domingo, 12 de diciembre de 2010

Roller Coaster Team (parte 1)

Todos, a lo largo de nuestra vida, hemos pasado alguna que otra vez por la experiencia de pertenecer a un pequeño grupo o cuadrilla de amigos o conocidos, con el afán de aprovechar alguna inquietud colectiva. Desde clubs de fans, hasta seguidores de series, películas, juegos o aficiones variopintas.

En esencia, hace ya algo más de 3 años, se creó en un local de alquiler entre amigos otro de estos entrañables grupos que a día de hoy sigue proponiéndose objetivos cada vez más ambiciosos visitando parques recónditos a lo largo del mundo: el Roller Coaster Team.


El nacimiento de un proyecto

En septiembre de 2007 un grupo de unos 12 amigos residentes la mayoría en Barcelona ciudad decidimos alquilar un local para celebrar fiestas puntuales de música y poder dar rienda suelta a algunas aficiones comunes: pinchar discos, escuchar música, ver la tele, fumar shisha, jugar a la consola, debatir, etc.

Jivo, Marc y Salva, el equipo al completo listo para liarla.

Dicho local llevaba por nombre "El Zulo", y allí fue donde, un par de meses después de su apertura, Marc Roig y un servidor tuvieron la idea de iniciar este proyecto de viajes. Yo había viajado ese mismo año a Amsterdam y había visitado mi primer parque internacional (Walibi Holland) y, como es natural, quise compartir mi asombro con mi amigo Marc.

De esa charla surgió el vínculo casual de que a él también le gustaban los parques, las coasters y los viajes, por lo que comentamos, a modo de boceto, que podríamos iniciar una ruta para la primavera del año siguiente y que la iríamos planeando minuciosamente durante los meses siguientes.

Al proyecto se sumó Salva, un amigo de Marc i amante también del mundo de los parques que decidió aportar su empeño para realizar el ansiado viaje.

Durante los primeros meses del año todo fue una constante búsqueda de datos, reservas de viajes, hoteles, rutas, coches de alquiler e información de parques, hasta que llegó la fecha indicada que habíamos preparado con ahínco: mayo del 2008. Era la fecha en la que se hizo el primer Roller Coaster Tour.

El viaje de nuestras vidas

Con un presupuesto de unos 600 € en total (aunque siempre a sabiendas que cualquier problema podía variar dicho presupuesto), decidimos poner rumbo a tierras alemanas. El objetivo era visitar tres parques simbólicos germanos: Holiday Park, Europa Park y Phantasialand.

Sabíamos bien poco de ellos ya que apenas habían sido visitados u analizados por otras comunidades de entusiastas, por lo que decidimos hacer el viaje a placer, acompañados de música, amenas charlas y buen rollo en general.


Las pizzas de Aprés Park (Rust) deberían ser Patrimonio de la Unesco.

El vuelo fue de ida y vuelta a Frankfurt AM, adquirimos un coche de alquiler en Sixt (empresa fetiche en los viajes posteriores del grupo) y el primer día hicimos una ruta de 100 km hasta llegar a Hasloch, donde descansamos en la pensión Klaer.

El segundo día estaba marcado por Holiday Park, un parque pequeño pero muy resultón cuyas entrañas albergaban una auténtica bestia de acero codiciada por freaks de todo el mundo: Expedition GeForce.

Tras montar, como era de esperar, en la coaster naranja, decidimos también probar nuestra primera double corkscrew de Vekoma (Superwirbel), nuestra primera StarFlyer de 80 metros o uno de los mejores flumes de Europa: Teufelsfässer.


Diversión pura e insanidad a partes iguales en los flumes de Holiday Park.

Al cerrar el parque partíamos en dirección a Europa Park (en Rust), un parque muy cercano que nos acojería durante los dos siguientes días.

Ya la sola visita al entrañable pueblecito típico de Rust por la noche, tras una merecida cena, despertó nuestras ansias de cara al día siguiente: Silverstar nos llamaba con su lift iluminado en azul.

Y dicho y hecho, al día siguiente pudimos probar los por entonces 9 credits de los que disponía el enorme parque.


Uno de los credits más preciados y queridos hasta el día de hoy: Silverstar.

La experiencia fue insólita, pues jamás habíamos pisado un parque tan enorme, tan detallado y tan rico en emociones. Ver el trato al cliente por parte de los trabajadores, el mimo con el que se cuida lo que te transmite cada rincón del parque, el esmero con el que se ofrecen desde esencias propias de cada ride hasta música personalizada de cada coaster, etc. Todo ello nos hizo llegar a la conclusión que, años después y a falta de saltar el charco, seguimos defendiendo: Europa Park es, sin duda, el buque insignia de Europa a nivel mundial.

Tras finalizar la visita al parque por segundo día consecutivo, enfilamos la ruta hacia Bruhl, donde se aposentaba uno de los parques más bucólicos del continente: Phantasialand.

Tras una noche de descanso más que merecido, pues habíamos completado en total una ruta de unos 400km en coche, decidimos recorrer sin piedad las entrañas del diminuto parque germano, repleto de un sinfín de detallados recovecos que despertaron las más dormidas sensaciones e inquietudes.


Black Mamba, majestuosa, nos da la bienvenida y nos augura un viaje extremo.

Phantasialand es simplemente un parque lleno de magia, con abultada temática que hace que no dejes en ningún momento de tener la boca bien abierta, sorprendiéndote absolutamente por todo y sin dejar de admirar sus ejemplares coasters o sus mastodónticas rides.

El hechizo de Black Mamba, el estandarte del parque, hizo que colmara las primeras posiciones de nuestros ránkings personales, sumando unos más que valiosos 4 credits (5 si contamos por doble las sinuosas Winja's).


Colorado Adventure, la coaster apadrinada por Michael Jackson, bajo una soleada jornada.

El fin de una aventura sin igual

Al día siguiente, tras 6 días milimétricamente calculados, tocaba realizar una tortuosa ruta hasta Frankfurt de nuevo para, a media hora de la tarde, regresar a nuestra ciudad de origen: Barcelona.

Habían sido en total 6 jornadas repletas de anécdotas, recuerdos, experiencias y vivencias que, seguramente, ninguno de los 3 miembros del grupo ha olvidado hasta el día de hoy.

Pero, tristeza aparte, no era esto sino el comienzo de otra aventura más pues, meses después, en octubre de 2008, volvimos a reunirnos de nuevo para organizar la siguiente ruta, la de 2009.

Próximamente narraré cómo sucedió y las novedades que se incorporaron esta vez al grupo.

2 comentarios:

  1. Que grande, que recuerdos!!! Grandes fumadas de shisha, siempre recordaré la shisha con WHISKY DYC en la base que nos intentamos fumar en mi casa pillando el vuelo... que horror y que dolor de cabeza xd Y ojo, no olvidemos nuestras partidas al 3D Ultra Pinball: Thrillride. Que yo pensaba que era un pinball de rides "a secas" y resulta que todas las rides que sanel son de Hershey. Quien nos iba a decir que 3 años después acabaríamos visitando las rides en las que habíamos estado disparando bolas? jajaja

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  2. Te he dicho alguna vez que me muero por hacer un viaje de estos contigo?? jaja es que son tan geniales, me encanta!!

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