sábado, 26 de mayo de 2012

Liseberg a fondo (parte 1)

 Todos podemos sentirnos aficionados a los parques y, para ello, hay distintas maneras o niveles de disfrute y ocio. Podemos acercarnos a nuestro homepark de toda la vida, aquél que nos acoje en fines de semana, festivos o cuando nuestro bolsillo se puede permitir un capricho por un día. Podemos planear con los colegas una pequeña escapada a otro parque nacional o incluso arañar la frontera con el país vecino. Podemos elaborar minuciosas escapadas de fin de semana con el fin de visitar aquél parque del centro de Europa del que tanto nos han hablado y finalmente podemos confeccionar un complejo viaje a lo largo de miles de kilómetros para visitar parques exóticos o muy lejanos con el objetivo de saciar nuestra curiosidad y pasión por los viajes.

El parque del que hoy hablaré entra dentro de esta liga, se trata de un parque muy exclusivo, muy apartado y al que el acceso se suele hacer por casualidad o por turismo a lo largo del maravilloso país que lo acoge: Suecia. Se trata de Liseberg, hogar de multitud de rides y de alguna de las mejores coasters que podemos tener a día de hoy en el continente.

Lo visité hace apenas una semana y hoy, en Bloggercoaster, analizaré los aspectos y elementos más característicos en forma de pequeña ruta analítica. Como es un parque que comprobaréis que da para hablar mucho he preferido dividir este análisis en tres comentando entre hoy y el lunes las rides, paisajes y rutas del parque y en la tercera parte las 4 coasters de las que consta el recinto, que no son moco de pavo, ya os puedo advertir. ¡Así pues manos a la obra en este fascinante viaje a lo largo del mayor parque de atracciones de Suecia!


El parque que crece conforme lo visitas

Liseberg tiene muchísimo encanto escondido y os puedo asegurar que visitarlo hace que, por minutos, la cantidad de detalles que recibas a través de tus sentidos vaya creciendo hasta formarte la falsa ilusión de que te falta tiempo para verlo todo. Si alguien me pidiera, de buenas a primeras, una similitud con algún otro parque visitado esa sería, sin duda, la de una mezcla entre Hansa Park y Tibidabo. Parque tradicional, muy completo, con una exquisita selección de credits, un amable trato al cliente y la sensación de que el tiempo se para sólo para disfrutar al completo de toda su extensión.



Adquirí mi entrada a Liseberg de manera gratuita gracias al Pase de Temporada de PortAventura (¡bendito pase!) y descubrí ya con sorpresa la primera característica chocante de mi visita: los horarios de los parques suecos. Suecia se encuentra en ese grupo de países que, por su situación geográfica, tiene una variabilidad de horas solares/nocturnas muy cambiante, por lo que podemos encontrar que o bien los días son cortos y las noches eternas (generalmente en otoño/invierno) o bien los días se alargan exageradamente y las noches son un suspiro (primavera/verano). Así pues, por poner un ejemplo, el horario de Liseberg el día de mi visita era de 15:00h a 23:00h.



¿El motivo? Durante la mañana la sociedad sueca trabaja mucho, los horarios en Suecia no son partidos y las jornadas suelen empezar mucho antes de lo normal (nos podemos encontrar con que la gente va al trabajo a las 5 o las 6 de la mañana) pero el motivo no es más que el sol sale hacia las 3 de la mañana y por lo tanto es de día ya hacia las 4. Si la gente sale de trabajar o de los colegios a las 14:00-15:00h lo normal es que el parque abra durante ese horario para abarcar un número de visitantes más lógico y mayor. El cierre a las 23:00h tiene una lógica parecida: se hace de noche no antes de las 22:30 y la oscuridad total se logra hacia las 00:00h, por lo que cuando uno abandona el parque a última hora todavía se vislumbra todo a la perfección. Sin duda, toda una curiosidad que abarcaría horas y horas de análisis.

Volviendo al análisis Liseberg tiene únicamente un acceso principal muy bien resuelto consistente en una explanada rectangular repleta de casetas de adquisición de tickets y un gran arco culminado por dos altas torres. La estética en todo momento tanto de esta entrada como del boulevard que nos encontraremos durante los primeros metros recuerda bastante a una estética 60's.




Tras pasar el majestuoso arco de entrada aprendemos la primera lección de Liseberg: la elección de caminos. Se trata de otro de esos típicos parques en los que siempre debes elegir entre 2 o 3 direcciones para llegar a absolutamente todo, por lo que veréis que siempre os hablo de "mano derecha" o "mano izquierda". En esta ocasión a mano izquierda tenemos un montón de edificios dedicados a servicios del parque, eventos, conferencias, presentaciones y exposiciones y a mano izquierda nos encontramos con una enorme vía ajardinada y repleta de colorido y bellas esculturas. En un segundo plano vemos el Liseberg Theatre (donde se suelen organizar espectáculos y obras de teatro a diario) y al fondo la novedad de este año: la Liseberg Wheel.




Si seguimos el larguísimo paseo central descubriremos que la extensión del parque es muy alargada pero que el parque de atracciones, como tal, no empieza hasta aproximadamente un tercio del tamaño total del recinto, por lo que este primer tramo de paseo es eso, lugar de paseo, de deleitarnos con los hermosos jardines que ocupa, de retomar fuerzas o comer en alguno de los restaurantes que tiene a mano izquierda y de preparar nuestro cuerpo para las emociones que viviremos más allá de esta primera mitad de parque.




Si avanzamos unos 100 metros encontramos a mano derecha un acceso al Liseberg Garden, una enorme y sinuosa galería de caminos y pasajes a lo largo de una de las laderas de la pequeña montaña que encontramos en pleno parque. En estos pasajes iremos viendo escenas tradicionales de jardines europeos así como pequeños estanques, muros de piedra, cascadas o incluso un molino de viento al estilo holandés.




En este punto pero a mano izquierda nos encontraremos con el Stora Scenen, que vendría a ser un enorme escenario al aire libre con una amplia plaza descubierta como platea y restaurantes y bares a lado y lado de la plaza para albergar a los visitantes hambrientos o que gusten de un pequeño refrigerio. En este escenario y cada día que abre el parque acude una banda o grupo distinto a amenizar las tardes durante un par de horas, por lo que la música se escucha perfectamente en el resto del parque. Un magnífico reclamo para familias y gente mayor que quizás ya no se siente con fuerza de recorrer toda la extensión del parque pero sí gusta de tomar una cerveza bajo el ritmo del pop i rock más tradicionales:





Miedo y altura con AtmosFear

En este punto habríamos recorrido un tercio del total del parque y, como es lógico, los edificios de servicios, restaurantes y auditorios están en su mayoría ya presentados, por lo que es el turno de las rides y coasters (lo que realmente interesa en esta visita). Volviendo al paseo que nos dio acceso al parque al principio y a mano derecha encontramos la primera entrada de ride, que es nada más y nada menos que AtmosFear:



En realidad este arco de entrada es de acceso a unas escaleras mecánicas que, a lo largo de más de 100 metros y de manera ascendente nos colocarán prácticamente en la cumbre de la montaña, con unas exquisitas vistas al lugar. Arriba nos esperará un amplio vestíbulo circular con ventanales panorámicos y en cuyo interior encontramos mucho más de lo que esperábamos encontrar: no sólo alberga en el centro la enorme giro-tower de AtmosFear, sino que también encontramos un Burger King, un Ben&Jerry's, un simulador 3D (donde encontramos las aventuras de la tortuga Sammy), un simulador de tiro igualito al Desperados de Parque de Atracciones de Madrid (asientos/caballos incluidos) aunque de pago (unos 5€ por persona) y varias paradas de recuerdos así como despensas de servicios y lavabos. 




Sobre AtmosFear, sólo puedo decir que la sensación es espectacular. Iba ya avisado tras riddear Scream en Heide Park, pero uno descubre con cierto asombro que la diferencia de altura es sensiblemente mayor, por lo que el tiempo de airtime que ofrece esta torre de freefall es un par de segundos más amplio, en total diría yo que desde la cumbre de la torre (de unos nada despreciables 140 metros de altura en total) hasta que empieza a frenar pueden transcurrir unos eternos 6 o 7 segundos (si calculáis lo que tarda en llegar a frenos Hurakan Condor, por ejemplo, os daréis cuenta  de la magnitud de esta caída).




El theming está muy logrado, evocando una especie de laboratorio tecnológico sin control donde nosotros tendremos que convertirnos en algo así como una especie de conejillos de indias. El nivel de tematización se extiende incluso por el cilindro que hace las veces de "chimenea" ya que vemos quemaduras y zonas rascadas, para hacernos entender que cabremos muy justitos en nuestro rápido descenso. En la cumbre de la salida del edificio unos vaporizadores nos rociarán con una fresca cortina de humo blanco y en la cumbre de la torre la góndola girará 360º antes de caer, para facilitarnos una vista completamente panorámica a una altura de vértigo.




Aunque yo no lo hice así, lo más lógico es que al salir de la ride volvamos al sendero de la zona más baja, el de la entrada al parque. Al salir de AtmosFear volveremos a vislumbrar la novedad de este 2012: Liseberg Wheel, así como parte de los jardines temáticos que decoran esta parte del parque:




Justo antes de encontrarnos con los primeros dos credits localizamos una pequeña zona que, sin estar identificada como zona específica kiddie, sí que reúne la clásica colección de rides familiares típica de cualquier parque de estilo europeo, como por ejemplo las barcas circulares por canal de Mack Rides decoradas con un caprichoso jardín repleto de flores de colores:




O un pequeño carrousel eléctrico de temática circense, dos jumpings clásicos de Zamperla, un par de spin-rides de temática variada, una coqueta pista de coches de choque al estilo oldschool o una ride de coches de época de paseo:





Desfile de credits ejemplares

Saliendo de esta pequeña área familiar nos damos de bruces con el primer y vistoso credit en el camino: Rabalder, una force-two de Zierer, de la que pocos modelos existen actualmente en el mundo y cuyo layout y estructura me encargaré de explicar en la tercera parte del análisis. Sólo puedo decir que pese a ser una kiddie claramente, ofrece ciertos toques de familiar que la posicionan bastante bien en un hipotético ranking de esta tipología de credits:




Unos metros más adelante encontramos un cruce de intereses. Por una parte localizamos a la izquierda una calle repleta de locales comerciales y tematizada al estilo New Orleans, con casas de dos pisos rematadas en blanca madera, música dixieland sonando discretamente, bancos llenos de jardineras con claveles rojos y calle adoquinada, en ella localizamos tiendas como Skafferiet o Systrarna Olsons Vaffelbageri:



Y justo a mano derecha nos encontramos con la inmensa, enorme e inconmensurable Lisebergbanan. Lisebergbanan es tan enorme que guardaré una sóla entrada para ella ya que, al contrario de lo que muchos pensarán sobre la magnificencia de Balder, a mi gusto la más grande del parque es esta y no la woodie de Intamin. La semana que viene más información sobre ella, de momento la foto de rigor:




Tendremos que avanzar por el mismo ramal principal unos 150 metros hasta encontrar el segundo nudo de rides del parque, un importante rincón que nos conducirá a las coasters más extremas del parque. Justo en este cruce de direcciones encontramos Wave Swinger, las clásicas sillas voladoras que todo parque que se precie debe tener en sus filas (aunque a algunes guste suprimir por sorpresa) y que en este punto adquiere un valor fotográfico bastante importante ya que lo fotografiemos desde donde lo fotografiemos, obtendremos grandes instantáneas con su figura como epicentro:




A mano izquierda se abre un enorme puente asfaltado el cual deberemos atravesar para encontrar algunas de las rides y coasters más representativas del parque sueco. Si cruzamos el puente se nos abre ante nosotros una plaza con 3 elementos icónicos a la vista: Balder, Kanonen y un nunca despreciable Burger King (franquicia respresentada ampliamente en este parque):




Como detalle, este puente cruza un canal que atraviesa de norte a sur el parque y que posteriormente va a parar a la ciudad de Götteborg. Fijaos lo ingenioso de Intamin a la hora de encajar la dura estructura de acero de Kanonen con el canal del que os hablo:




Si al cruzar el puente nos fijamos en la parte que queda más a nuestra izquierda encontraremos JukeBox, una novedad adquirida por el parque en 2011 consistente en una clásica spin-ride de Huss que, como particularidad, en esta ocasión esconde una temática totalmente sesentera con unos brazos que derivan en coches de época con toda la equipación al completo y una enorme caja de música (jukebox) que empieza a sonar y se ilumina en cuanto la ride empieza a girar rápidamente:




A nuestra inmediata derecha queda la escandalosa Kanonen (y digo escandalosa porque tal como indica su nombre, cada vez que sale lanzado un tren de la estación suena un estrepitoso estallido de cañón, con los consiguientes gritos del personal que va a bordo del tren a 100 km/h). De la misma manera que haré con los demás credits, en la entrada donde analizo las coasters os informaré con todo detalle de los datos de Kanonen, una launched de Intamin que como dije en su momento podría estar en cada parque de España si los parques españoles así lo quisieran:




Y finalizo la entrada de hoy (primera parte de 3 en total, recordad) en esta plaza con uno de los más claros objetivos de la visita a Liseberg: Balder. Pocas palabras se pueden decir más de esta auténtica máquina de generar airtimes de Intamin AG, pero sólo os diré que es más intensa de lo que pensaba y que esconde airtimes por todas partes, sin descanso. Probablemente la coaster donde más fuerzas verticales negativas habré experimentado hasta ahora. En la tercera entrada donde hablaré de los credits de Liseberg haré un largo y amplio repaso a sus elementos y rincones:




*****

Y hasta aquí esta primera parte de análisis de Liseberg, donde hemos podido ver que no sólo se trata del hogar de Balder o de Lisebergbanan, sino que también esconde un sinfín de rides interesantes como AtmosFear o, como veremos en la siguiente parte del análisis, un flume digno de catálogo, unos buenos rápidos o un par de towers que, montadas sobre la montaña que bordea el parque, ofrecen un extra de altura dificilmente superable por cualquier parque de Europa.

Lo que más podéis comprobar a través de las fotografías es que Liseberg es un parque mucho más grande de lo que parece normalmente cuando se habla de él, con grandes extensiones de terreno, grandes plazas, multitud de edificios y un jardín botánico digno de paseo durante todo un día.

¡Nos vemos en la siguiente entrada de análisis de Liseberg, el parque de atracciones más grande de Suecia!

10 comentarios:

  1. Con ansias de seguir leyendo sobre liseberg, un parque que no tiene nada y que a la vez lo tiene todo ^^ Espero poder visitarlo alguna vez... Ya sabes que este es el estilo de parque que me gusta :)

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    1. Totalmente. Este lo hubieras disfrutado muchísimo, quizás más que Gröna Lund.

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  2. Es muy muy encantador este parque a simple vista, ganas de seguir leyendo.

    Cual te gusto más, este o Gröna??

    Saludos, Alejo4.

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    1. Este sin duda. Gröna Lund se masifica enseguida y cuando llevas un par de horas estás cansado de estar dando vueltas en el mismo lugar. De todas formas más adelante caerá un análisis similar de Gröna Lund, ¡hay muchas entradas por delante!

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  3. En dos palabras: buen gusto.

    Estéticamente es una pasada, sencillo y elegante, me encanta.

    Este tipo de parques, del estilo Tivoli Gardens tiene unos toques refinados de antaño que los hacen diferentes del los mundos de cartón piedra y colores de chicle con los que recargan los parques nuevos.

    A la espera de las dos siguientes partes...

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  4. Me encantan los parques que conservan los refinados toques de antaño, como Tivoli Gardens o Blackpool Pleasure Beach

    Para mi la estética de Liseberg es simplemente de buen gusto

    A la espera de las dos siguientes partes...

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  5. Solo decir que Led Zeppelin actuó en el Stora Scenen, actuó en el año 1968 (año de formación de la banda) y pese a que aún no habían sacado ningún disco no cabe duda de que fue un gran concierto.

    Para más información: http://www.ledzeppelin.com/show/september-15-1968

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  6. Hola, yo también tengo pase, y por lo tanto entrada gratis. He visto en la web que tienen distintos tickets: sólo admisión (si quieres montar en atracciones debes comprar cupones) o la admisión con viajes ilimitados. ¿Qué entrada tuviste gratis? Gracias, muy buen post

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    1. La entrada que se tiene gratis es la de la pulserita para todo el parque. No se cómo estará hoy en día, pero en su momento en la taquilla de la entrada te daban un ticket y luego tenías que ir a la oficina de atención al cliente (a unos 50 metros de la entrada ya dentro del parque) para que te pusieran la pulserita y te dieran el mapa del parque en inglés. Quizás con el paso de los años y la expansión del parque hayan cambiado política de acceso, pero en su día fue así. Saludos!

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  7. Gracias por la Info, así no vamos tan perdidos. En un mes allí estaré. Saludos

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