jueves, 7 de marzo de 2013

Bye bye Camelot! (parte 2)

Hace un par de entradas os empecé a mostrar el que será el tema del que hablaré durante estos días y que creo que en los tiempos de corren es de vital importancia: el fenómeno del cierre de un parque totalmente operativo como es (o era) el de Camelot ThemePark.

Puedo estar de acuerdo en que quizás no fuese el parque de más rabiosa actualidad o el que estuviera en boca de todos por las increíbles novedades que ofrecía año a año (que no era así, desde luego), pero nunca está de más conocer cómo era un parque de tamaño pequeño en Inglaterra, cómo se gestionaba, qué atracciones contenía o el porqué de su tristemente esperado cierre.

Así pues hoy, en Bloggercoaster, empiezo a describiros cómo sería una hipotética visita a la última época de vida de Camelot ThemePark.


King's Realm: bienvenidos al medievo

Camelot ThemePark sería uno de esos contados parques que se mueve a medio camino entre la tipología de "parque temático" y la de "parque de atracciones". Contiene ingredientes de ambos y, pese a que el esfuerzo en todo momento denota que la intención es que sea un parque temático, el estado, inversión y conservación de algunas de sus rides lo convierte sin duda en uno de atracciones. Una de las piezas clave a la hora de considerarlo un parque temático es el hecho de encontrar en él 4 áreas temáticas identificadas mediante piezas de cartelería o bien a través del mapa del parque: King's Realm, Knight's Valley, Merlin's Playland y Land of the Brave. He de confesar que la diferencia, una vez estás sobre el terreno, era prácticamente nula y en todo momento daba la sensación de estar en una gran área temática medieval.

Puntualizado esto, la primera de las áreas temáticas con la que nos encontramos es King's Realm, que vendría a ser la antesala del parque en sí, un pequeño aperitivo en forma de main-street donde, como ocurre en la mayoría de parques, encontramos sobretodo edificios de oficinas, servicios, restauración y algunas rides infantiles y familiares.

Tras un más que aceptable aparcamiento, lo primero que encontramos es el acceso principal y único al recinto, presidido por un pequeño edificio de taquillas a nuestra izquierda, unos arcos con tornos de acceso en la zona central y pequeños torreones de piedra tematizada repartidos por doquier:

Pese a ser un día de diario, el parque registraba buenas cifras de attendance familiar.
A modo de apunte vale la pena indicar que antes de pasar por los tornos de acceso a la plaza principal nos encontramos con varios elementos temáticos en forma de animatronics. Yo en concreto pude presenciar dos, uno en forma de soldado que se asomaba a una especie de puerta incrustada en un torreón de piedra:

Escondido en el torreón, el guerrero vigía nos daba la bienvenida al parque.

Apartado de las curiosas vistas de los visitantes, en una inquietante mazmorra a la vista, encontrabamos el segundo animatronic consistente en un gran dragón que nos confesaba estar triste en su encierro y nos explicaba alguna que otra leyenda, para hacernos entrar de lleno en la historia de Camelot:

Si querías oír al dragón rojo, sólo tenías que pulsar un botón (a la derecha)

Totalmente a nuestra derecha y aislado de lo que sería la temática medieval reinante, encontrábamos uno de esos indicadores de que el parque había intentado sacar dinero a costa de cualquier tipo de destrozo ético o temático. Se trataba de Formula-K Go Karts, una pista de karting donde por un módico precio (modalidad británica, es decir, aproximadamente 5 euros por unas 10 vueltas) podíamos competir con nuestra familia o amigos totalmente ajenos al resto del parque:

Otro medio de sacar dinero del bolsillo de la clientela. ¿Discutible? Por supuesto...
Ya con el ticket de entrada en nuestras manos y habiendo pasado por los lógicos tornos de seguridad, accedemos a la plaza principal, posiblemente el rincón más tematizado de todo el parque y hogar del logotipo que ha ido acompañando durante estos años la imagen de Camelot ThemePark por todo el mundo, las 4 torres blancas:

Una bonita plaza donde tomar un descanso antes de adentrarse de lleno en el medievo...
Dentro de este alargado edificio localizamos el área indoor más grande del parque, hogar antiguamente de Venom, una coaster powered indoor y que posteriormente, tras su desmantelación y posterior venta resultó ser el lugar ideal para levantar una especie de pabellón industrial repleto de atracciones infantiles y de refugio en días de lluvia. Este pabellón, llamado Castle Entertainment Centre, albergaba básicamente varias pistas americanas para niños (piscinas de bolas, toboganes, puentes colgantes, etc), una pequeña sala con máquinas arcade (un clásico en cualquier parque inglés) y unos coches de choque infantiles llamados Jousting Knights:

Un espacio altamente desaprovechado, pero útil para los días de meteorología adversa.
La sensación, en general, es la misma que con el karting de la entrada: una zona hecha para que los niños acudan en masa y los padres desembolsen generosas cantidades de dinero a costa de rides o entretenimiento muy barato de mantener. La triste realidad.

Si abandonábamos este gran pabellón indoor accedíamos ya a lo que parecía ser el comienzo oficial de la ruta por el parque. Lo primero que nos encontrábamos de cara era Caterpillar Capers, el primer credit oficial del parque, una Big Apple de Pinfari, un modelo universal del que ya me encargué en su día de hablaros y que encontrábamos en este parque con vivas tonalidades rojas y, en esta ocasión, atravesando una gran manzana de dos pisos de altura en una de sus curvas. Todo un clásico:

Caterpillar Capers, otra Big Apple más para la lista.
Aunque sí tengo constancia de que en la parte trasera de Caterpillar Capers se encontraba un pequeño flume de Reverchon llamado Camelot Log Flume (¡viva la originalidad!) en mi visita no lo encontré operativo, por lo que ni siquiera me molesté en sacarle ninguna fotografía. Pero ahí estaba.

Si nos movemos unos metros más allá de Caterpillar Capers nos encontramos de lleno con la parte superior de Pendragon's Plunge, una ride bastante popular en este tipo de parques y que consiste en una serie de 3 toboganes sinuosos (con partes al aire libre en forma de canal y partes cerradas en forma de túnel) que se entrecruzan y que salvan una altura de unos 20 metros de desnivel hasta llegar a una zona de aterrizaje en la parte inferior del valle que conforma esta zona del parque. En este punto encontrábamos la estación de carga, a donde llegaban las pequeñas barcas hinchables donde, una vez subidos, se nos soltaba para disfrutar de un recorrido repleto de peraltes e incluso inocentes airtimes. Aquí os muestro una fotografía de la estación de carga y zona de colas:

Una ride con bastante aceptación, debido a que te salva de caminar 300 metros...
Y aquí otra fotografía de la zona de toboganes, donde se entrecruzan todos los canales que van a parar al área de frenado situada en la parte inferior:

... bajando por este laberinto de toboganes a toda velocidad.
Pese a que estos canales contienen un constante hilo de agua, dicho hilo no cumple las funciones de mojar o salpicar, sino más bien hace las veces de lubricante para permitir que las barcas no se queden frenadas en mitad del recorrido por efecto de la fricción. Si alguna vez os encontráis con este tipo de atracción (que normalmente se presenta en forma de gran torre desde la cual descienden los sinuosos canales) os recomiendo mucho probarla, es muy divertida y os ofrecerá por unos segundos una agradable sensación de velocidad y descontrol.

Llegados a este punto tanto si hemos descendido en las endiabladas barcas de Pendragon's Plunge como si lo hemos hecho a través de un agradable sendero que desciende rodeado de arboledas y verde paisaje, nos encontraremos de lleno ante la siguiente área temática (que como ya os he dicho antes, para nada está señalizada a ojos del visitante).

Knights Valley: caballería y dragones por doquier



El primer elemento con el que nos topamos al entrar en este valle formado por dos pequeñas cordilleras de verdes montañas es Pirate Galleon que ,cómo no, se trata del típico barco balanceado con un ciclo y capacidad bastante reducidos, acorde con el tipo de parque donde nos encontramos:

El clásico galeón que encontramos en un castillo. En el foso quizás...
Os preguntaréis viendo la temática pirata de esta ride: "¿No resulta que nos encontrábamos en un parque ambientado en la época medieval y en un área temática cuya traducción al castellano es "valle de los caballeros"? Pues yo también, la verdad.

Colindante a Pirate Galleon encontramos la que considero que es una de las 3 joyas que tiene (o tenía) este parque. En concreto esta es un tesoro a nivel mundial, ya que estoy hablando de Dragon Flyer, la que hasta hace bien poco era la única coaster powered propulsada por una locomotora a gasolina:

Sí, ahí delante hay un operario metido conduciendo con el motor a tope.
Sí sí, tal como lo leéis, Dragon Flyer estaba en todo momento impulsada por una cabeza de tren alimentada con un motor de gasolina. La verdad es que le habría dedicado toda una entrada de blog a esta coaster, pero intentaré describirosla brevemente para que os hagáis una idea.

El recorrido de Dragon Flyer es un circuito más o menos oval a lo largo de toda el área de Knight's Valley, atravesando por encima la zona de Pendragon's Plunge, la noria de Kingdom of the Clouds de la que más adelante os hablaré, una gran zona de juegos, el pabellón/arena de justas de caballeros y un par de pequeños bosques de frondosos árboles con agradables vistas.

Esquivando árboles y verdes laderas, el paisaje era muy bonito en ciertos puntos.
El ciclo, como ocurre en la mayoría de powereds, es doble y pese a que me imagino que la cabina del conductor tiene ciertas limitaciones, lo cierto es que esta coaster cuenta con la particularidad de que al no funcionar con sensores de velocidad (como las powereds eléctricas), cada ciclo es único y depende única y exclusivamente de lo que haga el conductor en ese momento.

El layout de Dragon Flyer se dejaba ver en multitud de puntos del parque.
Así pues, aunque la velocidad no es que sea espectacular, el recorrido es más que mediocre, pero el constante olor a gasolina, el paseo por los bosques y la emoción de saber que estás sobre una coaster única en el mundo le otorgan a Dragon Flyer cierto encanto y aire nostálgico que, por desgracia, ya no podremos volver a experimentar.

Nada más salir de Dragon Flyer nos topamos con uno de los edificios más grandes de todo el parque y, con total probabilidad, el gran punto de interés para toda la familia y para el visitante de edad más avanzada. Se trata del Jousting Arena, un largo pabellón donde el "escenario", por decirlo de alguna manera, está totalmente cubierto de una densa capa de tierra húmeda y en uno de los laterales se levantan unas grandes gradas cubiertas donde podemos sentarnos y observar el espectáculo que allí se desarrolla:

La pista de tierra húmeda de Jousting Arena, vacía en horas fuera de espectáculo.
A lo largo del día, y dependiendo del attendance y de la época del año, podíamos ver entre una y tres actuaciones de especialistas en lucha y monta de caballos, representando un espectáculo bastante llamativo en el que los caballeros que defienden las regiones del valle luchan entre ellos por conseguir ser los amos del lugar. Acrobacias, fuego, pirotecnia, música medieval, golpes y caídas que se van sincronizando hasta completar un show de unos 30 minutos de duración que conseguía reunir asombrosamente casi todo el attendance del parque ese día:

Y llena de actividad en horas de show, con las gradas hasta arriba de espectadores.
Justo frente a las instalaciones de Jousting Arena encontramos una gran área abierta poblada con numerosas cabañas y casetas a modo de feria medieval, donde podemos localizar un sinfín de juegos de feria típicos con regalos genéricos, es decir, peluches y parafernalia comercial:

En las ferias medievales era normal encontrar Sonic a la venta, algo conocido en Camelot ThemePark
Y de la misma manera también podemos encontrar varios puestos de snacks y comida rápida donde podremos degustar sabrosas patatas fritas, hot dogs o hamburguesas:

Los puestos de comida rápida se encontraban apiñados hacia la mitad del parque
Finalmente, y dando cierre al área de Knight's Valley, encontramos una de las rides más populares en cualquier parque de atracciones que se precie, que no es más que una noria llamada en esta ocasión Kingdom in the Clouds:

Un buen ejemplo de noria más que suficiente para parques pequeños o medianos
Colorista, sencilla y con una altura de unos 15 metros, nos ofrecerá un punto de vista diferente y privilegiado sobre los prados que a partir de este valle se extienden a lo largo de la campiña inglesa de Lancashire, donde se sitúa el parque.

*****

Y hasta aquí esta primera parte de análisis de Camelot ThemePark tal y como si lo estuviérais recorriendo a pie de visitante. Como habréis podido comprobar, no es que se trate precisamente del mejor parque temático/ de atracciones del mundo, ni siquiera de Europa... ¡qué demonios!, ni siquiera estamos ante el mejor parque de Inglaterra. Pero las cifras mandan: cinco credits y una mínima selección de rides hacían indispensable la visita a este recinto si te encontrabas cerca de esta zona norteña.

Dejo para la siguiente parte platos fuertes como la mareante Whirldwind, la horripilante Excalibur 2 o la magistral Knightmare, así como un buen puñado de curiosidades y rincones dignos de mención.

2 comentarios:

  1. ¡Muy interesante! No conocía casi nada este parque (hola Knightmare y adiós). Buena entrada, y como siempre, esperando las demás :)

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  2. Respecto a Dragon Flyer, curiosa coaster "powered" de gasolina con ciclos diferentes, al igual que "la caseta" del conductor.

    El comentario de RCDB
    http://rcdb.com/1372.htm
    no tiene desperdicio para anunciar que no es una coña lo de la gasolina xD
    "This is a gasoline powered (you read that right) roller coaster"

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