lunes, 23 de febrero de 2015

Djurs Sommerland (parte 3)

Antes de nada, y como ya comenté a través del Facebook del blog, disculpas mil por el retraso a la hora de colgar esta tercera y última entrada de análisis de Djurs Sommerland. He pasado unos días dificiles en mi vida personal y apenas podía centrarme para escribir 4 palabritas en forma de nueva entrada. Dicho esto, empecemos ahora sí.

Como pudimos ver en las anteriores dos entradas, Djurs Sommerland es un parque temático en plena progresión y expansión durante los últimos 10 años de su existencia (pese a que cuenta con décadas de experiencia en el panorama danés). En la primera parte del análisis pudimos centrarnos en su área temática más completa (Piratland) donde podemos encontrar la magnífica Piraten y en la segunda parte nos adentramos de manera más profunda en tres áreas temáticas más llamadas Mexicoland, Vikingeland y Vandland (esta última cerrada por ser un área acuática fuera de temporada, pero existente también).

Así pues hoy, en Bloggercoaster, es el turno de poner el broche final a esta trilogía de análisis y centrarnos en ver al detalle las 3 últimas áreas temáticas que esconde todavía en su interior este completo parque temático: Afrikaland, Westernland y la difunta Lilleputland.


Welcome to the jungle

Aunque bueno, tampoco vendría a ser ese el mejor titular ya que, como recordaréis, estamos en pleno norte de Dinamarca, un país difícil en cuanto a estabilidad meteorológica y que como es de esperar tampoco facilita mucho las temperaturas como para poder acoger una "jungla" en su interior, pero pese a todo el parque se las ingenia para transportarnos de alguna manera al África salvaje a través de una pequeña área temática llamada Afrikaland:


Posiblemente nos encontremos ahora mismo ante el área temática más floja, pequeña y prácticamente inexistente para el parque, aunque en realidad ocupa una extensión de terreno nada despreciable, en realidad el "fallo" de Afrikaland es la distribución de espacios y la existencia de enormes huecos entre sus viales y rides, además de no contener en su interior ninguna major o coaster de nivel más o menos extremo.

Pese a todo sí que encontraremos en esta zona del parque dos pequeñas flats típicas que quizás nos recuerden ligeramente que Djurs Sommerland hace apenas una década se dedicaba más a divertir sin temática que a introducirnos en lejanos países o continentes. Una de esas flats es este insípido Hottentot Karrusellen:


Aunque sin lugar a dudas la gran estrella del lugar (si la podemos clasificar como estrella porque en realidad se trata de una ride de paseo) es Jungle Safari:


Muy típica de la Europa de los 80, heredera directa del boom de dark rides que provocó Disney y su gabinete de imagineers durante la segunda mitad del siglo pasado, esta Jungle Safari se basa en el concepto que hemos visto ya decenas de veces con anterioridad, consistente en un agradable y tranquilo paseo a través de una hipotética selva africana plagada de animatroni... ehr... animales exóticos y algunos exploradores intrépidos. Todo ello lo haremos a bordo de unas originales barcas a medio camino entre canoas de bambú y enormes bananas de fibra de vidrio:


Sabéis ya a estas alturas del juego que soy un apasionado de este tipo de rides, así que vaya por delante que sí, os voy a hablar un poco de ella, pero si no sois amantes de la tranquilidad y la ligera cutrez de este tipo de atracciones y os encontráis en Djurs Sommerland, en apenas un par de minutos os podéis plantar en buenos credits que probablemente os ofrecerán la adrenalina que demandáis. Por si alguien sigue por aquí, hablemos de Jungle Safari:


El concepto es que durante unos 10 minutos recorreremos unos centenares de metros a bordo de una barca y descubriremos diferentes escenografías con elementos móviles (o no), sonidos, decoración e incluso efectos de agua, todo ello ambientado cómo no en lo más parecido a la estereotipada y salvaje Africa. Pese a que como os he comentado la vegetación no es el gran fuerte del parque, en esta ride encontraremos bellos parajes rodeados de arboledas y una flora que probablemente en los meses más calurosos os ofrecerá bonitas vistas a bordo de vuestras banana-canoas:


Aun así el plato fuerte de la ride llega con sus últimos metros de recorrido, donde nos encontraremos cara a cara con un gigantesco gorila (digo yo que trata de ser una reminiscencia de King Kong) que tratará de estropearos el idílico paseo africano:


Y ya al final del todo un curioso a la par de claustrofóbico túnel de unos 20 metros de longitud donde realmente llegaremos a estar prácticamente a oscuras en el interior de una gruta, aunque el theming en este rincón no vendría a ser el paradigma del buen gusto. El deporte nacional llegados a este punto consiste en tocar las paredes y el techo, tarea realmente fácil, como comprobaréis con la fotografía:


Vale la pena indicar que al recorrido prácticamente circular de este Jungle Safari hay que sumar una gran zona de estructuras de madera, toboganes, pasarelas y puentes colgantes situada justo en la zona interior y donde os podréis pasar un buen rato sacando vuestro auténtico explorador interior.

Pero sí, para qué vamos a negarlo, Afrikaland es el área más floja e incompleta de todo Djurs Sommerland. Pero pensad por un momento en la premisa del parque durante las últimas temporadas: rellenar y revalorizar las áreas más necesitadas. ¿Soy yo el único que oye tambores de una buena coaster de cara a las próximas temporadas? ¿Recordáis el último modelo de spinning coaster de Mack Rides? Pues aquí tenéis un ejemplo del parque al que le iría perfecto una de ellas.

Guarda el rifle, forastero

Tras la diminuta pero no por ello inexistente Afrikaland es el turno de ocupar nuestras sillas de montar particulares, ponernos nuestros sombreros de cuero y hacer sonar las espuelas de nuestras puntiagudas botas ya que entramos de lleno en el salvaje oeste de Westernland, donde nos encontraremos una vez más con una serie de trilladísimos tópicos aunque vale la pena decir que en esta ocasión habrá ciertas particularidades que convertiran a esta área farwest en una pequeña joya.

Para empezar nada más acceder al área nos encontraremos con un theming sobrio pero válido ambientado en un poblado de nativos americanos y plantado de tipís y objetos típicos de la comunidad india. Junto al poblado nos encontraremos con la primera sorpresa del área, algo que se puede localizar en contados parques a lo largo de Europa pero que no suele ser típico, observad:


¿Véis algo extraño en la fotografía? Efectivamente: ¡fuego! Hemos visto parques que usan regularmente elementos como el agua, la tierra o incluso el aire (con aromas), pero en pocas ocasiones hemos encontrado ejemplos donde el visitante pueda tener acceso directamente a un elemento tan peligroso a la par de productivo como es el fuego.

Creo que hasta día de hoy he podido ver algo parecido en 3 parques solamente y creo que es algo digno de mención dada la enorme confianza que el parque deposita directamente en los visitantes, que se dedican a pasear y a poder tostar, sentados alrededor de estas acogedoras lumbres, filas de sabrosos y dulces marshmallows (la chuchería parecida a las nubes de gominola que en EEUU es típico tostar con un palo en una hoguera):


Obviamente una práctica temática que difícilmente se podría extrapolar a un sinfín de parques europeos donde la mentalidad del cliente medio es, por así decirlo, algo menos civilizada y respetuosa.

Habiendo visto este pequeño detalle es momento de entrar de lleno en el poblado vaquero de Westernland, donde empezaremos a encontrarnos grandes estructuras de madera y edificios que en su interior albergan algunas de las numerosas rides de las que dispone el área:


Y la primera con la que nos toparemos está justo ahí, en el interior del edificio de madera con la torre en un lateral. Se trata de Buffalo Bumper Cars y como su propio nombre indica son unos bumper cars (o coches de choque) incrustados en el interior del edificio, lo cual convierte a esta ride en un reclamo perfecto de masas en esos días en los que la lluvia amenaza peligrosamente nuestra visita:


Frente a Buffalo Bumper Cars nos encontramos a otro clásico de los parques que en esta ocasión obtiene una inspiradora versión tematizada en los tipís indios y las carretas, su nombre es Wild West Karrusellen, es una wave swinger de las de toda la vida y este es su original aspecto:


Vistas estas dos rides menores pero esenciales en cualquier parque temático/de atracciones que se precie, es hora de fijarnos en la siguiente major del parque, un clásico también en la mayoría de parques de nueva generación y una ride que no me atreví a probar dadas las temperaturas más bien poco generosas que reinaban en el lugar ese día, me refiero al desafiante Rio Grande Rafting:


 Pese a lo dicho, la ride se dejaba ver bastante ya que una gran parte del área de Westernland rodeaba por completo el layout de canales y desniveles acuáticos que la forman, así que creo que más o menos estaríamos ante una clásica ride de rápidos con recorrido circular y un pequeño lift final con tablones a través de un edificio indoor, sin sorpresas (bueno, alguna que otra en forma de chorro traicionero hay, como veréis a continuación):


 Y aquí es cuando surgió otra de esas simpáticas anécdotas que le alegran a uno las visitas a parques y las tomas de fotografías incesantes durante la jornada. Estaba yo situado en un pequeño balcón/mirador que permitía sacar buenas instantáneas de una curva del tramo cuando de repente apareció uno de los botes circulares con una família a bordo. Preparé la cámara, me posicioné y ¡click!:

Enorme. Nada es más divertido que sacar una fotografía totalmente aleatoria y que la familia que justo pasa en ese momento por la ride te dedique unas divertidas poses (si os fijáis todos pusieron caras al pasar por la curva). Otro de esos grandes momentos que uno atesora en forma de baúl de anécdotas prácticamente infinito.

Es hora de llenar el buche

Visualizado ya este pequeño conglomerado de rides familiares y acuáticas, es momento de fijarnos un poco en la estructura de edificios y viales que tiene este área del parque, estructura que me llamó bastante la atención por la inteligente distribución de edificios de restauración y servicios frente a las rides, todo bastante bien posicionado y ordenado para formar asociaciones visuales. Por ejemplo, a nuestra derecha si continuamos el camino por Westernland nos encontraremos la zona de restauración:


A lado y lado de la calle nos toparemos con una ingente cantidad de locales de restauración y distribución de comida y bebida, motivo por el cual probablemente encontremos esta zona del parque plagada de familias en las horas de la comida y la merienda. Aquí nos toparemos con Billy the Kids Sandwich & Kyllingebar, Mr. Jacksons Burgerhouse, Kebab House, Grillhus 2 o El Toro:


Sí, habéis leído bien, EL TORO. Como es lógico no podía perder la ocasión de inmortalizar semejante encuentro con un local que, para más inri, utiliza la misma tipografía que la ultraconocida woodie de Intamin en Six Flags Great Adventure:


Conforme vamos avanzando por el recorrido que forma la calle principal de esta Westernland (posiblemente el área más larga en longitud de recorrido que haya en todo el parque), de unos 20 metros de anchura, nos encontraremos otros edificios de menor tamaño donde podremos encontrar básicamente alimentos servidos en mostrador, snacks o, como en el caso de este Rio Grande Pancakes deliciosos y suculentos pancakes recién cocinados. Como es lógico el olor que despide la cocina se apoderará de vuestros sentidos una vez os vayáis acercando a este local:


Se abre en esta parte del parque una pequeña zona abierta en la que los más pequeños (y sus progenitores) podrán disfrutar de un descanso. Una de esas estrategias que ya hemos visto varias veces a lo largo de algunos parques europeos, consistente en plantar un gran parque de toboganes, puentes colgantes y fosos de arena justo al lado de las zonas de restauración y descanso para que así los padres puedan comer o charlar tranquilos mientras sus retoños disfrutan de un momento de entretenimiento. En este caso la zona recibe el nombre de Texas Town y en ella encontramos dos torres de madera con toboganes metálicos además de grandes extensiones de arena con motivos temáticos del oeste:


Algo que también pude encontrar, mezclado entre todas las zonas de diversión para los más pequeños, fue un enorme foso de arena repleto de palas, cubos y demás juguetes de plástico esparcidos por todo el lugar y libres de uso para los visitantes diminutos del parque:


Otra de esas múltiples muestras de confianza por parte del parque hacia sus visitantes, muestras que por estas tierras no veremos posiblemente jamás.

Águilas y troncos

Se acerca ya el final del parque y podemos empezar a ver de nuevo la cresta de Piraten aparecer entre los arbustos y árboles de alrededor de nuestro camino, pero antes de llegar de nuevo al punto de partida de la mañana nos tropezamos con 2 majors que comparten espacio una al lado de la otra, se trata de Ørnen y Colorado River.

De Ørnen vale la pena indicar que se trata de una de esas flats que se convierten en objetivo directo del parque ya que es una de las pocas, poquísimas topple towers que Huss plantó en el mundo durante la década pasada y que siguen en funcionamiento a día de hoy, por lo que se convierte automáticamente en una "must ride" con todas las de la ley:


Y como me ha ocurrido en otras ocasiones ya, me tuve que comer un FAIL como una catedral ya que accedí a la ride (que vi y fotografié en movimiento), tomé asiento, de hecho incluso me tomaron una fotografía estando sentado con el arnés puesto:


Pero al cabo de pocos segundos de lo que parecía el principio del ciclo los ride-ops se encargaron de abrirnos el arnés e indicarnos que debíamos abandonar la ride ya que quedaba cerrada por mantenimiento. Así que sí, he estado sentado en el asiento de una topple tower pero NO he podido riddearla.

Pese a todo, la sensación que me dio ver el ciclo desde abajo es la de una flat correcta, entretenida, pero no demasiado emocionante. La velocidad que adquiere la góndola no es para echar cohetes y con el añadido de la inclinación que adquiere es posible que las partes íntimas de los viajeros de sexo masculino se vean realmente afectadas. ¡Otra vez será!

La que sí pude probar y he nombrado antes fue Colorado River, un flume que no hace más que confirmar el amor que le tiene este parque a las rides acuáticas (si sacáis cuentas son 7 rides acuáticas más un área de parque acuático entera):


Un flume tematizado con dos drops enlazados y que se esconden tras una montaña artificial situada en el centro de toda la extensión de terreno que ocupa la ride. Drop inicial menor y drop final mayor (especial para buenas fotografías):


Pese a que sí puede que os llevéis una ración de agua extra, tampoco recuerdo haberme llevado el remojo de mi vida, un flume normalito que sin embargo adquiere puntos por el cuidado de su entorno así como el acertado (y estereotipado) theming.

Así era Lilleputland

Y recalco lo de "era" porque este área ha dejado de existir desde hace tiempo para convertirse en la futura novedad del parque que dista tan solo de un par de meses para ser estrenada bajo el nombre de Bondegårdsland. Pero llegaremos a ello más adelante, por el momento fijémonos en el pasado y en lo que ocupaba la parte central del parque, una porción de terreno de tamaño bastante considerable y que agrupaba una significativa cantidad de kiddie rides como esta spin ride de globos llamada Karlos Ballongynge:


O estos helicópteros voladores en torre de 8 metros de altura llamados Karolines Hellikopter:


Aunque quizás la protagonista (si podríamos otorgarle semejante rango) de Lilleputland era Karlos Taxi, una big apple de SBF Visa Group en una versión sin manzana que le quitaba el encanto a la ya de por sí aburrida kiddie del gusanito verde:


La zona se completaba con un total de 7 kiddies a la que había que sumar la coaster y, como podréis comprobar a través de las fotografías, la nula existencia de un theming identificativo más allá del código de colores y de alguna figura de fibra de vidrio coronando la cúspide de algún punto de altura. Vallas blancas, adoquines y mobiliario más bien neutro, lo que hacían que un área hecha para el público más familiar e infantil se convirtiera en los últimos restos visibles del parque de atracciones inicial que en su día fue Djurs Sommerland.

Con esto dicho a mediados de la temporada pasada el parque presentó, como os he indicado más arriba, la novedad para 2015. Un área temática nueva por completo llamada Bondegårdsland (algo así como el área de la granja) inspirada directamente en la temática granjera, una temática jamás explorada por los parques norteños del continente y con una inversión final de 40 millones de euros entre adecuación de terreno, compra de rides, theming y publicidad:


10 rides de corte familiar/kiddie entre las cuales encontramos una coaster de Zierer llamada Vilde Hønsejagt e inspirada en un tren de vapor, varias spin rides genéricas pero detalladas al extremo en su finalización y, en general, una expansión de viales y terrenos que aprovecharán mucho mejor la zona central del parque que hasta ahora quedaba apartada del visitante estándar. 



Un trabajo que se llevará a cabo por las empresas Zamperla, Zierer, Metallbau Emmeln y Wooddesing (llama quizás la atención el hecho de que el parque haya olvidado sus estrechos lazos con ABC Rides, aunque quizás tenga algo que ver el hecho de que las últimas experiencias en entrega y montaje de los proyectos adquiridos hayan sido más bien negativas que positivas).

Un añadido necesario, aplaudido y que no hace más que confirmar la evolución ascendente que está experimentando el parque en las últimas 8 temporadas en las que ha conseguido ganar varios cientos de miles de visitantes, algo totalmente loable teniendo en cuenta la dispersión de la población al norte de Dinamarca, donde se encuentra el parque, y las adversas condiciones climatológicas que experimenta el mismo a lo largo de gran parte de la temporada.

*****

Un parque ejemplar, sin duda, muestra del buen hacer y de las inversiones medidas y estudiadas hasta el milímetro. Realmente quedé muy convencido tras mi visita a Djurs Sommerland, habiéndome demostrado que ciertos tópicos como la meteorología o el hecho de estar alejado de núcleos importantes de población no imposibilitan que un parque pueda triunfar y alzarse con la copa al mejor parque temático del país.

Un parque que crecerá, sin duda, durante el resto de esta década y que está llamado a convertirse en un auténtico reclamo para los park-freaks del resto del continente. Llamado a competir duramente en la liga de parques de tamaño mediano e incluso poder llegar a posicionarse, con la adquisición quizás de alguna woodie de nueva generación, dentro de la liga de los grandes.

Si os decidís a visitar los increíbles y pintorescos paisajes de Dinamarca y os encontráis cerca de Aarhus, no dudéis ni un instante en vistar Djurs Sommerland. Os gustará, os saciará y veréis que además encaja a la perfección en una visita de un día entero. Ni os faltará ni os sobrará tiempo.

1 comentario:

  1. AFAPAM: Me alegro de que tu estado de salud sea mejor y puedas seguir con tu genial ritmo de entradas. Se te echaba de menos

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