lunes, 25 de julio de 2016

¡Las rides más extremas! (Parte 5 - epílogo)



EPÍLOGO

Ahora que hemos llegado ya a la cumbre y que hemos completado el TOP20 de las rides más extremas del mundo (siempre a mi parecer y con una opinión totalmente personal y subjetiva), queda por hacer algo que fue tomando forma conforme iba ideando el listado de atracciones y que he decidido rescatar en forma de epílogo.

Pero antes de nada, aquí os dejo el listado con las 4 partes del TOP20, por si todavía tenéis curiosidad por saber cuáles son las rides que ocupan este ranking particular:
Este epílogo vendría a ser una recopilación de otras 10 rides más que se habrían quedado, por algún motivo o varios motivos, fuera del listado del TOP20 pero que también merecen ser nombradas y que, en algunos casos, he tenido que descartar por muy poquito.

Así pues hoy, en Bloggercoaster, redondearemos la cantidad de entradas de esta "saga" y repasaremos 10 rides que podrían haber estado perfectamente en el TOP20 (o dicho de otra manera, estarían en un hipotético TOP30):


Talocan
Phantasialand
Brühl (Alemania)

Estoy seguro de que muchas de las personas que me conocen enseguida se llevaron las manos a la cabeza cuando vieron que ni siquiera nombraba a la enorme, bestial e inigualable Talocan de Phantasialand. Posiblemente el mejor top spin del mundo.

Facturada por Huss y con bastantes elementos que la convierten en algo totalmente único en el mundo, Talocan nos eleva a una quincena de metros de altura para dar vueltas en una góndola floorless con filas delanteras y traseras, embutida en un tambor de theming minuciosamente ambientado, con un acceso de carga espectacular, balconada que la convierte al instante en una ride atrae-personas y una gama de efectos, música y sonidos que le otorgan el calificativo AAA en el mundo de las flats tematizadas.

Si alguna vez no habéis visto su ciclo entero, aquí os ofrezco una versión íntegra grabada mediante GoPro que permite, gracias a la óptica de ojo de pez, visualizar no solamente la ride y su ciclo, sino también los alrededores (que normalmente no aparecen en otras fotografías o vídeos):


¿Porqué no aparece en el TOP?

Fui increíblemente estricto y decidí ceñirme únicamente al ciclo y pese a que Talocan tiene un catálogo de giros e inversiones difíciles de olvidar, creí conveniente incluir antes otras rides. Pese a todo, Talocan dominaría (y además de una manera bastante humillante) un hipotético TOP20 de las rides más tematizadas del mundo ya que os aseguro que presenciar su ciclo es una experiencia totalmente única y que ningún parque del mundo ha sabido igualar hasta hoy.

Un pequeño factor decisivo en esta elección también ha sido el de que el parque haya decidido, en la temporada 2015, cambiar la banda sonora y efectos de sonido de la ride a una banda sonora, efectiva también, pero algo menos inmersiva que aquél chamán maya con música épica que tenía antaño.

Scream
Heide Park
Soltau (Alemania)

Descubrir las gyro drops de Intamin suele ser, en la mayoría de los casos, una sensación placentera y que se graba en nuestra memoria para siempre: mucha más suavidad en movimiento con respecto a una free fall, sensación de caída a peso más acentuada, sensación de gran tamaño de góndola totalmente perceptible ya desde las colas y, en general, la idea de que las gyro drops son un peldaño más arriba que una free fall estándar.

Precisamente eso fue lo que sentí cuando completé mi primer ciclo en Scream, una revolucionaria ride del parque alemán de Heide Park que me mostró lo que arriba os he indicado en apenas un abrir y cerrar de ojos. Os puedo asegurar que la sensación de flotabilidad que se consigue en uno de estos bichos no tiene parangón alguno, por muchos metros de altura que tenga la free fall de turno:


¿Porqué no aparece en el TOP?

Con el paso de los años y la acumulación de torres, en general, en mi particular currículum, hay una verdad no escrita que he aprendido bastante: da igual si la altura es de 40, 80 o 100, lo realmente interesante es qué valor tiene estar a esa altura.

A nivel de adrenalina puede estar muy bien subir a una altura de 80 metros y caer enseguida para ser frenados durante el último cuarto del tramo y regresar al punto de partida. Pero lo realmente interesante en una torre (sea el modelo y tipo que sea) es lo que ocurra al principio, durante y una vez arriba del todo. Y en ese aspecto las free falls y las gyro drops tienen el mismo problema: son terriblemente aburridas.

Es por eso que decidí incluir en el TOP Atmosfear por encima de Scream. Primero porque las medidas son sensiblemente mayores, segundo por el tratamiento más original y completo del theming y tercero por unas vistas absolutamente formidables (en el caso de Atmosfear) por encima de la ciudad de Goteborg y toda su bahía.

Coal Cracker
Hersheypark
Hershey (EEUU)

Coal Cracker es el típico caso de ride infravalorada pero que vale la pena tener en cuenta (y mucho) por el valor añadido que tienen pequeños complementos que nos encontraremos en ella.

Al uso es un flume de Arrow Dynamics construido en 1973 (lo cual le otorga ya cierto estatus) con la diferencia de que Arrow (y posteriormente también Mack) adaptaron el formato del flume en Europa a una versión algo más refinada (algo que posteriormente ampliaron al resto del mundo). Pero Coal Cracker es un flume 100% oldschool.

Para empezar la velocidad que llevamos en sus canales es bastante superior a la normal que podemos alcanzar en un flume de hoy en día, otorgando más importancia a la cantidad de agua por encima del contacto de la barca (mediante ruedas) con el fondo del canal. De esta manera la sensación de flote es mayor y, por lo tanto, la suavidad también.

Otra característica típica de este tipo de flumes son las zonas de calma con separador en dos carriles, algo que permite que, por ejemplo, el big drop sea de doble carril (como ocurre en Coal Cracker) y de esta manera haya más fluidez en las caídas.

Y por último creo que vale la pena hacer mención del elemento estrella: al caer al agua en el big drop final, el canal ofrece un pequeño montículo o resorte que hace que el agua eleve la barca ligeramente, generando un gran bote y, de esta manera, un increíble airtime. Sí, habéis oído bien, es un flume con airtime (y no vamos atados en ningún momento). Yo no se vostr@s, pero un airtime sin ir sujeto es uno de esos pequeños placeres únicos en la vida.


¿Porqué no aparece en el TOP?

Decidí no incluirla por una cuestión de falta de intensidad en la mayoría del recorrido y porque prácticamente todo el interés se centra en el drop doble final, que es muy intenso y bueno, pero apenas dura unos segundos. Es por ello también que no hay ningún flume en todo el TOP20, porque suelen rides en las que la intensidad es explosiva y la gran mayoría del ciclo se hace enormemente aburrido.

Halve Maen
Efteling
Kaatsheuvel (Holanda)

Que no os engañe la vista, podría parecer si echáis un vistazo a la fotografía que os presento aquí abajo, que os voy a hablar de un barco balanceante más, uno más del montón. Pero no amigos y amigas, ni mucho menos. Si lo incluyo en este epílogo es porque Halve Maen, facturado por Intamin, merece totalmente estar aquí presente ya que puede que nos encontremos ante el barco balanceante más espectacular del mundo:


La esencia de su ciclo es de sobras conocida: movimiento pendular consiguiendo en el extremo de cada lado una cantidad considerable de fuerzas G negativas (esto es que nos hacen "levantarnos" de nuestro asiento, con toda la repercusión que ello tiene en nuestro organismo).

Pero en Halve Maen todo es MÁS grande. Sus medidas quitan literalmente el hipo: 20 metros de altura consiguiendo 25 en el giro más alto (quedar suspendido a 25 metros de altura soportando una cantidad enorme de fuerzas G negativas  no es moco de pavo, os lo aseguro). Y al contrario de lo que pueda parecer, la velocidad que adquiere la barca y la suavidad de los giros es superior incluso a la de muchas otras barcas balanceantes de otros constructores.

Echad un vistazo sino a su espectacular ir y venir a través de este interesante vídeo:


¿Porqué no aparece en el TOP?

Esta es otra de esas rides que no han entrado básicamente por una cuestión de intensidad. Por muy extremas que sean sus medidas (y creedme, ninguna foto o vídeo hacen justicia al tamaño de este mastodonte de acero) el movimiento pendular en esa posición en concreto es muy cómodo y no da lugar a grandes giros o inversiones, por lo que el cuerpo, dentro del "sufrimiento" de las fuerzas G negativas, se encuentra en cierta situación de tranquilidad y reposo.

Ese ha sido un factor que he tenido en cuenta en absolutamente todas las rides que he añadido en el TOP20 que ya conocéis y del cual Halve Maen carecía prácticamente por completo.

High Voltage
Särkänniemi
Tampere (Finlandia)

Llevaba por lo menos 3 años detrás de una ride aclamada por unos, temida por otros, llamada power surge. Había visto quizás alguna fotografía y la verdad es que pese a su sencillez, provocaba en mi cierta curiosidad y, porqué no decirlo, respeto.

Facturada por la italiana Zamperla, esta ride pasó ante mi en 2013 cuando visitamos a través del RollerCoaster Team el parque chino de Jin Jiang Action Park y recuerdo el lamento que tuvimos una vez dejamos atrás el parque por olvidarnos de hacerla en ese preciso instante.

Al año siguiente en 2014 emprendí el viaje de verano a Finlandia, donde visité el parque de Särkänniemi y me topé con la novedad que flamantemente había inaugurado el parque para esa misma temporada, High Voltage que era, efectivamente, una power surge de Zamperla:


¿Porqué no aparece en el TOP?

Porque, sinceramente, no es para tanto. De hecho me pareció incluso aburrida.

Pese a lo aparatoso que pueda resultar ver sus asientos girando en el aire, lo cierto es que el movimiento por sorprendente que parezca no es aleatorio sino que responde a cierto patrón de giros que hacen que en todo momento sepas hacia dónde va a girar tu asiento. Os puedo asegurar que son bastante más maquiavélicas la Troika de Huss o el Shake Off de Technical Parks que se encuentran a su lado. Una terrible y confusa decepción.

Rock'n Roll
Nagashima Spa Land
Nagashima (Japón)

También hay lugar en esta lista para rides de menor calibre pero que encierran en su interior un terrible potencial y ese es el caso de Rock'n Roll. Facturada por Sansei Technologies (empresa que tampoco haría falta aclarar que es de origen nipón), he podido encontrarme con varias versiones de esta ride a lo largo y ancho de este mundo, especiamente en los self-parks alemanes (en una versión muy rudimentaria y minimalista) y en algunos parques norteamericanos, lo cual me hace pensar que probablemente haya algunas otras empresas que se dediquen a su fabricación en cada continente:


La dinámica de esta ride es bien sencilla: una estructura central da vueltas y hace girar unas góndolas circulares con varios asientos en su interior que, a su vez, dan vueltas completas sobre sí mismas, garantizando una cantidad de inversiones absolutamente enfermiza.

En el caso de las versiones europea y norteamericana, las vueltas pueden llegar a controlarse por parte de los pasajeros en el interior de la góndola. En el caso japonés, el movimiento viene establecido por una situación del eje que sustenta la góndola algo superior al centro, por lo que es más difícil que se llegue a dar una vuelta completa. Observad:


¿Porqué no aparece en el TOP?

Quizás en este punto habría que aclarar más porqué debe aparecer aquí más que porqué no lo he incluído en el TOP. El tema es que las versiones norteamericana y europea de esta ride son bastante más precarias, sujetando al pasajero mediante cinturones o correas y no mediante arneses como en el caso de esta Rock'n Roll en Nagashima Spa Land. De esta manera la sensación de inseguridad e intensidad está mucho más potenciado.

Además, en la versión japonesa, como he dicho, es mucho más difícil dar una vuelta completa, cosa que en las otras versiones es realmente muy fácil (y a la vez decisivo para el/los ocupantes de la góndola).

Mad Mill
Duinrell
Wassenaar (Holanda)

Quizás uno de los grandes estandartes de Huss, si podemos elegir, podría ser la ride frisbee. Partiendo de una base pendular con un enorme brazo oscilante y una gran cesta central giratoria, la gracia de este tipo de rides viene por el hecho de que la orientación de los viajeros es de cara al interior, por lo que en cada ir y venir uno puede ir observando las reacciones faciales y corporales de la gente que está a su alrededor y, por decirlo de alguna manera, participar en una especie de ritual de alteración de la adrenalina masivo.

En el caso del Mad Mill de Duinrell, el ciclo de la ride viene acentuado por el hecho de que pasamos un buen rato yendo y viniendo a gran velocidad y se le otorga importancia al movimiento pendular pero, a partir de cierto momento, oiremos como el motor empieza a revolucionarse y las vueltas que la cesta da sobre sí misma empiezan a ser más y más duras (de hecho recuerdo como incluso la estructura empezaba a crujir, producto del sobreesfuerzo y la tensión).

He pasado ya por varios frisbees de Huss hasta el día de hoy y en la mayoría he experimentado esta especie de aumento de revoluciones, pero sin duda alguna fue en Mad Mill, allá por 2010, cuando viví de una manera más intensa esa subida de velocidad en las vueltas:


¿Porqué no aparece en el TOP?

Como en anteriores casos, el frisbee de Huss es una de esas rides que se queda en el lindar entre el acceso y el no-acceso al TOP20 de las rides más extremas. ¿Podría estar en alguna de las últimas posiciones? Perfectamente. Además, el hecho de que sea una ride bastante dada a ser tematizada añadiría puntos para ello. Mad Mill, en el holandés parque de Duinrell, podría perfectamente ser la número 21 de la lista.

Splash of Monster Blood
Joyland
Wujin (China)

De la misma manera que ocurrió con Tidal Force de Hersheypark, en Splash of Monster Blood (¡toma nombre de ride épico!) lo importante es simple y llanamente el splash final. Pese a todo, en el caso de la big splash china, vale la pena recalcar la exagerada e ingente cantidad de theming que rodea (y subrayo lo de rodea porque el interior es totalmente hueco) la ride por completo, así que la sensación de inmersión y de que el espacio es mayor aumenta conforme el recorrido avanza:


Como os indicaba, esta big splash genera una salpicadura bastante peculiar ya que no solamente moja enormemente los alrededores a incluso 30 o 40 metros de distancia, sino también el interior de la barca, por lo que os aseguro que saldréis de ella absolutamente empapad@s. Prueba de ello es este interesante (e inquietantemente tranquilo) vídeo. El splash lo tenéis en el segundo 22:


¿Porqué no aparece en el TOP?

En este caso pese a que el drop final es una obra de arte tanto para el viajero como para el observador (a la vista salta si habéis visto el vídeo de aquí arriba) esta ride padece dos efectos negativos que le restan puntos tanto en calidad como en intensidad: el primero de ellos es la falta absoluta de dinámica, muy mal repartida durante todo el ciclo, concentrándose toda la intensidad en los pocos segundos que dura el drop final y poco más.

El otro punto negativo es, como os comentaba más arriba, el hecho de que los pasillos indoor de la ride están totalmente huecos en algunos tramos, llegándose incluso a ver las molduras o las estructuras metálicas o de rejilla que sujetan al cemento que imita la piedra que forma las montañas que vemos en la ride. Este es un fenómeno recurrente en las grandes rides tematizadas chinas y es algo en lo que empresas como Disney, Merlin o Universal jamás serían capaces de fallar.

Grizzly River Run
Disney California Adventure Park
Anaheim (EEUU)

Y si antes lo digo, antes hace acto de presencia. La todopoderosa Disney también tiene lugar en este epílogo, por sorprendente que parezca.

Y es que no, no vendrían a ser las rides de la compañía del ratoncito orejudo las más intensas o extremas del mundo, de hecho es algo que Disney conoce a la perfección y, precisamente por ello, prescinde de ellas. Su target de público es mucho más claro y directo: familias y niños.

Pero durante mi visita a Disney California Adventure, la rara avis de Disney en California, encontré una excepción que bien podría formar parte de la lista no quizás por la ride entera, sino por algunos puntos que encontramos en su interior. Me refiero a los impresionantes rápidos de Grizzly River Run:


Todo el recorrido de estos rápidos está repleto de detalles y puntos estratégicos donde Disney sabe perfectamente cuál será nuestra reacción, nuestro movimiento o incluso nuestro punto de interés visual y eso es algo que, cuando tienes un buen puñado de parques visitados, se nota muchísimo.

Pero independientemente, la ride presenta un punto, situado prácticamente al final del recorrido, que convierten un apacible y movido viaje en barcas flotantes en un "oh oh, ahí viene" bastante amenazador. Me refiero al drop final, sí sí, leéis bien, un drop en unos rápidos:


¿Porqué no aparece en el TOP?

Como podréis ir intuyendo a estas alturas, es obvio que lo extremo de unos rápidos jamás se concentrará en un punto en concreto. Y de hecho la intensidad máxima en unos rápidos la encontraríamos más bien en River Quest, de Phantasialand, donde podemos toparnos tanto con varios pequeños drops como por elementos que convertirán el ciclo en una experiencia única. Pero el caso de Grizzly River Run es excepcional y ese final drop es tremendamente grande, pasando por debajo de toda la estructura curvada del canal que pasa por encima (estructura que habremos recorrido segundos antes) e impulsando la barca una decena de metros más allá de la recepción del drop.

Pensad por un segundo en el primer drop de un flume al uso. Ahora dejad ir una barca circular de 8 personas que pesa varias veces más que el "tronco" del flume y optad por la posibilidad de hacerlo de lado o, lo que es peor, ¡de espalda!

Eso, precisamente eso, es lo que añade el toque extremo a estos rápidos. Quizás no suficiente para incluir la atracción en el TOP20 de rides más extremas, pero sí como para hacerle un hueco en este epílogo.

Demon Drop
Dorney Park
Allentown (EEUU)

Cerraré este particular repaso de 10 rides que han quedado fuera del TOP20 con una especie de mención especial ya que pese a que nombro en el título una (Demon Drop del menospreciado Dorney Park en EEUU) he podido probar hasta ahora tres ejemplos distintos de la ride y pese a que la diferencia es abismal entre cada uno de ellos, vale la pena echarles un vistazo.

Como os decía, Demon Drop es aquella free fall de primera generación que Intamin se sacó de la manga en los 80 y de la cual os hablé hace unos años aquí mismo en Bloggercoaster. Consistente en medio tramo a bordo de una cabina en caída libre vertical y medio tramo en la misma cabina pero a través de un recorrido horizontal, esta curiosa y aparatosa estructura castigará vuestras espaldas con una soberana paliza digna del más sádico de los directivos de parque:


Existe por el contrario otro espécimen de este mismo modelo de ride llamado Hollywood Tower y que podemos encontrar en el italiano Movieland Park con un funcionamiento prácticamente igual pero una estética y un mantenimiento a años luz de la versión norteamericana.

Para empezar la ride es temática (cosa que en Dorney Park no), en la versión italiana se intenta reproducir de una manera más o menos acertada la historia de las Hollywood Tower of Terror de los Disney genuinos. Y pese a que como es obvio la sensación NO se repite, sí que el añadido de humo y de theming en la estación de salida de las cabinas y en las mismas cabinas acentúa la experiencia. Si a ello le sumamos el brillante mantenimiento tanto de la zona de caída libre como de la zona en la que la cabina va en posición horizontal, tenemos que Hollywood Tower de Movieland Park es una atracción absolutamente repetible, de hecho creo recordar que en mi caso particular repetimos el ciclo unas 3 o 4 ocasiones, por pura diversión:


Finalmente encontramos un tercer ejemplo que pude probar a finales del año pasado y que, si os he de ser sincero, no esperaba encontrarme en un punto tan remoto del planeta como es Nagashima Spa Land. Allí recibe el nombre de FreeFall y este es su aspecto en una buena toma aérea:


Lo bueno de esta toma en particular es que podéis ver en todo su esplendor el mecanismo de esta ride y comprobar como, efectivamente, la cabina pasa de estar totalmente vertical a estar horizontal en apenas unas decenas de metros.

El caso de Nagashima Spa Land vendría a ser un intermedio de las arriba mencionadas. No llega a la comodidad y suavidad de la ride en la versión italiana pero tampoco comporta un calvario corporal como en la versión de Dorney Park. Es aguantable y se convierte en una experiencia más en un parque tan exageradamente lleno de flat rides como es Nagashima Spa Land.

¿Porqué no aparece en el TOP?

En este caso vendría a ser algo similar a lo que explicaba al comienzo de esta entrada con el ejemplo de Scream vs. Atmosfear. La imposibilidad de ofrecer unas buenas vistas a una altura tan baja, sumada al hecho de que la intensidad viene dada por apenas unos escasos 2 segundos de caída hacen que lo extremo de esta ride se quede más en la carcasa que la contiene, más que en lo que ofrece en sí.

Si tenéis la enorme suerte de encontraros con una de estas en alguna de vuestras visitas a parques del mundo, no dudéis en ningún momento en probarla. Aparte de ser una ride bastante peculiar y en potencial peligro de extinción, supone la prueba de un mecanismo que, para bien o mal, fue desechado de las filas de Intamin hace ya varias décadas.

*****

Vistas y repasadas ya estas 10 rides en una de las entradas más extensas que recuerdo en mucho tiempo en el blog (sale humo de mis dedos en estos momentos) yo creo que ahora sí que podríamos dar por concluido el repaso de atracciones, sensaciones y demás conceptos alrededor de un mundo tan apasionante como el de las rides (que cuenta además con auténticos adeptos).

Quizás no serán tan llamativas como una gran coaster, quizás no reclamen vuestra atención de la misma manera que una hyper o una mega coaster, pero os puedo asegurar que si os gustan los parques de atracciones o temáticos, las rides en general es algo con lo que deberéis convivir sin excepción.

Y con esto a la vez demuestro algo que a veces queda poco latente: visitar un parque no implica completar sus coasters y ya. Visitar (en condiciones) un parque implica probar prácticamente la totalidad de sus rides. Sin excepción alguna. Así que ya sabéis, cada vez que plantéis la bandera en un nuevo parque, tened en cuenta que lo mejor de todo puede esconderse tras aquella ride que quizás no tengáis pensado probar. ¡Quién sabe!

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