martes, 23 de noviembre de 2010

Steeplechase (Blackpool Pleasure Beach)

Intuyo que muchos de vosotros alzaréis el grito al cielo pensando que, de todas las posibles coasters modernas y complejas que tiene UK en la actualidad la que voy a analizar hoy desentona exageradamente.

Posiblemente muchos estéis interesados en conocer de primera mano qué sensaciones puedo recoger de parques tan enormes como Alton Towers o Thorpe Park, los buques insignia del país inglés.

Pero no, hoy al menos no. Hoy voy a fijarme en un gran parque, un hermoso ejemplo de perduración en el tiempo, de tradición y casi de artesanía llamado Blackpool Pleasure Beach, un auténtico museo viviente que todavía a día de hoy nos permite probar con todo lujo de comodidades de rides y coasters únicas en su especie o que podrían haber montado generaciones muy anteriores a nosotros.

Y dentro de este hermoso parque, respetado siempre a nivel mundial por los grandes entusiastas del sector, voy a tomar una muestra sencilla de su auténtico espíritu. Es por eso que hoy analizaré Steeplechase, una de las coasters más singulares, únicas y divertidas que jamás he tenido el placer de montar.

La eterna carrera de acero

Steeplechase juega con un concepto muy atractivo: carreras entre personas siguiendo un circuito muy parecido. En base es el mismo concepto que las woodies racer o las steel duelings, pero es hasta aquí donde llegan las similitudes.

Vista general de la entrañable Steeplechase, en el inglés parque de Blackpool Pleasure Beach.
Foto: Martin Valt.

Para empezar no estamos sentados en un asiento normal y corriente, ni siquiera es rígido, de hecho, ni siquiera es un asiento. Estamos sentados sobre una montura de caballo y, de hecho, lo que hay sobre las vías son eso: caballos. ¡Ya os he avisado de que Steeplechase es un concepto raro! Es un concepto parecido a las tour-rides que encontramos en algunos parques con el concepto de carril y caballo, pero aplicando esa inspiración a un recorrido repleto de desniveles y curvas.

 
Al salir de estación nos encontramos ya con el primer lift, ¡nos espera velocidad y diversión!

Hay un total de 3 carriles con diferentes colores (en la actualidad rojo, verde y amarillo) y cada carril tubular alberga un caballo que sale de estación perfectamente alineado con sus otros dos competidores. El recorrido es alrededor de una zona verdosa de colinas y arboledas repletas de arbustos, por lo que es totalmente fácil perder la noción del lugar en cuanto bajemos el primer drop.

Porque sí, Steeplechase no es una ride de paseo, Steeplechase es una coaster, y como tal, también tiene lift y drop (en concreto dos) para que podamos experimentar la velocidad y el peralte de las curvas como si de una coaster normal se tratase, llegando a una velocidad que fácilmente podría estar entre los 40 y los 50 por hora.

La historia de los jinetes mecánicos

Esta curiosa coaster fue construida en 1977 a cargo de la extinta empresa Arrow Dynamics (de la que ya hemos hablado alguna vez en Bloggercoaster). Durante toda la existencia del parque inglés la premisa cuando se recibe un encargo de ellos es clara: debe ser algo realmente sorprendente, único y divertido. Todas las coasters del parque siguen esa premisa y es por ello que prácticamente todas, en mayor o menor medida, son conocidas a lo largo y ancho del planeta.

 
Un saludo a cámara antes de probar el poderío de los salvajes corceles ingleses...

Arrow Dynamics era conocida por entonces (y siempre lo fue) por sacar al mercado una cantidad muy generosa de prototipos o modelos únicos, paralelamente a su línea de proyectos clónicos conocidos todavía en la actualidad (como las coasters multi-loopers o las mine train). Fueron Steeplechase, junto con otro proyecto similar construido para Knott's Berry Farm llamado Cycle Chase, las encargadas de representar este modelo que poco o nulo éxito tuvo ya que no se volvieron a encargar más modelos de semejante tipología.

 
La salida en la estación se realiza como en las carreras, pero ¿llegarán todos a la vez?

Como dato curioso, todas las rides y coasters de Blackpool suelen guardar alguna anécdota en su legado, no es esta una excepción, pues en la inauguración de la coaster y para dotarla de más fama y singularidad, se trajo al caballo Red Rum, ganador del Grand National británico, para que dejara su estampa inmortalizada en la entrada de la coaster, estampa que todavía a día de hoy se puede apreciar.

Diversión al trote

Es sin lugar a dudas esta coaster un claro ejemplo de que no nos hacen falta grandes estructuras, complejas formaciones de soportes o enormes cargas de dinero para conseguir un par de minutos de diversión extrema.

 
La estación nos permite cambiar de caballo a nuestro propio gusto.

Os puedo asegurar que las risas, los piques y la sorpresa están en cada metro del acero tubular que recorre el caballo, dando prácticamente igual el resultado final (que en gran parte depende del peso del jinete, en este caso nosotros y que puede estar condicionado por la cantidad de jinetes, pues cada caballo tiene capacidad para una o dos personas). La ruta se compone como he dicho antes de un par de drops precedidos de lifts de cadena, tiene a través del mismo varias secciones de brakes intermedios y zonas con sensores de velocidad que, pese a que la velocidad en algunos puntos la regula el peso del tren, en realidad hacen que sea prácticamente controlada en la totalidad del ciclo y completan el recorrido secciones de curvas en S, alguna hélice y tramos de bunny hills generadores de pequeños airtimes antes de llegar a la "meta", que marca la llegada a la estación de carga.

En algunos puntos del recorrido pasamos muy cerca de otras coasters míticas del parque como Pepsi Max Big One (pasamos a través de la última espiral de la hyper de Arrow), Big Dipper (la zona de camels está justo pegada al área de Steeplechase) y Rollercoaster (que limita su recorrido en esta parte para volver a la lejana estación de donde proviene). Tenemos cerca otras coasters como Irn Bru (las estaciones de ambas están a apenas 50 metros de distancia) y Avalanche (situada enfrente, justo al lado de la estación de Pepsi Max).


La estación es, en sí, también una pequeña obra de arte, ya que los 3 carriles discurren paralelos y la carga hay que realizarla accediendo a la estación por una pasarela de madera y descendiendo por unas escaleras hasta llegar a la plataforma de carga del caballo que deseemos montar.

Como dato curioso, comentar que pese a que el riesgo de caída es mínimo, sí que existe la posibilidad de bajar en cualquier momento del caballo ya que lo único que nos une al tren es un cinturón de clic-clac, como los de los coches. Así se da una autonomía total de movimientos, permitiendo incluso tocarte con tu contrincante alargando piernas o brazos.

*****

Y hasta aquí el análisis mensual de coasters, esta vez ha tocado una muy diferente al resto pero que, con la mano en el corazón, os puedo decir que para mi tiene un encanto tremendo. Es una de esas estructuras que se hace querer, que cuando hace tiempo que no la montas piensas "ojala pudiera ahora estar ahí encima disfrutando del recorrido".

Toda una joya única en el mundo, de los 70 y que perdura en la actualidad. Os recomiendo probarla alguna vez en la vida, vale mucho la pena.

6 comentarios:

  1. Realmente no había oído hablar de ella, y nunca me ha dado por mirar en rcdb más allá de la famosa Pepsi Max. Pese a ser una coaster no muy llamativa, en el sentido de sensaciones, por lo que cuentas, tiene que ser muy divertida, y seguro que se le coge cariño, sobretodo sabiendo la antigüedad que tiene detrás. Es un parque que tengo ganas de pisar, pero que nunca se buscar un aeropuerto cercano para una visita de un par de días...

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  2. Hay 2 aeropuertos cerca: en Blackpool mismo y en Liverpool, ir al primero desde España está a un precio prohibitivo, por lo que lo más recomendable es ir al segundo y pillar un tren que te lleve hasta Blackpool que está a unos 80-90 km más o menos. El precio por Easyjet te sale a I-V por unos 70-80€, no está mal para hacer una escapadita, teniendo en cuenta que te ganarías de golpe 10 credits (2 de ellos premiados por la ACE y 4 de ellos únicos en todo el mundo!). Algun día hablaré más a fondo de Blackpool ^^

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  3. He escrito un parrafote, he puesto vista previa en lugar de enviar y he cerrado la pagina :ñe

    Como has comentado, Steeplechase es una de estas coasters que se echan de menos. Me picaba ligeramente la curiosidad tras visionar los POV's antes de ir, pero no era de las que me interesaban. Al subir la cosa cambió. Y es que no lo parece, pero entre la altura a la que vas en algunos momentos, la inseguridad y el dolor de algunos giros... esta ride ofrece emociones incluso a nivel de adrenalina. Y a parte, evidentemente, las risas y más risas, con el espíritu competitivo aflorando freakmente. Es algo que echo de menos por aquí, igual que los patines de Lightwater Valley. A parte te puedes jugar con los colegas unos quintos, ofreciendo más emoción. Es muy grande.

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  4. Que cosa tan curiosa y molona, dan ganas de catarla ipso facto! Desconocía totalmente la existencia de este tipo de atracciones.

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  5. Esta montaña rusa es una auténtica joya. Una de mis montañas favoritas de Blackpool junto a Wild Mouse, Nash (Grand National) y Irn Bru Revolution.

    El factor carrera añade un toque de diversión ilimitado y la sensación de "dios, me caigo en la siguiente curva" está asegurada xD Además, ¿cuántas montañas rusas racing conocéis de más de dos railes? Yo esta y la desaparecida de Knott's... eso en su época debió ser CARÍSIMO de construir.

    Si bien por separado, cada recorrido no tendría mucha capacidad, las 3 montañas rusas (pq recordemos que son 3 recorridos = 3 credits) juntas tienen una capacidad que no me extrañaría que rondara más de 1.000 pph (cifra NADA despreciable).

    Me alegro montón que alguien se haya acordado de esta entrañable coaster. El día que Steeplechase desaparezca el mundo coasteril será un poco bastante más triste.

    Gracias, Jivo!

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  6. No todo son las "grandes". Precisamente si algo caracterizará los análisis de BC será fijarme en coasters no tan apreciadas. Las grandes ya se ocupan todas las webs de analizarlas al detalle. La wild mouse de Blackpool tardará poco a ser analizada tambien, a mi parecer de lo mejor que tiene Europa en cuestión de diversión.

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