miércoles, 29 de octubre de 2014

Beijing Shijingshan Amusement Park (parte 3)

Tercera entrada en la que nos adentramos (valga la redundancia) en el misterioso, infravalorado e ignorado parque de Beijing Shijingshan Amusement Park, un parque de atracciones que no deja indiferente al visitante dada su enorme cantidad de sorpresas que ofrece, escondidas o no, en su importante extensión.

Como pudimos ver en una primera parte y una segunda parte, el parque tiene en su haber una ingente cantidad de rides y coasters por ofrecernos y, pese a que como ya os comenté nuestro tiempo era oro y apenas teniamos poco más de 4 horas para recorrer toda la extensión del parque, nos dio el suficiente tiempo para poder disfrutar de alguna que otra experiencia única más.

Hecha ya la presentación hoy, en Bloggercoaster, me dispongo a emprender la tercera y última parte a lo largo de un parque de atracciones en el que quizás no destaque especialmente ningún elemento o coaster, pero que en conjunto es un buen compendio de ocio y diversión a partes iguales.


Área kiddie sin pena ni gloria

En la última entrega de este análisis habíamos podido pasar ya por la agotadora tortura en forma de golpes y desajustes corporales de Atomic Coaster, una multilooper japonesa instalada en el centro parque y donde habíamos podido comprobar que pese al intento de imitar las ya de por sí incómodas multilooper de Arrow, los asiáticos habían empeorado un concepto de por sí doloroso.

Completado y tachado de la lista el credit, nuestro siguiente objetivo pasaba por una inmensa plaza central rodeada de rides y edificios (la mayoría tematizados en multitud de colorines llamativos) pero con un elemento principal del cual se hacía imposible escapar a su presencia, una ferris wheel enorme de unos 60 metros de altura y que presentaba este imponente aspecto:


Una ferris wheel tiene su lado bueno y su lado malo. Si puedes permitirte el lujo de tirar por la borda (metafóricamente hablando) 15 minutos de tu visita, perfecto, obtendrás unas envidiables vistas y probablemente unas fotografías de alta nota. Pero si tu tiempo es oro y no dispones de tanto como el que quisieras, tienes que conformarte con observarla desde abajo y rendirte a su espectacularidad, como fue el caso.

De lo que sí tuvimos tiempo y que hicimos sin dudar fue acercarnos a un enorme patito de goma, de los típicos amarillos que vemos en las ferias y que, por alguna extraña razón, los chinos adoran. En esta ocasión había uno en un extremo de la plaza y nos sacamos alguna que otra fotografía, como esta, con Jaume (embajador mundial de los patitos allá por donde vaya):


Echado el vistazo general decidimos adentrarnos en un área que, sorprendentemente, ofrecía un aspecto bastante prometedor en su interior, por lo menos a nivel de theming y es que cumplía con el estándar más occidental, en el sentido de ofrecer un arco de entrada repleto de colores, estructuras de cemento y un nombre en inglés, hablamos de Dream World:


Pongamos los puntos sobre las ies (una frase que he querido utilizar siempre en el blog y que jamás pensé que hoy pudiera escribirla, ¡logro conseguido!), Dream World es una buena área temática, aunque el problema es que 1) es muy pequeña realmente para el acometido que cumple y 2) no se encontraría quizás en el parque que más encaje con sus características.

En sí es una gran avenida de unos 15 metros de anchura (el vial) y que a lado y lado ofrece una hilera infinita de fachadas enlazadas con un theming recargado como el que quizás hayamos podido encontrar en muchas otras áreas temáticas de otros parques. El problema, repito, es la escasez de rides entre el inicio y final del área:


Sí que nos podemos encontrar alguna ride menor como esta extraña spin ride, que vendría a ser una evolución de aquellas kiddies que nos encontramos durante la primera de jornada en Shanghai en la cual, desde nuestra góndola, se nos ofrecía la posibilidad de disparar a los elementos temáticos del centro (en este caso un enorme pulpo y una torre con pececitos moviéndose):


Como podéis observar también en esta misma fotografía superior, por la parte trasera de la ride discurren las verdes vías de un monoraíl que rodeaba por completo el área, adentrándose en algunos edificios también (una burda imitación de lo que realizó en su día magistralmente Islands of Adventure con Seuss Landing y que por lo visto en China está de moda copiar descaradamente...).

Los que sigáis mis aventuras y desventuras a lo largo y ancho del mundo recorriendo parques sabréis de mi extraña afición por fotografiarme con "inocentes" mascotas y estatuas que encuentro en algunos de los parques por donde paso. En esta ocasión la inocente conejita rosa de Dream World (que os aseguro que estaba puesta allí sin motivo alguno) fue la víctima de mi particular afición:


Por lo visto la atracción principal del área (y una por la que particularmente sufrí mucho la decisión) era esta dark-ride shooter encajada en el interior de uno de los edificios y con una respetable fachada tematizada. Me quedaré siempre con las ganas de saber qué tal hubiese estado riddearla, aunque si he de llevar como precedente el decrépito Ghostly Palace que vimos en la anterior parte del análisis, quizás mejor habérsela saltado. ¡Nunca lo sabremos!:


Recorridos los 300 metros de distancia de esta colorista y tematizada área kiddie, llegábamos al final de la misma, culminado también (cómo no) con un gran arco repleto de elementos de fantasía cromática:


Y en resumen, Dream World  no me pareció una mala idea, al contrario, fue una parte del parque que pasamos más bien deprisa (sobretodo por lo que se adivina más allá del arco, ahora llegaremos a ello). Pero de nuevo es una muestra de que China lo ha intentado, lo intenta y probablemente lo intentará, captan lo mejor, lo más simbólico de los parques occidentales y lo explotan a un nivel que conjugue perfectamente con el punto de vista oriental.

¿Qué ha triunfado en los últimos 5-10 años en los parques occidentales? Las mini-áreas kiddies, entre otras cosas. Pues ahí lo tenéis: Dream World es un reflejo de occidente e intento de imitar o copiar lo que triunfa en nuestras tierras, sin más.

El reino de los... ¿vampi-saurios?

Y como si no estuviéramos ya suficiente empachados de contrastes, Beijing Shijingshan Amusement Park se saca de la manga uno más, uno que nos dejaría con una mezcla entre sorpresa, decepción y conformismo.

Si os fijáis, hemos pasado de estar ante un parque puramente de atracciones a un parque que se disfraza por completo de parque temático, primero con un área kiddie bastante resultona y ahora con un área que tendría una temática bastante dispersa pero que vendría a explorar los mitos terroríficos que, por lo visto, protagonizan las pesadillas de los chinos y chinas que visitan el parque.

Lo primero con lo que nos encontramos nada más atravesar el arco de entrada es Spinning Batman, tan inquietante como atractiva en sí:


Las cosas como son, nos la encontramos cerrada a cal y canto por lo que nos quedamos con muchas (realmente MUCHAS) ganas de riddearla. Pero también por el aspecto que ofrecían tanto las vías como los soportes, daba la sensación de que hacía días que había dejado de funcionar para los visitantes. Que esté o no operativa, es un misterio que jamás sabremos resolver dado que es muy difícil que lleguen novedades de este parque (el hermetismo y la censura de China respecto a sus parques es enorme), pero el hecho es que se trata de una suspended facturada por la anteriormente citada Beijing Shibaolai Amusement Equipment:


Después de este pequeño disgusto era momento de recobrar la moral. Hacía ya perfectamente media hora que no riddeábamos ninguna coaster y, amigos y amigas de Bloggercoaster, era momento de probar un nuevo credit pero no uno más, sino uno con solera y muy recordado entre los más freaks del lugar, os hablo de Jurassic Adventure:


Que en realidad se trata de una indoor coaster de (cómo no) Beijing Shibaolai Amusement Equipment y que no iría más allá de ser un simple credit familiar de no ser porque hace apenas unos años parte del equipo expeditivo de ThemePark Review se quedó, literalmente, parado a mitad de recorrido en un punto de la coaster que, he de reconocer, es bastante conflictivo. Echad sino un vistazo a este genial vídeo donde se ve perfectamente el hecho en sí:


No, en nuestro caso el tren no se quedó parado pero le falto, francamente, muy poco. El tema es que la coaster, con sus más y sus menos, está bastante bien desarrollada menos en ese punto crítico en el que el tren, de repente, desciende muchísimo su velocidad. Imagino que si el peso del tren se incrementa hasta el máximo llegará el punto en el que este se verá frenado por completo, como les ocurrió a los colegas de TPR. Incidentes aparte, la peste a polvo y a indoor que hacía en el interior de esta coaster era digna de premio y, de paso, de pasar a no ser recomendada para alérgic@s al polvo.

Pasado ya el trámite de esta interesante a la par de casi icónica Jurassic Adventure, pudimos pasar a visitar la genial galería de flats que al parque le quedaba por ofrecernos. Para empezar, por ejemplo, este altísimo torreón que sí, lo habéis adivinado, se trata de una torre de lanzamiento propulsado (probablemente no una space shot de S&S, debo puntualizar) con una excelente manera de ocultar el ruido que seguramente realice el sistema al lanzar las góndolas a decenas de metros de altura:


A apenas 30 metros de distancia nos encontramos con otra de esas rides que siempre te preguntas porqué no se tematizan en los demás parques y que en Beijing Shijingshan Amusement Park se tomaron la molestia de hacerlo. Hablo por supuesto de un booster, que en esta ocasión ofrecía un theming a medio camino entre lo bélico y lo rural, a modo de catapulta tirada por poderosos caballos. Que luego sea o no un buen booster, será algo que nosotros nunca supimos, pero por lo menos a nivel visual es el más espectacular que he encontrado hasta el día de hoy:


Caminando un poco más allá por esta especie de área temática variada (como podéis observar, tampoco hay una temática fija, mezclamos vampiros, dinosaurios, catapultas... ¡a saber!) nos encontramos con otro clásico de los parques de atracciones y temáticos chinos, una disk'o que en esta ocasión ofrecía un muro posterior de theming (algo realmente difícil de ver en una ride de estas características) y una temática a medio camino entre lo mitológico, lo egipcio y... bueno aquí tenéis la fotografía:


Acto seguido y pegada a esta disk'o encontramos una de las rides más fotografiadas y resultonas (estéticamente) de todo el parque. Se trata de un top spin con góndola a doble cara, inversiones y lo más interesante de todo: un enorme orco que sostenía y observaba desafiante el trasncurso del ciclo. Realmente siempre me he preguntado porqué en occidente no se otorgó de esta presencia temática a la multitud de top spins que se construyeron en los 90...:


Nos hemos fijado hasta este momento en todas las rides situadas a nuestra izquierda según avanzábamos por este área temática misteriosa, pero no habíamos echado todavía un vistazo a lo que quedaba a nuestra derecha y es que en una extensión de terreno bastante grande se abre paso una montaña de cemento tematizado que oculta la que creo que es la gran sorpresa del parque, una suerte de mezcla entre flume, water coaster y big splash y que ofrecía semejante y suculento aspecto visual:


La verdad sea dicha, probablemente era la ride con más colas en todo el parque y me quedé ciertamente con muchas ganas de riddearla. Recuerdo que estuvimos sus buenos 5 minutos ante el final splash (un double drop como una catedral) planteándonos si jugárnosla o no haciendo cola para riddear semejante coloso acuático. Realmente las barcas discurrían por los numerosos drops que presentaba la estructura a una velocidad nada despreciable y, siendo sincero, no parecía un mal flume del todo, mención especial a lo resultón de las barcas, camufladas en zodiacs anaranjadas:


Pese a todo, finalmente decidimos no riddearla y ganar tiempo para ver la Ciudad Prohibida de Beijing (de la cual me imagino que hablaré algún día en alguna entrada de cultura general china, ya que tengo en mente hacerlo tarde o temprano).

El compendio de flats y rides que el parque nos ofrecía en este punto (atención a la saturación de sensaciones extremas que llevamos encima en apenas 300 o 400 metros de paseo) era imparable, así que el parque todavía jugaba una carta más, una en forma de giant frisbee tematizado de una manera, cuanto menos, curiosa. Atención al 4x4 que corona la cima (y el motor pendular) de esta flat que, dicho sea de paso, tampoco vimos en funcionamiento en toda la jornada pero que prometía ofrecer un ciclo espectacular sobre las aguas del flume colindante:


Sigo haciendo hincapié en la tremenda cantidad de atracciones que, llegados a este punto próximo a la finalización del recorrido del recinto, se nos había presentado ante nuestras narices.

Repito que quizás Beijing Shijingshan Amusement Park no sea el parque de atracciones o temático que todos deseemos, pero lo que no se le podrá negar jamás es que la cantidad de oferta vertida sobre el tapete es, realmente, asombrosa.

Pinceladas finales

Como ocurre la inmensa mayoría de ocasiones, todo lo bueno acaba. No es quizás la mejor frase para terminar el análisis de este parque en concreto porque, no nos engañemos, Beijing Shijingshan Amusement Park no entra en ninguna lista top 10... ni siquiera en una top 20, pero lo cierto es que llegados a este punto acumulábamos a nuestras espaldas no menos de 4 horas de recorridos, riddeos, experiencias y anécdotas acumuladas y era momento de empezar a abandonar las instalaciones del parque.

Pese a todo vale la pena indicar el repunte temático que llegados a este punto el parque se encargaba de ofrecernos, con pequeñas joyas temáticas en forma de esculturas artificiales, rincones ajardinados, paseos florales y demás:


Creo que el problema principal de un parque como este, tratándose de un parque urbano (no olvidemos que pese a que no está situado en el centro neurálgico de la ciudad, sí está totalmente rodeado de edificios y elementos urbanos) es el hecho de que tanto la contaminación acústica como la polución en el ambiente desgastan mucho la imagen de los edificios y elementos temáticos.

Pensaréis, viendo las fotografías que os he ofrecido a lo largo de estas 3 entradas, que ese día estaba nublado y por poco no nos llovió, pero NO, nada más lejos. No son nubes ni es niebla, sino contaminación, humo. Beijing es una ciudad terriblemente contaminada, de hecho apenas un par de meses antes de visitarla llegó incluso a los periódicos de España la notícia de que las fábricas de la ciudad habían tenido que cerrar para evitar emitir más gases contaminantes.

Hecho este apunte, enfilamos el camino de retorno hacia la salida sin dejar en ningún momento de encontrarnos con más y más rides de distinta tipología y calibre, como es esta particular visión de la clásica spin-ride de elefantitos con el castillo ornamental de fondo. Walt Disney tendría mucho que decir aquí, o palidecería ante tantísimas muestras de plagio descarado:


Y sí, lo podéis observar en estas últimas fotografías, el parque ofrece en su interior un gran estanque donde se pueden hacer paseos en barcas-cisne o, si lo preferimos, jugar a chocarnos un poco a través de estas bumper boats de tamaño adulto:


Pese a todo, el parque todavía se reservaba una sorpresa más en la chistera. Habíamos plantado la bandera del RollerCoaster Team en 6 credits, el séptimo era la Spinning Batman que permanecía cerrada, pero sabíamos que el parque contenía un total de 9 credits en su interior, así que el octavo y último de nuestra visita fue esta curiosa Mine Coaster:


El concepto de la cual de nuevo volvió a recordarnos cuán obsesionados por el theming y el "montañismo" están los parques de atracciones y temáticos de China. En esta ocasión vuelve a tratarse de una coaster familiar de Beijing Shibaolai Amusement Equipment finalizada en forma de enorme montaña repleta de galerías y túneles por los que el tren se adentra y que consiguen regalar varios "golpes" de dolor en el costillar.

Como no podía ser de otra manera, ThemePark Review lo ilustra a la perfección en uno de sus también famosos vídeos:


Especial mención a 3 cosas en concreto de esta "particular" coaster:
  • Sí, no existe peralte alguno más allá de unos míseros grados de inclinación en las dos curvas finales, así que cada vez que el tren encara una curva tu cuerpo sufre la ira del desequilibrio extremo.
  • No, los saltitos que podemos ver en el vídeo en el minuto 1:15 y 1:36 no son airtimes y ni siquiera son agradables. Es algo parecido a sentirse apresado entre las manos de un gigante que te sacude enérgicamente desencajando por completo tu columna vertebral.
  • Sí, la coaster discurre en gran parte de su layout por encima, literalmente, de matorrales de hierba sin cortar. Ya os dije en un primer momento que Beijing Shijingshan Amusement Park era una oda total al mantenimiento mínimo.
Y sí, este fue el octavo credit y os preguntaréis ¿dónde está el noveno? Pues bien, el noveno fue una wacky worm que olvidamos por completo y que estaba apartada en un vial trasero cercano a la spinning coaster de Golden Horse. Como os imaginaréis a estas alturas de la jugada tampoco es que sea un credit que nos arrepintamos para siempre de no haber probado...

La que quizás si que estuvo bien en su día (no me dilapidéis por esto) es la magnífica y totalmente invisible Crazy Mouse:


Que bromas aparte, era una coaster que acababan de desmantelar el año anterior y que demuestra que el parque se toma las cosas con filosofía. Quizás con excesiva filosofía. Ahí tenéis la entrada, la salida e incluso parte de la estación, pero la coaster ha desaparecido por completo. Lo malo del tema es que se trataba de una clónica de la querida Inertia Roller Coaster que pudimos probar días antes en Gongqing Forest Park y que ya he dicho decenas de veces por aquí que me cautivó por completo.

Finalizado ya, esta vez sí, el recorrido por el parque la única conclusión final que puedo dar tras la visita fugaz que hicimos es que si estáis cerca de él (y cerca, hablando en terminos de una megalópolis como Beijing podrían ser 20 o 30 km) podéis añadirlo como un complemento a un día de visita turística a la ciudad sin ningún problema.

No será el parque de vuestras vidas y probablemente no os llevaréis de él absolutamente ningún recuerdo único en vuestra memoria, pero os aseguro que durante unas horas os divertiréis bastante y podéis llegar a descubrir sin duda alguna ese doble rasero chino a medio camino entre la cantidad excesiva de rides y el pobre mantenimiento de las mismas.

Y si todavía queréis complementar más todavía vuestra jornada de visita parqueril por la zona, tenéis la opción de visitar, a 10 minutos en taxi, el parque temático de Beijing World Park, un parque bastante apreciado por los habitantes de la ciudad y que guarda en su interior otro de esos credits míticos para todo entusiasta exótico.

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. ¡Gracias por tu comentario Álvaro! Todos los parques lo son, en mayor o menor medida jejeje

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  2. Vale que todo parque tiene su encanto o alguna sorpresa escondida o incluso algúna rareza peculiar digna de ver pero se me hace muy difícil verle algo positivo a este parque.

    Por lo que nos cuentas de los credits facturados por Beijing Shibaolai Amusement Equipment, la palabra más repetida es "dolor", y hasta me hace pensar que Space Trip les salió bien de pura casualidad.

    Puede que tenga un catálogo de rides muy extenso pero si la mitad de ellas no están operativas no se de qué me sirve. Es como si un restaurante tiene una carta con cien platos pero solo tienen género para diez. Además se añade el hecho de que no tenemos ninguna información y viendo el nulo mantenimiento puede que algunas estén cerras temporalmente por problemas técnicos y otras definitvamente por pura dejadez, e incluso puede que haya habido accidentes, no se sabe, así que tampoco me da mucha confianza subir a las que sí están abiertas al público.

    PD: La foto en la que sales con el conejito roza lo censurable. Con la postura que elegiste para posar y la cara de ambos parece que te esté haciendo una... bueno, creo que se entiende jajaja

    Un saludo Jivo ;)

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    1. ¡Por diox! Si es una inocente y perturbadora conejita... no no... era todo un juego jajaja (guiño guiño).

      Volviendo a tu comentario, te entiendo. De verdad, entiendo muchas veces los comentarios en plan más bien decepcionante o incluso despectivo (hacia el parque me refiero). De hecho, si tienes en cuenta tooodo el conjunto del viaje a China probablemente este fue de los peores parques, para qué nos vamos a engañar.

      Pero desde el primer día me propuse ese reto: dedicarle el mismo interés o espacio a un parque conocido mundialmente que a uno que nadie conozca y sea, como en este caso, un auténtico despropósito.

      De hecho suelo dedicar muchas entradas más a los mejores, como es lógico también porque no solo os gustan más a vosotros sino a mi también jejeje. Pero bueno creí oportuno que ya que había nombrado todos los parques del viaje, sin excepción (¡incluso los micro-parques de Shanghai!) en esta ocasión este parque decrépito merecía su rincón en el blog.

      Ya te digo, en este caso NO es un parque destino. Pero es un parque que, si estás cerca en la ciudad, te puede salvar de una tarde aburrida en la contaminada Beijing. Porque mira que la ciudad es sosa, pero sosa sosa sosa... nada que ver con Shanghai.

      Un saludo Rider, un placer leer y responder tus comentarios ;)

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