miércoles, 12 de noviembre de 2014

Magic Kingdom - Fantasyland

La lluvia por fin me dio un respiro y dejó paso al calor y la humedad típicas de Florida. Parecía que por fin el día se arreglaría y el único agua que mi cuerpo recibiría sería a base de salpicaduras varias en algunas rides (ya llegaremos a ese punto).

Otra de las particularidades de las áreas temáticas de Disney es que jamás están marcadas totalmente por vallas o arcos de introducción temática, por lo que normalmente hay un trayecto de unos 10-20 metros en los que se mezcla el theming y pasamos de repente a estar en la nueva zona temática. En el caso de Magic Kingdom el paso entre Tomorrowland y Fantasyland era una ride clásica de Disney: Mad Tea Party, o lo que es lo mismo, la clásica spin-ride del Sombrerero Loco:


Fantasyland es, sin ningún lugar a dudas, el área temática más grande y repleta de rides de todo el parque. A través de ella cambiaremos en varias ocasiones de ambientes, pero se podría decir que es quizás la zona en la que más nos sentiremos identificados con las películas de la factoría, así como con los detalles y personajes más reconocibles.


Galería animada de ayer y de hoy

El primer ejemplo (y uno de los más icónicos de los parques de Disney) es una ride que recientemente recibió una actualización, ampliación y lavado de cara, me refiero a la famosa Dumbo:


La verdad es que es impresionante ver el mimo y esmero por el theming para una ride de este tipo, puramente kiddie. Más aún si tenemos en cuenta que recientemente se añadió un duplicado a la misma ride. Es decir, ahora la capacidad se duplica ya que no hay una Dumbo, sino que son DOS, una al lado de la otra. La visión de ambas tan juntas es, esencialmente, surrealista.


Cerca, muy cerca y siempre rodeando la nueva coaster de Seven Dwarfs Mine Train (la cual encontré todavía en obras puesto que no se inauguró hasta meses después) encontramos un buen puñado de rides integradas con más o menos acierto en el mundo de la fantasía de Disney, como puede ser la simpática The Many Adventures of Winnie the Pooh, una dark ride sensiblemente más sencilla que el resto de dark rides a las que Disney nos tiene acostumbrados pero que realiza un juego muy ambicioso de luces, sonido y escenografía:


Es una auténtica come-personas, así que no temáis entrar para probarla, ya que aunque veáis gente en las colas es posible que el ritmo de carga sea el de ir caminando hasta llegar a vuestro tren y riddear directamente. Merece la pena riddearla, sin lugar a dudas.

Junto a Dumbo podemos encontrar el segundo credit de todo el parque, una coaster muy coqueta y bien llevada que recibe el nombre de Barsntormer y que gira entorno a las peripecias de un acrobático Goofy (Great Goofini):


Una junior coaster custom de Vekoma más, con un añadido de una hélice más al layout que suelen presentar este tipo de coasters y, como es natural, un nivel de theming y customización superior (estamos hablando de Disney, claro). Pero no deja de ofrecer la "suavidad" de una junior coaster más, con pequeñas vibraciones producidas por el alto nivel de ciclos por día que se le cargan y más teniendo en cuenta el juego de peraltes que se lleva uno en todo su layout:


Con un theming inspirado directamente en el mundo de las piruetas aeronáuticas Barnstormer no deja de ser una coaster muy familiar, pero con una finalización en el detalle muy digna, de las de alto nivel. Todos los objetos cuidan y miman el detalle hasta el último nivel y mires donde mires te sientes plenamente integrado en el mundo circense y acrobático. De hecho incluso los trenes de la coaster son pequeñas avionetas. Se da incluso la curiosidad de que la hélice que decora el morro del tren deja de funcionar una vez para el tren en estación y se pone en funcionamiento una vez sale el tren en dirección al lift:


Como ha quedado claro, esta primera región del área de Fantasyland se centra en el mundo de la fantasía circense, por lo que no podía faltar theming referente a esta temática repartido en las zonas comunes y de descanso, como es el caso de esta comitiva circense en forma de pequeño trenecito, cuidadísimo de detalles y repleto de elementos móviles y pequeños chorritos de agua traicionera. Tiene nombre también, ya que el parque lo considera una ride más, su nombre es Casey Jr. Splash 'N' Soak Station y se sitúa justo frente a la estación de tren que conecta directamente con la Walt Disney World Railroad:


Como es de imaginar, en este rincón del parque predomina en todo momento tanto la música de origen circense como los sonidos y efectos típicos de este tipo de películas animadas. Pueblan también todos los caminos un montón de cartelería variada, muy colorida y anunciando lo que podemos encontrar en el Pete's Silly Sideshow, una de las dos carpas de circo presentes en la zona. En esta primera podremos localizar alguno de los personajes más animados de la factoría para poder realizarnos fotografías típicas de recuerdo:


En la segunda carpa, de un tamaño algo mayor, colores azulados y con un tamaño sensiblemente superior, nos encontraremos uno de los rincones que más me gustó no solamente del área, sino de todo el parque, Big Top Souvenirs:


Al contrario de lo que podría parecer, en el interior de esta carpa no encontraremos una pista de circo, ni gradas, ni trapecios, ni siquiera payasos o equilibristas, sino que nos encontraremos con una extensión enorme de productos y souvenirs del parque y una zona central en la que podremos adquirir helados, pasteles, galletas y delicatessens inspiradas directamente en el mundo Disney:


Entre todos los productos que podremos localizar en el lugar está uno de los más demandados no solo en esta tienda circense, sino en todo el parque: las palomitas de sabores. Las hay de un sinfín de variedades y varían según el área del parque en la que nos encontremos, pero podemos encontrar bolsas de palomitas con sabor a pimienta, a caramelo, a cacahuete o a cereza. En este caso os muestro una cuya variedad era caramelo con anacardos y almendras:


En mi caso, y al ser ya media mañana, decidí darme el caprichito de un pastelito de zanahoria con virutas de chocolate blanco y negro. ¡Pura delicia!:


Tomadas fuerzas ya con el pastelito me dispuse a continuar mi viaje por esta interesantísima Fantasyland, un área mucho más abierta y agradecida temáticamente y que veía como poco a poco se iba completando con los trabajos de theming en la montaña de Seven Dwarfs Mine Train. En este caso esta es la cara por la que se accede a la coaster, como podéis observar los edificios que se ven tras las vallas son los de acceso y tienda del futuro credit:


 La verdad es que el aspecto de toda el área y la coaster, desde la barrera, era inmejorable. Además no siempre uno tiene el privilegio de poder asistir en directo a los trabajos de theming y construcción de un proyecto como este. A falta de haberla visto en funcionamiento, me arriesgo a decir que Seven Dwarfs Mine Train es un señor creditazo, muy familiar en su concepción, pero que marcará tendencia en ese terreno y tipología de coasters de ahora en adelante. Queda todavía la duda de si convivirán mucho tiempo este credit y el de Barnstormer que os he mencionado antes, separados apenas el uno del otro por poco menos de 200 metros de distancia.

Chapuzón a las profundidades marinas

Tiempo ahora de centrarnos en la gran novedad del parque para 2013 (aunque en realidad la ride en sí fue inaugurada en diciembre de 2012, pero ya sabéis, en una región donde las temporadas de parques quedan desfiguradas debido a la buena climatología durante todo el año, no hay temporadas). El hecho es que Under the Sea - Journey of the Little Mermaid me pareció una señora JOYA, posiblemente una de las mejores dark rides que he probado hasta ahora dentro de su categoría, que vendría a ser la de ese tipo de dark rides donde los protagonistas indiscutibles son los animatronics:


El trato exterior que se hace del aspecto general, el ambiente, los edificios y ese clásico transporte temporal a un mundo distinto al que tan bien nos tiene acostumbrados Disney en este caso se eleva hasta la excelencia difícilmente superable. Echad un vistazo sino a uno de los tantos rincones que ofrece la ride en el exterior, en su versión de día (que ya de por sí es exquisita) y en su versión nocturna que ya directamente es para quitarse el sombrero por completo:


La historia nos introduce por completo en el mundo marino gracias al perfecto trabajo de tematización en forma de rocas artificiales (porque sí amigos y amigas, lo que veréis en estas fotografías es un trabajo de escultura, pintura y construcción en cemento, madera y acero), con un punto extra debido a la iluminación nocturna que adquiere unos tintes realmente mágicos conforme se pone el sol en el parque de Orlando:


Poco a poco el camino de acceso a la ride nos va introduciendo más en el interior de las rocas a través de pequeñas grutas que van profundizando y convirtiéndose más en auténticas cuevas en las que, mires donde mires, encontrarás detalles (y algún que otro hidden Mickey). De hecho es la primera ocasión en la que me encuentro que un animatronic de tecnología compleja ameniza con sus indicaciones y chistes las colas, en esta ocasión se trata de la gaviota que podemos ver en las películas archiconocidas de La Sirenita:


Una vez completamos una compleja maraña de cuevas, pasadizos en roca y rincones misteriosos, accedemos a un pequeño palacio encastado en la roca, el palacio donde nos esperará la hilera de conchas de mar en la que deberemos embarcar para iniciar nuestra aventura. El detalle está no solamente en el mural trasero (un enorme panel de unos 30 metros de anchura con preciosos y detallados paisajes clásicos del cuento clásico) sino también en la cinta transportadora que va a la misma velocidad que las góndolas de esta dark ride. La carga aquí es totalmente continua, sin parar, por lo que sí, lo habéis adivinado, estamos ante otra come-personas en toda regla:


Del recorrido que uno hace a través del interior de esta dark ride poco os podré comentar que no hayáis visto ya en decenas de vídeos y on-rides que se han colgado ya en Youtube y demás lugares, pero si lo que buscáis es un recorrido complejo, con distintos niveles y alturas y de una duración superior, esta Journey of the Little Mermaid no es vuestra ride. Es más, el layout se divide en 6 puntos de interés básicos o dioramas, divididos en: inmersión, presentación de La Sirenita, baile bajo el mar, el mundo oscuro de Úrsula, el beso y el final feliz.

Pero como os he dicho al principio, lo que os dejará con la boca abierta aquí es la inmensidad y complejidad de los animatronics. Juegan directamente en otra liga, se nota clarísimamente que son los puntos fuertes de la dark ride y es a donde constantemente enfocan las góndolas. El nivel de movimiento y detalle es tal que incluso el pelo de La Sirenita se mueve de manera ondulada como si flotase bajo el agua, además de que jamás veréis un movimiento repetido ya que, por lo que los propios programadores comentaron, el movimiento de cada animatronic lleva una automatización de alrededor de 2 minutos, así que es muy poco probable pasar por al lado de uno de ellos y que haga el mismo movimiento durante los 10 o 15 segundos que tú estarás mirando:


Como también era de esperar, el gigantesco animatronic de Úrsula acapara absolutamente todos los elogios. Si los de La Sirenita o la gaviota son dignos de admirar, el de la malvada malgadísima de La Sirenita adquiere ya tintes de obra de arte por completo. Todo, absolutamente TODO se mueve aquí. Y no con movimientos mecánicos, sin pistones, sin sonidos robóticos, incluso sin el efecto de "rebote" de las piezas mecánicas que suelen ofrecer la mayoría de animatronics. En este caso podemos percibir el movimiento de sus cejas, su respiración, el pliegue de sus dedos, la consistencia de la papada, el pelo, los tentáculos. Todo. Lo único malo es que para ser el punto más admirado y esperado de toda la dark ride (para qué engañarnos) es también el punto más fugaz. Apenas tendremos 10 segundos para admirar los malignos cantos y hechizos que Úrsula hace a La Sirenita a través de su bola de cristal:


Al salir de Journey of the Little Mermaid uno no puede hacer más que aplaudir. Disney demuestra, en rides como esta, que la solera que ha adquirido a lo largo de todas estas décadas en investigación y perfección de un tipo de rides donde, por otra parte, fueron los creadores e inventores años atrás. También vale la pena decir que el dinero invertido en la construcción de esta ride (rondando los 20 millones de dólares) está totalmente justificado segundo a segundo de los 5 minutos que dura la experiencia.

Fantasía medieval made in Disney

Pero la reforma que ha sufrido durante estos últimos años la Fantasyland de Magic Kingdom no solamente comprende la construcción de la coaster de Vekoma o de la dark ride de Under the Sea -  Journey of the Little Mermaid, sino que se extiende a otras dependencias y edificios que quizás hayan obtenido menor atención por parte de los medios, pero que también vale la pena visitar y observar dado su grandísimo nivel de detalle y esmero a la hora de reproducir todo aquello que vemos en distintas películas de la factoría del ratoncito Mickey.

Por ejemplo, justo al salir de Journey of the Little Mermaid nos encontramos con una pequeña plaza adoquinada que nos recordará rápidamente al pueblecito donde Bella cantaba y paseaba alegremente durante la famosa película La Bella y la Bestia. Así pues tenemos un par de edificios a modo de cafeterías:


O la protagonista de esta zona, la Gaston's Tavern, una taverna donde principalmente podemos encontrar gastronomía en forma de ensaladas, hummus, pierna de cerdo y demás delicias con un inconfundible toque hogareño, todo ello presidido por una gran fuente con una inconfundible estatua del descarado de Gastón como protagonista:



Por último y antes de regresar a la zona más céntrica del parque, nos encontraremos con una amplia área dedicada en exclusiva a lo que Gaston's Tavern ya nos había introducido varias decenas de metros atrás: el castillo de Bestia.

En este punto localizamos Be Our Guest Restaurant, otro de esos típicos restaurantes de carta donde Disney nos ofrece la posibilidad de poder comer o cenar acompañados de los personajes Disney y donde se nos ofrece interactuación a la par de un rico y variado menú con auténticas exquisiteces. Mucho ojo tanto con el concepto de economía (como es lógico, no es este un restaurante de hamburguesas y pizzas, sino de platos con un coste ciertamente elevado) como con el concepto de reservas. Las colas que pude observar tanto a media mañana como a la hora de la cena no eran ni medio normales:


Junto a este Be Our Guest Restaurant y vale la pena indicar que de manera un poco marginada o apartada, podéis encontrar una ride interactiva llamada Enchanted Tales with Belle, cuya presentación a finales de 2012 supuso el pistoletazo de salida a las presentaciones e inauguraciones que se han ido sucediendo en estos últimos 2-3 años en Fantasyland. Allí encontraremos varias salas en las que, de manera similar a como ocurre con Monsters Inc. Laugh Floor, interactuaremos en una rica mezcla de animatronics, personajes virtuales y actores y actrices para conocer historias de pura fantasía Disney. Si lleváis pequeños con vosotros, es un lugar de visita o-bli-ga-da.

Retorno a la auténtica esencia

De lo que no cabe duda cuando uno ya ha probado, riddeado y paseado por las nuevas instalaciones que Disney se ha encargado de diseñar, construir y presentar durante estas últimas temporadas, es de que la compañía aquí ha gastado un dineral, una enorme cantidad de dinero en algo que sorprendentemente podemos visitar en menos de una simple hora, pero que como es lógico alimenta hasta el infinito la mercadotecnia que se puede vender.

De hecho os digo todo esto cuando, recuerdo, Seven Dwarfs Mine Train todavía no estaba ni haciendo testings. Así que imaginad como posteriormente Disney multiplicó más todavía el éxito de un área que os puedo asegurar que enamora con solo visitarla desde el exterior.

Pero volvemos a lo tradicional y nos acercamos poco a poco de nuevo al centro del parque. En esta ocasión y casi sin darnos cuenta habremos llegado a la parte trasera del Cinderella's Castle, donde los elementos de fantasía serán quizás más típicos y principescos, algo que habíamos dejado atrás en esta nueva Fantasyland pero que ahora recuperaremos por completo a nivel estético.

Lo primero que veremos será el reciclaje que Disney hizo, años atrás, de 2 de las torres que debían completar el castillo y que fueron desechadas por problemas estructurales y de cargas. Ambas se erigen en una especie de formación temática a modo de muralla. Es curioso ver como un elemento del que cualquier parque se habría deshecho sin problema, Disney lo aprovecha y lo camufla entre sus paseos y jardines como un elemento arquitectónico más del entorno:


Cerca del centro localizamos otro local de restauración con un nivel de theming y de perspectiva forzada mucho más evidente en esta ocasión. Hablo del Pinochio Villa's House, un enorme restaurante indoor en el que podremos degustar sabrosas pizzas y nuggets cocinados en distintos estilos y menús:


A estas alturas del recorrido se abre ante nosotros otra de esas enormes plazas rodeadas de rides (algo que ya no es de extrañar en la concepción y estructuración que hace Disney de sus zonas temáticas). En este punto encontramos en el centro de la plaza una ride clásica más (y ya van...), hablo del mítico Prince Charming Regal Carrousel, lugar de paso imperdible para cualquier fanático de la fanfarria y la estética de princesas, caballitos, carruajes reales y demás mitología Disney:


Justo frente al Prince Charming Regal Carrousel nos encontramos con otra ride clásica (y es que este nudo del parque os puedo asegurar que durante todo el día lo encontraréis llenísimo de gente y, sobretodo, carritos de niños pequeños. Os recomiendo mucho que si tenéis intención de riddear algo en esta zona adquiráis previamente el FastPass ya que hay una afluencia de público masiva.

La ride en esta ocasión es Mickey PhillarMagic, un teatro 3D con proyecciones, música, sonidos y algunos efectos que conciben una dimensión distinta al gusto por la música clásica de los más pequeños de la família. Un show visual y auditivo completísimo, muy entretenido y que disfruté con absoluta devoción. Recomendadísimo si lo que queréis es descansar las piernas durante los 15-20 minutos que puede durar la proyección y si os queréis llevar una grata sorpresa al final de dicha proyección (y hasta aquí puedo leer):


Y no paramos de enlazar rides clásicas de Disney porque nada más salir de Mickey PhillarMagic nos encontramos con una de esas rides que si no la riddeáis tampoco os perderéis nada del otro mundo, pero que si no lo hacéis automáticamente podéis pasar a ser considerados auténticos herejes del mundo Disney. Me refiero a la nombradísima Peter Pan's Flight:


Una dark ride transportada mediante monoraíl suspendido obra de una irreconocible Mack Rides en tiempos en los que la compañía se dedicaba más bien a facturar rarezas de coste casi incalculable como esta. Nada del otro mundo, ya os digo, encontraréis bonitos dioramas como aquél en el que sobrevolaréis gran parte de un Londres en miniatura, pero más allá absolutamente nada más. Una ride cuidada con mucho mimo y cariño, pero que requiere de una actualización urgente, a mi parecer:


Y frente a esta Peter Pan's Flight, completando y conjugando el último callejón de esta Fantasyland más oldschool encontramos el que posiblemente sea el hit parade más importante de los parques de Disney hasta el presente (con el debido respeto del castillo de princesa que todas las ediciones alrededor del mundo tienen). Me refiero al clásico entre los clásicos, la largamente copiada pero jamás igualada It's a Small World:


Lo veis bien, 25 minutos de cola para una dark ride acuática que tiene una carga tremenda, rapidísima y muy dinámica (ello os puede dar una idea del colapso de gente que se sucede en estas rides durante todo el día). Constantemente se lanzan barcazas llenas de gente a través de los pasillos y salas donde, con la conocida banda sonora que caracteriza esta ride alrededor de todo el mundo, disfrutaremos de numerosos escenarios repletos de graciosos animatronics caracterizados en distintas regiones y culturas de todo el mundo:


Una ride que empezó su andadura en 1966 en Disneyland California a raíz de la atracción original diseñada dos años antes para la Feria Mundial de New York (como sucedió con Walt Disney Carrousel of Progress) y que representaba el pabellón que Pepsi diseñó por entonces en colaboración con Unicef, en homenaje a todos los niños del mundo. Tal fue el éxito por entonces que Disney decidió implantar la idea en su pionero parque californiano y, más tarde, se extendió como una tradición al resto de parques de la franquicia (incluída la versión parisina):


Os aviso desde ya como os avisé en su día en el análisis de Disneyland Park París: saldréis de la ride tarareando o silvando la dichosa canción. Es inevitable.

Lo que nos queda por ver ya en estos últimos rincones del área, justo antes de enlazar con la siguiente área temática (Liberty Square) es una sucesión de preciosistas y bellos paisajes en los que el juego de perspectivas vuelve a ser el protagonista indiscutible, junto a un trabajo de jardinería absolutamente brutal. Echad un vistazo además, de nuevo, al juego de iluminación, color y ambientación que se realiza en el cambio temporal entre el día y la noche en este paisaje creado con la famosa torre de Rapunzel:


Creada este pasado 2013, esta pequeña zona ajardinada y de descanso se hizo con la intención de equilibrar el theming y la consistencia temática de toda el área de Fantasyland y para presentar, excusas comerciales aparte, una zona dedicada Tangled (Enredados), la película con la que la compañía pasó de puntillas por otro de esos clásicos cuentos.

Viendo esta última parte de Fantasyland cualquiera diría que nos encontramos en una villa alemana o suiza, a los pies de las montañas nevadas y observando un coqueto riachuelo abriéndose paso entre las casitas con acabados de madera:


Pero no. Estamos en Magic Kingdom, un parque que como reza el eslogan principal de la compañía, es "Where the dreams come true" (donde los sueños se hacen realidad).

También será a última hora del día, en la oscuridad de la noche, donde podréis observar también la uniformidad de ostentación del Cinderella's Castle, iluminado por completo también en su parte  trasera:


En resumen, Fantasyland es un área temática enorme que ya de por si guardaba un encanto sin igual años atrás y que en las últimas 5 o 6 temporadas se ha convertido en la niña bonita de las inversiones de Disney en el parque. Inversiones que han traido consigo el toque mágico de franquicias como Bella y Bestia, Blancanieves o La Sirenita y que además han vuelto a poner sobre la mesa el trabajo y la altísima calidad de los acabados a los que Disney y su equipo de imagineers están dispuestos a acostumbrarnos:


Un lugar en el que verdaderamente soñar irá más allá de un propósito para convertirse en una realidad.

*****

Y hasta aquí esta exhaustiva visita a través de, quizás, la zona temática más cargada y repleta de detalles que pueda presentar en la actualidad Magic Kingdom en Orlando.

Os puedo asegurar que he tenido que elegir con muchísimo cuidado dada la cantidad de fotografías que saqué de detalles y más detalles que me iba encontrando por todos los rincones. En ocasiones, como en las colas de Journey of the Little Mermaid, uno ya no sabía hacia qué lado mirar para no parar de encontrarse pequeños adornos, corales, tesoros o rocas.

Sin duda alguna estamos ante la enésima demostración de que existe la excelencia en el diseño y concepción de parques y, por esta vez, Disney se lleva la palma cuando se trata de adaptar sus más conocidos clásicos.

9 comentarios:

  1. Quiero irQuiero irQuiero irQuiero irQuiero irQuiero irQuiero irQuiero irQuiero irQuiero irQuiero irQuiero irQuiero irQuiero ir
    xD

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  2. Pues ya sabes, pues ya sabes, pues ya sabes, pues ya sabes, pues ya sabes, pues ya sabes... :P

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  3. Espactacular la ride y todo el entorno de la Sirenita. Soy yo o su hermana de California no es ni la mitad de vistosa en sus exteriores que esta de Magic Kingdom?
    Y el animatronic de Ursula, simplemete magistral. Aún así había gente cuando la inauguraron que decía que les había decepcionado.. (¿WTF?)

    Otra pegrunta, el juego de perspectivas con el castillo de la Bestia que tal? Como es visto en directo? Desde que empezaron las obras es algo que me llamó la atención, el si conseguirian hacer creer que veíamos un castillo en la lejanía, en lo alto de una montaña, o por el contrario no conseguirian tal efecto.

    En general, una zona esta Fantasyland donde antes de visitarla, se puede llegar a creer que es demasiado infantil y que tampoco será para tanto, pero que una vez visitada (y sin ser un fanático Disney) uno solo puede quitarse el sombrero, y eso que en mi caso la disfruté a medio gas.

    Chapó por la entrada Jivo.

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    1. Bueno, sobre el castillo de Bestia... meh, a mi realmente no me lo vendieron bien. La intención es buena, pero se nota demasiado que está ahí arriba a apenas unos metros, de efecto de lejanía más bien poco. Supongo que si un niño lo observa el efecto será mucho mayor.

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  4. Eres mala persona, Jivo. Se me acaban de saltar las lágrimas con la review de este área. Ha sido tal cual como volver a casa; a mi casa. Joder, es que todos los detalles que comentas a menudo son percibidos pero no de forma consciente por el visitante no-experto. No tú, evidentemente, que tienes ojo crítico y ves fácilmente los trucos, pero estoy de acuerdo en casi todo lo que comentas.

    Te digo ya que Barnstormer no va a ir a ninguna parte con la llegada de Seven Dwarfs Mine Train, puesto que cubre un rango que ninguna otra coaster en el parque cubre: Barnstormer permite montar a los aventureros a partir de 90 centímetros, SDMT a partir de 95 centímetros y Big Thunder Mountain Railroad a partir de 1 metro.

    Qué decir de Mickey's PhilharMagic, Prince Charming Regal Carroussel, Peter Pan's Flight y it's a small world. Eran mi día a día, y puedo asegurar que es una de las áreas del parque con más ajetreo y que más personas puede ciclar por hora; las cuatro atracciones nombradas pueden absorber por hora más de 6.000 personas, que no es moco de pavo.

    Qué ganas de seguir paseando y rememorando Magic Kingdom. ¡Brutal trabajo!

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    1. ¡Datos! ¡Mil y un datos! Agradecidísimo de tu aporte en forma de comentario y orgulloso de haber despertado en ti la añoranza que se de sobras que guardas por semejante experiencia.

      No había caído en lo de Barnstormer y es verdad, el rango de alturas juega un papel decisivo ahí. Aún así sigue chocando mucho el hecho de que dos familiares tan similares de Vekoma estén una junto a la otra (de ahí que quizás le hayan añadido la parafernalia de la zona dark ride y el balanceo de los trenes a la Seven Dwarfs... para ofrecer un valor añadido.

      Y sí, el área del Fantasyland tradicional, con las 4 rides que comentas, es un comedor de personas constante. Aluciné muchisimo con el aparcamiento de carritos que se monta justo enfrente de Prince Charming Regal Carroussel, muy bestia.

      Algún día hablaremos más en profundidad de todos estos detalles ;)

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  5. AFAPAM: Una pena no haber podido probar la nueva costar de Blancanieves, pero como dicen ¡Otra excusa para volver!
    La zona en si, me parece bastante más amplia que la francesa. No creo que en Paris quepa una coaster o una atracción que ocupe gran extensión.
    Por otra parte, ¿Es mi sensacion o las atracciones (al menos exteriormente) son menos vistosas que sus hermanas de Paris?.
    Con respecto al castillo, da la impresion que el de Orlando es más grande que el de Paris, pero éste parece más estilizado y bonito. ¿Tu que opinas?

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    1. Bueno, desde el punto de vista artístico realmente no me quedo con ninguno de los dos ya que explotan un tipo de arquitectura que conocemos ya de sobras en la vieja Europa y que ofrece exponentes mucho menos recargados o infantiles. Pero creo que por elegancia prefiero antes el de París a este, este es quizás más espectacular en tamaño y puesta en escena.

      Sobre lo "vistoso" de las rides, tienes que tener en cuenta que aunque sí hay rides que se venden por la fachada, hay muchas otras que no requieren necesariamente una fachada demasiado impresionante o ningún elemento arquitectónico o temático espectacular. Sin ir más lejos ahora me viene a la mente Pirates of the Caribbean, de la que hablaré muy pronto y cuya fachada es ridícula en comparación con lo que oculta el interior, de sobras conocido ya.

      La idea de "ocultar" las rides un poco de cara al visitante exterior responde al espíritu aventurero que, en la inmensa mayoría de parques temáticos, se empeñan en despertar. Ese "pasa adentro y verás lo que encontrarás". En ocasiones no todo es plantar un mega-edificio de 10 plantas, sino plantar uno más pequeño pero con una cantidad de detalles en el interior que sean capaces de asombrarte mucho más a pequeña escala.

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  6. ¡Me ha encantado esta entrada! Yo soy muy niña en ese sentido cuando se trata de Disney, así que todo lo que sea princesas me encanta :D Eso sí, me habría gustado un poco más de fotos de la nueva area de la Bella y la Bestia, pero claro, cuando se trata de ellos, para mí nunca es suficiente :D

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