sábado, 10 de marzo de 2012

Millennium Force (Cedar Point)

Desde que empecé a cultivar de manera algo más intensiva mi afición por los parques, a mediados de 2007, me encargué de marcar un listado de prioridades, de objetivos, podríamos llamarles incluso sueños. Los que me conocéis sabéis bien de alguno de ellos, como mi insaciable deseo de riddear The Beast o mi incansable curiosidad por Japón y China. Son pequeños items que uno se marca desde bien pronto y que, tarde o temprano, se cumplen cueste lo que cueste.

Pues bien hoy, amigos y amigas, os traigo uno de esos sueños hechos realidad. Desde que tuve conocimiento de su existencia supe que algún día de mi vida estaría ahí. Desde que vi aquél remoto point-of-view en una primitiva web del ya por entonces consagrado Cedar Point supe que esa enorme bestia de acero acabaría siendo domada. Desde que observé embobado ese enorme lift en fotografías repartidas por pequeñas pero prometedoras webs de parques supe que un día recorrería todos y cada uno de los metros desfilando a bordo de sus modernos trenes.

Hoy, en Bloggercoaster, analizamos un mito entre los mitos, todo un homenaje a la tecnología punta mezclada con las emociones más básicas del ser humano, analizamos la seis veces ganadora del prestigioso galardón a la mejor coaster del año. Hoy nos olvidamos de las bajas velocidades y las medidas discretas para dar paso a Millennium Force, la reina de las coasters.

Un coloso de 95 metros

Pocos credits pueden ostentar el privilegio de hacer sombra al que nos ocupa hoy. Menos todavía si hablamos de una altura adquirida por el sistema tradicional de remolque mediante lift (cadena o cable), ya que en ese caso Millennium Force únicamente encuentra una competidora: Steel Dragon 2000, una milenaria bestia oriental que duerme lejana e incomparable a la azulada fuerza que hoy analizaremos.

Foto obligadísima en el enorme logo situado a la entrada de la coaster. Check!

Cedar Point ha sido siempre, tradicionalmente, un parque rompedor. Le ha gustado siempre jugar las mejores cartas al precio que tuvieran, sin importar los gastos, los efectos colaterales o el posible fracaso. Fue precisamente este espíritu rompedor el que llevó al parque a la decisión de construir una coaster realmente sorprendente para celebrar la venida del nuevo milenio y, pese a que la idea fue copiada incluso para dar nombre a la competidora anteriormente mencionada, no cabe duda de que Cedar Point acaparó toda la atención de la prensa tanto especializada como general.

En primer plano el transfer, estación y al fondo el enorme lift de 95 metros de altura

Todo el mundo estaba interesado en acercarse al parque de Sandusky a observar la rápida y metódica construcción de un gigante que adquiría, poco a poco, la altura de las más grandes.

Con un desembolso de 25 millones de dólares, Cedar Point aunó fuerzas con Intamin AG, una empresa que ya por entonces presentaba credenciales para convertirse en una auténtica luchadora por la mejor posición en el podium de las mejores constructoras y que hoy en día, sin duda alguna, sigue en dicha batalla.

Los suizos se plantearon con esta coaster no sólo un reto a nivel de prestigio, sino un sinfín de retos técnicos perfectamente resueltos: el uso de cable para el lift en vez de cadena (ningún motor era suficientemente poderoso para mover el peso total de la cadena resultante de semejante idea), la construcción del lift más alto jamás ingeniado hasta el momento superando una redonda cifra de 300 pies americanos (90 metros) o el conseguir diseñar unos trenes capaces de soportar una velocidad de 150 Km/h.

Las colas de la coaster discurren paralelas a varios tramos finales del recorrido

Y es que la estrategia de Cedar Point con Millenium Force fue muy clara: la más alta, la más larga, la más rápida y en definitiva la mejor para fidelizar clientela y conseguir atraer a centenares de miles de clientes más durante los siguientes años de vida del parque.

¿El resultado? Canta a la vista: todo un éxito. No sólo consiguieron batir récords de asistencia durante los primeros días de apertura de la coaster (teniendo que cerrar puertas en varias ocasiones) sino que consiguieron alimentar un éxito seguro en Intamin que, años más tarde, repetiría la fórmula de la giga coaster, aquella que supera los 90 metros de altura, con Intimidator 305, de nuevo de manera totalmente exitosa.

Furia azul con vistas a Canadá

Y es que la leyenda (totalmente cierta) cuenta que en un día claro y radiante podemos llegar a ver tierras canadienses al otro lado del lago Erie si nos situamos en la cumbre del lift de Millennium Force, por lo que desde las alturas hasta el nivel del suelo, constantemente recorreremos desniveles impresionantes a velocidades de infarto.

Como siempre, y para facilitar la lectura y el análisis, os ofrezco el point-of-view oficial de la coaster, facilitado por el propio parque a una calidad realmente buena mediante Youtube. Os recomiendo cargar el video para comprender mejor el layout de este credit:



Partiendo del hecho de que Cedar Point no es más que un enorme parque de atracciones, vale la pena recordar que Millennium Force apenas carece de theming, hecho que cobra total sentido al tener en cuenta la enorme extensión de terreno que ocupan los más de 2000 metros de acero soldado que forman las vías de la coaster.

Teniendo esto en cuenta como es de imaginar la estación de Millennium Force no destaca demasiado por su belleza, sino más bien por su simplicidad, parecida a muchas otras de su estilo (futurista, incluso algo espacial) cumple perfectamente con su acometido: resguardar de las inclemencias del tiempo y facilitar la carga y descarga de los trenes lo más rápido posible.

Posiblemente una de las primeras fotos que vi del lift fue alguna parecida a esta...

De la misma manera el periodo entre la salida de estación y el lift aquí se reduce a la más mínima expresión, por lo que saldremos de estación e, inmediatamente, nos encontraremos inclinados y tirados por el cable en dirección a las más altas cotas de altura. Dicha transición y el paseo inclinados dura realmente poco, por lo que no es el lift de Millennium Force ejemplo a la hora de hablar de lifts que permitan observar preciosas vistas durante eternos segundos.

En poco más de 25 segundos nos plantamos en el punto más alto de la coaster, 95 metros y lo hacemos sentados en los ergonómicos trenes diseñados específicamente para esta coaster. Vale la pena indicar que la sensación de libertad, pese a tratarse de lapbars con cinturones quita-miedos, es total ya que de cintura para arriba estamos totalmente libres de cualquier sujeción. Esto, sumado al hecho de que la protección lateral, frontal o posterior de cada vagón es mínima (de hecho se nos sitúa unos centímetros por encima de los ejes) hace que subir el lift de este enorme credit azul se convierta en toda una prueba para saber si uno sufre o no de vértigo.

El descenso de este tramo se realiza a una velocidad de 150Km/h., casi nada...

Una vez llegados al punto de máxima altura es cuando se nos muestra el tramo más impresionante, bello y acongojante que jamás podrán observar vuestros estupefactos ojos: el drop. Más de 90 metros de auténtica caída, sin frenos, sin topes, con la simple compañía de las barras de sujeción abdominal y vuestro valor convertido en puro grito.

Seamos sinceros, un drop de 5 segundos de duración es realmente una prueba física dificilmente equiparable a cualquier otra que podáis pasar. Por una parte nuestros brazos luchan por sostenerse erguidos cuando la fuerza del aire los empuja fuertemente hacia atrás, nuestros ojos luchan por mantenerse abiertos frente al chorro de aire incesante que se les presenta conforme subimos la velocidad, a nuestro olfato llega de manera cada vez más intensa el húmedo aroma del lago situado a apenas una decena de metros de distancia, nuestros oidos tratan de captar a la perfección la estridencia de un tren desbocado y los gritos desesperados salidos directamente de unas bocas que cuales trompetas parecen anunciar una explosión final de todos los sentidos en uno.

El punto de máxima presión y Gs positivas se encuentra justo aquí, en la recepción del drop

Llegar a la parte inferior del drop vendría a ser el desahogo más grande que podáis vivir jamás, repletos de energía, con una adrenalina rebosante y una sensación de tener el auténtico poder bajo tus pies en forma de ruedas girando a una velocidad cada vez más endiablada. Sumadle una cantidad de fuerzas G positivas totalmente abrumadoras que hacen que sea prácticamente imposible permanecer con los brazos elevados en este punto, es imposible, en este punto el peso de vuestro cuerpo se multiplica por 5 o 6 hasta hacer imposible el más mínimo esfuerzo, aunque esta presión dura exactamente un par de segundos, los necesarios para que el tren, embravecido por la velocidad adquirida enfile la primera y peraltada curva ascendente en dirección, de nuevo, al azul cielo.

Que no os engañe la percepción, el camel que genera airtime en realidad es el pequeño...

Y es que si hay un elemento que sea más fotogénico que el enorme lift de esta coaster, ese es la curva peraltada a varias decenas de metros sobre las cabezas de los visitantes. Aquirimos en esta curva una inclinación bastante importante que sumada a la altura visible puede parecer que tenga que concluir en una sensación de vértigo sin igual, pero nada más lejos de la realidad: en este punto el cuerpo tiene tal "shock" por las emociones vividas segundos antes, que es imposible llegar a fijarse en el vacío que se extiende a más de 60 metros bajo nuestros cuerpos.

Aunque sea un gigante de acero, Millennium Force genera también preciosos puntos fotográficos

Transcurrido este enorme elemento descendemos muy suavemente en una recta que desvanece progresivamente el peralte adquirido anteriormente, hasta situarnos a apenas un par de metros por encima del suelo llano. En este punto enfilamos una curva que esta vez nos hará viajar hacia la izquierda, eso sí nunca elevándose, siempre manteniéndose cerca del suelo, jugando con la sensación de choque que pueda otorgar cualquier árbol o elemento paisajístico cercano a nosotros.

Podemos encontrar varios puntos de tramo cruzados como este

De repente se acerca, sin apenas tiempo para bajar los brazos, uno de los elementos más sorprendentes de esta coaster: el primero de sus dos largos túneles. Éste nos conduce por unos buenos 30 o 40 metros hasta la rectitud de nuevo, habiendo completado un ángulo perfecto de 90 grados. Entramos en este punto de nuevo en un enorme camelback que anda cerca de los 50 metros de altura y que nos ofrecerá una amplia, tranquila y flotante panorámica de otro punto atractivo del parque. A través de este camelback veremos Top Thrill Dragster o Magnum XL-200.

La enorme curva horseshoe, posiblemente la más grande del mundo a día de hoy

Volvemos a descender de nuevo hasta un par de metros por encima del suelo y esta vez el track vira muy lentamente hacia la derecha describiendo una enorme hélice peraltada que primero se eleva para luego descender y cruzarse, en una bonita resolución de tramos de choque con varias secciones de soportes, con la vía de la que habíamos descendido hace apenas unos segundos. Este, he de decir, es uno de los puntos en los que, estéticamente, gana más valor esta coaster, aunando de manera totalmente precisa el cruce de hasta 4 tramos de track y haciéndolo parecer lo más bonito del lugar.

Describimos una alargada y algo ortopédica curva horseshoe para volver de nuevo al famoso cruce de vías, esta vez para ofrecer el último repunte a un nudo perfectamente sincronizado y, de paso, llevarnos con nosotros un par de puntos de choque extras proporcionados por varios soportes grises.

La segunda curva horseshoe, más pequeña pero muy intensa en su cambio de dirección

Tras esto, iniciamos un hermano gemelo del camelback descrito anteriormente, sólo que con una medida 5 metros inferior a su hermano mayor pero con un aporte extra de floating airtime bastante válido y agradecido a estas alturas (más adelante veréis porqué lo comento).

Descendemos de nuevo a la altura base, casi a ras de suelo, para adentrarnos de nuevo en otra sección de túnel que nos esconde una abierta curva peraltada hacia la izquierda que describiremos a una velocidad realmente impresionante. Creedme si os digo que en este punto el tren puede alcanzar, fácilmente, los 110 Km/h. (¡y apenas faltan 300 metros para finalizar el recorrido!).

El segundo túnel pasa a apenas un par de metros de la estación

A continuación bordeamos fugazmente la estación de carga de la propia coaster, otorgándonos como regalo un inesperado y minucioso airtime abrupto que nos hará creer que podemos salir despedidos después de haber pasado por todas las alturas antes descritas. Curva peraltada muy abierta y suave que enlaza con una extraña recta (situada para facilitar la distancia mayor requerida por los brakes finales, una treintena de metros más a la derecha).

Tras el intenso airtime de este punto, enfilamos el tramo final que nos llevará a brakes

Millennium Force se reserva en este punto el último elemento sorprendente, se trata de una curva horseshoe totalmente cerrada (adquiere unos 95º, por lo que se podría llegar a considerar inversión) que pasaremos a una velocidad tal que olvidaremos, de nuevo, el hecho de mirar abajo y caer rendidos al efecto del mareo. Recepción suavísima en una larga recta de brakes finales que, bordeando en paralelo la pasarela de acceso a la estación de la coaster, nos conducirán lenta pero merecidamente hacia la recta de transfer y, tras unos 50 metros de calma y vuelta a la respiración normal, hacia la estación de nuevo para abandonar los trenes hasta un nuevo y ansiado ciclo.

Algunos datos de interés...
  • Nombre: Millennium Force
  • Parque: Cedar Point (EEUU)
  • Fabricante: Intamin AG
  • Tipo: giga coaster sit down
  • Edad: 12 años
  • Recolocada: no.
  • Color: soportes gris claro (plateados en puntos cercanos al público), vías azules, footers de cemento visto.
  • Altura máxima: 95 m.
  • Recorrido: 2020 m.
  • Velocidad máxima: 150 km/h
  • Trenes: 3 trenes con 9 filas por tren y 2 asientos por fila con lapbar y cinturón quita-miedo.
  • Theming: futurista (escaso).
Velocidad y potencia máximas

Llegado a este punto os voy a confesar que, como habréis podido leer, me tira mucho el fanatismo y la admiración hacia esta gigantesca estructura azul. Con esto quiero decir que no es que sea el único al que le guste Millennium Force (al contrario, concentra centenares de miles de fans repartidos por todo el mundo), pero sí hay que dejar claro que así como a algunos nos parece la definición de la perfección hecha coaster, hay también otros entusiastas que no la sitúan directamente en su primer puesto por algunas razones.

La larga recta que nos espera antes de llegar a la curva final, con gran peralte

La razón principal es el hype que uno adquiere antes de riddear semejante bicho. Me explico: al llegar a Cedar Point un entusiasta normal puede haber visto quizas 20 veces el point-of-view de la coaster, videos off-ride, reviews, documentales o decenas de galerías fotográficas. Se habrá leido maravillas de ella, críticas que la ponen por las nubes (nunca mejor dicho), centenares de recomendaciones y un sinfín de datos estadísticos que sólo hacen que alimentarla más y más de hype, mucho hype (o sea, MUCHAS ganas de montarla).

Y en este caso en concreto Millennium Force se convierte en aquél credit que o bien te gusta y amarás toda tu vida o bien te parecerá mucho menos de lo que te esperabas y, pese a no odiarla, te unirás al grupo de los que la tildan de "no ser para tanto". Tengo comprobado que esta clasificación es totalmente aleatoria y hay opiniones para todos los gustos, sin tener en cuenta ni alturas, ni pesos, ni los credits que hayas riddeado antes.

La curva final la tomaremos a más de 90º de peralte, aunque apenas lo notaremos

¿A qué es debida esa pérdida de calidad? Principalmente por la falta de airtime y por las vibraciones. Pese a que os pueda parecer que contáis 5 o 6 puntos con airtime, os puedo asegurar que raramente pasaréis de los 3, os sentéis donde os sentéis. Quizás la última fila sea el punto que os pueda otorgar un mejor airtime, principalmente por el hecho de que un tren de unos 15 metros está descendiendo y adquiriendo velocidad por delante vuestro, pero incluso este punto se ve algo suavizado por la curva que describe el lift entre su inclinación ascendente y su némesis descendente.

Olvidáos por completo de sentir airtime en el camelback grande (sí que quizás experimentéis una fuerza gravitacional 0 o con algunas décimas positivas, pero nunca negativa) por lo que el floating airtime se espera siempre con ansias y no se llega a alcanzar. En el segundo camelback, el hermano gemelo del primero, sí que notaréis ya un airtime más presente, aunque tampoco será el más intenso de vuestras vidas, a lo sumo le calculo media G negativa. Finalmente el tercer punto y este SÍ que es intenso es el de la pequeña semi-colina situada en paralelo a la estación y por la que pasaremos realmente rápido. En este punto podemos notar fácilmente un par de G's negativas que convertirán, por un momento, nuestro estómago en nuestra cabeza.

Por lo tanto, en lo que respecta a los airtimes, creo que antes de acusar la ausencia de los mismos habría que valorar la variedad de estos. Es una galería de fuerzas negativas inducidas por distintos factores y creo que, en ese sentido, esta coaster se convierte un poco en el catálogo perfecto de tipología de airtime, si bien peca de poca cantidad.

En primer plano la zona de brakes finales, al fondo el majestuoso lift

Respecto al aspecto de las vibraciones, la lógica pesa en este punto. Un tren de coaster a 150 km/h. y con centenares de ciclos por día creo que es incluso normal que vibre, debido al enorme desgaste de ruedas que sufre jornada tras jornada y a la proliferación de puntos donde las fuerzas G positivas otorgan una presión difícil de soportar por los trenes. Evidentemente me refiero a la "panza" del drop, pero también a distintos puntos repartidos por los más de 2Km. de distancia del recorrido de esta coaster.

De hecho, un pequeño truco que utilizamos los entusiastas de coasters para determinar o no el nivel de airtimes y dolor que proporcionará una coaster mucho antes de riddearla reside en visualizar al detalle el POV (sobretodo si se trata de una grabación oficial y de calidad). Si os fijáis en los raíles de la coaster veréis que siempre hay surcos lineales de pintura desgastada, provocados por el paso incesante de trenes y más trenes durante un largo periodo de tiempo. Si la pintura está muy desgastada en un punto, indica que la frecuencia de paso y la presión de las ruedas es mayor. En cambio si veis que apenas hay desgaste o que incluso la pintura del raíl no presenta desgaste alguno, es signo de que en ese punto las ruedas pierden contacto y probablemente haya airtime garantizado.

No se si se aprecia realmente, pero en primera fila están Marc y Raúl dándolo absolutamente todo

Teniendo en cuenta este método, en Millennium Force podemos determinar también en qué punto la vibración será más acusada y en qué punto apenas la notaremos aunque, al ser un credit que explota de manera muy superior la velocidad, será lógico que en algunas posiciones del tren nos castigue con más o menos vibración. En mi opinión personal (y siempre es personal, cuidado), de todas las veces que la riddeé, apenas noté vibraciones más excesivas que las que pueda haber notado en cualquier otro punto fuerte de G's positivas de una B&M o cualquier otra Intamin... de hecho creo que este es un tema que muy pocas coasters saben controlar a la perfección y es un punto donde el paso de los años es decisivo.

La marca de la calidad, la chapita Intamin...

Un último consejo. En mi opinión Millennium Force otorga varias experiencias que deben ser catadas con máximo placer y son: 1) Un ciclo a primera hora de la mañana en first row y 2) Un ciclo por la noche en last row. Es como dar los buenos días y las buenas noches a un parque tan enorme como es Cedar Point.

*****

Y hasta aquí esta sentida y mimada review de coaster por hoy. Siento si quizás me haya excedido en describir absolutamente todo, pero es que como en cualquier otro caso, el que ama un credit hasta tenerlo en su palmarés lo defienderá y definirá de la mejor manera posible.

Millennium Force, guste o no guste, es una de esas coasters que sí o sí hay que montar una vez en tu vida si de verdad quieres experimentar la altura y la velocidad desde un punto de vista totalmente radical. Pero es que, de rebote, se encuentra en un parque que hay que visitar al menos una vez en la vida si de verdad se quiere sentir lo que es pasear por una auténtica meca de coasters, por lo que el combo que se genera en este caso es doble. Es como si nos tocase la combinación y el reintegro de la lotería.

Y bueno, no olvidéis que Cedar Point va a seguir más adelante como un tema constante en el blog, aunque me quedan muchos más temas de los que hablaros, tened en cuenta que se va acercando la temporada de parques y coasters, por lo que pronto cargaré las pilas y el disco duro con nuevas fotos y experiencias que comentaros aquí, en Bloggercoaster.

3 comentarios:

  1. Yo soy de los que la aman. El ciclo nocturno que nos pegamos en ultima fila fue sencillamente magico.

    Y si, tal vez se le echa en falta un poco mas de intensidad, pero el drop y el ultimo combo de camel y curva, sumado a la velocidad continua, son mas que suficientes.

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  2. Gran review jivo. La verdad es que el POV de esta coaster ya me impacto de buen principio, cuando para mi era una total desconocida jejej Ese primer drop a 9x metros de altura, si ya acojona en video en vivo y en directo no me quiero ni imaginar jaja. Respecto a la coaster en sí, la veo un poco sosilla en cuanto a elementos (sosilla en el sentido que le faltan), eso sí, debe de ser intensa de c*jones llegando prácticamente al final del recorrido a más de 100km/h. Maybe some day... jajaj

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  3. Excelente reportaje, crónica y descripción del coaster. Lo tengo claro, target Cedar Point...

    Saludos.

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