sábado, 15 de noviembre de 2014

Magic Kingdom - Adventureland


Turno en esta ocasión para la última (o primera, según como se mire) área temática de Magic Kingdom en Walt Disney World. Hasta ahora hemos podido explorar el futuro, la fantasía, la historia y el salvaje oeste, pero Walt Disney (y por extensión todo el equipo de imagineers y creadores de esta enorme burbuja de negocio) se guarda todavía el último as en la manga, una última temática que embaucará probablemente el corazón de los valientes exploradores y exploradoras más pequeños de la casa: Adventureland.

Realizamos un cambio bastante progresivo entre los cobrizos colores del far west americano y los ocres amarillentos de un lejano Caribe, donde las casas de tejado bajo y anaranjado nos saludan a nuestro paso y en adelante se extiende un área temática que provocó en mi sentimientos ciertamente encontrados.


¡Yo ho, yo ho!

Si tuviera que dar mi más sincera opinión, creo que Adventureland es el área más inconexa y temáticamente desperdigada de todo el parque, una maraña de pinceladas coloniales que despistan entre ellas y que hacen perder la noción de un lugar o cultura concreta. De hecho podremos localizar en este área 3 estilos bien diferenciados: el mundo de la piratería caribeña, el mundo del oriente medio y el mundo de la Polinesia tribal. ¡Y todo ello en apenas 500 metros de recorrido!

Pero empecemos por el principio y dejemos la opinión personal para el final. Según venimos del polvoriento Frontierland, como os decía, empiezan a emerger casitas de planta baja coquetamente decoradas con pintura ocre y balconcitos repletos de flores mientras que a nuestra derecha se extienden arboledas enormes que limitan el concepto de distracción visual típico de los parques temáticos. Los imagineers quieren que mantengamos la vista a nuestra izquierda, queda claro:


La primera atracción con la que nos encontraremos tal cual lleguemos al área es la de A Pirates Adventure - Treasures of the Seven Seas:


Añadida este pasado 2013 como impulso de atención para los visitantes a un área ciertamente envejecida, nos encontramos ante una experiencia de walkthrough cuya existencia sólo puede ser producto de un gran parque temático como Magic Kingdom o, en todo caso, la gran Universal. El hecho es que accedemos a una pequeña caseta donde un genial ride-op nos da la bienvenida y nos explica brevemente el funcionamiento del invento.

Se nos otorga un talismán hexagonal que deberemos usar para activar todo lo que encontremos a nuestro paso. Primero sincronizaremos la pieza de plástico con unas pantallas táctiles presentes en el mismo edificio, se nos otorgará una misión (entre 6 distintas) en forma de mapa y acto seguido podremos empezar nuestra aventura interactiva.

Como me imagino que quizás es difícil de comprender (ya que por desgracia es altamente difícil encontrar un concepto así por estas tierras) he creído conveniente mostraros un vídeo donde os quedará algo más clara la magistral idea llevada a cabo por Disney:


En realidad no es más que una excusa para 1) Absorber familias y grupos con niños (el target ideal del parque) y 2) Alentar a la compra en la tienda que encontraremos al final de la aventura, repleta hasta los topes de objetos relacionados con los tesoros y la piratería en general. Otro tanto más que se marca el parque con el uso de algo tan interactivo como unas piezas de plástico, unos sensores, una docena de animatronics sencillos y, sobretodo, mucha imaginación.

¡Continuamos!

Sorprendentemente Adventureland es, junto a Tomorrowland, la única área temática que está clara, clarísimamente marcada por un arco de entrada en la cara de acceso desde Frontierland. Un hecho bastante significativo ya que, como os decía anteriormente, el cambio estético desde el lejano oeste hasta el exótico Caribe queda quizás demasiado difuminado en este caso. Pese a todo, el arco de acceso es bello, robusto y muy acorde con todo el aspecto general del área, por lo que contamos con madera, cemento y teja real, olvidad imitaciones de materiales baratas:


Ante nosotros encontraremos un tranquilo poblado insular, con reminiscencias costeras y decoración que evoca a las playas cubanas, los colores vivos de las fachadas, las grandes y solemnes palmeras observándonos a nuestro paso y un sinfín de carretas, paquetes, hamacas y terrazas en las calles que nos transportarán de lleno a la tierra que años atrás empezaron a ver los conquistadores europeos.

Inmerso en este ambiente nos encontramos el primer edificio de restauración del área, el Tortuga Tavern, donde podremos saborear deliciosos burritos y ensaladas frescas:


Encontraremos por el camino diversos espacios arquitectónicos que acompañan a los edificios principales de tiendas y rides y que ayudan a la ansiada inmersión temática. La vegetación siempre es rica y densa, otorgando toques mucho más orientales gracias a las grandes plantaciones de bambú:


Y rápidamente, casi sin tiempo para digerir el cambio temático y el nuevo buceo por theming detallado, Disney y por extensión Adventureland nos presenta su gran apuesta, una de las rides más icónicas de Disney y que, en la última década, ha supuesto una caja registradora constante para la compañía del ratón orejudo. Os hablo como no podría ser de otra manera de Pirates of the Caribbean:


Inaugurada en 1973 (2 años después de la apertura oficial del parque) la ride en realidad supuso una corrección en el planning original de los imagineers, cuya intención era la de otorgar la importancia de una boat-ride de este tipo a la mencionada Western River Expedition, cuya construcción jamás se llevó a cabo y que años más tarde se convirtió en Splash Mountain (como os expliqué en la entrada de Frontierland).

La explicación era bien sencilla: la gente de Florida y alrededores está muy familiarizada con el ambiente caribeño y tropical de la estética pirata, además de conocer de sobras la inspiración arquitectónica de New Orleans en cuya arquitectura se basaban incialmente los planes de construcción de Pirates of the Caribbean. Pero para sorpresa de los imagineers, el público que accedía a Magic Kingdom en 1971 conocía de sobras la fama de la ride en su primera versión en California y demandó de manera masiva su construcción en la versión de Orlando, algo que tardó apenas un par de años más en ocurrir.

¿El resultado? Adiós a Western River Expedition, hola a Pirates of the Caribbean:


El resto lo conocemos ya de sobras: una major ride conocida por tod@s de manera internacional y llevada a cabo ya en 4 de los Disneyland del mundo entero. La ride nos introduce de lleno en el mundo de los saqueos y extorsiones de los corsarios salvajes de aquella época y lo hace introduciéndonos en un mundo repleto de oscuridad, suciedad y un evidente toque marino.

El acceso a la ride lo hacemos a través de un gran hall de grandes vigas de hierro en cuyo final, sobre dos arcos de piedra, un mural rezca en letras de pergamino la conocida frase: "Yo ho, yo ho, a pirates life for me!":


A partir de ahí entraremos en pleno mundo de mazmorras, pasillos y subterráneos. De vez en cuando nos encontraremos con esqueletos, cofres, paquetería varia y una inconfundible banda sonora que irá sonando y retumbando cada vez más en nuestras inocentes cabecitas. Estribillo altamente pegadizo, quedáis avisad@s:


Tras este ir y venir por laberínticos pasillos de piedra y madera, llegaremos por fin a la amplia estación de embarque, genialmente tematizada como si de un pequeño embarcadero se tratase:



Allí empezará nuestro viaje a través de los mares, desfiladeros y paisajes en general, mezclados con las aventuras, luchas y devenires de tripulaciones piratas, soldados coloniales y demás personaje salido directamente de esta rica temática. Y sí, identificaréis varios personajes aparecidos en la saga de películas y un final que... prefiero no desvelaros pero probablemente os encandilará. ¡Más ron para todos!

Aves, música... ¡y acción!

Una vez salidos ya de las profundidades de este oscuro Caribe, es momento de retomar nuestra ruta a través de Adventureland y es en este preciso momento donde aquella idea que nos seducía totalmente a la hora de presentarnos el mundo pirata se desvanece y entremezcla peligrosamente para confundirnos hasta el punto de necesitar cierta explicación lógica (que jamás llegará, para qué negarlo).

En este punto confluyen 3 inspiraciones temáticas de diversa índole y que sí, quizás podemos englobar en el mundo de la exploración y lo exótico, quizás en 1960 resultaban interesantes, pero en pleno siglo XXI se adivinan como una amalgama temática que despista y mucho.

Veamos, tras recorrer un bello pueblo caribeño se alza ante nosotros una imponente torre a modo de pagoda caribeña polinesia. ¡Primer cambio sin preaviso! Relajad el aliento y saludad a una de las creaciones más obsesivas del difunto creador de toda esta movida, me refiero a Walt Disney's Enchanted Tiki Room:


Otra de esas deliciosas mezclas entre el show y la ride interactiva que nos permitirán experimentar un espectáculo de música a la vez que admirar una cantidad enorme de animatronics bailando y danzando por encima de nuestras cabezas.

Os he de confesar que antes de entrar en esto no tenía ni idea de qué sería lo que me encontraría, por lo que me dispuse a dejar llevarme por la imaginación y fantasía de la que Disney creaba escuela y dar un chapuzón de fantasía imagineer. Aunque la verdad es que en la piscina de ese chapuzón encontré muy poca agua y perdí, por decirlo finalmente, una larga media hora que podría haber invertido en cualquier otro menester.

La visita a Enchanted Tiki Room empieza con un pre-show que localizaremos a escasos metros de haber accedido a la zona colindante a la pagoda. Allí localizaremos un pequeño cobertizo de paja y piedra en el cual se descubrirán, minutos más tarde, un par de divertidos tucanes apoyados en un inquietante totem tribal que resultará ser la encarnación de un dios polinesio:


Tras abrirse las puertas de la pagoda/templo, accederemos a una enorme sala en forma de cruz, cuyas aspas ocuparan numerosas filas de bancos de madera sin respaldo y donde se nos invitará a tomar asiento, sin más. Una vez los visitantes hayan completado el aforo (algo que se hace muy rápido, para ser honestos) las luces se apagarán y empezará un show en el que 4 aves serán las protagonistas indiscutibles del espectáculo: José, Michael, Pierre y Fritz.


Como habréis podido intuir por los nombres, las 4 proceden de distintos rincones del mundo y nos irán llevando por varias piezas musicales corales en las que cada vez actuarán más y más pájaros. Al final todo culmina en un coro enorme que incluirá también figuras tiki, totems parlantes e incluso fuentes y humo.

Como os he dicho el encanto en sí del show es el propio show y sus orígenes, ya que estamos hablando de una copia exacta de lo que fue la primera ride del mundo en incluir animatronics (me refiero al Enchanted Tiki Room de Disneyland en Anaheim, California). Esta versión de Orlando es producto de una restauración obsesiva cuyo origen se debe a un malogrado incendio producido en 2011 y que obligó a mantener la ride cerrada y en restauración, siendo reinaugurada para el 40º Aniversario del parque.

Dicho esto, salí de nuevo a las calles del parque y me encuentro con que de repente se había ido la luz:


Efectivamente, de repente oscurecía y el paisaje de esta Adventureland más tropical se tornaba oscuro e iluminado grácilmente por las tintileantes farolas y farolillos polinesios. Pese a todo, recupero alguna fotografía que lancé, de manera fugaz, antes de meterme de lleno en la olvidable Enchanted Tiki Room.

¿Dónde estamos exactamente?

Por ejemplo para ver la primera incongruencia temática severa del lugar. Justo delante de la pagoda exótica de la ride/show arriba mencionada, nos encontramos de lleno con The Magic Carpets of Aladdin:


Una spin-ride que preside por completo la plaza y que planta tiendas de lona ralladas, palmeras de planta baja y edificios imitando el acabado en mortero. Adiós a lo tropical, hola al Medio-Oriente.

No tendremos que alejarnos mucho para encontrar, de cara a la misma plaza que comulga y concentra todas estas culturas, otra de esas rides míticas sacadas directamente de la genialidad Disney y cuya experiencia no pude resistirme a probar. Me refiero a la inimitable y compleja Jungle Cruise:


Hemos visto de manera fugaz un toque oriental, pero rápidamente el parque nos lo hace olvidar a base de adentrarnos en la pura jungla, las espesas arboledas repletas de plantaciones tropicales y un seguido de cabañas y edificaciones acabadas con madera, cuerda y caña. Allí es donde se iniciarán las colas de acceso al pequeño embarcadero de la compañía Jungle Navigation Co.:


Una vez lleguemos al embarcadero, deberemos acceder a una de las 15 barcas de las que dispone la ride y cuya decoración, nombre y disposición interior varía entre una u otra. Cabe decir que en funcionamiento veremos simultáneamente solo 10 de las 15, por lo que la variedad será siempre un detalle a tener en cuenta a la hora de qué barca puede tocarnos en cada momento:


Tras la salida empieza un extenso recorrido a través de canales de oscuras aguas por los que la barca se moverá, evitando troncos y zonas de plantación baja y adentrándose cada vez más en una espesa jungla en la que nos encontraremos multitud de escenas repletas de animatronics que nos mostrarán la vida salvaje que se puede ocultar en la orilla del río Amazonas.

La particularidad más destacada, aparte del encanto propio de la ride en sí, es el hecho de que el conductor de la barca es a la vez el animador o speecher de la ride, así que será el encargado de desvelarnos la historia que se esconde tras un buen puñado de rincones, dibujando en todo momento en la imaginación del espectador escenas, nombres y un sinfín de chistes que tienen su base en un guión escrito, pero que dejan mucho espacio para la improvisación del propio conductor.


Finalizado ya el salvaje y movidito recorrido (porque sí, no es un paseo del todo apacible) la barcaza nos dejará en un segundo muelle de descarga tras el cual encontraremos aquél elemento tan innovador y para nada usado en este parque. Sí, estáis en lo cierto: la tienda de souvenirs y merchandising.

Volvemos al lejano Orien... ¿nesia?

Dejamos atrás ya las turbias aguas de Jungle Cruise para volver de nuevo a las tiendas y bazares que nos ofrece, discretamente, la incursión de las inspiraciones moriscas y egipcias a través de todo lo que rodea la ride de The Magic Carpets of Aladdin, que os nombré más arriba:


Como podéis ver, paseamos constantemente por un devenir de temáticas que, francamente, acaban mareando mucho al visitante, que se siente en una batidora cultural de referencias visuales.

Y como no hay dos sin tres, el área vuelve a dar un giro de tuerca más y volvemos de nuevo a pasearnos por una zona tropical, en esta ocasión más inspirada en el mundo africano aunque con una situación geográfica no muy definida. Nos encontramos aquí con la última ride del parque antes de regresar a la gran plaza del Cinderella's Castle y conectar con el inicio de nuestra aventura por Magic Kingdom. Como decía, hallamos en este punto el Swiss Family Threehouse:


Y de nuevo nos encontramos ante otra genialidad en forma de ride walkthrough, un agradable e inspirador paseo a través de un apéndice del área en forma de pequeña jungla costera y cuyo gigantesco árbol (¡más de 18 metros de altura!) nos acogerá durante el paseo, a través de un sinuoso y tortuoso camino de pasarelas, cabañas, estancias y escalinatas de madera donde se alojaron, tiempo atrás, la exploradora familia Robinson. Paso a mostrároslo en vídeo para que así podáis apreciar plenamente los detalles:


La verdad es que, de por sí, la ride puede parecer más bien sencilla o poco fascinante, pero es el hecho de que un solo parque como Magic Kingdom pueda albergar tal cantidad de rides de este tipo lo que lo convierte en una joya única.

Pese a todo vale la pena indicar que encontramos 4 versiones más o menos parecidas a esta Swiss Family Threehouse repartidas en otros parques Disney, aunque es esta y la versión de Tokyo Disneyland las que conservan plenamente todos los ingredientes originales.


La versión parisina y la californiana difieren ligeramente en el tratamiento y estructura del árbol, así como en ciertas medidas.

Saliendo de esta espectacular formación vegetal, será el momento de enfilar el camino que nos lleve, como os he comentado antes, ante el mismísimo castillo de Cenicienta, donde podremos iniciar de nuevo, tantas veces como queramos, nuestra aventura por este genial Magic Kingdom.

Como habéis podido ver, Adventureland esconde ciertas incongruencias y choques culturales que quizás responden a una obsesión del parque por presentar entornos exóticos o extraños para el visitante, a pesar de que hoy en día no nos sean tan remotos como quizás sí lo eran en el tercer cuarto del siglo pasado.

Sea como sea, no hay que restarle méritos a un área que es capaz de entrometernos en una encarnizada batalla entre piratas, adentrarnos en una espesa jungla repleta de feroces bestias, hacernos sonreír y bailar en una simpática pagoda polinesia o invitarnos a trepar por un gigantesco árbol en la búsqueda de la vida cotidiana de los Robinson.

*****

Como acabamos de ver/leer, Adventureland es un gran puzzle de pequeñitas piezas que se convertirá en la guinda de un pastel que, con esta última entrada, se completa y surge hermoso y sabroso.

Magic Kingdom queda pues destacado en el podio de los mejores parques temáticos del mundo, muy a la zaga de sus hermanos repartidos por todos los continentes y destacando en pequeñas pero no por ello insignificantes particularidades.

Un parque cuyo equilibrio de temáticas e intensidades es ejemplar, así como sus técnicas de muestra y ostentación de un theming que vivirá por muchas y muchas décadas en la memoria de quien lo visite.

Se que a estas alturas es prácticamente inútil que lo diga, pero si estáis un buen día de estos de paseo por Orlando y no sabéis muy bien qué hacer (tarea esta harto imposible) tomad un autobús o vuestro propio coche en dirección al Walt Disney World Resort y aparcadlo en el aparcamiento de Magic Kingdom. Tras llegar a las puertas del parque a bordo del monoraíl, vuestra imaginación y vuestras piernas serán el lienzo perfecto sobre el que Magic Kingdom se encargará de pintar el cuadro de vuestras vidas.

5 comentarios:

  1. Acabo de leer todas las reviews de las zonas de MK Orlando y, sin duda, mis felicitaciones. son excelentes.

    De todas formas debo discrepar con algunas de tus opiniones. A mi no me pareció, en general, tan cautivante este MK de Orlando (Lo visité en 1998). De hecho encontré algunos fallos de diseño (El más sangrante es uno que señalas, la transición entre zonas, en algunos puntos es lamentable, como por ejemplo la transición entre Tomorrowland y Fantasyland, con las Tea Cups pegadas literalmente a esa lamentable ride que es Indy Speedway (O como se llame ahora). Además gran parte del parque daba una sensación de "Outdated" total. No hablo del mantenimiento ni mucho menos, que es excelente, si no de que muchas partes daban la sensación de no haber sido actualizadas en lo más mínimo desde los años '70 (¡Hasta el guía de Jungle Cruise hizo algunas bromas crueles sobre esto!). De hecho hay una corriente de fans en USA que claman que DL California es un parque que se renueva constantemente, mientras que el de Orlando, como genera pasta por si solo, invierten en renovarlo sólo 1 vez cada mi años (El nuevo Fantasyland) y esto es algo que afecta a los 4 parques Disney de Orlando.


    Iván J.

    ResponderEliminar
  2. Habiendo visitado 3 (París, Orlando y Tokyo) de los 5 resorts Disney que existen en el mundo (Que serán 6 cuando abra el de Shangai) desde mi punto de vista:
    -El mejor Magic Kingdom del mundo es, con muuuucha diferencia, el de París. Me refiero a su concepción, diseño y alineación inicial de rides. Obviamente por los problemas financieros y tal, hoy día tengo entendido que está hecho pena en mantenimiento.
    -El mejor staff es indudablemente el de Tokyo, seguido a cierta distancia, aunque sacando buena nota, por el de Orlando. El de París indigno de un resort Disney, generalizando.
    -La mejor Space Mountain, con mucha diferencia, es la francesa (Si está recién inaugurada, bien mantenida, con todos los fx's funcionando y con el theming Julio Verne-Steampunk), aunque no desmerezco lo divertidas de las otras dos versiones (Aunque muy inferiores).
    -Las Phantom Manor, Splash Mountain y las Big Thunder es difícil decidirse. Son muy parecidas pero muy distintas a la vez, lo que mola mucho claro.
    -El mejor Piratas del Caribe, por goleada, es el francés. El japonés, aunque actualizado, ni fu ni fa, y el de Orlando envejecido y pidiendo a gritos que lo actualicen.
    -Las dark rides clónicas de Fantasyland, normalmente siempre son mucho mejores las versiones francesas en todos los casos. Especialmente en It's A Small World y Peter Pan (Hablamos siempre de cuando están bien mantenidas).
    -La dark ride Winnie The Pooh de Orlando es LAMENTABLE comparada con la revolucionaria versión japonesa.
    -En merchandising apostaría claramente por Orlando y calificaría de decepcionante el de Japón. París un término medio.
    -En gastronomía creo que votaría por Japón, aunque Orlando también estaba muy bien. De París sólo recuerdo precios abusivos y fast-food asquerosos (O pagar un dineral si querías comer algo decente).
    -En cuanto a gestión de colas, Tokyo gana, pero tiene el gran hándicap que no existe temporada de baja afluencia por lo que vayas el día que vayas, en cualquier época del año, vas a SUFRIR unas afluencias tremendas de seres humanos haciendo cola para todo, con lo que no podrás disfrutar como se merece el parque. Por otra parte, si viajas en Mayo a Orlando, dispondrás de un clima excelente y de todo el resort Disney para ti, haciendo colas de como mucho, 10-15'. En París también hay temporada baja pero hay que soportar temperaturas muy frías y ahí hay peligro de rides cerradas (En Orlando y Japón también, pero está detallado en su web cuando cierra por mantenimiento cada ride y en temporada baja puedes encontrarte todas las rides importantes abiertas fácilmente!)
    -En general todas las áreas me parecen siempre mucho más bonitas sus versiones francesas (Me repito, cuando estaban nuevas e invertían en su conservación) que las de Florida o Tokyo. El Fantasyland y el Tomorrowland de Tokyo son especialmente feos (Hay un extreme make over en marcha para el Fantasyland de Japón más ambicioso incluso que el de Florida) aunque, a día de hoy, sin lugar a dudas y sin dudarlo lo más mínimo, la auténtica magia Disney (Es decir Imagineers que disponen de altos presupuestos para trabajar) es en Tokyo, que paradójicamente es el resort que está franquiciado, es decir, el resort en el que Disney sólo pone sus marcas y gestiona, pero que quien lo paga todo y toma las decisiones importantes es una compañía privada, la Oriental Co. LTD. (¡Hablé con uno de sus directivos en mi visita a Japón, en el Metro, y era tan simpático con los visitantes como el más humilde de los miembros del staff del parque!)

    Iván J.

    ResponderEliminar
  3. Por cierto, error mío, visité Orlando en 2008, no en 1998!!!!!! xD
    De todas formas, el nuevo Fantasyland no existía obviamente, en su lugar estaba Toontown, la recreación del pueblo cartoon donde viven Mickey y sus colegas (Y que han demolido para la ampliación d FL).

    Iván J.

    ResponderEliminar
  4. Esta ha sido con mucha diferencia la sucesión de entradas más comentada por los lectores del blog. Se hace patente que es el parque temático con más attendance anual del mundo y que la Compañía Walt Disney Parks and Resorts está muy lejos de la segunda que más factura al año.

    Al no haber visitado nunca un parque Disney tenía la idea preconcebida de que era demasiado infantil y familiar, pero he visto que cualquiera puede disfrutar de ellos debido a la extrema calidad, cantidad, detalle, encanto y envolvencia que se fusionan para crear esa magia de la que hablan.

    La variedad de rides no hace gala tanto como la cantidad. Disney es igual a dark rides plagadas de animatronics, dicho a grosomodo.

    No has comentado nada sobre precios dentro del parque pero supongo que, si no excesivos, sí estarán por encima de la media.

    He disfrutado mucho leyendo las seis entradas y espero no tener que aguardar casi un año para poder disfrutar del siguiente análisis del viaje a Florida.

    P.D: Entiendo que no hayas querido "contaminar" las entradas de un parque tan pulcro, bonito y elegante como MK con tus dibujos pero por favor, no nos prives de ellos más. Son parte de una bonita tradición y marca de la casa ;)

    ResponderEliminar
  5. AFAPAM: Reitero mis felicitaciones por esta estupenda y esperada serie.
    Aprovecho para dar la gracias a Ivan J. por su análisis comparativo de los distintos MK.

    P.D. ¿Donde estás JIVO?

    ResponderEliminar