones más clásicos. Siempre, eso sí, mi consejo es que visitéis su página oficial o los numerosos foros especializados como este, y que descubráis vosotros mismos y vosotras mismas la magia de este recinto que se sitúa, sin miedo, entre los más antiguos del mundo.

No me cansaré de deciros que quizás Tibidabo no sea el mayor parque de atracciones del mundo, posiblemente no ofrezca una cantidad innovadora de rides arriesgadas y tampoco os dejará boquiabiertos gracias a las emociones que os ofrezca, pero estoy seguro de que el encanto del paisaje, sus ricas sombras de descanso, la amabilidad de su personal y el aroma antiguo que desprenden sus instalaciones os harán pensar que, por una vez, no sois vosotros, sino vuestros abuelos, cuando las atracciones no eran complejas y ofrecían otro tipo de diversión alternativa.


Si estáis cansados de visitar los típicos lugares de Barcelona y os queréis evadir de tanto modernismo y tanto turista, os recomiendo que subáis a Tibidabo y, por una vez, disfrutaréis del aire puro de la montaña rodeados de cosas tan buenas como su genial Muntanya Russa, genuina y única en su especie.

6 comentarios:

  1. me ha gustado mucho esta entrada..aunque echo de menos la noria...y por cierto..añadir si me permites..el tema transporte...el FGC+funicular es válido con la T-10 o cualquiera de las tarjetas integradas ^_^

    Sabrina_Potter

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  2. jivoo hecho de menos alguna parte nueva de tu viaje a EEUU :)

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  3. 25,20 €????? WHAT?
    Me encanta este parque por la cantidad de recuerdos de mi niñez que se me vienen a la cabeza...pero este precio me parece excesivo por lo que es el Tibidabo en si, y más excesivo teniendo en cuenta que han desaparecido PNDOL y la Noria!

    (HO SENTO, PERO ALGÚ HO HAVIA DE DIR!)

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  4. Precisamente por ello en enero de este año os comenté las ventajas del 2x1 de LaCaixa y el Carnet Jove >>> http://www.bloggercoaster.com/2011/01/pack-jove-2011-descuentos-y-promociones.html

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  5. Tu mismo lo has dicho: Tibidabo no es más que una alternativa... Si, es curioso visitar un parque que tiene 111 años de historia en su historial, pero PENOSO desde el punto de vista empresarial...

    Por cierto, lo de "la amabilidad de su personal", creo que te lo podrías haber ahorrado, ya que es este el punto en el que más flojea el parque...

    PD: Noria nueva YA!!!

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  6. Lo de la amabilidad del personal lo he comentado porque desde que vengo visitando el parque (y van años, creeme) nunca he tenido problemas, han resuelto mis dudas cuando las he tenido y la operativa ha sido correcta. No le voy a pedir a un ride-op que me cuente un chiste o que me fria unas patatas... los ride-op están para que el tren/góndola/mecanismo se ponga en marcha lo antes posible, cosa que en otros parques NO es como en Tibidabo. De ahi ese punto positivo totalmente personal.

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