martes, 20 de marzo de 2012

La coaster más extrema de la historia

Los parques de atracciones y temáticos viven en este nuevo siglo una búsqueda constante por el más alto o más rápido todavía, rompiendo año tras año diversos récords mundiales y demostrando a todo el mundo que las coasters tienen todavía muchas bocas que abrir con sus majestuosas estructuras desafiantes a la física.

Actualmente ya no nos sorprende ver peraltes extremos, elementos antinaturales, inversiones y hélices que enloquecen a la gente en cada tramo de sus coasters favoritas, pero cometemos un grave error si pensamos que esta tendencia se ha ido creando desde finales del pasado siglo XX con la introducción masiva del acero en las estructuras.

Hoy, en Bloggercoaster, os traigo una pequeña lección de historia sobre un diseñador y fabricante tradicionalmente tildado de loco, un avanzado a su tiempo que, en su día, horrorizó y sorprendió a partes iguales a la sociedad norteamericana creando una pequeña colección de coasters de locas magnitudes y dimensiones. Hoy hablamos de Harry G. Traver y las desconocidas "Traver Triplets".


Un atrevido visionario del siglo XX

La década de los años 20 es recordada, a nivel de parques y coasters, como la época dorada y el motivo era que con un mercado en competencia constante, emergente y rico se buscaba constantemente el disfrute de la clientela a base de construir un sinfín de coasters de mayor o menor tamaño para entretener y atraer, a partes iguales, el bolsillo del cliente adinerado. Estallaba en toda norte-américa la música jazz y dixieland y la situación tanto política como económica todavía veía lejana la caída provocada por el crack de Nueva York a finales de la década.

La zona más al norte de EEUU se erigía, como hoy día, como la región más propicia al negocio de parques y recintos repletos de rudimentarias rides mecánicas y fue George C. Hall, propietario del canadiense parque Crystal Beach el que, en el equivalente a la IAAPA actual de principios de década encontró en un idealista ingeniero técnico, Harry G Traver, un talento escondido que merecía ser escuchado.

Harry G. Traver en una de sus escasas fotografías accesibles a través de la red.
FOTO: Oocities.org

Harry G. Traver, nacido en 1877, había demostrado ya desde principios de siglo una gran capacidad inventiva, diseñando y patentando alguna de las rides que, con el paso de la historia, se han convertido en auténticos clásicos como las caterpillar (la clásica spin-ride tipo Kobra Imperial en PortAventura) o las Circle Swing, que inspiraron años después en la creación de la famosa ride The Sir Hiram Maxim Captive Flying Machines en Blackpool Pleasure Beach.



Traver conocía el mundo del ocio y había fabricado e instalado muchas de sus grandes máquinas en multitud de parques americanos pero seguía añorando poder alzar su gran invención: una coaster que rompiera totalmente con los esquemas establecidos y clásicos de la época. Fue entonces cuando, tras el encuentro con George C. Hall y tras firma de su debido contrato diseñó la primera de tres piezas que pasarían a ser, rápidamente, una oscura leyenda.

Cyclone, la bestia indomable

La apuesta de George C. Hall a la hora de construir Cyclone en Crystal Beach (Ontario) era muy arriesgada, por aquella época las coasters apenas sobrepasaban la clásica estructura de lift+drop+camelbacks con apenas un par de curvas de retorno y ya. En cambio los bocetos y planos presentados por Harry G. Traver iban mucho más allá y, como veremos resumiendo rápidamente el layout de Cyclone, tampoco difieren demasiado de las woodies que hoy día triunfan con empresas como GCI o Gravity Group.

Echemos un vistazo a esta fiel recreación, mediante renderizado 3D, de como era Cyclone, la primera de las 3 "Traver Triplets":

En este actual render podemos ver la complejidad del layout de la Cyclone de Crystal Beach.
FOTO: Photobucket

Drop curvado y ultra-peraltado (con un añadido de G's positivas y laterales en la parte más baja que llegaba a niveles superiores al máximo establecido por ley hoy día), se comenta que su nombre entre la clientela era "the dip into hell" (algo así como "la zambullida en el infierno"). Elevación hacia peraltada en el segundo punto más alto de la estructura, encaje mediante semi-drop a un invento que, probablemente, se tratara del más dañino de todo el credit: una doble hélice inclinada muy parecida al actual inclined loop.

Cyclone presentaba ya una altura de estructura ejemplar para su época...
FOTO: Alphan.ca

Este elemento inspiró años más tarde alguna de las estructuras más surrealistas de las Schwarzkopf, con un rebaje considerable de G's laterales pero, sobretodo, positivas. Un ejemplo claro de esta inspiración lo encontramos en Knightmare, en Camelot ThemePark, analizada ya en su día en Bloggercoaster.

Tras esta mezcla de elementos diabólicos enlazábamos un patrón bastante simple, aparentemente, compuesto por largas rectas (supuestamente con brakes de fricción), curvas y medias hélices con un peralte más que considerable y una bajada de altura sucesiva para ir a parar finalmente a la estación de carga de nuevo.

La precariedad de la estructura es visible en esta instantánea de la época, fijaos en la delgadez.
FOTO: Alphan.ca

Está claro que, sin duda, los 3 o 4 primeros elementos de este credit eran la receta dolorosa que alimentaba la leyenda de las "Traver Triplets". En las otras dos muestras (Lightning en Revere Beach y Cyclone en Palisades Amusement Park) se repetían los mismos elementos aunque en posiciones, medidas e inclinaciones distintas, para adaptarse al terreno o a las especificaciones concretas del dueño de cada uno de estos parques.

La estructura presentaba una curvatura parecida a los cambios de peralte actuales de Intamin
FOTO: Coasterglobe.com

Se comenta que desde que el tren abandonaba el lift para adentrarse en el layout se tardaba tan solo 40 segundos en recorrer toda esta maraña de curvas y hélices, por lo que os podéis hacer una idea de a qué velocidad se atravesaban alguno de los puntos de estos laberínticos layouts enroscados.

También he podido corroborar mediante varias fuentes que en el caso de la Cyclone de Crystal Beach era tal la brutalidad del recorrido y el dolor causado por el incesante cambio de peraltes que a la salida misma de la coaster se situaba una pequeña caseta de madera con una pequeña enfermería y una enfermera que atendía, al momento, los posibles heridos por semejante recorrido diabólico. En realidad el hecho de tener este curioso ingrediente fue causado por los numerosos accidentes (principalmente por viajeros que salían despedidos de sus asientos) y en concreto por el hecho de que dos días después de la inauguración de la Cyclone de Palisades Amusement Park, una mujer salió despedida de su asiento al atravesar uno de los elementos, con la consecuencia de su muerte inmediata al caer sobre el entramado de soportes de la base de la coaster.

El layout de las coasters de Traver era un auténtico reclamo en los parques que las adquirían.
FOTO: Roseannhirsch.com

No hubo que lamentar ninguna muerte más en ninguna de las 3 "Traver Triplets" y, aunque pueda parecer chocante, el hecho de que una de ellas causara una víctima mortal alimentó la leyenda del peligro que podía conllevar completar un ciclo entero en una de estas estructuras.

El caso más extremo se encuentra en la Cyclone de Crystal Beach, que causó un total colapso en el parque el mismo día de su apertura. Un parque que en su capacidad máxima soportaba no más de 6000 visitantes tuvo que contabilizar un ascenso total de 70000 personas ¡en un sólo día!. Como hoy en día con las multi-loopers de B&M o las megacoasters de Intamin, las coasters de Harry G. Traver se convirtieron en una macabra e intensa moda.

Un arma de doble filo

Durante los siguientes años Harry G. Traver gozó de un relativo éxito y sus credits se demandaban en todos los parques estadounidenses de más auge en aquél momento. Prueba de ello es que desde 1926 a 1933 (y pese al estallido del crack de Nueva York y la crisis financiera) le encargaron tres credits más con el nombre Cyclone, aunque sin igualar el layout de sus predecesores ya que se comprobó que el desgaste y el paso del tiempo no favorecían en absoluto ninguna de las 3 "Traver Triplets".

De hecho la vida útil de cada una de ellas fue relativamente corta. La Cyclone de Crystal Beach fue la más longeva, aguantando en pie hasta 1946 y ofreciendo sus locas curvas peraltadas durante 20 largos años. Lightning cerró en 1933 (sólo 6 años después de haberla construido) y la otra Cyclone tuvo que cerrar sus puertas en 1934, con una también temprana edad de 7 años. Excepto en la de Crystal Beach, que fue reconvertida y suavizada en otra woodie de características más estándar y aceptables, las otras dos fueran derruidas por completo (aunque en el caso de la de Palisades Amusement Park ayudó un incendio fortuito que, dicen las malas lenguas, fue provocado por clientes afectados por las extremas fuerzas en alguno de los ciclos de este curioso credit).

Durante los primeros días de apertura de Cyclone, Crystal Beach registró récord de attendance
FOTO: Oocites.org

Con la regularización de las normas de seguridad en parques y coasters y la posterior decadencia de las woodies, Harry G. Traver dejó de diseñar layouts y estructuras de coasters para dedicarse más al negocio de las rides mecánicas, donde se dedicó a explorar y desarrollar patentes que todavía hoy en día sobreviven, como por ejemplo los trenes Millenium Flyers que podemos ver en multitud de woodies repartidas a lo largo de todo el mundo.

En 1961 Harry G. Traver murió dejando atrás un legado de 19 coasters de madera de la que hoy en día sólo conservamos una de ellas: Thunderbolt en Six Flags New England, su última creación coasteril y un credit bastante valorado y apreciado por los entusiastas estadounidenses.

*****

Como podemos ver, hoy hemos encontrado dos leyendas de la historia de las coasters, el diseñador más avanzado a su época, un auténtico visionario que decidió elevar a la máxima potencia la intensidad de cada tramo de sus creaciones y tres credits, lamentablemente desaparecidos ya, que demuestran que el valor y la inquietud por encontrar recorridos extremos y repletos de G's elevadas no son una moda de hoy día sino que hace casi 100 años la gente ya pagaba por sentir la máxima adrenalina en sus cuerpos.

Creo que sería muy buen homenaje el hecho de que uno de estos años alguna de las dos principales constructoras de madera en la actualidad, tanto Gravity Group como GCI decidieran rendir homenaje a Harry G. Traver y reconstruir, con la máxima fidelidad posible (y atendiendo la normativa actual), una de estas "Traver Triplets" que hoy día vemos tan asombrados. Algo así como lo que se realizó el año pasado con Zippin Pippin, otro clásico que Gravity Group se encargó de traer a la vida con relativo éxito, por cierto.

Personalidades y credits clásicos del mundo de los parques y las coasters que, una vez más, me he encargado de mostrarte aquí en Bloggercoaster.

7 comentarios:

  1. Genial artículo!! Te superas entrada tras entrada ^_^

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  2. No conocía la existencia de este personaje pero sí me sonaba haber leído algo sobre estas coasters... Aún así, muchas gracias por toda la información Jivo! Estas son sin duda las entradas que más me gustan y me interesan del blog... ¡Gran trabajo!

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  3. Muy interesante artículo.
    Me alegro de que vuelvas a las andadas....

    Saludos.
    ALEXMULICANAL

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  4. La doble helice, mas que un loop, me recuerda a la de "son of the beast", asi como el drop y segunda curva parecen el cambio de sentido que hace intamin en las coasters de madera tipo "colossus" y "el toro".

    Creo que el cyclone tuvo mas influencia de la que creia. No obstante, el "ciclon" que mas ha perdurado en la historia ha sido el de coney island... No se si lo tienes previsto, o si querras visitarla primero, pero un analisis podria ser interesante...

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  5. Muy interesante. He descubierto que tengo el honor de haber catado una de sus creaciones, Thunderbolt en New England!

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  6. Impresionante he interesante, no muy pocos están al tanto de esta historia. Mis felicitaciones !

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  7. Lo he releído hoy, es super interesante. Estoy con Raúl, yo he visto SotB en la doble hélice. Y el primer airtime twistesco, a mí me ha parecido muerte. ¿A qué velocidad lo pilla? Es demencial. Por cierto, temazo el del vídeo.

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