martes, 21 de diciembre de 2010

G'sengte Sau (Tripsdrill Erlebnispark)


El riesgo, a la hora de realizar una compra, es siempre un factor decisivo. Si multiplicamos ese riesgo y hablamos de precios tan altos como millones de euros, el factor se convierte en clave totalmente. ¿Por qué os cuento todo esto? Sencillo: a veces hay parques que llegan a jugar tanto con el riesgo que añaden novedades que bien pueden convertirse en hits como pueden dejar entrever un auténtico fracaso.

Hoy nos dedicaremos a analizar un proyecto que en su día sembró muchas dudas pero que vio nacer a una empresa que, hoy día, se codea con las más grandes y construye proyectos de gran calibre a ambos lados del charco: Gerstlauer.

Analizaremos su primera coaster, aquella con la que se presentaron al mercado y la primera de un total de 40 (¡y continúan en ello!): G'sengte Sau.


El trineo prodigioso

Cojamos el concepto de una wild mouse. Las hay de un buen puñado de empresas, todas ellas prácticamente clónicas. No ofrecen nada nuevo, no hay elementos innovadores y el concepto airtime es, probablemente, una utopía difícilmente alcanzable.

Trenes pequeños de dos filas para dos personas por fila, un attendance de 700 personas/hora.

Añadamos un recorrido realmente innovador, con multitud de elementos de choque y una longitud inusual. Requeriremos también de una superficie de construcción compleja y, como es lógico, al ser un prototipo añadamos una cantidad de componentes mecánicos totalmente nuevos.

Como es lógico, no es esta una propuesta muy segura, no es un caballo ganador. Pero algo tuvo que hacer el equipo de Gerstlauer para que Tripsdrill, un parque rural con una única coaster familiar y una colección de rides viejas apostara sus millones de euros sin pensárselo dos veces por una empresa sin antecedente alguno (recordemos que este fue el primer proyecto de ellos).


La tercera hélice pasa increiblemente cerca del sendero para visitantes.

Obviamente, el paso de los años ha hecho que aquella arriesgada apuesta se convierta en una de las coasters más carismáticas de Europa. No es muy conocida si todavía no has pasado por ella, pero una vez la pruebas, G'sengte Sau se convierte en una coaster que repites, repites y repites, a placer.

La fórmula es sencilla: aplicar las normas de una wild mouse pero generando un recorrido propio de coaster familiar o woodie. Así encontramos un layout sencillo al principio, tras un drop curvado, regado por tres curvas de 180º de giro pero sin peralte (elemento típico de las wild mouse tradicionales), seguido de dos hélices totalmente cerradas con peralte importante de entre 70 y 80 grados, paso por MCBR's y un seguido de camelbacks juguetones que generan airtimes simpáticos. Al final nos volvemos a ver las caras con dos hélices mucho más pequeñas que las anteriores que nos conducen rápidamente a unos brakes finales (y algo bruscos).

Explicado así, parece muy compleja, pero nada mejor que visionar, gracias a E-Coasters, su POV en condiciones:


Una coaster plagada de anécdotas

Estéticamente G'sengte Sau esconde unos cuantos aspectos que, ante todo, la hacen totalmente atractiva al visitante.

Para empezar tenemos sus colas, ambientadas en una factoría de trineos con animatronics y grandes salas oscuras, lo cual siempre es garantía de que el producto final no nos va a defraudar, como es el caso, pues al final podremos llegar a montarnos en el tren de la coaster, que es ni más ni menos que un trineo acabado ya al más puro estilo Papá Noel.


Tras la cuarta hélice, que frena el tren ligeramente, encontramos unos bruscos final brakes.

El layout, aunque sencillo, guarda tres elementos extremadamente buenos:

1.El drop: curvado y con una forma caprichosa, nos da la bienvenida y aporta un toque de velocidad y descontrol bastante curioso. Montarlo en primera fila es una auténtica delicia.

2.Los cruces de peralte: en dos ocasiones pasamos de un cruce de inclinación, pasando de estar inclinados a la izquierda para estarlo a la derecha. Pese a que pueda parecer el cambio brusco, nada más lejos de la realidad: la suavidad con la que se hace este cambio de graduación es asombrosa y un punto muy positivo a tener en cuenta.

3.Los 3 bunny-hills: aunque en realidad son pequeños camelbacks, el añadirlos de forma seguida y con un tamaño menor les hace adquirir este nombre ya que, como el propio nombre indica, nos sentimos como conejitos saltando por una verde pradera. Es muy curioso situarse en el extremo de este elemento y observar como la gente y el trineo aparecen y desaparecen en repetidas ocasiones, como si estuvieran saltando tras la colina.


Las 3 bunny-hills consiguen un efecto realmente hilarante vistas desde este punto.

Por último, pero no menos importante, Tripsdrill siempre ha tratado con mucho cariño este proyecto (que aporta la suave fuerza de 3 G's) y la inauguración fue un claro ejemplo. En 1998 Dirk Auer, figura conocida en Alemania por tratarse de uno de los record breakers más reconocidos de la historia, acordó junto con la dirección del parque enfundarse unos patines modificados para poder discurrir sobre las vías de G'sengte Sau y poder completar la totalidad del recorrido así, sobre unos patines parecidos a esquís y con una botella de cerveza en sus manos. El reto serviría a su vez como publicidad de la novedad del parque y como entretenimiento para un conocido programa alemán de televisión, parecido al ya extinto "¿Qué apostamos?" que pudimos ver en España durante unos años.


Dirk Auer en uno de los ensayos previos a la prueba, que finalmente resultó fallida.
FUENTE: Merkur-online.de

Lamentablemente, no pudo hacerse realidad ya que sufrió una aparatosa caída en uno de los tramos de la coaster y tuvo que ser hospitalizado con alguna factura leve.

Años después Auer conseguiría batir su propio reto completando el recorrido de Mammut con un sistema similar. Esta vez sí pudo completarlo sano y salvo.

*****

Siempre lo he dicho: Tripsdrill es uno de mis parques favoritos, no por la espectacularidad de sus rides, sino más bien por el mimo y la chispa creativa que demuestran sus gestores a la hora de presentar novedades, coasters y proyectos asombrosos y totalmente innovadores.

G'sengte Sau es un claro ejemplo, aunque hay multitud de rides y rincones en el parque que confirman durante tu visita este hecho, así que os recomiendo totalmente la visita al parque para probar una de las coasters más locas pero a la vez más divertidas del viejo continente.

4 comentarios:

  1. personalmente, me parecio la novedad familiar de acero perfecta para cualquier parque de pequeña y mediana embergadura. ahora que existen ademas nuevas tecnologias como los elevadores, los cambiadores de direccion y tal, estoy seguro de que gerstlauer podria competir a nivel de los grandes (bueno, en este campo solo mack podria jugar) por un gran e interesante proyecto.

    hola tibidabo, somos gerstlauer... pequeños espacios dan grandes coasters por un precio muy competitivo... hablamos?

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  2. Ahi ahi... Tibidabo debería tomar nota de toda esta variedad de railes "pequeños" y layouts comprimidos. Lease wild mouse custom, eurofighters, youngstars, el loco, zacspins, etc.

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  3. Sin duda la coaster mas divertida que he probado nunca, se ganó un digno lugar en mi recuerdo :)

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  4. Lo que más gracia me ha hecho ha sido lo bien montados que están los Bunny-Hills, encima con la vegetación realmente han dado con la descripción literal jeje
    Ojalá Tibidabo te escuchara @Calle, porque podrían hacer grandes cosas en el espacio que tienen, y poder llamar la atención.

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