miércoles, 30 de abril de 2014

Bitácoras desde Alemania (día 2)


Segunda jornada del viaje a nuestra querida y añorada Alemania, tierra de parques, coasters y perfección en general, pero también de prosperidad en anécdotas y hechos relevantes.

Como os comenté en la entrada del día 1, llegamos a la famosa población de Speyer, donde nos alojamos en la no menos famosa Pensión Klaer, lugar de liturgia y reunión del RCT durante los viajes de 2008 y 2010. Y como viene siendo tradición, tras levantarnos cuando el sol despuntaba (pese a estar oculto entre algunas nubes de primera hora de la mañana) decidimos tomarnos un buen atracón a cargo del desayuno que se sirve todas las mañanas en Pension Klaer, abundante y riquísimo:

Cargadas ya las pilas tomamos el coche y decidimos encarrilar los apenas 15 kilómetros que nos separaban de nuestro primer objetivo, ni más ni menos que:
 El día pintaba bastante jugoso en cuanto a meteorología (las previsiones de temperaturas para el mediodía alcanzaban en las noticias los 20º) así que ya de por sí pensé que el parque estaría lleno, pero además hay que añadirle un dato más: la pascua francesa. Como sabréis, tanto Holiday Park como Tripsdrill como Europa Park son parques visitados con bastante frecuencia por los vecinos del sur de Alemania, los franceses y dado que ellos celebraban algo parecido a la semana santa española, vimos todos los días como el attendance medio de los parques se elevaba (por suerte, todos conocemos la operativa de estos tres parques que, en mayor o menor medida, es mucho más agradecida que por tierras nacionales).

Nada más entrar adquirimos los mapas y folletos del parque ya que la entrada (unos euros más barata) la había reservado días antes por Internet:
Creo que lo dije ya en su día y cuando analice a fondo Holiday Park lo volveré a recordar, pero el trabajo de limpieza de cara que ha hecho el grupo Plopsa con este parque ha sido realmente extraordinario. La entrada luce muchísimo mejor, más espaciosa, más organizada y mucho más detallada que la antigua, además de maravillarnos con esta clásica galería con vidriera que el grupo trata de incorporar en todos sus parques como firma de la casa:
 Como os he dicho, tras las bitácoras de este viaje a Alemania el primer parque del que hablaré es este Holiday Park haciendo un buen análisis a fondo, así que pasaré a relatar los puntos fuertes del día en vez de las rides y coasters una por una. Eso sí, nada más llegar Fon cató la calidad excelsa de la diosa, la inalcanzable, la por segundo año consecutivo ganadora del premio a la mejor coaster de acero del mundo, nuestra querida y vanagloriada Expedition GeForce:
 Y con la prueba de semejante miel dulce Expedition GeForce consiguió un fanático más de sus curvas, su velocidad y su endiablado drop. Fon quedó prendado de semejante maestría y un servidor revalidó por completo su posición en el primer puesto como reina indiscutible de los credits. Expedition GeForce sigue siendo terriblemente buena, sigue yendo fina y sigue consiguiendo alterar la consciencia de uno hasta cotas inimaginables.

Pero subidos en el tren de Expedition GeForce vimos en la lejanía una estructura nueva. La conocíamos, la habíamos seguido durante su construcción y ahora era el turno de catarla. Me estoy refiriendo cómo no al nuevo juguete de Holiday Park, la nueva adquisición facturada por Premier Rides, la cacareada Sky Scream:
 Así es amigos y amigas de Bloggercoaster, a apenas semana y media de su inauguración, todavía se podía oler el aroma a recién pintado y a madera recién colocada en algunas de sus zonas. Con un theming totalmente ausente y a medio construir, pero con una estructura acabada y plenamente operativa, Sky Scream se dibuja en el skyline del parque desafiante y con formas que rivalizan con la altura de las principales torres del parque:
 Sobre ella os hablaré en una entrada especial dedicada a su análisis, pero os puedo decir que Premier Rides pasa de sobras el corte de calidad, con unos  trenes que quizás dejan que desear en cuanto a su ergonomía y diseño, pero que cumplen su función perfectamente y con un layout completamente alocado que es capaz de noquearte a varios metros de altura para hacerte perder la noción de la horizontalidad y la verticalidad:
 Sky Scream es un juguetito muy bueno, quizás algo inestable al paso del tiempo (se averigua cierta inestabilidad en cuanto a giros y vibraciones que con el paso de las temporadas pueden significar un desgaste en forma de vibración o transiciones marcadas), pero con un aspecto, un sonido y unas sensaciones más que dignas. Tres lanzamientos realmente diferenciados (el primero de aclimatado, el segundo brusco y hacia atrás y el tercero veloz y repleto de intensidad) y una velocidad en el paso por elementos realmente bien buscada. ¡Ah! Se me olvidaba... tiene un airtime que muchas quisieran, ya os contaré.

El resto de visita al parque cumplió más o menos con los estándares de cualquier visita a Holiday Park. Probamos la remodelación del flume en forma de Vicky el vikingo (este flume pasó tiempos mejores), riddeamos los rápidos, riddeamos su dark ride (o lo que el excesivo humo artificial nos dejó riddear), comimos en el restaurante que bordea el lago, catamos la free fall, investigamos a fondo la zona kiddie esta vez tematizada por completo (en 2012 la vi a medio gas) y pudimos pasar por el Holiday Park Museum, un rincón de paz y de encuentro con el park freak que todos llevamos en nuestro interior.

Sentido homenaje para un clásico entre clásicos, la siempre presente en nuestros riñones corazones Superwirbel, de la cual podemos disfrutar de la presencia del morro de uno de sus trenes perfectamente conservado:
 Y para acabar la bitácora de este segundo día, me pasé por la tienda del parque y por fin me quité una espinita que tenía clavada desde hacía ya un par de años. En la última visita a Holiday Park tuve que ver como se me escapaba el sueño de poder tener en mi propiedad una rueda sacada directamente del segundo tren de Expedition GeForce, una rueda que ha rodado miles de veces por ese layout tan sagrado.

En esta ocasión y sin un ápice de vergüenza, conseguí mi preciada rueda:
Con unas 8 horas de visita, más de una docena de rides probadas y un montón de kilómetros caminados, cerrábamos el día desplazándonos de nuevo en coche desde Hassloch (población donde se sitúa Holiday Park) hasta Lauffen, a unos 110 kilómetros de distancia y hogar de Erlebnispark Tripsdrill, el siguiente objetivo de este "repentino" viaje.

Mañana os cuento... 

1 comentario:

  1. Mi cara en la foto lo dice todo... expedition ge force...se merece todos los premios que tiene y mas. Creo que es una de esas coasters que jamas te cansas de montar. Y sobre el parque genial... sky scream bastante buena menos por sus trenes... y la dark ride de terror aka incoherencias muy buena también!

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