viernes, 6 de abril de 2012

WODAN: El análisis (parte 2)

Después de unos merecidos días de descanso y tras toda la vorágine de la visita a Europa Park me dispongo a relataros esta segunda parte donde, más que fijarme en el aspecto estético y temático de esta enorme coaster, voy a centrarme más en el aspecto técnico y en las sensaciones de su recorrido, para que podamos tener un análisis completo de la misma.

Vimos ya en la anterior entrada como Wodan es un caso sin precedentes, una woodie que ya en las colas hacia su elevada estación nos explica una historia, una mitología, un ambiente.


Hoy, en Bloggercoaster, veremos los aspectos donde Wodan también destaca como puede ser su aprovechamiento de espacios, sus airtimes escondidos y su letal intensidad.


La auténtica furia GCI

Como siempre, no quiero empezar un análisis de coaster sin mostraros su respectivo video point-of-view, esta vez facilitado por la incombustible Theme Park Review y de la mano de Hanno, miembro representante aquí en Europa y al que pudimos ver en varias ocasiones durante el media-day. Todo ello vía Youtube:



De como llegamos a la estación creo que no hay que dar más detalles de los que ya os indiqué en la anterior entrada, sólo el apunte de que una vez llegados a los tornos que distribuyen las filas de acceso al tren nos encontramos a unos 5 metros de altura sobre el suelo, por lo que la coaster juega con el concepto de salir de estación y hacer un pequeño recorrido pre-lift (algo de lo que en GCI son amigos).


En este caso la salida es breve pero ya nos muestra un ápice de la intensidad que vamos a poder probar en el resto del layout. Salimos de estación con una pequeña recta que se tuerce en 2 ocasiones, siempre descendiendo y aumentando poco a poco la velocidad.


Estas 2 curvas ya tienen el concepto twisty de GCI y preceden una curva final en la que el peralte es anti-natural, es decir, la curva es hacia la izquierda (para enlazar con el lift) pero el peralte nos inclina hacia la derecha, consiguiendo un curioso efecto parecido al de una sacudida. En la fotografía podéis ver el punto donde se cruzan un máximo de elementos del layout, abajo a la izquierda (y con el fly-trough a través de la estación justo encima) tenéis la salida de estación:


Entramos en el lift. Una cadena sin demasiado ingrediente extra, sólo el hecho de poder conseguir una buena panorámica si miramos a la izquierda, una buena vista de la curva pre-drop si miramos a la derecha y una enorme recta encadenada con un par de gigantes lobos de madera si miramos hacia arriba.


Tras algo más de medio minuto llegamos a la parte superior del lift, nos hemos elevado a 40 metros de altura sobre el nivel del suelo y es hora de que la coaster empiece a rodar por sí sola. Justo al atravesar el vigilado paso por los lobos de Odín que escupen llamaradas se inicia un recorrido vertiginoso en curva hacia la derecha sin apenas peralte, muy imperceptible, pero a una velocidad generosa que va aumentando poco a poco las fuerzas G laterales.


Ciertamente en este punto no tenemos demasiada noción de la altura a la que estamos, pero lo que si se intuye es que el tren va acelerando de una manera impresionante, lo justo para llegar al drop y darnos cuenta de que ya está bastante desbocado. Visto desde fuera, este elemento (el drop) es realmente espectacular:


Empieza la velocidad

A partir de este momento nos espera un minuto de intensidad al máximo y lo que os voy a explicar en multitud de párrafos ocurre en tan sólo un respiro.

Ya en el enlace al drop GCI nos regala su primer airtime, sea en primera o el última fila, el punto en el que el tren pasa de la curva a la inclinación del drop ya hace una pequeña panza que nos eleva del asiento, para notar las primeras G's negativas provocadas.


El drop lo pasamos a través del arco que formaba el altísimo lift, así que la sensación de choque está bastante conseguida (más teniendo en cuenta que unos metros más allá, bajo tierra, nos espera la primera trinchera):


La trinchera es algo más larga de lo que yo pensaba, pasamos un par de segundos bajo tierra en los que estamos pasando muy de refilón la base de la estación de carga. Una vez superamos este elemento, nos espera el primer camelback de todo el recorrido, con quizás el único floating airtime (esto es no provocado, sino más bien natural y con una progresión suave):


Experimentamos en este camel un elemento que, si mal no recuerdo, suele ser una constante en los últimos proyectos de GCI: el peralte inesperado. De la misma manera que pasaba al salir de la estación, en la cumbre del camel (y justo en medio de nuestro floating airtime) el tren se inclina unos cuantos grados para darnos la sensación de intranquilidad, quizás incluso de inestabilidad.

Enlazamos con la curva colindante a BlueFire y nos cruzamos con la coaster de acero azul en un punto cubierto totalmente por redes de seguridad (para evitar que cualquier objeto que pueda caer de la launched nos provoque incidentes inesperados). Este punto lo hacemos con un peralte enorme y se disfruta muchísimo ya que quizás es la curva más panorámica de todas (junto con la del otro extremo opuesto, en Atlantica SuperSplash):


Justo hacia el final de la curva panorámica viene uno de los elementos más sorprendentes (y a la vez escondidos) de la coaster. Os pondré una fotografía en la que capturé justo el punto donde se experimenta. Aquí veréis una simple curva con el loop de BlueFire al fondo, pero os aseguro que con un fino toque de inclinación y de brusquedad en los raíles GCI consigue en este punto un enorme airtime forzado.


Consiguen que tu cuerpo salga despedido (siempre sujeto a las barras de seguridad, claro), y justo en ese momento, en el aire, encaje a la perfección la caída que viene posteriormente, en dirección a una escarpada trinchera de roca. Si miráis el video de Youtube que os he colgado más arriba, creo que está entorno al minuto 1:18, donde justo encima de los raíles hay una plancha de madera, fijaos en que en el video ya se oye un pequeño estruendo provocado por la fricción que en ese punto consiguen las ruedas inferiores, evitando que el tren salga despedido.

Paso a través de la segunda cueva haciendo un cambio de peralte muy suave y conseguido y enlazando con curva hacia la izquierda con ligero peralte ascendente.


El fly-trough, la firma de GCI

En este punto encontramos el elemento característico que los americanos regalan en cada una de sus creaciones prácticamente sin excepción: el fly-trough.

Se trata del paso a través de la misma estación, para provocar el terror en los viajeros que todavía no han tomado asiento en el tren y crear el efecto de desorientación y de punto de choque en los viajeros que están experimentando la coaster.

En este caso el fly-trough de Wodan vuelve a jugárnosla y volvemos a experimentar un peralte sorpresa, por lo que al efecto de velocidad pasando a través de las columnas de madera del techo de la estación debemos sumar el efecto de salir despedidos del tren en dirección a la derecha.


Mirad si el paso a través de la estación es intenso y rápido que fuera de salir y caer de nuevo en algún pequeño drop o curva, GCI se reserva el derecho de volver a elevar el tramo en forma de un segundo camelback perfectamente descrito, pasando por encima del drop.


No consigue quizás la suficiente cantidad de fuerzas G negativas como para crear el efecto floating airtime, pero la suavidad junto a la velocidad y la proximidad de Atlantica SuperSplash hacen de este punto un tramo interesante.

Curva hacia la derecha con un perfecto peralte descendente y pasamos justo por debajo del cruce que atravesaremos en unos segundos, muy sutil pero con un pequeño toque de punto de choque extra con las vigas head-choppers :



El encuentro con Portugal...

En este punto se genera otro interesante ingrediente más acrecentado por la intensidad del recorrido. Pasamos a través de un porche creado con madera (que todo el mundo pensaba que sería un túnel, pero no, no tiene más que la función de proteger la delicada madera de la coaster del agua que cae desde unos metros más arriba, desde Atlantica SuperSplash y que podría dañar la madera seriamente.

Si a la peligrosa proximidad con las vigas del techo ya le podemos otorgar un punto de choque más que notable, GCI se encarga de añadir un airtime provocado, un pequeño empujón que nos haga creer que de no ser por la t-bar estaríamos estampados desde hace rato ya en el techado marrón.

Salimos ya de esta estructura para empezar una curva ascendente con peralte y otro airtime forzado, regalito de la casa:



Curiosamente este tramo tiene bastante tranquilidad, comparado con lo que hemos vivido hasta ahora y lo que nos queda por pasar. La curva se describe con bastante suavidad y nos tomamos este pequeño floating airtime justo por encima del drop de Atlantica SuperSplash:


Pero no os preocupéis, nos zambullimos de lleno en otra zanja/cueva que nos transporta a uno de los puntos más profundos de la coaster a unos 5 metros del nivel del suelo:



Un tramo final brusco y muy loco

Y que no se entienda por brusco como doloroso, porque evidentemente NO lo es. Sólo que las fuerzas que vamos a vivir en este pequeño tramo de no más de 200 metros de distancia van a hacernos experimentar, creo, absolutamente todas las fuerzas G posibles.

Primero pasamos por un medio camel bastante bien formado que nos ofrecerá cierto toque de floating airtime, aunque lo pequeño del elemento hará que sintamos más bien la barra oprimiéndonos al tren, por lo que se convierte en airtime forzado en un abrir y cerrar de ojos.


En la cumbre de esta elevación nos pegan un twisty increíble en poco más de 10 metros de largo en el que nos comemos un peralte a derecha, otro a izquierda y finalmente descendemos velozmente a nivel del suelo:


Nos vuelven a sacudir en este punto con un airtime forzado clásico, capturado justo en esta fotografía donde podéis ver que las primeras filas del tren están "sufriendo" este pequeño pero eficaz elemento curvado (en el video de Youtube estaríamos hablando del minuto 1:43):


Y a la vez conduce el tren hacia la última curva peraltada hacia la derecha en un punto donde nuestro cuerpo ha sido ya vapuleado en multitud de ocasiones en muy pocas décimas de segundo:


Curva panorámica peraltada hacia la derecha con un regalo final, una pequeña sacudida que generará el penúltimo airtime forzado y nos sumergirá de nuevo en una pequeña hendidura del layout para acabar de adquirir el suficiente impulso en dirección a los final brakes, situados justo tras pasar una curva ascendente sin peralte bastante corvada:


Pasado este tramo el tren frena, sin demasiada brusquedad ya que la recta es bastante generosa y después recorre los aproximadamente 15 metros que hay en dirección a una pequeña curva sin peralte. En este punto el tren va a la velocidad natural del recorrido, que deben ser unos 5km hora, no mucho más.

Después de esta curva donde podemos ver la salida de estación nos metemos en la parte trasera de la estación, de un color rojo intenso y pasamos a través del transfer:


Un punto que quizás sirva de anti-climax para tantísima intensidad ya que el interior de esta sala de madera está totalmente vacío y solo retumba con insistencia la banda sonora de la coaster, junto a los cuernos vikingos que se pueden escuchar en el exterior.

Salidos de esta sala encaramos una muy cerrada curva que pasa a través de la enorme estructura del lift, se nos frena de nuevo (el tren aquí ya habrá subido a unos 10 o 15 km/h.) y acto seguido hacemos entrada triunfal en la estación con aplausos y vítores por parte de los exhaustos viajeros.

Las amenazantes Valkirias vuelven a observar desafiantes el tren de Wodan. En esta ocasión, hemos sobrevivido al estruendo de madera de Odin.


Mi experiencia

No quiero explayarme demasiado ya que suficiente lo he hecho con esta completa descripción metro a metro de la nueva coaster de Europa Park, pero sí quiero dejar claro que, personalmente, creo que Wodan puede haber sentado claramente las bases de una nueva tipología de woodie: la woodie temática.

Conocíamos ya algunas woodies que habían jugado con el concepto de mezclar algunos elementos de theming entre sus colas o en los alrededores, pero el nivel de detalle al que llega Wodan es muy difícil de comparar. Sí podemos encontrar coasters de acero que han recibido este tipo de detallismo y en Europa tenemos, por suerte, bastantes ejemplos: Fluch Von Novgorod, Poseidon, Big Thunder Mountain, Black Mamba o Nemesis son buenos ejemplares.

Wodan se suma a esta impagable lista con una puesta en escena simplemente genial.


¿En cuando al layout? Mucho se habló de su poca longitud, de su brevedad o de su escasez de elementos, pero si echamos un vistazo a la entrada de hoy creo que queda claro que de escasez nada de nada. Es el simple hecho de pasar los elementos a una velocidad e intensidad elevada lo que nos puede hacer pensar que es corta, pero nada más lejos de la realidad, se ajusta totalmente a lo que el viajero busca tras semejante viaje temático por sus oscuras colas.

Tiene el equilibrio perfecto entre floating airtimes y airtimes forzados, el peralte de las curvas está medido con una exquisitez sublime, haciendo que el cuerpo fluya constantemente en el tren, sin sentirse forzado o golpeado.

Y los elementos sorpresa, aquellos peraltes y pequeños saltos que nos suele regalar GCI en todas sus creaciones están perfectamente incluidos en este sublime pack de emociones.

¿Hace falta algo más? Pues añadamos 3 pasos subterráneos (uno de ellos de bastante longitud y tras el drop), un drop de más de 40 metros de altura, un paso a toda velocidad a través de un porche de madera y el cruce con dos de las coasters más características del parque: BlueFire y Atlantica SuperSplash.

Si a estas alturas todavía queremos pedirle más al parque, yo creo que poco le falta a esta coaster para llegar a la más absoluta perfección, por lo que personalmente se ha ganado un rincón bien merecido en mi apretado TOP 10.

*****

La pregunta que muchos de vosotros me habéis formulado estos días está clara: ¿superará Wodan de Europa Park a Troy de Toverland? Mi respuesta es clara: NO. Pero no porque sea mejor o peor la una o la otra, sino porque me parecen muy parecidas en cuanto al perfecto equilibrio entre velocidad y layout enlazado y repleto de elementos.

Quizás en el orden de elementos Wodan pase por delante de la holandesa, porque creo que tiene todo mucho más ordenado y dispuesto de manera que la intensidad se conserve al 100% de principio a fin. En cambio la holandesa carece de la armonía suficiente como para presentarnos los elementos de manera equilibrada y peca, quizás, de parecer un chorro constante de airtimes forzados.

Pero ambas tienen un potencial increíble y enorme que las hace completamente únicas y recomendables. Ambas merecen ser las mejores y ambas, de hecho, lo son.

¡Espero que a estas alturas os encontréis haciendo ya las maletas en dirección a Europa Park!

2 comentarios:

  1. Tiene una pinta tremenda. ¡Muchas gracias por este genial análisis! ¡Así da gusto!

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  2. La verdad que Europa Park vale la pena. Si que habrá que ir pensando en hacer un viaje.

    Genial analisis.

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