viernes, 20 de mayo de 2011

Las Big Apple de Pinfari


La entrada de hoy es algo atípica, ya que no vamos a hablar de grandes proyectos, de grandes extensiones ni de ningún modelo que nos ponga boca abajo o genere unas velocidades espeluznantes.

Hoy, en Bloggercoaster, voy a analizar un conocido y extendido modelo de coaster que, desgraciadamente, no podemos "disfrutar" en España ya que no hay parque que la contenga, pero sí es un modelo multiplicado como setas en países como Inglaterra, Francia o Alemania, aparte de muchos otros países en el mundo.

Lo pude probar en mis propias carnes hace bien poco, en mi reciente escapada a UK, concretamente mediante Caterpillar Capers, en Camelot ThemePark. Me voy a basar en la experiencia vivida para relataros cómo es y qué se siente al montar en una Big Apple.

La historia de un layout sencillo

Como toda kiddie que se precie, el modelo Big Apple, también conocido como Wacky Worm, carece de grandes estructuras complejas y contiene ingredientes que lo hacen terriblemente atractivo para aquellos parques de menor calibre que quieran añadir algún ingrediente más a sus zonas infantiles o que, sin extender una inversión millonaria, quieran ampliar sus filas de credits con uno más.

Este modelo, cuyo nombre oficial es Big Apple MB28, data de los años 70, cuando Pinfari, una ya extinta empresa italiana empezó a comercializar coasters de menor calibre que facilitaran al público general sensaciones propias de proyectos grandes de parques de renombre. Así es como nacieron las Cyclon, las Big Apple o las Circus Clown, modelos de no demasiada altura que permitían incluso ser montados y desmontados con relativa facilidad, lo que hizo que muchas de estas coasters acabaran sus días en ferias o parques itinerantes.

La historia de Pinfari fue fructífera hasta que en 2004 la empresa quebró y pasó a ser absorbida por otra empresa constructora de este tipo de material: Interpark, la cual se ha encargado de la conservación y mantenimiento de este tipo de proyectos desde entonces, facilitando algunas re-colocaciones o restauraciones de importante calibre.

La primera coaster de muchas generaciones

Pese a que, como he dicho, las Big Apple no ofrecen grandes velocidades o peraltes, sí que han sido, son y serán probablemente las primeras coasters para muchos niños y niñas, pues representan el nivel más bajo de sensaciones pero ya ofrecen elementos comunes en el resto de modelos como son un drop, giros peraltados o un lift de cadena.


El niño que monta por primera vez en una coaster y lo hace a través de una Big Apple experimenta ya con elementos que verá más adelante de manera ampliada y con más metros de altura (por ejemplo, el drop de este modelo alcanza unos ridículos 3 metros y medio).

Así pues, tenemos un layout sencillote completado por un sólo tren (como es lógico) de 12 vagones de capacidad (elemento también clásico en las kiddies, donde encontramos trenes de muchísima longitud y capacidad). Cada vagón ofrece espacio para dos niños o un adulto (o un adulto y un niño, otra formación muy común) y carga y descarga en una estación situada a aproximadamente metro y medio de altura respecto al nivel del suelo, a ella se accede a través de escaleras y mediante una pasarela lateral que generalmente suele ser de chapa o metálica.



Tras la salida iniciamos curva amplia a la derecha, pasando por debajo del segundo nivel, a unos 4 metros de altura y rápidamente nos adentramos en el lift que nos conducirá a la parte más alta.

Normalmente las Big Apple vienen acompañadas de un elemento temático común en forma de gran manzana. Esta gran manzana se sitúa en una de las esquinas del layout y permite, mediante 4 agujeros, acceder a su interior en 2 ocasiones y a ambos niveles de altura.


La primera ocasión en la que atravesamos esta roja estructura es al final del lift, encarando una curva amplia a la derecha. Tras cerrar la curva pasamos una diagonal con aproximadamente medio metro de desnivel donde completamos varias mini bumpy-hills (aunque la velocidad afecte más bien nada a la sensación de saltar), tras este elemento hacemos curva cerrada a la izquierda continuando el descenso de altura y adquiriendo velocidad hasta llegar a la diagonal cruzada donde realizamos el drop, de unos 3 metros de altura y con cierta sensación de choque con los soportes.


Tras el drop hay un pequeño amago de airtime (obviamente no realizado debido a la escasa velocidad de 30-40 km/h) y rápidamente encajamos la curva más peraltada del recorrido hacia la derecha, pasando de nuevo por la parte interior de la manzana. Al salir de este elemento de theming empalmamos directamente con la estación.


Generalmente el ciclo es doble, aunque como el control es totalmente manual por parte del ride op en estación, es posible que debido al attendance se genere únicamente un ciclo único. En el caso de que sea doble, como es lógico, la estación ejerce en el paso intermedio la función de reducir velocidad progresivamente hasta que el tren prácticamente se pare y luego, soltando frenado, reprenda de nuevo el recorrido por segunda vez.

Mi experiencia personal...

Tampoco tengo demasiado que añadir ya que, como es lógico, con mi volumen corporal y mi edad este credit pasa a ser más anecdótico que no importante. Pero sin embargo hay que tener claro que es un modelo que cumple un requisito indispensable en cualquier parque: facilitar el aprendizaje de las fuerzas y las sensaciones y transmitirlo de padres a hijos de una manera divertida y familiar.

En sí es un credit sencillo, rápido y poco efectivo, quizás lo más destacado sería que al tener un volumen más grande la sensación de choque en el drop y al pasar por la manzana se amplifica, pero vamos... nada más allá.


Sin embargo, creo en realidad que la base y la importancia de este tipo de credits es esencial, pues impulsan el interés de todo niño en las coasters y, posiblemente en el futuro, ese niño se convierta en un cliente más a tener en cuenta.

Sólo me queda daros un pequeño consejo: si tenéis la oportunidad de montar en una de estas, hacedlo al final del todo, la visión de todo un tren de 10 metros de largo atravesando curvas y manzanas es bastante graciosa y particular (además que el front-row, en este caso, dificulta la visión del recorrido ya que está encabezado por una enorme testa de gusano sonriente).

*****

Son y serán credits de menor importancia pero he considerado que hay que tenerlos en cuenta, nunca se sabe cuántos podremos acumular en nuestra lista o si dentro de 20 o 30 años veremos las nuevas kiddies y les diremos a nuestros hijos o nietos que nosotros montamos en unas kiddies llamadas "Big Apple" que conseguían atravesar en varias ocasiones una manzana gigante.

Además lo bueno de que haya tantas en todo el mundo, es que siempre te puedes dedicar a coleccionarlas, como el que colecciona cromos hoy en día.

5 comentarios:

  1. Para cuando el análisi del Ciclon, la montaña rusa de Platja d'Aro? Tiene también su historia, ya que en su momento estuvo el el historico parque de Montjuïc... Y seguro que en su momento hubieron varios clones por el mundo...

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  2. Lo dicho, cuando pueda montar en la que hay en PP's Park, en Platja d'Aro, caerá un análisis segurísimo (además del parque entero también). Es un pequeño objetivo para este veranito, veamos si hay suerte y puedo visitarlo!

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  3. Que vuergüenza pase en una de estas... xDD, eso si, de tres parques menores que visité en Francia, ahi estaba, imponiendo su ley xD

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  4. Jivo ampliando la cultura coasteril !!

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  5. "Curva hacia el árbol!! uaaaagh" "Curva hacia el otro lado! uaaaaagh" (gardaland remembering)

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